BRYCE ECHENIQUE IRONIZO SOBRE DENUNCIAS DE PLAGIO EN SU CONTRA


EL COMERCIO JULIO 30, 2010

Bryce Echenique ironizó sobre denuncias de plagio en su contra

El escritor comentó así las denuncias de copia por las que fue sancionado el año pasado

Foto: Musuk Nolte)
Lima (EFE). El novelista peruano Alfredo Bryce Echenique declaró hoy que cuando hace “verdaderos plagios, la gente ni se entera”, en alusión a las denuncias de plagio por las que fue sancionado en Perú el año pasado.

En una entrevista con Radio Programas del Perú (RPP), Bryce afirmó que no guarda rencor a nadie porque: “el rencor se lo tragó la situación que vivo, se lo tragó la alegría en que estoy”.

El organismo estatal de protección de la propiedad intelectual en Perú (Indecopi) sancionó el año pasado al escritor al pago de una multa de más de 57.000 dólares por el plagio de 15 artículos de otros autores, publicados en España.

Los textos plagiados, o “copiados ilegalmente”, según el organismo, fueron publicados entre 1986 y 2006 en el diario español La Vanguardia, en el Periódico de Extremadura y en la revista Jano de España y México. Además, en la revista peruana Quéhacer, en la mexicana Anuies y en la página web www.contexto.org.

De otro lado, Bryce recordó que el éxito de su famosa novela “Un mundo para Julius” lo sumió en la más profunda depresión, que lo llevó a concluir que no es vanidoso.

El diario “Perú.21” contabilizó en 2007 un total de 27 casos de supuesto plagio cometidos por Bryce Echenique, la mayoría de ellos en artículos publicados en la revista española Jano.

El ganador del premio Planeta de 2002 por su novela “El huerto de mi amada” atribuyó esas acusaciones a una campaña de prensa “llena de odio” para embarrar la reputación de los escritores contrarios al ex presidente Alberto Fujimori (1990 y 2000).
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EL COMERCIO JULIO 7, 2010

Bryce: “Soy considerado el más borracho de los escritores latinoamericanos”

El literato contó que, pese a su fama de “disoluto”, es un escritor “ordenadísimo” en el VI Encuentro de Escritores Iberoamericanos, donde también anunció su nuevo libro

La Paz (EFE). El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939) aseguró hoy que pese a su fama de llevar una vida “disoluta” es un escritor “ordenadísimo”, lo que le ha llevado a poder publicar más de 25 libros.

En la inauguración del VI Encuentro de Escritores Iberoamericanos que se celebra en la ciudad boliviana de Cochabamba (centro), Bryce Echenique dijo que le acompaña una fama de “anti (Mario) Vargas Llosa “, por su supuesta vida “bohemia, informal e impuntual”.

MALA FAMA
Dijo que hace poco le preguntaron “cómo habiendo llevado una vida de disoluto” ha podido escribir 25 libros, a lo que respondió que en realidad es “ordenadísimo”.

“Te voy a llevar a mi casa y no te voy a invitar ni a una copa para que veas lo ordenado que soy”, bromeó ante su auditorio.

EL MÁS BORRACHO DE TODOS
Añadió que es considerado “el que ha podido consumir las más grandes dosis de alcohol en la historia de la humanidad, el más borracho de todos los escritores latinoamericanos”.

El escritor peruano explicó que nunca hizo alarde de su orden porque “es más fácil” vivir con una mala reputación.

A su vez, aseguró que la clave de su éxito ha sido “mucho trabajo, mucho orden, disciplina y mucho silencio” mientras escribe.

UNA NUEVA NOVELA
El autor de “Un mundo para Julius” (1970) también aprovechó para hablar de la nueva novela en la que trabaja, cuyo título será “Dándole pena a la tristeza”.

Bryce Echenique explicó que el nombre de su nuevo libro viene de una conversación que tuvo con la que fue su cuidadora cuando era niño, “Mamá Rosa”, que le respondió con esta frase a una llamada telefónica, hace más de 40 años.

“Es una novela muy violenta, hasta yo mismo me asusté. (...) Es una novela sobre la decadencia más absoluta, los crímenes y los subnormales de una familia”, explicó, a la vez que dijo que se trata de un libro “completamente antagónico” a “Un mundo para Julius”.

El escritor peruano añadió que su visita a Bolivia será una “gran oportunidad para ponerse al día” de la literatura del país, de la que confesó no conocer “nada, muy poco”, si bien dijo que en cambio, sí sabe de la historia de las reformas sociales bolivianas.
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EL COMERCIO MAYO 2, 2010

Alfredo Bryce Echenique sobre acusación de plagio: "Es provincialismo puro"

En entrevista con El Comercio, el escritor dice que detrás de una fama se vive estupendamente bien. En el libro-homenaje que ha publicado Alfaguara, sus amigos más cercanos lo respaldan

Por: Gonzalo Galarza Cerf

El recordatorio llega desde la ventana del auto: ¿Vas a tomarla ahora? Alfredo Bryce Echenique está en ese “parque tan bonito que parece que estuvieras en San Isidro” e interrumpe los retratos que le hace el fotógrafo para ir a donde su esposa Anita Chávez. Su doctor le ha indicado tomar una pastilla de forma urgente. El escritor, de 71 años, parece ajustarse a este nuevo régimen: camina en las mañanas por los malecones y le hace caso a su psiquiatra. “Hago una vida muy sana. A mí qué me importa la fama que me eche todo el mundo. Porque detrás de una fama se vive estupendamente bien”. Bryce dice que las noches de jarana han pasado, aunque a veces con Joaquín Sabina rompe esa regla. Esas historias de celebración de la amistad y otras más (que hablan de su disciplina y del orden en la vida no solo para escribir) están recogidas en el libro-homenaje: “Una vida de novela”.

¿No le resulta muy abrumador este libro-homenaje?
Sí, porque han recurrido a un montón de amigos en Francia, España, Italia, Argentina y lógicamente el Perú. Se iban llevando de aquí sobres y sobres de fotos, de mis padres, mis abuelos, hasta cartas de distintos escritores: Isabel Allende, Mario Vargas Llosa , Julio Ramón Ribeyro, que era como mi hermano…

Porque “Un mundo para Julius” resultó tener tal éxito que terminó asfixiado…
Sí. Eso fue así de horroroso. Tener que ser incluso recluido en un hospital psiquiátrico de Barcelona y los médicos decían que no necesitaba psicoanálisis porque tengo exceso de madurez, me conozco muy bien a mí mismo. Pero descubrieron algo: la falta de vanidad. Ese éxito hizo que la gente me saludara por la calle y todo eso me causó una depresión horrorosa, una angustia y se me hizo insoportable. Desde entonces sí he tenido varias pequeñas recaídas, pero nada en comparación con lo que fue eso. Ahora sé a qué toro me enfrento. Pero ayer estuve en una cita con psiquiatra.

Usted ha estado de cara a la locura. ¿No es ese también el terreno de la ficción?
Sí, pero la ficción no te duele. Lo otro te hace sufrir terriblemente. Y es tremendo porque vas a donde el médico y le dices quíteme tanta pastilla y te pone dos más. Ahora mi esposa me ha dado una pepa que pedía el médico que tomara urgentemente. Y ahora estoy aterrado porque voy a Estados Unidos, voy a Puerto Rico y me van a tomar por traficante. Voy a ver de cuáles puedo prescindir para no llevar tal cantidad de cosas.

¿Cuánto tiempo está con ese régimen? ¿O es de toda la vida?
Toda mi vida. Cambio de médicos y cambian de medicación. Tratas de llegar a donde ese que te lo quite. Ahora estaba hablando con una amiga que está en París y me decía: “Está todo en la mente, Alfredo; sácatelo”. Pero me voy a otro médico para que me lo saque y me pone más pastillas. Y estás harto; para viajar es incómodo por la frontera. Me lo meteré en las medias, pero los gringos son capaces de quitarte las medias en los aeropuertos ahora. Tal vez no sea un problema y sea todo mental, que estoy ansioso.

En una reciente entrevista en “Perú.21” le exigían confesiones sobre el tema de los plagios . ¿Cree que le están pidiendo respuestas que se sitúan en ese terreno de la sinrazón?
Por supuesto. En todo caso, que hablen con mi abogado. Yo digo lo que sé y no lo quieren aceptar. Quieren que responda de otra forma para irse contentos con la primicia: “Bryce me confesó a mí...”. En mi vida les voy a contar confesiones, ni aunque las tuviera.

¿Pero ese periodista no representa a cierto grupo de lectores que se sienten traicionados?
Ojo, pero yo he ganado juicios. ¿Por qué siguen con lo mismo si hay un fallo judicial en primera y segunda instancia?

Más allá de los fallos, ¿no hay lectores que se sienten así?
Yo he ganado lectores. Mis libros últimamente se han vendido más que nunca. Además, este es un asunto de aquí, de Lima, no sale a Arequipa, y no te voy a decir a París. Es provincialismo puro. Nunca me he sentido tan querido por mis lectores. Los artistas me quieren más que nunca y se han solidarizado realmente.

El escritor mexicano Xavier Velasco me dijo una vez: “Yo sigo a Bryce por disciplina del corazón. Lo defenderé y seguiré defendiendo”.
Y en el libro que han publicado hay un texto de Enrique Vila-Matas, nada menos “El honor de Bryce”, y en ese mismo libro hay una carta de Mario Vargas Llosa en la que habla de cuando recién aterrizó en el Perú por primera vez, como yo ahora, y lo acusaron de trata de blancas. Yo prefiero por lo menos que me acusen de plagiario y no de explotaniñas.

Sobre la disciplina del corazón y la ternura e ironía en su obra, ¿cree que novelas como “La vida exagerada de Martín Romaña” se hacen más perdurables que otras más cerebrales?
En el destino de los libros no se puede sacar nunca conclusiones. Yo creí que la novela mía que rompería con todo y borraría “Un mundo para Julius” iba a ser “Tantas veces Pedro” y de repente es la más vendida que tengo en Japón. Hasta ahora me da yenes. Se publicó en el 81. ¿Qué tienen los japoneses distinto a todo el mundo? Es muy especial.

Y esta nueva novela que prepara es un anti-Julius, la caída de una familia adinerada…
Es la decadencia. He leído varios libros de historia de familia y las fortunas en el Perú duran tres generaciones: el que la hace, la consolida y la pierde. No pasan de 70 años. Esa es una ley. Me he estudiado todo, pero no como Vargas Llosa porque él es un realista, sino por lo que me dijo García Márquez: “Léelo todo porque por ósmosis te queda”. Y tiene razón: cuando menos piensas, te sale una cosita de un libro.

¿Y usted a qué colectividad perteneció finalmente?
Siempre decía como Julio Cortázar, y estoy citando para que no digan que plagio, que llevo siempre el corazón a la izquierda. Ahora la izquierda ha dejado de ser lo que en esos años era. Yo siempre puse la vida, los amigos y afectos por delante y nunca milité en ningún partido y creo que hice bien. La que me dejó por marxista hoy es empresaria y si le recuerdas, se pone colorada. Y sufrí mucho porque estaba bien enamorado y ella también, pero le lavaron el cerebro y la izquierda peruana me hizo trampas.

¿Qué cosas?
La más absurda. ¿Sabes lo que hicieron estos de Vanguardia Revolucionaria? Yo vivía en el techo de una casa. Un día aprovecharon que había salido y subieron un globo dirigible que salió visiblemente de la terraza de mi casa y decía: ¡Viva la lucha revolucionaria del pueblo venezolano! Ni siquiera peruana. Viene a buscarme la policía francesa y adentro el inquilino. Eso me mató el corazón porque mi esposa era parte de eso, mi esposa. Y en la realización participaron un montón de buenos amigos. Dos se fueron al carajo porque tuve que enfrentarlos; eran los líderes. Y el que lo dirigió me mandó a decir hace poco que nuestra amistad estaba congelada. Le mandé a decir que estaba derretida. Ahora todos aparecen con corbatazas, como empresarios, como mi primera esposa, que se vino a hacer la guerrilla y nunca quiso tener hijos. Ahora ya los tiene.

¿Usted nunca abrió la posibilidad de tenerlos?
Mi segunda esposa tampoco quería y la tercera vino con sus hijas, que idolatro y que me quieren un montón. Ahora que se van a la universidad las extraño horrores. Yo tuve un trauma, tuve un hermano mayor absolutamente subnormal y fue la tristeza de mi familia. Y como en esto había algo genético, sobre todo que mi familia se casó mucho entre ella y eso produce bebes con cola de cerdo, como decía García Márquez. Y como yo era el último, y todos mis hermanos tuvieron hijos normales, tuve pavor que me tocara la cola de cerdo. No me arrepiento en absoluto. Tengo unas hijas maravillosas. Para qué voy a procrear unos hijos que se parezcan a mí.

¿Cómo serían si se parecieran a usted?
Plagiarios, seguramente (risas). ¿Cómo serían? He sido un gran nervioso, he tenido depresiones, he pasado épocas en hospitales psiquiátricos. No le deseo eso a nadie. Ni a mi peor enemigo.

¿Qué ha sido en este tiempo el alcohol, un apoyo superficial?
No. Te crea más nervios. Solo una vez en mi vida, cuando vine a vivir al Perú en el 99, no soporté la inmundicia fujimontesinista y además fui víctima de un rapto y me dieron una paliza horrorosa. Entonces me fui a Barcelona y allá fui víctima de la estafa de un amigo y me metí en una espiral alcohólica que solo paré cuando el médico me metió en un hospital. Parece que me caía de los asientos. No era consciente de ello. Fueron tres meses. Y entré en un hospital horroroso, un manicomio, tenía que vivir con esquizofrénicos. Y estuve muy solo. En una semana me desintoxicaron. Otra vez que estuve internado fue por mi insomnio. Ahora me tomo mis copas tranquilísimo.

¿Y qué tan presente ha estado el tema de la muerte?
Nunca pensé que podía acabar con mi vida. He tenido muy malas experiencias, horrorosas de depresión que me han costado seis años en salir y si no fueron más. Del 68 al 75. Me acuerdo que cuando tuve una depresión feroz en París después de “Un mundo para Julius” y era profesor e iba a clases muy tempranito en la mañana, un colega me llevaba y tenía un estado de nervios y angustia y ansiedad y locura al cruzar por el bosque de Boloña para llegar a la universidad. Pero siempre pensé: “Otro cojudo abriría la puerta y se tiraría. Yo no”.

EL PERSONAJE
Entre un festival literario, su nueva novela y Madrid
Alfredo Bryce Echenique dice que ya tiene 300 páginas de su nueva novela, aunque aún falta un buen centenar de páginas que no ha escrito. Por ahora, ha viajado a Puerto Rico a participar en el Festival de la Palabra. Después, a mediados de año, dictará un curso de verano en la Universidad Complutense, en Madrid. ¿Cuándo sacará la novela que trata sobre una familia adinerada que cae en la decadencia? Piensa publicarla en dos o tres años. No tiene la presión de ninguna editorial y le gustaría que cuando salga le dejen por fin de preguntar por los plagios.
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SUPLEMENTO DOMINGO LA REPUBLICA ABRIL 18, 2010

Bryce e Iwasaki

Por Rocío Silva Santisteban

La semana pasada Gonzalo Pajares, periodista de Perú21, entrevistó por fin a Alfredo Bryce Echenique, sobre el peliagudo tema de los artículos que firmó y sobre los cuales cae la negrísima sombra del plagio. Pajares estuvo realizando una pormenorizada investigación sobre el tema, precisamente porque admira las obras de Bryce, y llegó a la conclusión de que había plagiado 22 artículos de periódicos como La Vanguardia o El Comercio. En la misma entrevista el periodista confirma que el Indecopi multó a Bryce por el plagio de 16 artículos con la suma de 77, 500 soles. Nuestro escritor sostiene que no ha plagiado a nadie, y que en todo caso “todo plagio es un homenaje”. Finalmente la entrevista se cierra con estas palabras durísimas del periodista: “Le confieso, señor Bryce, que lo admiro como escritor, que lo quiero como amigo; pero hoy lo respeto menos”.

No voy a referirme en este artículo a los problemas éticos de Alfredo Bryce Echenique. No soy quién. La verdad que podría suscribir las palabras finales de Gonzalo Pajares: una sombra se ha cernido sobre uno de nuestros escritores más queridos y a sus lectores, a quienes aprendimos prácticamente a leer con Un mundo para Julius o con “El descubrimiento de América”, esta entrevista nos choca. Nos estremece. Nos manda una descarga de frío letal desde la coronilla y por toda la espina dorsal. No se trata de que esté descubriendo algo nuevo: sus palabras prácticamente son las mismas de sendas entrevistas anteriores (Caretas, por ejemplo). El problema es precisamente que no reconoce los plagios. La gran complicación es que repite un discurso de político criollo: el corazón de este nudo en la garganta del lector se centra en que Alfredo Bryce mantiene una actitud de mendacidad ante las pruebas, ante el investigador de las mismas, y ante la opinión pública.

Hace muchos años como para recordarlos, otro escritor peruano, Fernando Iwasaki, fue acusado de plagiar en uno de sus artículos de Expreso un fragmento de un texto publicado por E.R Doods. El tema no hubiera pasado a mayores (léase, más allá de las fronteras del Fundo Pando) si no lo hubiera entrevistado César Hildebrandt un domingo por la noche en el programa que conducía en Canal 4. ¿Qué hizo Iwasaki? Admitió el plagio. En ese entonces era un joven escritor, con muchos admiradores y enemigos, pues había publicado El Perú como entelequia y era calificado como uno de los “jóvenes turcos”. Todos a una hicieron leña del árbol caído. Iwasaki no fue cínico, no mintió hasta creerse esas verdades a medias, no dijo que había “homenajeado” a E.R.
Doods, por el contrario, salió a la televisión nacional un domingo por la noche, con el tope de televisores prendidos, y admitió con vergüenza que él había cometido ese error. Después se fue del Perú hacia Sevilla con su hermosa esposa andaluza, a estudiar un postgrado, y por esas cosas del Destino o, como decía mi abuela, “no hay mal que por bien no venga”, hoy es finalmente respetado, reconocido en España pero también en el Perú, como un escritor fino, de calidad, que puede hilar historias sobre las Inquisiciones Peruanas (que él padeció, dicho sea de paso) o El Derby de los penúltimos.

Dos maneras de enfrentar el mismo problema. Ahora, ¿eso implica que Fernando Iwasaki es mejor escritor que Alfredo Bryce? En primer lugar son incomparables; en segundo lugar, aún cuando Alfredo Bryce sea un asesino en serie o un terrorista kamikaze, eso no significa, como tampoco significó en los casos de Ezra Pound o Mishima, que Un mundo para Julius no sea una novela espléndida e intensa. Bryce, plagiario o no, es uno de los mejores escritores latinoamericanos del post-boom. Y eso nadie se lo quita.
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EL COMERCIO ANRIL 12, 201O

Alfredo Bryce Echenique: “El plagio es un homenaje”

El escritor de 71 años se mantiene firme en su defensa de las acusaciones de copia que recibió durante los últimos años

A cuatro años de ser acusado por primera vez de un plagio por su amigo el ensayista Herbert Morote, lo que desembocó después en una serie de acusaciones, por el mismo motivo, hechas por el diplomático Oswaldo de Rivero y periodistas españoles del diario La Vanguardia, Alfredo Bryce Echenique se muestra reacio a aceptar que fue partícipe de actos nada éticos en cuanto a la producción de su obra literaria.

Bryce, quien acumuló en total 32 acusaciones por plagio, fue exhortado por Indecopi a pagar 177.500 soles de multa por un total de 16 textos plagiados. No obstante, el escritor no da su brazo a torcer.

“(…) Yo no he plagiado nada. No puedo ofrecer disculpas. Me han armado un lío, un juicio al que he apelado y espero que esto algún día se aclare”, dijo el escritor a “Peru21”.

El autor de “Un mundo para Julius” negó de manera categórica haber copiado a Willy Niño y Fernando Carvallo. De igual modo, Bryce dijo que los escritores españoles de “La Vanguardia” que lo acusaron por plagiar sus textos “no le han probado nada”.

HABLÓ BIEN DEL PLAGIO
Envuelto en una serie de contradicciones, el escritor sorprendió con una declaración. “El plagio, como decía Borges, es incluso un homenaje. Borges le plagió a medio mundo. Yo no siento haber plagiado a nadie. El texto de Willy niño es un trocito así (gesto de los dedos), el resto es mío”, expresó el autor de “El huerto de mi amada”.

“Mira, viejo, si quieren que me disculpe por algo que no hice, me disculparé; pero yo no siento haber plagiado a nadie. Esto algún día se aclarará. Acá ha habido un montaje siniestro”, finalizó.

Por otro lado, Bryce reconoció, aunque no textualmente, haber copiado los textos de Oswaldo de Rivero, quien también lo acusó de plagio. “Ese fue un error. Le escribí, y allí sí me disculpé e hice público mi error”, reconoció.
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PERU 21 ABRIL 10, 2010

Alfredo Bryce: "He sufrido mucho, pero no me arrepiento de lo hecho"

Una vida de novela (Aguilar) es un libro que celebra sus 70 años y resume la trayectoria de un hombre que vive exageradamente.

El escritor peruano Alfredo Bryce también habla de Vargas Llosa y de García Márquez. (USI)
Por Gonzalo Pajares Cruzado

Escribir mi nueva novela ha sido un pajazo. Le faltarán unas cien páginas. Debo dejarla reposar, la escribí durante los últimos tres meses, y poquito más y la acababa. Es una historia que tengo en mi cabeza desde que escribí Un mundo para Julius. Su teoría es la siguiente: en el Perú, en América y en el mundo, las más grandes fortunas –claro, las peruanas son enanas, no hemos salido ni en el Forbes latinoamericano, tenemos unos ricos de pacotilla– no duran sino tres generaciones: el que la hace, el que la consolida y el que la derrocha. El último ejemplo conocido es el de la familia Prado”. Así se inicia nuestra conversación sin censura con Alfredo Bryce. Estamos en su “palomar’, un bello estudio que copió –hasta en los muebles, las ventanas y el color de las paredes– de un palacio italiano. Duró cinco horas y terminó con cinco vodka tonics en nuestros cuerpos.

Usted se caracteriza por sus personajes entrañables –Julius, Martín Romaña, Manongo Sterne, Felipe Carrillo–. ¿Quién lo es esta vez?
El abuelo, el que crea la fortuna. Una vez que la hace, y ya viudo, se dedica a la parranda, a juguetear con la vida y a fregar al hijo. Y vive más de cien años, o sea que jode bastante (risas). Es más, muere en una orgía, celebrando sus 101 años y escandalizando a sus hijos.

¿Controló su materia narrativa?
Mis otras novelas estallaban, se iban por las ramas. Esta no. No tengo sino 300 páginas, y con cien más estará terminada. Pero han sido las novelas más largas las que más han gustado.

Quizás porque son como usted: desmesurado, exagerado, y el irse por las ramas les da sentido a las experiencias de sus personajes, tal y como hacía su admirado Stendhal…
Stendhal está detrás de mucho de lo que he escrito. Es uno de los autores que más me fascina, a él vuelvo siempre, sobre todo a La cartuja de Parma, tanto así que, aunque a usted le parezca por esto un cojudo a la vela, cuando la terminé de leer la puse sobre una mesa y empecé a aplaudirla (risas).

Stendhal creó una Italia. Chus Visor dice que usted escribió, en París, historias bien peruanas, pero ambientadas en Francia…
Uno peruaniza todo lo que toca. Vayamos al monstruo, al grande, al poeta Vallejo, que más peruano no podía ser. Cuando tocamos a Vallejo, nos muerde. Es el autor peruano que más releo. De repente estoy escribiendo, me he quedado perdido, me paro, leo un poema de Vallejo y sigo escribiendo. Me siento, con él, muy en el Perú.

¿Qué más le da Vallejo?
Siento que es un poeta que solo los peruanos sabemos leer bien. Qué le pueden interesar a un extranjero versos como: “Fue domingo en las claras orejas de mi burro, de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)” (risas). Esto solo a los peruanos nos puede conmover. Nadie se ha reído de Vallejo; a lo sumo lo han encontrado incomprensible (risas). Vallejo era un dandy, un hombre súper alegre, con amigos muy ricos, un súper Don Juan, andaba enamorando a todas las chicas de Montparnasse y siempre era novio de alguna panadera para que le diera el primer baguette de la mañana. O sea que comía caliente y a su hora (risas). Lo del Vallejo triste es un mito. Él tuvo dificultades en París, pero, ¡quién no las ha tenido!, y daba consejos para ser un dandy: “No bajen del metro hasta que esté bien parado, porque se gastan los zapatos con el roce de la pista. No se sienten mucho porque sale un brillo en el fundillo (risas)”. Una vez me quedé en una casa que había sido de magnates y me dijeron: “¿Desea quedarse en la habitación de Vallejo o de Neruda?”. Viejo, yo rechacé la oferta porque vaya a saber uno si esas camas estaban desinfectadas: Vallejo tenía tisis, tenía de todo (risas).

¿Quién influenció más su vocación?
Mi madre. Ella fue mi salvadora. Mi padre se opuso profundamente. Tuve muchos problemas con él, pero yo lo quería y entendía: solo tuvo tres hijos hombres, el mayor era un minusválido; el segundo, un gran criollo que no trabajaba, que terminó la primaria con las justas, y yo. Jamás me iba a enfrentar con él. El creía que los hombres venían con su carrera bajo el brazo. Cuando me fui a Europa, mi padre creía que era por un año o dos y que volvería a mi vida “normal’. Pero quien me consiguió la beca para Europa y luchó contra mi padre fue mi madre. En París recibí una carta bellísima de mi padre, quien era el hombre más parco del mundo. Allí me decía: “Entendí, querido hijo, que eres un hombre distinto a mí. Eres tú mi mejor hijo, sigue tu camino, sigue para adelante”. Al poco tiempo murió.

¿Cuánto de ficción hay en sus relatos sobre el real Alfredo Bryce?
Eso no lo sé. En mi vida, la realidad y la ficción están confundidas. Y esto nos pasa a todos los escritores. Hay realistas como Vargas Llosa, que no inventa nada. Otros, como García Márquez, que todo lo inventan. El Gabo es el más grande mentiroso de la Tierra.

La mamá de Gabo dijo que Vargas Llosa era más mentiroso que su hijo…
La vieja defendió mal a su hijo. Por decir que Mario no tenía palabra, terminó echándole una flor a Vargas Llosa.

¿Usted también es un mentiroso?
También (risas). Mentiroso era yo desde chico. Recuerde que soy hijo de Arnaldo Alvarado, el corredor de autos. Cuando mis compañeros se enteraron de que no lo era sintieron pena, pues la historia era entretenidísima (risas).

¿Se arrepiente de su vida exagerada?
He pegado patinazos, he sufrido mucho, pero no me arrepiento porque todas las personas que he querido allí están, a mi lado, las sigo viendo. Incluso a mi amor prohibido en Francia…

Una noble, cuya familia lo trataba de miserable…
Exacto. Yo trataba de probarles que acá era “hijo de’ y me decían: “Váyase a la mierda” (risas).

Pero fue correspondido…
Muy correspondido… hasta hoy. Pegué capotazos y clavé la espada (risas).
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EL COMERCIO DICIEMBRE 10, 2009

Bryce Echenique aseguró ser víctima de la piratería y reclama dinero

15:33 | El escritor, multado antes por Indecopi por el delito de plagio, reclamó 300 mil dólares por derechos no percibidos de sus libros “pirateados”

(EFE). El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, multado por el organismo de protección intelectual peruano con 20.000 dólares por un delito de plagio, aseguró hoy ser víctima de la piratería en su propio país, antes que plagiario.

En un artículo aparecido en la revista Caretas, Bryce reclamó al Instituto de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) la cifra de 300 mil dólares por los derechos no percibidos de sus obras que circulan ilegalmente en ediciones piratas en Perú.

En el artículo, Bryce recuerda que fue primero multado con 50.000 dólares en primera instancia, cifra que fue rebajada, en segunda instancia, a 23.630 “por unos plagios de los cuales nadie nunca jamás se ha quejado, sobre todo en el extranjero”.

ANTES FUE MULTADO POR PLAGIO
Indecopi multó al escritor al encontrar 16 artículos plagiados entre 1986 y 2006, “difundidos en medios de comunicación masiva”, ya que aparecieron publicados en medios como los diarios españoles La Vanguardia o El Periódico de Extremadura.

El autor de “Un mundo para Julius” replica hoy que su novela “El huerto de mi amada”, Premio Planeta en 2002, apareció en Perú en edición pirata antes de aparecer en el mercado “formal”, algo relativamente habitual en este país, y aseguró que por cada libro suyo vendido legalmente, hay seis más vendidos en edición pirata.

Por esas ediciones piratas, el autor considera que ha perdido una cifra aproximada de un millón de soles, que a “grosso modo” traduce en 300.000 dólares.

RECLAMA COMPENSACIÓN
“Si yo, al final de cuentas, le debo a ellos 20.000 dólares por artículos dizque plagiados, y ellos me deben a mí, cuando menos, un milloncejo de soles por libros efectivamente pirateados, pues entonces compensemos, señores de Indecopi”, concluyó Bryce, antes de hacer sus cuentas y reclamar una cifra final de 280 mil dólares.

Bryce Echenique fue contactado por Efe para tratar de conocer su estrategia legal o si esta reclamación iba a formar parte de una nueva demanda judicial por su parte, pero el escritor prefirió no hacer más declaraciones y se remitió a lo escrito en la revista.
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SUPLEMENTO DOMINGO LA REPUBLICA NOVIEMBRE 15, 2009

“El caso Bryce quedará como una anécdota”

Entrevista/Enrique Ghersi. La semana pasada Indecopi confirmó que Alfredo Bryce Echenique plagió nada menos que 16 textos en publicaciones españolas, razón por la que ha sido sancionado con una multa de 71,000 soles. Enrique Ghersi, su abogado, expone los argumentos de una defensa que, sin atreverse a negar que hubo plagio, se apoya en el silencio de los presuntos agraviados. Ninguno de los plagiados por Bryce interpuso denuncia en su contra y hubo uno incluso que dijo sentirse halagado.

Por Rafael Robles

¿Qué acciones va a tomar después de que se confirmaran los 16 plagios de Bryce Echenique?

–No se confirmó nada. Cuando salió esta resolución advertimos que estaba incompleta, que se había omitido, por error me imagino, una serie de puntos de nuestra apelación que no eran accesorios sino centrales, como la responsabilidad penal de Bryce. No había pronunciamiento sobre eso. En primera instancia se dispuso enviar copias a la Fiscalía para que le inicien un proceso penal. Nosotros apelamos eso y el Tribunal no se ha pronunciado al respecto, así que hemos presentado un recurso de integración, que se usa cuando la autoridad emite pronunciarse en algunos aspectos de la apelación, para que justamente los integre a la resolución. Hasta que Indecopi no responda, no existe resolución todavía.

–¿Y qué pasaría si se ratifican en la sanción?

–No he hablado con Bryce personalmente pero sus instrucciones son las de cuestionar el caso y, de ser necesario, recurrir al Poder Judicial.

–¿Qué medidas piensa tomar en el caso de ir a juicio?

–No puedo especular, el peor error de los abogados es que se ponen a especular. Esa es la diferencia entre la profesión periodística, donde la especulación es legítima, con la profesión de abogado, donde la especulación es un error. Como he practicado y practico las dos, sé diferenciar ambos discursos. De mantenerse la resolución tal y como está, hay un problema importante con el debido proceso. Este es un caso muy curioso. En realidad no es contra Bryce, es contra mí. Yo soy el apoderado de Bryce. A él nunca se le ha notificado nada, me han notificado a mí.

–¿Cómo es eso?

–Resulta que el poder que yo tengo suyo es por el juicio de Morote, que ganamos en Indecopi. A ellos yo les dije que eso estaba mal emplazado, porque no tenían que notificarme a mí porque yo tenía un poder para un caso anterior. Tenían que notificarle a Bryce en su domicilio. Si tú vas al Reniec y sacas su ficha registral, verás que tiene su domicilio registrado en Barcelona, desde hace más de una década por lo menos.

–Entrando al tema del plagio en sí…

–De ese tema no me voy a pronunciar porque Alfredo Bryce no ha tenido la oportunidad de defenderse ni de contestar precisamente porque no ha sido emplazado válidamente.

–Pero sí tuvo oportunidad de hablar con la prensa, con declaraciones contradictorias que incluían a una secretaria que, al final, resultó siendo él mismo. Bryce no supo defenderse en su momento.

–Lo que no está en el expediente no es de este mundo, decían los juristas romanos. Solamente nos interesa aquello que se actúa dentro del expediente. La respuesta procesal de Bryce jamás se ha producido. En su momento, cuando seamos emplazados válidamente, nos pronunciaremos de esto.

–¿Pero es que todo lo dicho a los medios no tiene validez?

–En mi opinión, no.

–¿No hubiera sido mejor que Bryce ofrezca una conferencia de prensa aclarando lo que hizo?

–Eso hubiera sido renunciar a sus derechos constitucionales, cosa que yo no puedo aconsejar a nadie.

–Pero por un tema de tranquilidad personal. Si eres un escritor querido, exitoso, de prestigio y prestigio internacional y la prensa te está acusando por un delito que no cometiste y que dañará tu imagen, lo más lógico es dar la cara y aclarar las cosas.

–Mira, yo también he sido periodista en mis mejores años, así que tengo claro lo que son los ataques o elogios de la prensa. Mi experiencia como abogado, en cambio, me dice otra cosa: uno no puede ceder jamás un derecho constitucional a la presión de la opinión pública, porque es efímera. La misma opinión pública que te condena, después te aplaude, cuando cambian las circunstancias. En el caso de Alfredo Bryce, que es un hombre con una obra enorme y sustancial, probablemente esto quedará como una anécdota.

–Pero cuando uno compara ambas versiones, la de los otros autores y las de Bryce, no quedan dudas de que hubo plagio.
–Para mí esa es una prueba tan sugerente como que ninguna sola persona supuestamente plagiada ha denunciado a Bryce. Es más, uno de ellos confesó sentirse halagado.

–Pero halagado, precisamente, por haber sido plagiado. Eso no quiere decir que no haya delito sino más bien condescendencia y buen humor.

–Mire, aquí yo creo que hay un problema. Esta investigación es de oficio. Al investigarse de oficio a un ciudadano peruano que no reside en el Perú, que supuestamente ha plagiado algo fuera del Perú, sin que ninguno de los supuestos plagiados haya presentado ninguna denuncia, yo creo que hay una violación a los derechos, al debido proceso para ser más exactos.

–Insisto, los afectados, si bien no denunciaron a Bryce, tampoco han dicho que no exista plagio.

–Pero es que ahí es donde está el tema. Los derechos de paternidad son derechos de interés privado. Mejor dicho, si yo no reclamo un supuesto plagio en mi contra, nadie tiene legitimidad para hacerlo. No es lo mismo que un caso de crimen organizado. Por eso es que yo cuestioné la competencia de Indecopi. Aparte, donde se han producido supuestamente los plagios ha sido en España. ¿Qué hace investigando la autoridad peruana fuera de las fronteras nacionales?
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EL COMERCIO NOVIEMBRE 3, 2009

Tantas veces Bryce: Indecopi confirma plagio de escritor peruano en diversos artículos

16:39 | Entidad rechaza apelación y fija multa de S/.71 mil. En total fueron 16 textos copiados a quince autores.

El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual, Indecopi, ratificó que el escritor Alfredo Bryce Echenique plagió 16 artículos de 15 autores distintos.

Mediante un comunicado, Indecopi informó que la Sala de Propiedad Intelectual determinó que “no existieron vicios en el proceso” en el fallo que determinó en enero del 2009 que el autor de “Un Mundo para Julius” copió textos ilegalmente.

La sanción fue impuesta ese mismo mes por la Comisión de Derecho de Autor, primera instancia administrativa de Indecopi, pero Bryce apeló.

NO PROCEDE APELACIÓN
“Bryce Echenique apeló la sanción argumentando que existieron vicios en el procedimiento, que el caso no era aplicable a la ley peruana y que no se tomaron en cuenta los principios de proporcionalidad y razonabilidad”, refirió Indecopi en su nota de prensa.

La referida sala fijó, en ese sentido, una multa de veinte Unidades Impositivas Tributarias, equivalentes a 71 mil nuevos soles, para Bryce.

LAS OBRAS
Según Indecopi, los textos plagiados son los siguientes:
1. Potencias sin poder, de Oswaldo de Rivero (publicado en Quehacer, Perú, mayo 2005)
2. Uso social del tabaco, de Eulalia Solé (La Vanguardia, España, julio de 2005)
3. La leyenda de John Lennon genera cerca de 19 millones de euros al año, de Nacho Para (Periódico de Extremadura, España, diciembre de 2005)
4. Londres busca detectives, de Carlos Sentís (La Vanguardia, España, julio de 2005)
5. La estupidez perjudica seriamente la salud, de Jordi Cebrià Andreu y Víctor Cabrè Segarra (Revista Jano España, octubre de 2005)

En la revista Jano también fueron publicados:
6. Estrellas médicas, de Sergi Pámies
7. La angustia de Kafka y John Steinbeck, de Juan Carlos Ponce
8. Un novelista de los oprimidos, de Juan Carlos Ponce
9. John Ford, la épica del Western, de Blas Gil Extremera
10. El psicoanálisis de Woody Allen, de Benjamín Herreros
11. Cultura y civilizaciones, de Cristóbal Pera
12. La enfermedad de la nostalgia, de Luis M. Iruela.
13. La nueva amenaza nuclear, de Oswaldo de Rivero, fue publicado en 2005 en la web www.contexto.org.

En otras publicaciones:
14. Ségolène, de corazón, de Francesc-Marc Álvaro, apareció en La Vanguardia en 2006;
15. Cómo combatir el terrorismo, de Joseph María Puigjaner fue publicado un año antes en ese diario catalán.
16. William Blake y los proverbios del infierno, de Jorge de la Paz, apareció en la revista ANUIES, de México, en julio de 1986.
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EL COMERCIO JULIO 7, 2009

Bryce Echenique confía en ganar el juicio por las acusaciones de plagio

12:06 | El escritor atribuyó la denuncia a “la envidia”, algo que es “típico del Perú”. Incluirá los supuesto textos copiados en su próximo libro de artículos

Madrid (EFE). El escritor Alfredo Bryce Echenique se mostró dispuesto a llegar hasta el final en las acusaciones de plagio que pesan sobre él y confió en ganar el segundo juicio que tiene pendiente en el Perú para “quedar totalmente libre de polvo y paja”. “He ganado el primer juicio en todas las instancias y confío en ganar el segundo también”, afirmó.

En enero pasado, Indecopi acusó al autor de “Un mundo para Julius” de plagiar en 16 artículos a 15 autores. Su abogado presentó una apelación y, según Bryce Echenique, el caso ha sido llevado al poder judicial, “donde debía estar”. En su opinión, la justicia peruana ha aceptado que el fallo de Indecopi es equivocado y le ha dado un recurso de amparo.

“Todo ha sido producto de la envidia y de la maldad, y eso es típico del Perú. Que se lo cuenten si no a Mario Vargas Llosa, que tuvo muchos más problemas que yo, y no solo por la política”, insistió.

CONTINÚA ESCRIBIENDO
Bryce llegó a Madrid hace unos días procedente de Lima y se ha mostrado ilusionado con su nueva novela que, aseguró, será la más ambiciosa. En ella contará la decadencia de su familia a lo largo de tres generaciones. El escritor contó que si bien se trata de un proyecto al que le está dando vueltas desde 1971, recién la comenzará a escribir en octubre porque antes carecía de la madurez necesaria.

El próximo 27 de julio presentará en Lima un nuevo libro de artículos, titulado “Penúltimos escritos”, que reunirá todos los publicados en los últimos años, incluso los supuestamente “plagiados”. “Que se rompan las narices los que me acusan”, dijo sonriente el novelista.

En una entrevista, el escritor peruano, uno de los más importantes de Latinoamérica, no descartó que la película “Un mundo para Julius”, basada en su novela homónima, pueda finalmente hacerse.

El año pasado el proyecto se truncó porque la productora peruana Luca Producciones no había pagado los derechos de autor, pero ahora Bryce Echenique dice tener esperanzas en que las cosas puedan solucionarse.

El novelista explicó que él y su agente literaria, Carmen Balcells, decidieron darle “una segunda oportunidad a la productora y, en la medida en que cancelen la deuda, habrá película”. Bryce dijo confiar en que se pueda recuperar el guión que había hecho el cubano Senel Paz.
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EL COMERCIO MAYO 30, 2009

Alfredo Bryce Echenique y su diaria caminata

10:01 | Establecido definitivamente en Lima, el escritor cruza a pie hasta cuatro distritos siempre con la vista espectacular del malecón

Por Alfredo Bryce Echenique / Escritor

El más grueso, espeso y total antifaz, más unos tremendos tapones en los oídos, y encima de todo la consabida pepa, para culminar la faena del adiós al almanaque y a la agenda, suelen retirarme de este mundo noche tras noche y transportarme sin interrupción soñada o meadita nocturna alguna a lo que yo daría en llamar la dimensión desconocida por todos y cada uno de nosotros. Regresar de allá es arte y parte de tres despertadores estilo campanario colocados a tres distintas distancias, aunque jamás cerca del alcance de mis ciegas, muy torpes manos, de mis navegadoras y buceadoras manos, de mis perdidas e invidentes manos. O sea que realmente mi aterrizar en el día equivale perfectamente a una cita a ciegas con la vida.

Solo un flaco jugo de mandarinas y, eso sí, brutales cantidades de café le recuerdan al tipo en bata y pijama que soy que en los altos de la casa lo espera un buzo, que en la calle lo espera un parque y que luego, muy cerca, lo esperan una serie de malecones que, no bien se enfunde y se calce en sus deportivos atuendos, será el hombre de gorra y anteojos negros que, de malecón en malecón, se recorre tres y hasta cuatro distritos. A saber: San Isidro, Miraflores, Barranco y hasta Chorrillos.

CAMINAR ES UN PLACER
Estar caminando es sin duda un placer veloz y que nadie sabe cuánto me gusta que transcurra en la más grande soledad, en la más total intimidad. Son dos a tres horas al día, según las circunstancias, y al cielo le pido yo, al agarrar mi ritmo ideal, que hoy nadie me interrumpa. Pero el cielo jamás escucha estos ruegos y es así que a cada rato me descubro interrumpido por el eterno y tan frecuente imbécil que lo primero que te dice es que no desea interrumpirte —por nada de este mundo, señor—, y que lo primero que hace es colocársete así, cara a cara, bloqueando cien por ciento tu diaria caminata. Matarlo es lo que realmente quisiera yo. Y sacar un puñal mientras le cito de memoria al maldecido estas palabras de Voltaire: “La civilización no suprime la barbarie. La perfecciona”. Y juácate: te quitas un peso más de encima y sigues adelante.

Adelante y liberado y feliz con mi puñal ensangrentado, y dejando un peso muerto más en este mundo, sigo mi camino hasta que la caminata se cumple feliz, malecón tras malecón, desde el Cisneros hasta el malecón de Chorrillos, pasando por La Reserva y Armendáriz. Y a veces incluso hasta llego raudo y en el colmo de la felicidad, sublime casi, a la mismísima playa de La Herradura, la de los veraneos familiares de mis años mozos, hoy una penita pena. ¡Ay playa de La Herradura! ¡Quién te ha visto y quién te ve! Pero sigamos nuestro caminar, andante ma non troppo porque ahora viene la subidota en curva hasta el viejísimo túnel lechucero.

Pero la verdad es que lo único que puedo escribir hoy, ya para terminar, es que nunca he matado a nadie mientras me interrumpe en mi diaria caminata y que esto me ha permitido concluir que los cretinos estos han evolucionado, además de todo, con los años. Antes lo interrumpía a uno un imbécil que se rebuscaba bolsillo tras bolsillo en busca de un papelito cojudo y un anémico lapicito, y todo esto para pedirle a uno un autógrafo torcido. Hoy lo que llevan los cretinos estos, los de toda la vida, es un celular que toma fotos y entonces lo que hay que buscar es al fotógrafo. Maldito sea: “La civilización no suprime la barbarie: la perfecciona”. Recontra maldito sea…
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CORREO ENERO 10, 2009

ENRIQUE GHERSI, SU ABOGADO, CALIFICA DE ILEGAL SANCION DE INDECOPI
La defensa de Alfredo Bryce Echenique

Ante la sanción impuesta por el Indecopi, tal como lo informáramos ayer, la defensa del escritor Alfredo Bryce no tardó en aparecer. De esta manera, dicha sanción ha sido calificada de ilegal por su abogado, Enrique Ghersi, ya que el autor de Un mundo para Julius reside en España y al organismo supervisor local no le corresponde pronunciarse por hechos supuestamente ocurridos en ese país.

Ghersi señaló que apelarán la decisión de primera instancia porque si hubiera alguna falta, al residir él en España, la autoridad competente es la autoridad de derechos de autor española, no la autoridad de derechos de autor peruana, en consideración a la residencia del señor Bryce.

Ghersi opinó que el proceso debe ser anulado por el tribunal de la libre competencia de Indecopi, que es la segunda instancia en esa jurisdicción, y, bajo una nueva investigación, permitirle al autor hacer uso de su derecho a la defensa y plantear sus pruebas.

Sin embargo, el abogado recordó que Bryce ha negado personalmente haber plagiado los artículos en mención y que si ellos han sido publicados, niega haber autorizado su publicación.

Por otro lado, se dio a conocer que nuestro novelista se encuentra descansando en una playa fuera de Lima y que no ofrecerá declaraciones a la prensa hasta el 19 próximo.
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PERU 21 ENERO 9, 2009

Sancionan a Bryce Echenique con S/. 177,500 por plagiar 16 artículos

El plagio es considerado un delito en el Perú y prevé una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel, recordó, en un comunicado, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual en un comunicado.

El escritor Alfredo Bryce Echenique fue sancionado por plagiar 16 artículos de otros autores, publicados principalmente en España, informó hoy el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).

La investigación comprobó el plagio a 15 autores, de un total de 16 artículos, que se publicaron en diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros, señala un comunicado de la institución, por lo que decidió sancionar al escritor peruano con una multa de 50 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalentes a 177,500 nuevos soles.

El documento recuerda que el plagio es considerado un delito en el país, mencionado en el Artículo 219 del Código Penal, que prevé una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel. Añade que Bryce “infringió el derecho moral de paternidad en la modalidad de plagio y el derecho moral de integridad”.

Los textos plagiados – o “copiados ilegalmente” -, según Indecope, fueron publicados entre 1986 y 2006 en el diario español La Vanguardia, en el Periódico de Extremadura y en la revista Jano de España y México. Además, en la revista peruana Quéhacer, en la mexicana ANUIES y en la página web www.contexto.org.

“Durante la investigación, Bryce Echenique, a través de su abogado, argumentó en su defensa que los artículos no habían sido publicados en el Perú y por ello no se podía pretender protección por las normas nacionales. Por otro lado, señaló que habían sido publicados sin su autorización, por lo que negó ser el autor de las mismas”, indicó el comunicado.

Sin embargo, Indecopi “desestimó su posición, al tener en cuenta que varios de los textos del denunciado fueron reproducidos en medios nacionales, por lo que las infracciones se cometieron en territorio peruano”. También se tomó en consideración que los textos plagiados “tuvieron amplia difusión al ser publicados en medios de comunicación de gran tirada y estuvieron a disposición del público en distintas páginas web”.

Bryce puede presentar una apelación ante el tribunal del Indecopi, la segunda y última instancia administrativa de la institución.

El escritor nacional, ganador del premio Planeta de 2002 por su novela El huerto de mi amada, había sido denunciado anteriormente por presunto plagio por su colega Herbert Morote, pero en ese caso no fue sancionado “al no contarse con pruebas suficientes que corroboren la supuesta infracción”.

Como se recuerda, Perú.21¨ contabilizó, en el 2007, un total de 27 casos de plagio cometidos por Bryce Echenique, la mayoría de ellos en artículos publicados en la revista española Jano.
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EL COMERCIO ENERO 9, 2009

LO MULTA CON S/.177.000
Bryce plagió 16 artículos, dice Indecopi

Por haber copiado ilegalmente 16 artículos de diversos autores, los cuales fueron publicados en diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros, el Indecopi multó al escritor Alfredo Bryce Echenique con 50 UIT (177.500 soles).

En su resolución, la institución determinó que Bryce infringió el derecho moral de paternidad en la modalidad de plagio, es decir, no reconoció a los autores de los artículos con sus nombres o seudónimos cuando citó sus obras. También hizo lo mismo con el derecho moral de integridad, el cual está referido a que el autor puede oponerse a cualquier modificación o mutilación de su obra.

La defensa de Bryce argumentó que los artículos no habían sido publicados en el Perú y por ello no se podía pretender la protección por las normas nacionales. Luego sostuvo que habían sido publicados sin su autorización, y que él no era el autor de los artículos.

Sin embargo, el Indecopi desestimó su posición al considerar que los textos del denunciado fueron reproducidos en medios nacionales, por lo que las infracciones se cometieron en el Perú. Bryce puede apelar al tribunal del Indecopi, segunda y última instancia administrativa.

EL DATO
Por segunda vez
Alfredo Bryce fue denunciado anteriormente por plagio en agravio del escritor Herbert Morote. Sin embargo no fue sancionado por no haber pruebas suficientes.
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EL COMERCIO NOVIEMBRE 14, 2008

Bryce Echenique afirma que disfrutó con las acusaciones de plagio en su contra

9:19 | El escritor peruano dijo que recibió mucho cariño con las denuncias. Dijo trabajar en la novela "Dándole pena a la tristeza", que calificó como su obra más ambiciosa

Santiago de Chile (EFE).- El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique aseguró en Santiago que ha disfrutado de las acusaciones de plagio que se han lanzado en su contra y que desea que todas sean aclaradas.

"La verdad es que, a fin de cuentas, disfruté mucho de las acusaciones de plagio. Recibí un gran cariño, no podía pagar nunca una cuenta, ¡Vivía del plagio!", comentó el autor, uno de los invitados destacados de la Feria Internacional del Libro, que se celebra en la capital chilena hasta el próximo fin de semana.

Bryce Echenique, que participó anoche en una tertulia en la Feria, manifestó en declaraciones que publica hoy la prensa local su alegría por haber salido triunfante, hace algunos meses, de la acusación de plagio que Herbert Morote hizo en su contra.

"Como decía el gran tradicionalista peruano Ricardo Palma, he ganado por lo penal, lo civil y lo militar", manifestó y subrayó su deseo de que otras acusaciones similares que han surgido sean también aclaradas legalmente.

"Yo quiero que hasta el último caso quede aclarado con mi abogado. No me voy a defender contra quien me quiere atacar en un periódico, lo hago por la ley. Este señor (Morote) que me enjuició perdió en todas la instancias, lo que me deja muy tranquilo. Además, sé que el origen de este caso es el odio y resentimiento".

El autor de "Un mundo para Julius", que el pasado octubre cumplió 40 años de oficio literario, también se refirió a su decisión de volver a vivir en Perú: "Quería estar con mi familia y disfrutar mi vida peruana antes de que se acabe".

Todas estas actividades no han frenado su trabajo de escritor y el próximo diciembre lanzará en Lima "La esposa del rey de las Curvas", un volumen de cuentos "con historias de perdedores", con temas "que van desde la decadencia extrema hasta relatos llenos de amor y ternura".

El cuento que da título al libro es la historia de un niño que inventa un padre "de mejor calidad", recogiendo, según Bryce Echenique, lo que es "el origen de todo relato literario: una carencia, una pena".

"Uno trata de rebelarse contra el destino que le ha dado Dios y componer el mundo organizándolo mejor. Es lo que he hecho yo con mi obra", explicó.

También el escritor está trabajando en "Dándole pena a la tristeza", que define como su novela "más ambiciosa" y todo lo contrario de "Un Mundo para Julius": "cuenta la historia de una familia decadente, una familia oligárquica que lo ha tenido todo y se va a la mierda. Será un microcosmos del Perú", indicó.
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La República 03 10 08

Alfredo Bryce tradujo a traductores

Los clasifica en objetivos, desesperados y torturadores. Escritor peruano disertó e ironizó sobre ellos en el Instituto Cervantes de Berlín.
Berlín. EFE.

El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique hizo reír a los asistentes a un acto en el Instituto Cervantes de Berlín hablando de sus traductores a diferentes idiomas, en presencia de su traductor al alemán, Mathias Strobel, que salió excepcionalmente bien librado.

Para Bryce Echenique, hay tres tipos de traductores. El traductor objetivo, el "traductor que se desespera y que entre más traduce a un autor menos lo entiende" y, finalmente, el traductor imposible que se convierte en una tortura para el autor. El traductor objetivo, y como ejemplos de ello mencionó a Strobel y al inglés David Wood, hace preguntas concretas sobre palabras de traducción dudosa porque no están en el diccionario. "En mi caso, ese tipo de palabras son en el 99 % de los casos peruanismos que muchas veces no están ni siquiera en los diccionarios de peruanismos", dijo Bryce.

El ejemplo del "traductor que se desespera" –y con él empezaron las risas– es su traductor al francés, Jean Marie Saint-Lu, a quien dijo querer como un hermano para luego presentar en una caricatura desalmada. "El traductor quiere corregir la novela, se desespera con el autor y trata de mejorarlo al traducir", dijo Bryce. Saint-Lou, por ejemplo, suele quejarse de que no se sabe dónde están las casas en donde viven los personajes ni cómo son las habitaciones en donde ocurre la acción. "Yo entonces le contesto que detesto las descripciones porque los lectores se las saltan", dijo Bryce.

IMPOSITIVOS
Admitió que, al leer una novela francesa del siglo XIX, cuando empieza una descripción de un comedor él "se escapa por el corredor del lado para ir a esperar a la amante al dormitorio y así llego antes que el personaje". Cuando el traductor insiste en querer saber la razón por la que no hay descripciones, entonces Bryce le suelta una frase que repitió esta noche. "Le digo que el paisaje de mis novelas emana del alma de mis personajes. Eso no quiere decir nada, pero genera un silencio de tres años", dijo Bryce, entre las risas del público.

Saint- Lu, a diferencia de Strobel, pregunta mucho. En una ocasión Strobel estaba traduciendo Un mundo para Julius y, paralelamente, Saint- Lu traducía otra novela del peruano. "Mathias me mandó un e-mail con diez preguntas que alcanzaron para todo el libro. Y entonces yo le dije a Jean Marie: 'Mira, hay un señor en Alemania al que diez preguntas le alcanzan para traducir todo el libro. En cambio, tú me haces diez preguntas por página' ", contó el escritor.

EL TORTURADOR
Como ejemplo del traductor "torturador", Bryce mencionó al alemán, ya fallecido, Wolfgang Luchting. "Mario Vargas Llosa me lo había advertido y me había dicho: 'Alfredo, no lo dejes entrar a tu casa'", dijo el escritor,
Al final, según Bryce, Luchting no tradujo nada porque se peleaba con los autores. "Ahora ya murió, en Seatle, hundido entre la nieve", dijo Bryce con una sonrisa perversa. Al final, en una jornada dedicada a la traducción, se hizo un homenaje a la recientemente fallecida Elke Wehr, que tradujo al alemán a autores como Javier Marías, Mario Vargas Llosa o Augusto Roa Bastos.

Los encargados de hablar durante el homenaje no leyeron los textos que llevaban preparados porque, según dijeron, no encuadraban dentro del tono que le había dado Bryce a la noche.
En otras palabras, era difícil crear un ambiente de funeral después de tantas risas. Para terminar, Bryce dijo ver sus libros traducidos, agregando "Pero esa vanidad la tienen todos. Yo vi a Sartre entrando a las librerías para poner sus libros encima de los de Camus".

PERFIL
Nació. En Lima en 1939 dentro de una familia de banqueros. Su obra ha tenido diversos reconocimientos entre ellos, el Premio Nacional de Literatura en 1972 por Un mundo para Julius.

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