EL COMERCIO OCTUBRE 14, 2012
LA REPUBLICA ENERO 24, 2012
No me esperen en abril
Por. Augusto Alvarez Rodrich
En la lucha anticorrupción no caben ambigüedades.
Lo peor del ‘caso de Las Brujas de Cachiche’ no es el comportamiento indebido del congresista y aún segundo vicepresidente Omar Chehade, sino la reacción del sistema político que nuevamente ha demostrado alta tolerancia a la corrupción y la voluntad de mantener invicta la capacidad de aconchabarse con la cuchipanda.
Empezando por el presidente Ollanta Humala, de quien se puede discutir si ahora se encuentra en la izquierda, la derecha, o en el nacionalismo –cualquier cosa que esto signifique–, pero que en el terreno de la lucha anticorrupción no se ha colocado, al menos durante lo que va de su gobierno, en el lado correcto de la mesa.
Si el viaje ruso de su hermano Alexis dejó muchas dudas, la cena policial-empresarial en ‘Las Brujas de Cachiche’ de Chehade dejó, lamentablemente, la certeza del uso de la influencia derivada del acceso al poder al servicio de un interés particular.
Al inicio del escándalo, pareció que Palacio de Gobierno –el presidente Humala y la primera dama Nadine Heredia– había tomado una distancia principista frente a Chehade que era valerosa si se considera que este les recordó haber sido su abogado y saber, por tanto, ‘demasiado’.
Al final, sin embargo, en el momento de la votación en el Congreso, se produjo una marcha atrás lamentable que permitió el blindaje a Chehade. Habría que ser muy ingenuo para creer que todas las movidas para salvarlo se hicieron sin el conocimiento o participación de Palacio de Gobierno. Si así fuera, incluso, significaría una pérdida de control total del presidente Humala con respecto a su bancada, lo cual es poco realista.
En el Congreso, por su parte, se ratificó el principio tradicional del ‘otorongo no come otorongo’, de un modo que fue escandaloso, sin capacidad de argumentación, produciendo decepción en el caso de congresistas que se suponía que tenían una convicción firme con la lucha anticorrupción que estaba al margen de la conveniencia política inmediata. No fue así, se actuó con descaro, se votó con los pies y se defendió lo indefendible.
El principal perjudicado por todo lo sucedido es el gobierno del presidente Humala, quien una semana después de la votación del escándalo no ha tenido ni un comentario que condene lo ocurrido, mientras que Chehade dice que vuelve en abril al Congreso “para luchar contra la corrupción” y el premier Óscar Valdés declara que “todos tenemos la obligación de limpiar nuestro país de los corruptos”. ¿Cachacientos los señores?
Se puede ser de derecha, izquierda o centro, y actuar con ética en cualquier lado del tablero. Pero en cuanto a la lucha contra la corrupción, solo hay dos lugares en la mesa: contra ella o aconchabado con la mugre.
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EL COMERCIO ENERO 20, 2012
Fiscal de la Nación dice que resolverá "sin presiones" sobre Caso Chehade
José Peláez recibió expediente del Congreso. Recordó que antes envió todo lo actuado al Parlamento porque no se podía investigar a Chehade en dos fueros
El fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, adelantó hoy que en los próximos días se pronunciará sobre el expediente del renunciante segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, el cual fue enviado a su despacho por el Congreso.
“Habrá una posición firme, como todas las decisiones de la fiscalía, aquí no tenemos ningún interés político ni de ninguna otra naturaleza (...) la fiscalía no actúa por presiones”, expresó en declaraciones a Canal N.
Peláez aprovechó la oportunidad para recordar que en su momento el Ministerio Público decidió enviar todo lo actuado en el Caso Chehade al Congreso porque el legislador venía siendo investigado también por la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales. Precisó que, de acuerdo a ley, ninguna persona puede ser investigada en dos fueros al mismo tiempo.
“SÍ INVESTIGAMOS”
“Cuando el Ministerio Público conoció de los hechos en Brujas de Cachiche inmediatamente se pusieron en marcha los mecanismos de investigación (...) luego tuvimos conocimiento de que en el Congreso se venían investigando los mismos hechos, incluso se adelantó opinión sobre el delito cometido, que sería patrocinio ilegal, nos inhibimos para no interferir”, explicó.
Peláez dijo que correspondía al Congreso investigar sobre delito de funciones. Señaló que si el Congreso decidía levantar la inmunidad de Chehade, lo que finalmente no ocurrió, “el fiscal no tenía otra opción que denunciar”.
También mencionó que el Ministerio Público decidió abrir investigación preliminar a los otros implicados en el caso, que no gozan del antejuicio político. Entre ellos los generales de la PNP que también asistieron a dicho local.
“Si se presentan hechos nuevos, esto podría cambiar la situación jurídica de estas personas”, dijo.
* General Arteta dijo sentir "asco y pena" por archivamiento de acusación contra Chehade
El oficial en retiro espera que el fiscal de la Nación asuma su responsabilidad y concluya “una investigación que dejó a medias tintas”
El general de la PNP en retiro, Guillermo Arteta, quien denunció haber sido convocado por el entonces primer vicepresidente Omar Chehade a la cuestionada cena en el restaurante Brujas de Cachiche, donde se habló de un desalojo a favor del grupo Wong, se pronunció sobre la decisión del Congreso de rechazar una acusación constitucional contra Chehade.
“Estoy asqueado de todo esto. Creo que la historia juzgará y la población se dará cuenta de quién dijo la verdad. Es un asco todo lo que ha pasado, da pena (...) como ciudadano cumplí con lo que debía hacer, no me arrepiento (...) en algún momento se sabrá la verdad de los hechos”, respondió en entrevista a “Perú.21”.
También cuestionó que Chehade “se crea inocente de toda responsabilidad” y consideró increíble que algunos parlamentarios lo defiendan porque Efraín Wong dijo que no conocía a Chehade.
“En este país, lo que falta son hombres que se enfrenten a la corrupción; y si no quieren asumir la responsabilidad que les corresponde, que el pueblo los juzgue”, mencionó.
PEDIDO AL FISCAL
“Ya depende del fiscal de la Nación si va a asumir su responsabilidad y concluir una investigación que dejó a medias tintas”, añadió.
Cabe recordar que Gana Perú, Perú Posible y Yehude Simon votaron a favor de rechazar la acusación constitucional contra Chehade.
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LA REPUBLICA ENERO 20, 2012
EDITORIAL. Por un solo voto
Su tardía renuncia salvó a Omar Chehade, que podrá seguir de congresista, pero su carrera política ha quedado herida.
Omar Chehade se ha pasado los últimos meses ofreciendo disculpas por el “error” de haberse reunido con tres jefes policiales en un conocido restaurante para tratar el desalojo de Andahuasi en beneficio del Grupo Wong. Lo hizo una primera vez ante la Comisión de Ética, algo que no lo libró de una suspensión de 120 días (la más grave que puede proponer dicha Comisión), y lo volvió a hacer recientemente, renunciando tardíamente a la segunda vicepresidencia “para no dañar la imagen del gobierno”, pese a que para muchos el mal ya estaba hecho.
Sin duda se discutirá un buen rato si esta renuncia fue la que convenció a los congresistas Yehude Simon y Fernando Andrade a romper el empate y salvar a su colega de un posible proceso ante el PJ, tal como recomendaba la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales a la Comisión Permanente en su dictamen, pero la invitación a dar vuelta a la página que ha seguido a esta apretada votación (13 contra 12) parece un tanto apresurada, pues los hechos materia del caso que involucró al doctor Chehade no son minucias olvidables.
Lo que parece cierto es que si el congresista hubiera optado por renunciar al cargo de segundo vicepresidente hace dos meses es posible que ahora se le juzgase con menos severidad. Por lo menos hubiera evitado ahogarse en el mar de palabras que siguió a la denuncia de su conducta impropia, palabras que acabaron sepultando la verdad o volviéndola tan difusa como para que se volviera muy difícil distinguir lo seguro de lo incierto.
En fin, el doctor Chehade se ha salvado de ver levantada su inmunidad y trasladado su caso al PJ y Ministerio Público (obligado a acusar, según la Constitución), pero ello no lo libra de servir de contraste entre la actitud de un gobierno comprometido en la lucha contra la corrupción y la de su bancada (Gana Perú) que blindó al legislador oficialista.
Lo ocurrido confirma también la maldición que reina sobre las vicepresidencias al menos desde Alberto Fujimori, pasando por Raúl Diez Canseco, otro segundo vicepresidente que tuvo que renunciar a este cargo puramente simbólico y expectaticio, cuya existencia habría que replantear en toda futura reforma constitucional, que debe dejar las vicepresidencias reducidas a una y establecer una línea de sucesión política que comprenda a los titulares de los poderes del Estado.
UNA BUENA VECINDAD
La asistencia del presidente Ollanta Humala a la sesión solemne de la comuna metropolitana por el 477 aniversario de Lima y, sobre todo su discurso, en el que ofreció colaboración estrecha a la alcaldesa Susana Villarán y apoyo para la continuidad de su gestión deben haber sabido a chicharrón de sebo a los interesados revocadores sueltos en plaza y a los integrantes de la DBA, cuyo máximo exponente, embarcado desde hace meses en una campaña para demoler la imagen de Villarán con una ferocidad pocas veces vista en democracia, había preparado para la fecha la publicación de una denuncia completamente inflada y que no logró cumplir su objetivo de malograr el festejo. La autocrítica hecha por la alcaldesa, pero también el listado de las obras en curso han sido la mejor introducción a su segundo año. Que vengan otros mejores.
Omar Chehade: “El presidente jamás indultaría a Fujimori por temas políticos”
El cuestionado congresista fue parte del equipo que logró la extradición del ex mandatario. También habló sobre el caso Andahuasi, que le costó la segunda vicepresidencia
"Nadie merece morir en la cárcel, ni Fujimori ni nadie. No se puede repetir el caso de Augusto B. Leguía, quien falleció en 1931 en prisión", dijo Chehade. (Video: elcomercio.pe)
SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07
Redacción Online
El cuestionado congresista de Gana Perú Omar Chehade dio su opinión sobre la solicitud de indulto humanitario presentada por Alberto Fujimori. Antes de que se viera envuelto en el caso Andahuasi, el ex segundo vicepresidente fue parte del equipo de la Procuraduría Anticorrupción que logró la extradición del ex presidente, condenado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
En entrevista con elcomercio.pe, afirmó que la decisión de indultar o no a Fujimori le compete exclusivamente al presidente Ollanta Humala. Negó que este vaya a otorgar la gracia por “razones políticas o temas que nada tengan que ver con razones humanitarias”, como temen algunos organismos de derechos humanos.
Tal como está planteado el indulto a Alberto Fujimori, ¿usted está de acuerdo de que el presidente Humala lo otorgue?
Nosotros debemos analizar el indulto de manera jurídica para ver si cumple con los requisitos estipulados tanto en la Constitución como en la ley. Yo no me puedo manifestar en estos momentos ni a favor ni en contra, porque esta es una gracia y decisión que le compete de manera exclusiva al presidente Ollanta Humala. El indulto es una facultad política con efecto jurídico.
En calidad del ex procurador que tramitó la extradición de Fujimori de Chile. ¿Está a favor o en contra del indulto?
Nosotros (en la Procuraduría Anticorrupción) cumplimos con nuestro trabajo, con nuestra tarea de extraditarlo y tuvimos razón cuando en ese momento lo acusamos de delitos de lesa humanidad y de corrupción. El Poder Judicial nos dio la razón al condenarlo dentro de un proceso justo. De ahí en adelante el señor Fujimori viene purgando una condena justa. Ya le corresponde decidir al presidente si Fujimori merece o no una gracia presidencial.
Durante la campaña del 2011 usted fue muy duro con el fujimorismo e incluso opinó a favor de que Fujimori fuera trasladado a un penal común. Parece que ha cambiado su manera de pensar.
No es ningún cambio de posición. Cuando di esas declaraciones hace un año y medio, el señor Fujimori no tenía la salud tan deteriorada como la tiene hoy día. Entiendo que en el gobierno anterior, el aprismo y el fujimorismo tenían una alianza bajo la mesa y eso le permitía al ex presidente tener una serie de prerrogativas y gollerías. Como congresista voy a respetar la decisión final del presidente Humala.
Si el indulto se da por razones políticas y sin el respaldo de la junta médica, como teme las organizaciones de DD.HH. ¿Su postura seguirá siendo la misma?
En estos momentos no estoy a favor ni en contra del indulto. Voy a estar a favor de lo que finalmente el presidente otorgue.
¿Así se dé bajo cualquier circunstancia?
No, porque entiendo que el presidente va a actuar bajo los cánones establecidos en la Constitución y leyes vigentes. Además, habrá una junta evaluadora y la comisión de gracia presidencial, que por medio de los informes médicos, emitirá un dictamen firmado por la ministra de Justicia (Eda Rivas), que luego pasará al despacho de Humala y él decidirá, según su sabiduría e informes médicos, si da o no el indulto.
Como jefe de extradiciones tuve una posición muy dura respecto a los crímenes que Fujimori cometió y no me arrepiento de ello, porque la justicia me dio la razón, pero eso ya quedó a un lado y no tiene nada que ver con su salud personal. Creo y debo decir que el Perú tampoco puede vivir de revanchas ni de odio. Nadie merece morir en la cárcel ni Fujimori ni nadie. No se puede repetir el caso de Augusto B. Leguía, quien falleció en 1931 en prisión.
¿El presidente Humala tiene alguna restricción legal para no otorgar el indulto?
Voy a hablar como abogado, me quito el saco de político y me pongo el de abogado. Si bien hay un decreto supremo que faculta al presidente otorgar el indulto humanitario bajos dos requisitos, que el solicitante padezca de una enfermedad terminal o sus condiciones carcelarias lo conlleven a la muerte, en la Constitución está el artículo 118 inciso 21 que habla del indulto.
Esta ley constitucional está por encima del decreto supremo, que aconseja y sugiere al presidente tomar en cuenta las dos aristas señaladas, y no prevé de manera taxativa algún condicionamiento.
Amnistía Internacional ha señalado que el indulto a Fujimori “perpetuaría la impunidad”. ¿Comparte esta postura?
No respaldo el extremo que dice que se avalaría la impunidad (con el indulto humanitario). El doctor San Martín, que condenó a Fujimori, ha dicho que el indulto es legalmente posible por el derecho humanitario. Entonces, no cabría si no estuviera en una situación calamitosa de enfermedad. Si a Fujimori se le ocurrió pedir el indulto por un tema político o porque se le da la gana, entonces no cabría.
Las personas que votaron por Humala en la segunda vuelta lo hicieron para evitar que el fujimorismo llegue al poder y libere a Alberto Fujimori. ¿Indultarlo no sería ir en contra de los que representa Gana Perú y de sus electores?
El presidente Humala no tiene ninguna posición ni a favor ni en contra, no adelantemos cosas que no ha dicho. Si el indulto lo pide Fujimori por una cuestión política, entonces usted tendrá razón en su pregunta. Entiendo que esa no ha sido la motivación y que ha sido un tema humanitario lo que lleva a pedir la solicitud.
El indulto que presenta la familia Fujimori es por razones humanitarias y esas razones no tienen nada que ver con las promesas de campaña, porque el presidente Humala jamás lo indultaría por temas políticos o temas que nada tengan que ver con razones humanitarias.
¿La designación de Julio Arbizu como el procurador que verá el proceso de ampliación de extradición por el caso de los diarios chicha es un mensaje del presidente Humala de que el indulto no procederá?
No lo sé. No puedo opinar al respecto ni ponerme en los zapados del presidente. Pero sí es legítimo y válido que se amplíe la extradición por los casos que han quedado en el tintero.
“NO SOY UN CADÁVER POLÍTICO”
¿Cuánto le costó verse involucrado en una investigación de tráfico de influencias por el caso Andahuasi?
Fue un dolor familiar considerable y felizmente ya se volteó la página. Por un error político algunos adversarios querían convertirlo en una situación de tráfico de influencias, pero el caso fue archivado. Sin duda fue una etapa política de mi vida que asumí como un error, no voy a tratar de cambiar las cosas.
Sus críticos afirman que perdió toda credibilidad y que su futuro político pende de un hilo. ¿Cree que este caso reduce sus aspiraciones políticas?
En política no hay cadáveres políticos. No sé si después del 2016 seguiré en la política o regresaré a ejercer el Derecho.
¿Cómo es su relación con el presidente Humala y su esposa Nadine Heredia? ¿Perdió su confianza? ¿Por qué ya no se les ve cerca?
No, la bancada se reúne cada cierto tiempo con el presidente y nos hemos visto en Palacio de Gobierno en estas citas. Hay una relación cordial con el presidente y su esposa, no tengo problemas con ninguno. Es cierto que en el momento del problema hubo una molestia, le pedí disculpas personales y públicas.
¿El presidente Humala confía en usted?
Si no confiara en mí no estaría en la bancada. Si, sin duda, él confía en todos los congresistas nacionalistas, nos ha dado su respaldo.
¿Cómo va la investigación fiscal contra su hermano, Miguel Chehade, y su amigo Miguel León Barandiarán?
No, no tengo la menor idea. Me he reunido hace algún tiempo con mi hermano, pero (la investigación que afronta) no es un tema que me competa.
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Redacción Online
El cuestionado congresista de Gana Perú Omar Chehade dio su opinión sobre la solicitud de indulto humanitario presentada por Alberto Fujimori. Antes de que se viera envuelto en el caso Andahuasi, el ex segundo vicepresidente fue parte del equipo de la Procuraduría Anticorrupción que logró la extradición del ex presidente, condenado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
En entrevista con elcomercio.pe, afirmó que la decisión de indultar o no a Fujimori le compete exclusivamente al presidente Ollanta Humala. Negó que este vaya a otorgar la gracia por “razones políticas o temas que nada tengan que ver con razones humanitarias”, como temen algunos organismos de derechos humanos.
Tal como está planteado el indulto a Alberto Fujimori, ¿usted está de acuerdo de que el presidente Humala lo otorgue?
Nosotros debemos analizar el indulto de manera jurídica para ver si cumple con los requisitos estipulados tanto en la Constitución como en la ley. Yo no me puedo manifestar en estos momentos ni a favor ni en contra, porque esta es una gracia y decisión que le compete de manera exclusiva al presidente Ollanta Humala. El indulto es una facultad política con efecto jurídico.
En calidad del ex procurador que tramitó la extradición de Fujimori de Chile. ¿Está a favor o en contra del indulto?
Nosotros (en la Procuraduría Anticorrupción) cumplimos con nuestro trabajo, con nuestra tarea de extraditarlo y tuvimos razón cuando en ese momento lo acusamos de delitos de lesa humanidad y de corrupción. El Poder Judicial nos dio la razón al condenarlo dentro de un proceso justo. De ahí en adelante el señor Fujimori viene purgando una condena justa. Ya le corresponde decidir al presidente si Fujimori merece o no una gracia presidencial.
Durante la campaña del 2011 usted fue muy duro con el fujimorismo e incluso opinó a favor de que Fujimori fuera trasladado a un penal común. Parece que ha cambiado su manera de pensar.
No es ningún cambio de posición. Cuando di esas declaraciones hace un año y medio, el señor Fujimori no tenía la salud tan deteriorada como la tiene hoy día. Entiendo que en el gobierno anterior, el aprismo y el fujimorismo tenían una alianza bajo la mesa y eso le permitía al ex presidente tener una serie de prerrogativas y gollerías. Como congresista voy a respetar la decisión final del presidente Humala.
Si el indulto se da por razones políticas y sin el respaldo de la junta médica, como teme las organizaciones de DD.HH. ¿Su postura seguirá siendo la misma?
En estos momentos no estoy a favor ni en contra del indulto. Voy a estar a favor de lo que finalmente el presidente otorgue.
¿Así se dé bajo cualquier circunstancia?
No, porque entiendo que el presidente va a actuar bajo los cánones establecidos en la Constitución y leyes vigentes. Además, habrá una junta evaluadora y la comisión de gracia presidencial, que por medio de los informes médicos, emitirá un dictamen firmado por la ministra de Justicia (Eda Rivas), que luego pasará al despacho de Humala y él decidirá, según su sabiduría e informes médicos, si da o no el indulto.
Como jefe de extradiciones tuve una posición muy dura respecto a los crímenes que Fujimori cometió y no me arrepiento de ello, porque la justicia me dio la razón, pero eso ya quedó a un lado y no tiene nada que ver con su salud personal. Creo y debo decir que el Perú tampoco puede vivir de revanchas ni de odio. Nadie merece morir en la cárcel ni Fujimori ni nadie. No se puede repetir el caso de Augusto B. Leguía, quien falleció en 1931 en prisión.
¿El presidente Humala tiene alguna restricción legal para no otorgar el indulto?
Voy a hablar como abogado, me quito el saco de político y me pongo el de abogado. Si bien hay un decreto supremo que faculta al presidente otorgar el indulto humanitario bajos dos requisitos, que el solicitante padezca de una enfermedad terminal o sus condiciones carcelarias lo conlleven a la muerte, en la Constitución está el artículo 118 inciso 21 que habla del indulto.
Esta ley constitucional está por encima del decreto supremo, que aconseja y sugiere al presidente tomar en cuenta las dos aristas señaladas, y no prevé de manera taxativa algún condicionamiento.
Amnistía Internacional ha señalado que el indulto a Fujimori “perpetuaría la impunidad”. ¿Comparte esta postura?
No respaldo el extremo que dice que se avalaría la impunidad (con el indulto humanitario). El doctor San Martín, que condenó a Fujimori, ha dicho que el indulto es legalmente posible por el derecho humanitario. Entonces, no cabría si no estuviera en una situación calamitosa de enfermedad. Si a Fujimori se le ocurrió pedir el indulto por un tema político o porque se le da la gana, entonces no cabría.
Las personas que votaron por Humala en la segunda vuelta lo hicieron para evitar que el fujimorismo llegue al poder y libere a Alberto Fujimori. ¿Indultarlo no sería ir en contra de los que representa Gana Perú y de sus electores?
El presidente Humala no tiene ninguna posición ni a favor ni en contra, no adelantemos cosas que no ha dicho. Si el indulto lo pide Fujimori por una cuestión política, entonces usted tendrá razón en su pregunta. Entiendo que esa no ha sido la motivación y que ha sido un tema humanitario lo que lleva a pedir la solicitud.
El indulto que presenta la familia Fujimori es por razones humanitarias y esas razones no tienen nada que ver con las promesas de campaña, porque el presidente Humala jamás lo indultaría por temas políticos o temas que nada tengan que ver con razones humanitarias.
¿La designación de Julio Arbizu como el procurador que verá el proceso de ampliación de extradición por el caso de los diarios chicha es un mensaje del presidente Humala de que el indulto no procederá?
No lo sé. No puedo opinar al respecto ni ponerme en los zapados del presidente. Pero sí es legítimo y válido que se amplíe la extradición por los casos que han quedado en el tintero.
“NO SOY UN CADÁVER POLÍTICO”
¿Cuánto le costó verse involucrado en una investigación de tráfico de influencias por el caso Andahuasi?
Fue un dolor familiar considerable y felizmente ya se volteó la página. Por un error político algunos adversarios querían convertirlo en una situación de tráfico de influencias, pero el caso fue archivado. Sin duda fue una etapa política de mi vida que asumí como un error, no voy a tratar de cambiar las cosas.
Sus críticos afirman que perdió toda credibilidad y que su futuro político pende de un hilo. ¿Cree que este caso reduce sus aspiraciones políticas?
En política no hay cadáveres políticos. No sé si después del 2016 seguiré en la política o regresaré a ejercer el Derecho.
¿Cómo es su relación con el presidente Humala y su esposa Nadine Heredia? ¿Perdió su confianza? ¿Por qué ya no se les ve cerca?
No, la bancada se reúne cada cierto tiempo con el presidente y nos hemos visto en Palacio de Gobierno en estas citas. Hay una relación cordial con el presidente y su esposa, no tengo problemas con ninguno. Es cierto que en el momento del problema hubo una molestia, le pedí disculpas personales y públicas.
¿El presidente Humala confía en usted?
Si no confiara en mí no estaría en la bancada. Si, sin duda, él confía en todos los congresistas nacionalistas, nos ha dado su respaldo.
¿Cómo va la investigación fiscal contra su hermano, Miguel Chehade, y su amigo Miguel León Barandiarán?
No, no tengo la menor idea. Me he reunido hace algún tiempo con mi hermano, pero (la investigación que afronta) no es un tema que me competa.
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No me esperen en abril
Por. Augusto Alvarez Rodrich
En la lucha anticorrupción no caben ambigüedades.
Lo peor del ‘caso de Las Brujas de Cachiche’ no es el comportamiento indebido del congresista y aún segundo vicepresidente Omar Chehade, sino la reacción del sistema político que nuevamente ha demostrado alta tolerancia a la corrupción y la voluntad de mantener invicta la capacidad de aconchabarse con la cuchipanda.
Empezando por el presidente Ollanta Humala, de quien se puede discutir si ahora se encuentra en la izquierda, la derecha, o en el nacionalismo –cualquier cosa que esto signifique–, pero que en el terreno de la lucha anticorrupción no se ha colocado, al menos durante lo que va de su gobierno, en el lado correcto de la mesa.
Si el viaje ruso de su hermano Alexis dejó muchas dudas, la cena policial-empresarial en ‘Las Brujas de Cachiche’ de Chehade dejó, lamentablemente, la certeza del uso de la influencia derivada del acceso al poder al servicio de un interés particular.
Al inicio del escándalo, pareció que Palacio de Gobierno –el presidente Humala y la primera dama Nadine Heredia– había tomado una distancia principista frente a Chehade que era valerosa si se considera que este les recordó haber sido su abogado y saber, por tanto, ‘demasiado’.
Al final, sin embargo, en el momento de la votación en el Congreso, se produjo una marcha atrás lamentable que permitió el blindaje a Chehade. Habría que ser muy ingenuo para creer que todas las movidas para salvarlo se hicieron sin el conocimiento o participación de Palacio de Gobierno. Si así fuera, incluso, significaría una pérdida de control total del presidente Humala con respecto a su bancada, lo cual es poco realista.
En el Congreso, por su parte, se ratificó el principio tradicional del ‘otorongo no come otorongo’, de un modo que fue escandaloso, sin capacidad de argumentación, produciendo decepción en el caso de congresistas que se suponía que tenían una convicción firme con la lucha anticorrupción que estaba al margen de la conveniencia política inmediata. No fue así, se actuó con descaro, se votó con los pies y se defendió lo indefendible.
El principal perjudicado por todo lo sucedido es el gobierno del presidente Humala, quien una semana después de la votación del escándalo no ha tenido ni un comentario que condene lo ocurrido, mientras que Chehade dice que vuelve en abril al Congreso “para luchar contra la corrupción” y el premier Óscar Valdés declara que “todos tenemos la obligación de limpiar nuestro país de los corruptos”. ¿Cachacientos los señores?
Se puede ser de derecha, izquierda o centro, y actuar con ética en cualquier lado del tablero. Pero en cuanto a la lucha contra la corrupción, solo hay dos lugares en la mesa: contra ella o aconchabado con la mugre.
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EL COMERCIO ENERO 20, 2012
Fiscal de la Nación dice que resolverá "sin presiones" sobre Caso Chehade
José Peláez recibió expediente del Congreso. Recordó que antes envió todo lo actuado al Parlamento porque no se podía investigar a Chehade en dos fueros
El fiscal de la Nación, José Peláez Bardales, adelantó hoy que en los próximos días se pronunciará sobre el expediente del renunciante segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, el cual fue enviado a su despacho por el Congreso.
“Habrá una posición firme, como todas las decisiones de la fiscalía, aquí no tenemos ningún interés político ni de ninguna otra naturaleza (...) la fiscalía no actúa por presiones”, expresó en declaraciones a Canal N.
Peláez aprovechó la oportunidad para recordar que en su momento el Ministerio Público decidió enviar todo lo actuado en el Caso Chehade al Congreso porque el legislador venía siendo investigado también por la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales. Precisó que, de acuerdo a ley, ninguna persona puede ser investigada en dos fueros al mismo tiempo.
“SÍ INVESTIGAMOS”
“Cuando el Ministerio Público conoció de los hechos en Brujas de Cachiche inmediatamente se pusieron en marcha los mecanismos de investigación (...) luego tuvimos conocimiento de que en el Congreso se venían investigando los mismos hechos, incluso se adelantó opinión sobre el delito cometido, que sería patrocinio ilegal, nos inhibimos para no interferir”, explicó.
Peláez dijo que correspondía al Congreso investigar sobre delito de funciones. Señaló que si el Congreso decidía levantar la inmunidad de Chehade, lo que finalmente no ocurrió, “el fiscal no tenía otra opción que denunciar”.
También mencionó que el Ministerio Público decidió abrir investigación preliminar a los otros implicados en el caso, que no gozan del antejuicio político. Entre ellos los generales de la PNP que también asistieron a dicho local.
“Si se presentan hechos nuevos, esto podría cambiar la situación jurídica de estas personas”, dijo.
* General Arteta dijo sentir "asco y pena" por archivamiento de acusación contra Chehade
El oficial en retiro espera que el fiscal de la Nación asuma su responsabilidad y concluya “una investigación que dejó a medias tintas”
El general de la PNP en retiro, Guillermo Arteta, quien denunció haber sido convocado por el entonces primer vicepresidente Omar Chehade a la cuestionada cena en el restaurante Brujas de Cachiche, donde se habló de un desalojo a favor del grupo Wong, se pronunció sobre la decisión del Congreso de rechazar una acusación constitucional contra Chehade.
“Estoy asqueado de todo esto. Creo que la historia juzgará y la población se dará cuenta de quién dijo la verdad. Es un asco todo lo que ha pasado, da pena (...) como ciudadano cumplí con lo que debía hacer, no me arrepiento (...) en algún momento se sabrá la verdad de los hechos”, respondió en entrevista a “Perú.21”.
También cuestionó que Chehade “se crea inocente de toda responsabilidad” y consideró increíble que algunos parlamentarios lo defiendan porque Efraín Wong dijo que no conocía a Chehade.
“En este país, lo que falta son hombres que se enfrenten a la corrupción; y si no quieren asumir la responsabilidad que les corresponde, que el pueblo los juzgue”, mencionó.
PEDIDO AL FISCAL
“Ya depende del fiscal de la Nación si va a asumir su responsabilidad y concluir una investigación que dejó a medias tintas”, añadió.
Cabe recordar que Gana Perú, Perú Posible y Yehude Simon votaron a favor de rechazar la acusación constitucional contra Chehade.
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LA REPUBLICA ENERO 20, 2012
EDITORIAL. Por un solo voto
Su tardía renuncia salvó a Omar Chehade, que podrá seguir de congresista, pero su carrera política ha quedado herida.
Omar Chehade se ha pasado los últimos meses ofreciendo disculpas por el “error” de haberse reunido con tres jefes policiales en un conocido restaurante para tratar el desalojo de Andahuasi en beneficio del Grupo Wong. Lo hizo una primera vez ante la Comisión de Ética, algo que no lo libró de una suspensión de 120 días (la más grave que puede proponer dicha Comisión), y lo volvió a hacer recientemente, renunciando tardíamente a la segunda vicepresidencia “para no dañar la imagen del gobierno”, pese a que para muchos el mal ya estaba hecho.
Sin duda se discutirá un buen rato si esta renuncia fue la que convenció a los congresistas Yehude Simon y Fernando Andrade a romper el empate y salvar a su colega de un posible proceso ante el PJ, tal como recomendaba la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales a la Comisión Permanente en su dictamen, pero la invitación a dar vuelta a la página que ha seguido a esta apretada votación (13 contra 12) parece un tanto apresurada, pues los hechos materia del caso que involucró al doctor Chehade no son minucias olvidables.
Lo que parece cierto es que si el congresista hubiera optado por renunciar al cargo de segundo vicepresidente hace dos meses es posible que ahora se le juzgase con menos severidad. Por lo menos hubiera evitado ahogarse en el mar de palabras que siguió a la denuncia de su conducta impropia, palabras que acabaron sepultando la verdad o volviéndola tan difusa como para que se volviera muy difícil distinguir lo seguro de lo incierto.
En fin, el doctor Chehade se ha salvado de ver levantada su inmunidad y trasladado su caso al PJ y Ministerio Público (obligado a acusar, según la Constitución), pero ello no lo libra de servir de contraste entre la actitud de un gobierno comprometido en la lucha contra la corrupción y la de su bancada (Gana Perú) que blindó al legislador oficialista.
Lo ocurrido confirma también la maldición que reina sobre las vicepresidencias al menos desde Alberto Fujimori, pasando por Raúl Diez Canseco, otro segundo vicepresidente que tuvo que renunciar a este cargo puramente simbólico y expectaticio, cuya existencia habría que replantear en toda futura reforma constitucional, que debe dejar las vicepresidencias reducidas a una y establecer una línea de sucesión política que comprenda a los titulares de los poderes del Estado.
UNA BUENA VECINDAD
La asistencia del presidente Ollanta Humala a la sesión solemne de la comuna metropolitana por el 477 aniversario de Lima y, sobre todo su discurso, en el que ofreció colaboración estrecha a la alcaldesa Susana Villarán y apoyo para la continuidad de su gestión deben haber sabido a chicharrón de sebo a los interesados revocadores sueltos en plaza y a los integrantes de la DBA, cuyo máximo exponente, embarcado desde hace meses en una campaña para demoler la imagen de Villarán con una ferocidad pocas veces vista en democracia, había preparado para la fecha la publicación de una denuncia completamente inflada y que no logró cumplir su objetivo de malograr el festejo. La autocrítica hecha por la alcaldesa, pero también el listado de las obras en curso han sido la mejor introducción a su segundo año. Que vengan otros mejores.
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