PERU 21 DICIEMBRE 1, 2010
Miyashiro: “Beto, ya no somos amigos”
Conductor de Enemigos públicos contó que su ex partner intentó sacarlo del programa y aseguró que no es su amigo.
A pesar de que Beto Ortiz declaró que aún era amigo de Aldo Miyashiro, el ‘Chino’ una vez más insistió en que no los une nada. En su programa Enemigos públicos aseguró que se sintió ‘traicionado’.
“Yo no puedo considerar como amigo a una persona que negocia mi salida a mis espaldas, para dejarme fuera del aire, mientras trataba de armar un equipo de trabajo… Espero conversar contigo (Beto) porque no creo que un amigo pueda hacer eso a otro”, dijo Miyashiro recalcando que Ortiz tuvo una propuesta del Canal 2, pero como no llegó a un acuerdo, quiso regresar al Canal 5 para desplazarlo.
“TENEMOS MÁS AUDIENCIA”. El popular ‘Caradura’ también defendió su reestructurado programa. “Evidentemente, es otro programa (tal como lo calificó Ortiz), donde tratamos a los invitados con cariño y respeto, donde la gente viene al set porque no tiene miedo… Cuando entramos con el nuevo equipo, hemos ido subiendo sistemáticamente los números en audiencia. Hubo días que el A/B fue más importante o más grande que cuando estábamos juntos”, indicó.
“AMBOS APRENDIMOS”. Finalmente, Miyashiro afirmó que ambos aprendieron algunas virtudes cuando eran amigos. “Sería mezquino de mi parte decir que no he aprendido de Beto Ortiz en el tiempo que trabajé con él, por eso, le agradezco”, dijo Aldo.
“Pero creo que él también aprendió cosas de mí, como no alimentar odios innecesarios y no usar un espacio para disparar contra quienes uno odia”, concluyó, deseándole suerte a Beto en su nuevo proyecto televisivo que pronto lo devolverá a la pantalla chica.
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EL COMERCIO NOVIEMBRE 30, 2010
Beto Ortiz negocia un proyecto periodístico para volver a la TV en 2011
El periodista negó que su amistad con Aldo Miyashiro haya terminado, aunque el conductor de “Enemigos Públicos”, horas más tarde, volvió a decir que ya no eran amigos
Aunque Aldo Miyashiro dijo que ya no era amigo de Beto Ortiz, su ex compañero en “Enemigos públicos”, este último reapareció ante los medios y aseguró que lo afirmado por Miyashiro fue un truco publicitario que utilizó por el retorno de su programa.
“No me he peleado con Aldo. Él es mi amigo, pese a que dijo que nuestra amistad había terminado. Supongo que fue por una movida publicitaria, porque creyó que era un buen titular”, sostuvo el periodista, quien prefirió no responder si aún mantenía contacto con Miyashiro.
Como se recuerda, el actor de “La Gran Sangre” indicó, a mediados de octubre, que el fin de su amistad fue por causa de Beto. “Él decidió terminarla y sabrá por qué. Por más que me afectaron las formas en que se dieron las cosas, no tengo tiempo para el rencor”, manifestó.
Por la noche, luego de escuchar las declaraciones de Ortiz, Miyashiro le respondió en su programa. “Yo tengo un concepto diferente de la amistad. Nosotros ya no somos amigos. La amistad se tiene que practicar, es un trabajo diario. No digo que esto sea definitivo, pero yo considero que en este momento no existe, por la serie de eventos que sucedieron en el programa”, explicó.
MODELO ANTE CÁMARAS
Por su parte, Ortiz se autodenominó el profesor de Aldo ante las cámaras. “Creo que él ha aprendido a conducir programas a mi lado y yo he aprendido a hacer negocios con él”, bromeó el escritor que le vendió los derechos de su discoteca Papá Piraña al empresario Mauricio Diez Canseco.
Beto Ortiz indicó que está negociando un proyecto de corte periodístico para regresar a la televisión en el 2011. Aseguró sentirse feliz alejado de la pantalla chica.
Al respecto, Aldo le deseó suerte si es que dicho proyecto se realiza en Canal 5. “Acá no va a haber guerras”, aseguró.
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PERU 21 OCTUBRE 25, 2010
Aldo: “Creí que Beto Ortiz era mi amigo”
Miyashiro vuelve esta noche con Enemigos públicos por Canal 5 y dice que no teme competir con su ex compañero en el horario de las 11 p.m.
Aldo Miyashiro aseguró que no hubo renuncia masiva en en 'Enemigos públicos'. (USI)
Aldo Miyashiro por su silencio sobre la renuncia masiva en Enemigos públicos. “El único que dijo que hubo censura fue César (Pereira, reportero) por una entrevista con Richard Gálvez (a quien Alan García habría golpeado) que nunca consiguió. Por eso, decir que hubo renuncia en masa por censura, es falso”, señaló Miyashiro en el programa Reportajes.
“Con Beto siempre tuve una amistad fluida. O, al menos, eso creía. Por eso, con Martín (Suyón, ex productor) y Anchorena siempre hablábamos del regreso de Beto. Sin embargo, de pronto, Martín no vino más y, con él, el resto del equipo, que ahora estaría en el 2 al lado de Beto, a quien quieren en ese canal”, añadió.
Así mismo, el popular ‘Caradura’ aseguró que no teme competir con el periodista. “Quienes dicen que ‘El Chino’ no puede solo, estoy de nuevo en el partidor”, indicó. Hoy vuelve con Enemigos públicos vía Canal 5.
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EL COMERCIO OCTUBRE 13, 2010
Panamericana Televisión descartó censura a informe de periodista de "Enemigos Públicos"
Ante la renuncia de gran parte del equipo de producción y de periodistas, el gerente general del canal, Federico Anchorena, aseguró que el programa continuará con Aldo Miyashiro a la cabeza
Tras la renuncia de gran parte del equipo de producción de “Enemigos Públicos” y del periodista César Pereira, quien adujo que su informe sobre el voluntario de Essalud -que insultó al Presidente de la República- fue víctima de censura; el gerente general de Panamericana TV, Federico Anchorena, salió al frente para descartar dicha versión.
“Yo no les voy a enseñar a hacer periodismo, pero ellos piden reunirse conmigo, van a mi oficina, me plantean el tema, y yo les pregunto si tienen fotos, videos o declaraciones del Presidente, pero me dicen que no. Entonces, me pareció irresponsable que saquen un informe sin ningún tipo de pruebas. No se puede sacar algo sin sustento y eso lo sabe todo periodista”, sostuvo Anchorena.
Asimismo, calificó de irresponsable la salida de gran parte del equipo del espacio que conduce Aldo Miyashiro. “Hubo una estampida, una irresponsabilidad laboral y sería irresponsableseguir con un equipo que no sabe lo que quiere hacer.. Ellos se han ido, aquí nadie los ha botado, desaparecieron como el mago… El programa está en una reestructuración. Aldo continúa”, remarcó.
Finalmente, Anchorena precisó que “Enemigos Públicos” volverá a emitirse -en los próximos días- con Aldo Miyashiro al frente y con un nuevo equipo de producción. “Aldo sigue, está preocupado por su gente, ha sacado cara por ellos. Si la gente se quiere ir a algún lado no hay problema, pero no puede decir (César Pereira) que le vetaron la nota. Si quiere salir como héroe de la libertad de expresión que le pongan su estrellita en la ‘mitra’, solo espero que en otra oportunidad sea más responsable”, sentenció.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 2, 2010
Beto Ortiz cerró su página web en medio de una posible nueva demanda por abuso infantil
Según publicó Caretas, el portal del periodista contenía casi 300 fotos de jóvenes desnudos. Algunos de los que lo acusaron en 1997 planean presentar una nueva demanda
Tal como se ve en la imagen, la página web de Beto Ortiz (www.betoortiz.com) luce desde hoy sin contenido más que la cabecera.
Este cambio se da luego de que hoy mismo el semanario Caretas publicó una investigación sobre el controvertido periodista, en la que se destapan nuevas aristas en el caso por abuso infantil que se le entabló en 1996.
La mencionada publicación muestra imágenes de varios jóvenes semidesnudos que, según indica el medio, estaban colgadas en la web en una sección que llevaba por nombre ‘Cueritos peruanos’. Había alrededor de 280 fotos de 20 chicos.
Algunas de las leyendas que figuraban debajo de las instantáneas eran: “Esta pose se llama Filo de Vidrio”, “Sáquese la mano de ahí. Malcriado, ¿no?”, “Al final de la batalla y muerto el combatiente”, entre otras.
¿OTRA DENUNCIA?
Caretas publicó una copia de la declaración de Lizandro Amado Espinoza, quien entre abril y agosto de 1997 declaró a la Policía que Ortiz intentó abusar de él en 1992 a cambio de comida y cerveza.
También tuvo acceso a otras declaraciones, entre ellas la de Edwin García, un chico de 14 años que aseguró que conoció al periodista en la Plaza San Martín en 1993. Este lo entrevistó para el programa “Panorama”, y después le ofreció “ropa, comida y plata para tener relaciones”.
Según la revista, varios de estos testigos presentarían una nueva demanda contra Ortiz, luego de que en 1997 el caso fue archivado por “falta de evidencias”. Lo cierto es que el abuso infantil es un delito que no prescribe.
El código Penal establece una pena de 20 a 25 años si la víctima tiene entre 10 y 13 años, y de 3 años para el ‘crimen de seducción’, aplicado a jóvenes de entre 14 y 18 años.
BAYLY
Jaime Bayly también arremetió contra el ex conductor de ‘Enemigos Íntimos’, luego de que este publicara informes en contra del ‘Francotirador’.
“Ghersi (el entonces abogado de Ortiz) lo salvó porque decía que Beto era pasivo., no podía violar a nadie. Y porque los demandantes no tenían representación legal. Ghersi mismo fue quien me contó cómo libró a Beto con estos argumentos, y me dijo también que la justicia en el Perú es fácilmente comprable”, afirmó Bayly.
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EL COMERCIO AGOSTO 29, 2010
Beto Ortiz contraataca: “Los dueños de ATV y del Canal 2 son Magaly y Bayly”
El periodista denunció que Canal 9 vetó una entrevista que le realizó la periodista Andrea Llosa e insinuó que Magaly Medina tuvo algo que ver
Iba a reaparecer en televisión, pero su regreso quedó frustrado. El periodista y escritor Beto Ortiz volvió a denunciar una censura, aunque esta vez por parte de los directivos de ATV y además, de las influencias de Magaly Medina.
“El viernes grabé una entrevista con la reportera Andrea Llosa. Cuando estábamos en la librería Crisol, llegó un camarógrafo de “Magaly TeVe”, pero lo sacaron del lugar. Supongo que se quejó con su jefa. Entonces queda claro que los dueños de los canales ATV y Frecuencia Latina ya no se llaman Ángel Gonzáles ni Baruch Ivcher, sino Jaime Bayly y Magaly Medina”, indicó el ex conductor del programa “Enemigos Públicos”.
Beto no quedó ahí. Agregó que conoce que “Marcelo Cúneo (gerente de ATV) se comunicó con el productor de “Día D” para impedir la emisión”.
TODOS TEMEN AL FRANCOTIRADOR
Ortiz, sostuvo que esta es una nueva ocasión que demuestra que “un broadcaster tiene miedo a que le pase algo”. “La lógica es: si nosotros sacamos algo de un enemigo de “El Francotirador”, él nos va a disparar y vamos a morir.
De otro lado, Aury Tang, jefa de prensa de ATV, descartó que sea cierta la denuncia del autor de “Soy el hombre de mi vida”, añadiendo que la nota a Ortiz Pajuelo se cayó porque “no dijo nada nuevo sobre la bronca con Jaime, así que decidimos no sacarla”.
NEY SE DEFIENDE
Por su parte, el productor de Magaly TeVe, Ney Guerrero, negó que la “Urraca’ haya pedido que no se emita el reportaje de Ortiz. “Si antes fue acusado de pedofilia, no me sorprende lo que diga”, sostuvo Ney Guerrero al diario “Perú.21”.
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EL COMERCIO AGOSTO 27, 2010
Confirmado: “Enemigos Públicos” vuelve este lunes con Aldo Miyashiro
El conductor de TV estará acompañado por distintas figuras femeninas, las cuales alternarán cada noche. El programa estará alejado de la política y la denuncia
Luego de la incertidumbre sobre su futuro y diversos rumores, se confirmó que Aldo Miyashiro continuará al frente de ‘Enemigos Públicos’, programa que volverá al aire -luego de que el canal despidiera a Beto Ortiz- desde este lunes a las 11 p.m.
“Nos han comunicado que desde el lunes Aldo Miyahisro sigue en el programa, salvo que a último momento pase algo. Supongo que ya saldrán al aire las promociones de ‘Enemigos Públicos’”, afirmó Carlos Espinoza, gerente de programación de Canal 5, a “Perú21”.
El actor y conductor de TV aparecerá cada noche junto a una figura femenina distinta. El espacio se alejará de la política y la denuncia. Trascendió que no todo del equipo de producción volverá al espacio.
* Beto Ortiz le respondió a Magaly Medina: "La mejor manera de evitar secuestros es no ser rico"
El ex conductor de “Enemigos Públicos” afirmó que fue un medio impreso el primero en sacar un informe sobre la vivienda de la periodista de ATV, luego de que ella dijera que se puso en riesgo a su familia
Beto Ortiz le respondió a Magaly Medina, quien en su programa señaló que el ex conductor de “Enemigos Públicos” puso en riesgo a su familia cuando hizo informes sobre sus ingresos, en el tiempo que estaba en prisión.
“La información sobre la vivienda del personaje que menciona fue descubierta y revelada por un medio impreso, no por mí”, sostuvo Ortiz en su defensa.
“Y cualquier peruano famoso o no famoso, que gane sueldos por encima de los cien mil dólares mensuales, estará siempre en la mira de la delincuencia. La mejor manera de evitar secuestros es asegurarse de no ser rico”, remarcó el polémico periodista a “Perú.com”.
Cabe destacar que la conductora de Magaly TeVé adujo en su programa: “Nunca pude defenderme de sus ataques. Recuerdo que estando en Santa Mónica emitió tres capítulos tildándome de una magnate de la televisión, poniendo en serio riesgo la vida de mi familia. Incluso gracias a una acción rápida de la policía mi hijo se salvó de un secuestro. Nunca pude responder a las difamaciones y mentiras que se dijeron en estos reportajes porque estaba en la cárcel”.
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EL COMERCIO AGOSTO 26, 2010
Aldo Miyashiro asumiría en solitario la conducción de "Enemigos Públicos"
El equipo de producción y periodístico del programa sigue firme y cambiaría la escenografía y la promoción. No se buscará sucesor de Beto Ortiz.
Como el ave fénix, que resurgió de las cenizas, el polémico programa “Enemigos Públicos” aún no ha escrito su capítulo final. Pese al despido del periodista Beto Ortiz, el espacio de Panamericana televisión retomará su horario de lunes a viernes, a las 11: 00 de la noche, pero con un solo conductor, Aldo Miyashiro.
Ayer, el gerente general del canal, Federico Anchorena, se reunió con Miyashiro para concretar su retorno, así como del equipo de producción. Aldo conducirá solo el programa, y se convocará a diversas figuras femeninas para que lo acompañen día a día, en una especie de cásting al aire.
Según, trascendió, el espacio conservaría el mismo nombre. No obstante, la escenografía y la promoción del programa sería cambiada en su totalidad. Además, “Enemigos Públicos”, dejará de ser un programa de destapes y corte político, para ser más farandulero, orientado a informes ‘light’, a fin de evitar que se repita lo que pasó con Jaime Bayly, de quien se reveló sus compras de inmuebles.
LOS RUMORES QUE SE CREARON
Antes de conocerse qué pasaría con “Enemigos Públicos”, se tejió más de una versión. Se dijo, que Carlos Cacho y su programa “Mil disculpas” ocuparían horario diario de las 11:00 p.m. Se dijo además, que recaería en Michelle Alexander la producción del espacio nocturno.
Otra versión que corrió como reguero de pólvora fue que el canal habría condicionado a Miyashiro para que se quede. La gerencia le habría dicho que si no acepta seguir al frente de “Enemigos Públicos”, su miniserie Chico de mi barrio sería sacada del aire.
También se conoció que a fin de evitar que se repita lo ocurrido con Bayly, el canal evaluó la posibilidad de erradicar de sus filas al productor Martín Suyón, y poner en su lugar a Michelle Alexander.
La verdad, es que Aldo Miyashiro y su equipo de producción siguen firmes en Panamericana TV. Lo que aún es incierto, es si el programa retornará este lunes, y si los ánimos caldeados de los trabajadores recuperaron la calma.
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EL COMERCIO AGOSTO 25, 2010
"Quedarnos callados sí hubiera sido ser unos monigotes", afirman los "Enemigos Públicos"
Anoche, la gerencia de Panamericana canceló el espacio nocturno. Beto Ortiz responsabilizó a Jaime Bayly de su salida y aseguró que lo denunciará por injuria agravada
Como ocurrió hace cuatro meses cuando estaban en Frecuencia Latina, Beto Ortiz y Aldo Miyashiro volvieron a quedarse sin programa de televisión, luego de que los directivos de Panamericana TV cancelaron “Enemigos Públicos”.
Según Ortiz, la drástica decisión se habría dado por presión de Jaime Bayly, quien recibió con desagrado el informe que emitió la dupla sobre sus inmuebles. Tras ser despedido, el también escritor anunció que denunciará al entrevistador de Frecuencia Latina por injuria agravada.
LA CONDICIÓN
Beto detalló que, cuando lanzaron el informe sobre los inmuebles del conductor de “El Francotirador”, recibió una llamada de atención de los directivos de Panamericana TV, quienes le pidieron que no vuelva a tocar el tema de Bayly o el programa se cancelaría. El periodista no acató la orden y el programa fue levantado del aire.
“Salir al aire y no decir nada hubiera sido hacer el papel de idiotas. Quedarnos callados sí hubiera sido ser unos monigotes”, afirmó el periodista, en alusión a uno de los innumerables calificativos que empleó Bayly para referirse a él en una ocasión previa.
“Federico Anchorena (gerente del 5) me comunicó que ya no seguíamos con el programa. Ha sido un despido intempestivo e injustificado, pero que me boten ya es parte de la rutina. […] No le temo a Jaime, pero el nivel de miedo que otros le tienen es espantoso”, sostuvo Beto a Perú.21. Dijo además, que denunciará a Jaime por injuria agravada y que su abogado será Javier Valle Riestra.
“Jaime hace cosas para hacer daño y ello es verificable. No es la primera vez que provoca que mi equipo de producción y yo, más de 20 personas, se queden sin trabajo. Lo hizo en el 2 y ahora en el 5, y eso demuestra cierta obsesión conmigo. Entonces, puedo exigir una indemnización”, alegó.
“Además, aquella vez, como ahora, mencionó que hay pruebas sobre abuso sexual a menores en mi contra. Que lo pruebe, pues”, remarcó.
BAYLY TAMBIÉN GANÓ EN RÁTING
Asimismo, Ortiz señaló que detrás de su salida se encontraría el deseo de Bayly de sacarlo del horario de las 11 p.m., ya que -según él- muchas veces su espacio televisivo le ganó en ráting a “El Francotirador”.
En cuanto al promedio del ráting que fue desde el lunes 12 de julio al lunes 23 de agosto (tiempo en el que ambos programas compitieron diariamente en el horario de las 11 de la noche), fue ‘El Francotirador’ el que también ganó esta pelea.
El programa de Bayly acumuló un promedio de 7 puntos de rating contra los 5.8 de los “Enemigos públicos”; llevado al segmento AB (el más importante a la hora de jalar auspiciadores), el espacio de Frecuencia Latina sumó 12.8 puntos de promedio contra los 9.2 del desaparecido programa de Panamericana.
MAGALY COMENTÓ LA DECISIÓN
En tanto, Magaly Medina, al conocer la salida de Beto Ortiz de Panamericana TV, consideró justa la medida tomada por los directivos del canal de la Av. Arequipa. Recordó, además, que cuando estuvo privada de su libertad, y debido a un informe que emitió “Enemigos Públicos” sobre sus bienes inmuebles, la vida de su hijo estuvo en peligro.
“Beto salió de Canal 5 por una bronca personal, lo lamentamos mucho por el equipo que trabaja con él, porque no es bueno que un equipo se quede sin chamba. Pero creo que hay gente tan autodestructiva que no se da cuenta que está poniendo en riesgo su chamba por llevar sus broncas personales a la televisión. [...] Cuando yo estuve en la cárcel y no me podía defender, sacó un informe sobre mis propiedades, y puso en peligro la seguridad de mi familia. Mi hijo estuvo a punto de ser secuestrado”, detalló.
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PERU 21 AGOSTO 25, 2010
No van más en Canal 5
Panamericana canceló espacio de Ortiz y Miyashiro. Beto responsabiliza a Bayly y dice que lo denunciará por injuria agravada. Compartir Enviar
La historia se repite para Beto Ortiz y Aldo Miyashiro. Hace cuatro meses se quedaron sin programa en Frecuencia Latina y ahora ocurrió lo mismo en Panamericana. Los directivos de esta televisora cancelaron ayer Enemigos públicos. Según Ortiz, esto habría ocurrido por presión de Jaime Bayly, luego de que la dupla emitiera un reportaje sobre los inmuebles de 'El francotirador’. Tras su “despido intempestivo”, como lo calificó Ortiz, anunció que denunciará al entrevistador del 2 por injuria agravada.
LA BRONCA DE LAS 11 P.M. Ortiz aseguró que cuando lanzaron el informe sobre los inmuebles de Bayly, en el 5 le llamaron la atención. “El 'pituco’ Bayly llamó al 'pituco’ (Ernesto Schütz Freundt) y le dijo: 'Dile a tu cholo que no joda o lo mato’. Pero como soy una especie de doméstica rebelde, no me callé. Entonces, ayer (el lunes) el 'pituco’ Bayly, con la prepotencia que lo caracteriza, echó mano a su plan B y se la emprendió contra su amigo Ernesto (Schütz Freundt) en un accionar medio maquiavélico (Bayly emitió una nota sobre las propiedades de Schütz en las Bahamas)”, apuntó Ortiz.
Tras esto, Beto señaló que los directivos de Panamericana le indicaron que no vuelva a tocar más el tema de Bayly o sino el programa se cancelaría. Aunque, finalmente, lo levantaron del aire. “Federico Anchorena (gerente del 5) me comunicó que ya no seguíamos con el programa. Ha sido un despido intempestivo e injustificado, pero que me boten ya es parte de la rutina. Aunque salir al aire y no decir nada hubiera sido hacer el papel de idiota y eso lo sabe Federico (Anchorena). Quedarnos callados sí hubiera sido ser unos monigotes (como los tildó Bayly). No le temo a Jaime, pero el nivel de miedo que otros le tienen es espantoso”, subrayó Ortiz. En el Canal 5 no confirmaron esta versión.
DENUNCIARÁ A BAYLY. Asegurando que detrás de esto se encontraría el deseo de Bayly de sacarlo del horario de las 11 p.m., ya que, según él, muchas veces Enemigos públicos le ganó en el rating a El francotirador, Ortiz anunció que denunciará a Bayly por injuria agravada.
“Jaime hace cosas para hacer daño y ello es verificable. No es la primera vez que provoca que mi equipo de producción y yo, más de 26 personas, se queden sin trabajo. Lo hizo en el 2 y ahora en el 5, y eso demuestra cierta obsesión conmigo. Entonces, puedo exigir una indemnización. Además, aquella vez, como ahora, mencionó que hay pruebas sobre abuso sexual a menores en mi contra. Que lo pruebe, pues”, agregó.
La noche del lunes, Bayly dijo en su espacio: “Si en este país las leyes se aplicaran con severidad, Beto estaría preso porque a fines de los 90 mi amigo Ghersi evitó que lo metieran a la cárcel y tuviera un juicio porque el señor Ortiz se metía a un reformatorio, sacaba a menores de edad, se los llevaba a su casa y tenía sexo con ellos”.
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PERU 21 AGOSTO 2, 2010
Beto: “Magaly y Bayly me pintan como un monstruo”
El periodista y escritor presentó su último trabajo ‘Soy el hombre de mi vida’, en la Feria del Libro de Jesús María.
Beto estuvo acompañado de 'Caradura’, la hija del Presidente Carla García, Maicelo y Cattone. (USI)
Con una asistencia masiva y acompañado por personajes de “Chollywood’ como “Caradura’ (Aldo Miyashiro), Jonathan Maicelo y Osvaldo Cattone, el periodista Beto Ortiz presentó su reciente libro Soy el hombre de mi vida, en la Feria del Libro.
“No crean en lo que dicen ni Magaly ni Bayly en la televisión, ellos me pintan como un monstruo verde y horrible. Pero esto (en alusión a su libro) es lo único que me salva”, dijo Ortiz.
Las bromas de “Caradura’ no se hicieron esperar. “Beto dice que es el hombre de su vida, pero qué hay de los otros quinientos más (risas)”, comentó.
Fiel a su estilo, Ortiz criticó a El gran show tras la salida de Jonathan Maicelo por Jesús Neyra. “Hace poco hemos visto un fallo clasista, es que solo los pituquitos tienen que ganar”, precisó.
La exposición contó con los comentarios de la hija del Presidente, la escritora y blogger Carla García.
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PERU 21 MARZO 12, 2010
Todo el equipo de “Enemigos Íntimos” se irá a Canal 5
Tras la renuncia de Aldo Miyashiro y el despido de Beto Ortiz, el equipo de producción y los periodistas de dicho programa se mudarán a Panamericana Televisión
La renuncia de Aldo Miyashiro se veía venir. Ayer el Canal 2 reprodujo secuencias de varios programas grabados de “Enemigos Íntimos”, y fuentes confiables de elcomercio.pe aseguraron que el conductor de televisión había presentado su renuncia tres días después de que Frecuencia Latina despidió a Beto Ortiz.
La pregunta, entonces, dejó de ser “¿Saldrá Beto Ortiz al aire en “Enemigos Íntimos”?”, “¿Saldrá Aldo Miyashiro al aire en el programa?”, “¿Quién acompañará a Aldo Miyashiro esta noche?”.
Aldo dio su descargo horas después. “El programa “Enemigos íntimos” es de dos conductores, yo lo diseñé con Beto así y esa es la forma como lo queremos hacer”, dijo Aldo. “Si no hay eso, prefiero no seguir”, explicó a Perú 21.
¿AL 5?
Tras conocerse, nuevamente mediante fuentes cercanas a elcomercio.pe, que el productor del programa Martín Suyón también renunció a Canal 2, ahora la pregunta del millón es: “¿Continuará el equipo de de “Enemigos Íntimos” trabajando juntos?”, “¿Se mudarán a otra casa televisiva?”.
Según distintos medios, y confirmado por fuentes de elcomercio.pe, la información que se maneja es que tanto la producción como Aldo Miyashiro y Beto Ortiz se irán a Panamericana Televisión.
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PERU 21 MARZO 11, 2010
Beto Ortiz evalúa acciones legales
Según su abogado, el periodista “está en shock” tras su despido del Canal 2. Analizarán su situación legal.
Ahora que el paradero de Beto Ortiz continúa incierto tras su abrupta salida de la conducción de Enemigos íntimos y, a pesar de que su ex compañero, Aldo Miyashiro, invocó a Baruch Ivcher a reconsiderar la decisión del despido, el abogado del periodista, Jorge Castro, informó ayer que Ortiz lo llamó para una reunión porque aparentemente evalúa tomar acciones legales.
“Parece que Beto no habría firmado un nuevo contrato para Enemigos íntimos... Entonces, me llamó para que nos reunamos y conversemos sobre su situación legal. Aún no hemos hablado nada sobre demandar al Canal 2, solo estamos esperando qué hacer. Antes de ello, tendremos que evaluar su situación legal”, comentó su abogado quien se reunirá mañana con el periodista.
“BETO ESTÁ EN SHOCK”. En otro momento, la defensa de Ortiz señaló que el incierto futuro profesional que afronta su representado le ha provocado una gran preocupación por sus múltiples obligaciones.
“Beto está en shock. Está preocupado por lo que se le viene y porque tiene compromisos que cumplir. Es que nadie quiere perder su trabajo como le ocurrió a él. Definitivamente, está afectado”, expresó Castro.
De otro lado, y tras la aparición de Sofía Franco como invitada en la coanimación de Enemigos..., anoche le tocó el turno a Jéssica Tapia, quien no descartó la conducción permanente del programa, si se lo proponen.
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EL COMERCIO MARZO 9, 2010
El periodista Beto Ortiz fue separado de las filas de Frecuencia Latina
A través de un comunicado el canal de Baruch Ivcher informó que el conductor de “Enemigos Íntimos” ya no pertenece más a dicha casa televisiva. ¿Hoy saldrá el programa?
El mismo comunicado agrega que la decisión de separar a Humberto Ortiz obedece a constantes diferencias con la línea editorial.
“Durante las últimas semanas su estilo de trabajo y sus constantes diferencias con la línea editorial del canal han precipitado su separación del programa ‘Enemigos Intimos’. El canal lamenta haber tomado esta decisión, pero es la única manera de proteger nuestra línea editorial, a nuestra audiencia y a nuestros anunciantes”, dice textualmente el comunicado.
EQUIPO PERIODÍSTICO SIGUE TRABAJANDO
Se supo que el equipo periodístico del programa que se transmite en el horario de las 11 p.m. sigue trabajando con normalidad. El canal continuará con Miyashiro al frente hasta que la producción encuentre reemplazo para Beto Ortiz.
“El programa ‘Enemigos Íntimos’ continuará en el aire a cargo del señor Aldo Miyashiro. Al respecto, esto es lo único que tenemos que decir. Nuestros ejecutivos no ven la necesidad ni la conveniencia de ampliar el tema”, remarcaron.
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PERU 21 FEBRERO 21, 2010
Besos obesos
Está bien. Lo admito. El beso con ”scar Gayoso fue planeado. Fue una simple jugarreta para cambiar radicalmente de tema en una conversación que ya estaba volviéndose un poquitín monotemática. Me parece que el objetivo se cumplió. Por un lado: les dimos de papear de nuevo a los chichitas matacabros y, por el otro, desplazamos otros titulares igualmente intrascendentes para estacionar aparatosamente el poto en el pomposo pero efímero trono de la noticia más leída del día de El Comercio con más de cien mil visitas de weberos que expresaron, horrorizados, su repulsa moral después de haberse refocilado, con canchita, en el videíto del escándalo. Pero, al final del día, ustedes se preguntarán: ¿quién presionó?, ¿quién dijo “o él o yo”?, ¿quién arrugó?, ¿quién renunció? Y sobre todo: ¿será cierto que esta guerra terminó?
Autor: Beto Ortiz
Dice Christian Rivero, el modelo que da vida a la loquita de los Góme$, que mi besito fue “innecesario y fuera de lugar” según lo que sus causas le contaron, claro, porque él confiesa que no lo vio. Yo que sí lo he visto a él ajustar innecesariamente los labios antes de rozarlos con los de Diego puedo, en cambio, colaborar con mi modesta experiencia a hacer creíble su cabrez imaginaria: el problema con la parejita que componen, chicos pericos, es que, más que novios, parecen dos pasivos. Y los pasivos nunca se emparejan porque se aburrirían... mal. Pregunta de Baldor: ¿qué resulta de la sumatoria de pan + pan? Respuesta: un budín. Y, mientras tanto, en Ciudad Gótica, el apolíneo efebo heterosexual Carlos Carlín –de quien he pirateado la frase del título– ha sentenciado que mi beso fue chocante no por gay sino por feo, y vaya que yo le creo. Si alguien puede dar fe de que fue desagradable, créanme, soy yo. Yo que fui el que tuvo que paladear semejante sobredosis de fluidos no deseados. Si hubiera podido elegir, yo también paso. Pero la chamba es la chamba y, si aquello no salía con mordida de jeta y devoramiento de amígdala, ustedes hubieran seguido hablando de lo que estaban hablando hasta el día de hoy. Nobody said it was easy.
Jaime renunció a Canal 2 el miércoles 17, exactamente una semana después de que 'El Chino’ y yo leyéramos al aire extractos de la tan mentada opus magna y solo unas 12 horas después de habernos llamado ladrones, asaltantes, viles, canallas, saqueadores, y de haber advertido, en el enaltecedor show de la tía Rossy que, de llegar a la Presidencia, usaría la Sunat para perseguir al dueño del canal de televisión en el que –por culpa nuestra– ya no se sentía cómodo trabajando. Se refería, claro, a Baruch Ivcher, quien, ese día, era también el dueño del santo pues cumplía 70 años en medio de una celebración que, como es obvio, estaba ya arruinada de antemano. Más que amenaza, tamaño anuncio pareció una variante de aquel chiste de Heduardo en que un locutor informaba que un iracundo presidente Bayly confiscaba Frecuencia Latina y me deportaba. Lo que no sonaba, en absoluto, a chiste era su renuncia airada que, aunque ya rodaba por los pasillos como una bola enorme y entusiasta, nadie podía confirmar con plena certeza. Todos creían que ya se había cambiado de camiseta, que su presencia en las pantallas de América no era, para nada, casual, pero los más escépticos decían que, por muy de moda que estuviera, el 4 jam ás se iba a jalar a tan acerbo crítico de Alan García, que en las actuales circunstancias de zozobra no le convenía. También dudaban de que Jaime estuviera dispuesto a pagar la obesa penalidad que le correspondía si ponía fin, unilateralmente, a su contrato. Y en las redacciones circulaba la especie de que esa noche yo leería un correo electrónico prohibido. Pero de chismes, cálculos y especulaciones no pasábamos. El hermetismo, por supuesto, era total.
Recién a eso de las cinco de la tarde del jueves 18, tras una extenuante maratón de reuniones, comités y conciliábulos, me enteraría por fin de todo. A esa hora me escapé del canal con Jéssica, mi productora ejecutiva, para almorzar algo veloz, la sublime ensalada César con ajo tostado de La Bombonniere. Y ya estábamos en el postre cuando –oh, coincidencia– hizo su aparición triunfal la inconfundible figura del abogado Enrique Ghersi, a quien nunca me he animado a preguntarle –lo hago ahora– cómo es verdad que fue él quien, con sus conocidas dotes de persuasión, consiguió que 'Popy’ Olivera y Alvarito Vargas Llosa lograran salvarse de integrar el controvertido elenco de personajes de No se lo digas a nadie. Enrique parecía estar sosteniendo una discusión crucial por el celular, iba y venía, gesticulando, poniendo énfasis en unos argumentos seguramente convincentes que yo, desde mi mesa, no alcanzaba a oír. Cuando hubo terminado de hablar, entró a la terraza del restaurant con una gran sonrisa, preguntándose cuánto no me estaría divirtiendo con todo esto. Nos reímos un poco. Me agradeció el haber sido el único que salió ileso del Pandemonio anterior. Le pregunté si estaba esperando encontrarse con alguien y me respondió que sí. ¿Prefieres que me vaya? –le pregunté–. No es necesario –me dijo–, voy a sentarme adentro, en el salón. La persona que me ha citado aquí no es la que tú piensas. De todos modos, me cambié a la última mesa del fondo, por las dudas. Y al poco rato llegó –surprise!– debutando en su novísimo rol de canciller Tudela, de espontáneo mediador en este conflicto, de voluntario de los cascos azules, Nicolás Lúcar, mi mentor, aquel Arbolito. Me sorprendí de que el emisario no fuera alguno de los no pocos gerentes, como siempre se estila. Ghersi y Lúcar se largaron a charlar por dos o tres horas, como los buenos y viejos amigos que son, y yo me tuve que conformar con tratar, en vano, de descifrar, sus habituales aspavientos tras la vidriera. Para terminar de borrar los ligeros sinsabores de ese día, me pedí un brownie caliente con helado de vainilla.
Creo que Jaime renunció porque su exacerbada susceptibilidad le hizo sentir que no le jugaban limpio, que lo traicionaban, que la casa se le había vuelto hostil, que ya no podía volver a confiar nunca más en nadie en Jesús María. Creo poder adivinar qué fue lo que ocurrió en realidad: que la libertad de expresión es fantástica cuando uno la emplea a su antojo para juzgar al resto, pero es una mierda cuando es otro el que la usa en contra de uno. Y nunca antes ningún igualado se había atrevido a pecharlo. Tengo la impresión de que el candidato Bayly está convencido de que yo lo bato, critico, contradigo o mortifico a pedido de Baruch, que él quiere impedir, a toda costa, que gane la elección. Y ni qué decirles de los no menos ilustrados coleguitas de la prensa rosa. Casi unánimemente asumen que todo lo que se dice y todo lo que se calla es por orden directa y expresa –por memo, dicen, por memo– del dueño del canal. Tal suposición, por cierto, no me resulta precisamente halagadora pues parte de la premisa de que soy un periodista adocenado y obsecuente, por no decir un cobarde, sobón, rastrero y pobre diablo. No perderé espacio defendiéndome de tales acusaciones pues, si fueran justas, no estaría aquí escribiendo esta detallada crónica para que ustedes puedan tener la película completa. Malacostumbrados como están a que la bravata prepotente, el engreimiento y la soberbia cojuda prevalezcan siempre en la pantalla, los diarios de ayer han hablado de “agachada de cabeza” y “tragada de sapo” al referirse al solitario y probablemente insólito llamado a la serenidad que le hice a Jaime en mi programa, la madrugada del viernes 19, con ocasión de su cumpleaños. (El mío –just in case– es el domingo que viene). “Lo obligaron” –han concluido–. “Seguro que le dijeron: o te disculpas o te cerramos el quiosco”. Bah. Nuevamente gracias por subestimarnos, compañeros poetas. Pero en esta vida hay muchísimos más matices que el blanco y el negro que caracteriza a las mentalidades de esclavo.
¿Quieren saber cuáles eran las demandas de Bayly?, ¿sus condiciones para volver? Se las cuento, sin roche. Eran solo dos: 1) Que le pida(mos) disculpas a él. Y 2) Que le pida(mos) disculpas a su amiga íntima, la famosa escritora precoz. Pero alrededor de esa solicitud aparentemente simple y puntual, la atmósfera se iba caldeando y el escenario bélico se iba volviendo cada vez más turbio y complicado, se iban definiendo dos bandos tan nítidamente identificables como el Alianza y la 'U’: empezaban los cierrapuertas, las intrigas, las desconfianzas, los conatos de motín, las tiradas de dedo, el lleva y trae, las miradas de soslayo, las sonrisitas hipócritas, esas temibles sonrisitas hipócritas que son siempre peores que el más podrido escupitajo. Y lo cierto es que ese ambientito por nosotros generado es algo que, al final de cuentas, no nos tenemos que bancar ni Jaime ni yo, que somos conductores de programas y apenas si vamos al canal unas cuántas horitas y no nos tenemos que pasar allí las tres cuartas partes de nuestras vidas. Sé cuánto le ha de molestar a Jaime que toda esta historia se haya planteado como una guerrita, de igual a igual, entre él y yo, porque él debe de pensar que me sube los bonos o me dignifica o me eleva, sin ir más lejos, hasta la mismísima portada de El Otorongo. Jaime considera que mi cuchillo no corta y el suyo sí corta. Okey. Que él la tiene muchísimo más larga, más gruesa y más cabezona. Seguramente. Y si es así, que Dios se la guarde y se la bendiga. Ni me sentí victorioso cuando Jaime renunció porque esa no era la idea, ni me sentí derrotado cuando le dije que le extendía una rama de olivo y que, si en este conflicto alguien tenía que ceder, cedía yo. Lo volvería a hacer sin titubear. Sin importar lo que opine o deje de opinar el cojudaje. ¿Es menester acaso ser siempre el bombardero loco, el demonio de Tasmania, el estafilococo de todas las infecciones? ¿Por qué, ah? De vez en cuando también puede ser chévere hacerle caso a Don Francisco (de Asís) y permitirse el lujo de un gesto amable y poner una cuota de calma donde la agresión campea. Hay una delgada línea que separa la firmeza de la necedad. Una cosa es ser terco y otra, bastante distinta, ser imbécil.
Me he mordido un poco la lengua única y exclusivamente para que se termine esta tempestad. Me la he mordido, pero no me la he cortado.
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EL COMERCIO FEBRERO 17, 2010
Beto Ortiz: "Lo de Bayly fue una exhibición de soberbia e inmadurez, ¿quién se ha creído?"
El escritor y conductor del programa “Enemigos Íntimos” volvió a criticar duramente a “El francotirador” por sus declaraciones de anoche
Miércoles 17 de febrero de 2010 - 01:21 pm
Beto Ortiz no se quedó callado y respondió a las declaraciones que Jaime hizo ayer a distintos medios de prensa y en el horario nocturno, en el programa de Rosa María Palacios.
Ortiz tildó a su colega de “soberbio y inmaduro”, por haber hablado mal de sus propios compañeros y del propio director de su canal, Baruch Ivcher.
Argumentó que Bayly fue quien inició todo esto “al dedicarle el programa completo a una desconocida y ponerla como tema de la semana”.
“NO COMETIMOS PIRATERÍA”
Con respecto a la acusación de Jaime, quien dijo que Beto y Aldo habían cometido un robo al divulgar un extracto del libro de Silvia Núñez del Arco, Ortiz dijo con sarcasmo:
“Ese argumento es astutamente cristiano en la boca de Jaime. El en su programa se mofa de una estrella del canal como es Diego Bertie, se mofa del gerente de márketing (Javier Carmona), se mofa de la salida de Phillip Butters, pero cuando a él lo tocan con el pétalo de una rosa, se molesta”.
“Jaime ha decidido convertir en la noticia de la semana a una señorita. Por ello la prensa ha salido a indagar sobre ella. El video que sirvió para demandar a Montesinos, fue ilícito. Lo mismo con los “petroaudios”. El video que consiguió Bayly para descubrir a los juergueros del golf los Incas, fue robado. Los periodistas a veces tenemos que hacer esto”, señaló el conductor.
¿QUIÉN SE HA CREÍDO BAYLY PARA PEDIR QUE ME AMONESTEN?
Beto fue más allá. Cuando le recordaron que Bayly aclaró que él no había pedido la cabeza de Ortiz en Frecuencia Latina, sino una amonestación contra el programa “Enemigos Íntimos”, exclamó: ¿Quien se ha creído Jaime Bayly para pedir amonestaciones a uno de sus compañeros al dueño de un canal? Por el amor de dios. Es un engreído que funciona en base a pataletas o ataques de celos”.
Asimismo, el escritor de “Maldita Ternura” descartó que haya una crisis en el canal latino.
JAIME NO TIENE CORREA
“Lo que a él le ha molestado es que hayamos bromeado de Silvia. Le dijimos pituca de una manera traviesa y picara como él también lo hace”, finalizó.
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PERU 21 FEBRERO 14, 2010
Alégrame el día, Jimmy
Oh, my God. Jimmicito se ha escaldado. Pucha. Ni su acrisolado espíritu liberal, ni su pregonada tolerancia democrática ni su mente esclarecida de estadista del futuro le han servido para soportar que los Enemigos nos consiguiéramos, parte del codiciado manuscrito carmesí de su riquísima chibola, (¡oh, prodigioso cruce de Clorinda Matto de Turner con Hannah Montana!) y les chorreáramos a ustedes apenas algunas de sus más esplendorosas y libidinosamente jocosas prosas. Ah, no. Eso sí que no. Y pucha. Jimmicito se ha picado horrible, alucina. ¿No te parece malazo? Pucha. Picarse es cero glamour, alucina.
Autor: Beto Ortiz
Trabajo en televisión desde hace 21 años y me he acostumbrado a los apocalípticos berrinches de las super divas de la pantalla de plasma como se acostumbra un pelador de pollos del mercado al olor tibio de la sangrecita. En todos los canales en que he trabajado, me he llevado siempre y necesariamente pésimo con todos los grandes figurones y pésimo también con todos los gerentes, a Dios gracias, sin excepción. La razón es tan sencilla como humilde. Jamás la chupo por memorándum. ¿Me explico? O sea, ya que en esta vida hay tanta y tanta guasamandrapa qué chupar, lo único que cabe hacer en salvaguarda de la autoestima y la dignidad es darse el lujo de ponerse selectivos y escoger libremente cuál nos provoca chupar y cuál no. O sea, mínimo, ¿no? ¿Me explico? El mame rítmico e indiscriminado de chulapi no ha sido nunca mi estrategia para conservar chambas. Si alguna vez he durado en alguna no ha sido precisamente porque la chupe bien, lo cual tampoco significa que la chupe tan mal, (ejem, al César lo que es del César), sino única y exclusivamente que, en este rubro, sí que me puedo poner gourmet. Y si hay algo que soberanamente he decidido este verano es que yo al candidato Jaime Bayly no se la voy a chupar de ninguna manera. Primero, porque no me provoca ni un poquito y segundo, porque constato que la entusiasta cola de los mamones voluntarios es tan larga y prematura que más parece la cola del concierto de Metallica, olvídense, de nunca acabar. Pobre. Con razón se escalda el chico como se escalda.
Como quien celebra una sesión de ouija con la bruja Rosita Chung para lograr entrevistar “¡en vivo!” al atormentado espíritu de la asesinada Miriam Fefer. O como quien lanza al éter efímero de la farándula al plúmbeo nerd que hicieron pasar por su hijo falso. O como quien proclamando: “¡me aloca su pirulino!” se pasea en road-show por todos los canales para promocionar una novela firmada por su chibolísimo literato argentino pero –en muchos pasajes- escrita con un estilacho asombrosamente parecido al de él y cuyo único tema, por supuesto, es él y, casi siempre, tolaca. O, sin ir más lejos, como quien sienta en su set a su mismísima vieja o a cualquier ser capaz de hablar ininterrumpidamente de él, de él y de él, Jimmy y su traviesa imaginación nos embarcan ahora en una nueva y delirante travesía para deleitarnos con la última inmolación, la última ovejita inocente ofrecida en sacrificio para alabanza del altar crudelísimo del más insaciable de los dioses: su ego. Es así que, proclamando: “¡Contigo sí se me para!”, nos sirve en bandeja de plata tan pulposo bocadito, la rubicunda ene-ene ideal del apellido compuesto, el bronceadísimo monumento a la pituquita desconocida, la absoluta neighbor’s daughter o hija de vecino de casa de Playa Muralla y nos la presenta en sociedad, trémulo él, azorado, contrito, indómito, recóndito, ensoñado, –¡porfis, porfis, juguemos a las palabras rebuscadas!, ¿ya?–. ¡Nos la presenta, chúpense esa mandarina, como su novia, su flaca, su cuero, su hembrichi, su chibolísima literata e inminente first lady of Perou que –tal como estaba escrito –no en su destino, sino en su librito “Lo que otros no ven” rechazado por el control de calidad de las editoriales Santillana, Planeta, Estruendomudo y Norma desde el año pasado y aceptado, post-entrevista, por el sufridito sello Mesa Redonda, competencia directa de Sarita Cartonera, (previo pago de los costos de impresión) - ha aceptado admitir que es su embrague y, de paso, promocionar una historia firmada por ella pero –en muchos pasajes- escrita con un estilacho sospechosamente parecido al de él y cuyo único tema, por supuesto, es… etcétera. Si me permiten la crítica literaria, puede que en Eisha la caca no huela. De modo que el éxito de ventas está asegurado.
Jimmicito se ha arañado y se me ocurre que son tres los viles motivos que podrían haberlo hecho enfadar tan feo: 1) Le hemos dicho pituca a su amiga y ya se sabe que a los pitucos les jode que les digan pitucos. Detestan tener que salir del (walking) closet. Okey. Nos rectificamos: tu amiga de clase media-alta, ¿sonó mejor? tu amiga de familia acomodada. 2) Nunca le hemos dicho bisexual. Bueno. Que Michael Jackson y Koki Belaúnde hayan procreado no los convierte en bisexuales, me parece. Y cuando he conversado en persona con Jaime no he tenido la impresión de estar frente a un mujeriego empedernido y sí, más bien, lo he escuchado llamar “el molusco” a la vagina acentuando la expresión con un gracioso mohín de asco. Pero, en fin, si navegar con bandera de bisexual lo hace feliz o le genera más lectores (o electores) confundidos pues alas y buen viento, chuchan boy. Que el molusco te sea propicio. 3) Sospecho que la tercera razón tiene que ver con los consejos de su Primer Ministro Enrique Ghersi y su Primera Vicepresidenta Ximena Ruiz Rosas quienes serán los encargados de asegurarse de que Jimmy conquiste su sueño de convertir al Perú en Chile. Y tratándose de unos próceres tan preclaros y de tan alta investidura no puedo menos que reservarles un párrafo aparte.
Fue más o menos así. Alguien tuvo la generosidad de compartir una parte de The Manuscript con nosotros. Y como tacaños no somos, lo compartimos desinteresadamente y con fines de chongo con ustedes. Y ya. Pero esto a nuestro rencorosillo Jimmy le ha ardido tanto que lo ha llevado a pintarse la cara como William Wallace y bramar venganza. Ya se sabe que esa es la gasolina de su vida. Quiere ser presidente para vengarse de que Alan no fue a su programa y somete al papelonazo a su cándida dalina o cíndela o nubecina para vengarse de que su ex mujer tampoco quiso –ni cojuda- sentarse en su set a seguirle la cuerda como un loro loco. Pero no perdamos el hilo. La estrategia legal (¡uy, qué meyo!) del próximo presidente contra los cacasenos y bribones Enemigos Íntimos parece ser la siguiente: van a acusarnos de robo, van a salir a decir que hemos cometido un grave delito penal, que somos unos apandillados que nos hemos birlado ilícitamente una propiedad intelectual, (en el supuesto audaz de que una novela que trata acerca de lolitas del Von Humboldt que gustan de penetrar a cuarentones con penes plásticos en los hoteles más decadentes de Lima posea realmente un carácter “intelectual”). Francamente…¿Y si mejor lo colgamos hoy mismo en internet? Para que lloriquees con motivo, como decía mi viejo después de quitarme todita la cojudez de un solo cachetadón.
Pese a que le pintaban facho bigotito de Hitler en sus carteles electorales del 90, yo creo que Enrique Ghersi es un abogado astuto y culto y tengo clarísimo que si él me enjuiciara y mi defensa fueran los abogados del canal, perdería con roche. Este escenario, sin embargo, es improbable pues si Ghersi me enjuiciara por el presunto delito de mal gusto al haberme pelado esa novelita tan mamarrachenta, los más entusiastas con la idea de que yo me fuera preso serían, precisamente, los abogados de mi canal que carbonearían felices (¡uy, uy, no me dejo!) y le harían barra cual frenéticas waripoleras. (¡Pero que jai, pero que jai, jai, jai!). A Ghersi, además, le guardo especial aprecio pues en el 97 fue el abogado que el otrora dueño del 4, Crousillat, contrató para que me defendiera en el celebérrimo Caso Piraña, una denuncia policial que nunca llegó a tribunales gracias a un legendario argumento que Ghersi esgrimió ante el fiscal y que mejor no les detallo mucho porque este es un diario familiar. Aunque preferiría obviarlo, Xime fue también mi productora en Canal A en el 2000 y en ese mismo año consiguió una chamba mejor pagada y pasó a organizar los multitudinarios mítines y caravanas del Ritmo del Chino, a la cabeza de “Pro”, el búnker de campaña de nuestro común amigo Carlos Raffo, más conocido como “El Mapache”. De modo que Jimmicito, the Presi no podría estar mejor asesorado: ¡Y se baila así! ¡Y se goza así! ¡Jimmy, Jimmy, Jimmy!
Conociéndolo como (no) lo conozco, podría firmar que, a estas alturas del partido, Jimmy debe estar caminando como la chica de El Exorcista por los techos del canal pidiendo, histérico, mi cabeza. Tal es mi cruel destino. María la del barrio soy. A eso me he condenado por invocar su santo nombre en vano. La Cabrejos de Canal Dos. Eso es lo que soy. Y ella, nuestra glamorosa Johanna San Miguel que ya está agitando su campanita de plata, tilín, tilín, porque ya es la hora de correr a servirle su latte maciatto con dos de Splenda, tilín, tilín, tilín . ¡Ya voy, joven Jaime, ya voy! Ay, Jimmy, mi Jimmy, el peruanista. Mi Jimmicito enamorado del Perú. Mi querido Harvey Milk del Delicass de Miguel Dasso. Apachurrable primer-primer mandatario brito del Perú. Imagino tu pataleta, imagino a tus patéticos mamones danzando a tus pies y me recontra cago de la risa. Si ahora con tres por ciento, te nos pones así de disforzada, ¿cómo será cuándo ya estés abrazando mamachas por los arenales de Manchay cual Claudia Llosa en éxtasis, cuanto te toque degustar tu rico mote, tu rico chuño de la olla común en la devastada Oropesa (a ver, ¿dónde queda?) y cargar wawitas, cargar huerfanitos con un garbo que la mismísima Angelina Jollie te envidiaría? ,¿cómo será cuando tengas que empujarte un buen suri y un huevo de taricaya y ponerte sobre el terno la cushma de los boras y, a pesar de todo, mantenerte dignísimae imperturbable como toda una Bolocco en réclame de Saga? ¿Cómo será cuando hayas pasado a la segunda vuelta? Heaven help me. ¿Estás pidiendo mi cabeza? ¿A quién?, ¿a Ivcher o Fritz? ¡A los dos! ¡Nooo! ¡Me estás mintiendo! ¿En serio? Pucha. ¡Me puedo morir! Pucha. My head? Okey, honey, pero, ¿sass qué? Especifica tu pedido, alucina. ¿Cuál de las dos cabezas quieres, you fabulous queen of the fucking universe, cuál de las dos?
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PERU 21 FEBRERO 7, 2010
El ciervo en la ventana
Sentada en mitad de la noche puneña, María Patricia escucha ulular, a lo lejos, las elegantes zampoñas ensayando su gran serenata a la Mamacha Candelaria. La melodía es honda, sobrecogedora pero apenas perceptible desde su lejano cuarto de hotel, difícilmente descifrable desde lo alto de los ventanales que ha preferido abrir desafiando a ese frío lunar que hace germinar en su pecho la melancolía.
Autor: Beto Ortiz
Y mientras su esposo Darrell duerme a su lado, con su casaca acolchada de explorador y su tanquecito de oxígeno contra el soroche, ella se aboca a la siempre postergada labor de la añoranza. La última vez que vinieron juntos al Perú fue para casarse en un precioso hotel del Valle Sagrado donde, en un ritual mitad católico, mitad pagano, presentaron ofrendas y pidieron bendiciones al Dios de los cristianos y también, por si acaso, a la madre tierra. Algunas gracias les fueron concedidas, por supuesto. Otras no. Como ocurre con todos. Y el idílico hotel del Valle del Urubamba donde se casaron ya no existe. Lo destruyeron las lluvias, el desborde del río, el lodo, la inundación. “Nosotros dos, sin embargo, seguimos juntos” –piensa–, sopesando con un suave suspiro, el humilde milagro que significa tener con quién viajar, pues vaya que no han sido pocas las borrascas, las feroces granizadas, los aludes brutales que han tenido que capear. Y vaya que es esta una noche infinita, esférica, perfecta. Cualquier otro damnificado creería que el cielo regalón de esta noche azul acero está con ganas de alardear, de desbordarse, de derrochar y excederse en estrellas por las puras, por ninguna razón en particular. Como lo aprendió de María, su madre, y ella, a su vez, de María, la abuela, María Patricia se echa el abrigo sobre los hombros como un chal y, al volver los ojos hacia el lago que espejea, sin alcanzar a verse, se contempla y hasta parece que rezara, contrita, que elevara una fervorosa plegaria muda dirigida a ningún dios en particular. Como aquella mañana ya remota en que se despertó con un ciervo asomado en su ventana.
Fue en su casa campestre de Fairfax, California, hace tiempo ya. Abrió los ojos y se encontró, frente a frente, con unos ojos negros de niño asombrado que la habían estado mirando dormir sin que ella lo notara. Eran los ojos de un ciervo con sus pestañas inmensas y su clásica expresión de dulce indiferencia. Un ciervo travieso que husmeaba en su habitación con la cabeza casi metida por la ventana, como si quisiera saber de antemano qué habría de sentir el día en que le tocara existir pegado a una pared, cuando no fuera más que un trofeo de caza. Pero algún mensaje secreto había que descifrar en esa visita tan irreal. Un animal silvestre no decide, de repente, en medio del bosque, dirigirse hacia una casa y ponerse a velar un sueño de humano así porque sí. Alguna señal oculta estaba aguardando ser interpretada. Esa noche, cuando Darrell regresó de trabajar de su famosa tienda de comida orgánica, María Patricia le relató el insólito suceso, fascinada y ambos coincidieron en que se trataba de un heraldo de buenas nuevas, de una especie de ángel mensajero al que se le había encomendado alguna compleja anunciación.
No alcanzaron a entender qué significaba aquel presagio, tampoco volvieron a verlo nunca más. Ni a ese ciervo indiscreto ni a ningún otro. Fue solo meses después, la tarde aciaga en que salieron juntos a buscar un cofre donde poder velar las cenizas diminutas de Joaquín que el ciervo volvió a aparecérseles. Estaba tallado con primor en la superficie de una cajita redonda, de una especie de mate burilado que les ofrecía, tan amable y contenta, ignorante de todo, la vendedora de una tienda de artesanías en madera. La vida de Joaquincito había durado unos pocos días y ya se sabe que no existe palabra en el idioma que sirva para nombrar a los huérfanos de hijo. Silencio. Las zampoñas han enmudecido y es el trinar lánguido de un arpa lo que María Patricia escucha cada vez más cerca, como escoltando una sigilosa procesión que se aproxima. Imagina el olor a almizcle y palo santo y de tan sólo imaginarlo, una vez más, piensa en Abuela, esa centenaria señora María que todas las mañanas de su vida se sienta a esperar, en vano, a que su hija María llegue desde su lontano, inhóspito Bakersfield trayéndole pan francés y tamales para desayunar. Piensa que dejar a Abuela en su casa de Lima ha hecho que se le forme un tremendo nudo en el corazón. No puede creer que, al verla subirse al taxi con maletas, Abuela le dijera, tan claramente: “Llévame, hijita!”, siendo como es una dama tan silenciosa que rara vez dice lo que está pensando, que se dedica todo el santo día a estarse quietecita en su sillón y solamente vuelve a hablar a las quinientas, cuando la ocasión verdaderamente lo amerita.
Qué le hubiera dicho Abuela si supiera, si pudiera enterarse de todo, si estuviera en condiciones de comprender y de ayudarla a comprender? Mañana una balsa la llevará por Taquile, Amantaní, las islas flotantes. No ve las horas de empezar a navegar. La brisa de la madrugada arrecia ahora y un trombón emerge súbitamente de las sombras, del otro lado del lago, desde el centro de la nada. Con una pícara sonrisa, María Patricia recuerda que es justamente de las aguas del Titicaca de donde emergió la primera madre de la creación y siente la paz. La novedosa tranquilidad de poder volver a pararse con los dos pies sobre el país en que dio sus pasos primeros y, de pronto, todo encaja, el tiempo es fácil, por fin comprende. Comprende que ha venido de tan lejos hasta aquí para encontrar a su niño fugaz, para buscarlo en la luz purísima del amanecer en su sierra y para despedirse de él para siempre. Para dejarlo ir con la naturalidad con que se despide la noche del día. El anhelado abrazo de su tierra ha restañado ya todo rastro de lágrima y, como la incomprensible mirada de aquel ciervo, constituye una completa bendición porque le anuncia todos los milagros, incluso aquellos que no se producirán. ¿Es esto, acaso, la belleza? –se pregunta María Patricia mientras el cielo comienza a viajar violentamente desde el lila hacia el naranja–. Y se responde que sí, extrañada, plena, estremecida. Es belleza lo que al cubrirte con su manto vuelve triste la misma dicha suavísima con que te arropa. Y llega un momento en el que ya no sabes distinguir cuál de los dos es superior ni cuál hiere menos ni cuál queda más arriba: dónde termina el ciego eclipse de la dicha, dónde comienza el arco iris majestuoso de la pena.
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PERU 21 ENERO 31, 2010
Democrazy people
Por: BETO ORTIZ
En su leidísima columna de ayer, el amigo Fernando Vivas Sabroso se ha mostrado muy triste y compungido por la clamorosa falta de equidad que muestra la tele hacia los posibles candidatos a la primera magistratura. Dice que si Jaime Bayly postulara a la presidencia sin renunciar a la TV se traicionaría inevitablemente a la democracia. Estoy absolutamente de acuerdo. Eso sería inaceptable. Sería como si un crítico de televisión trabajara para un periódico cuyos dueños tuvieran, a la vez, la administración -no de uno- sino de dos canales de televisión. Ejem, ejem. Si Vivas realmente quisiera criticar la televisión con impajaritable equidad, tendría que exigirle primero a los distinguidos propietarios del periódico en que escribe -de éste y de no sé cuántos periódicos más- que renuncien con hidalguía a la propiedad de sus canales de televisión para que él pueda ejercer por fin la crítica televisiva con total y absoluta imparcialidad.
Autor: Beto Ortiz
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Alguna vez Jaime ha escrito que uno sólo debe ser cholulo, adulón, ayayero, groupie o porrista de sí mismo y yo le creo. No escribo esto para postular como espontáneo a su muy respetable séquito de rabonas. Primero porque uno ya no está para esos trotes y segundo, porque me imagino que, a estas alturas, ya no debe haber vacantes. Escribo esto sólo porque me he picado horrible con el amigo Vivas que me la ha puesto en bandeja de plata aludiendo -por las puras- a mi cándida persona en sus sofisticadas disquisiciones sabatinas. Sostiene Fernando que le preocupa que se vaya al diablo la “obligada equidad” de los medios hacia los candidatos. ¿La obligada equidad? Oh, my goodness. What in the world are you talking about? La obligada equidad. A ver, a ver si nos entendemos. ¿Quieren ustedes que yo les ponga un ejemplo de equidad? Se los pongo, más que feliz y encantadísimo de la vida. Pero para poder hacerlo con un mínimo de eficacia, permítanme invitarlos a hacer el siguiente ejercicio, queridos lectores: tengan la bondad de escribir en el buscador de El Comercio Web la palabra “Toledo”. Okey? Obtendrán exactamente cinco mil resultados. Ahora fíjense bien en los titulares de las cincuenta noticias sobre Toledo que le aparecerán al primer pantallazo y descubrirán que, por lo menos, treinta y ocho de esas cincuenta noticias son buenas, excelentes, auspiciosas, celestiales noticias para el cholo.
Leámoslas juntos: Toledo señala razones de inflación en el Perú. Toledo presentó agenda para la democracia en Washington. Toledo reclama agua para Ventanilla. Toledo le pide a García dejar de lado cortinas de humo. Eso, claro, podría llevarnos a incurrir en la malévola, desmesurada, abusiva suspicacia de que -por alguna razón- Toledo es el candidato favorito de “El Comercio” pero, ¿en qué cabeza cabe, por el amor de Dios? Basta ya. Dejémonos de andar suponiendo cosas por una vez en la vida y sigamos llevando adelante nuestro experimento científico. Repitamos ahora la misma operación tipeando en el buscador de elcomercio.pe la palabra “Humala”. La pesquisa arrojará cuatro mil cuatrocientos sesenta resultados. Casi un empate, ¿verdad? Pero calibren, evalúen, sopesen ustedes la naturaleza de las informaciones y verán que, por lo menos treinta de esos primeros cincuenta titulares que atesora el decano virtual sobre Humala hablan, por supuesto, pestes, incendios sobre él. ¿Les apetece hacer la prueba? Algunas perlas: Ollanta Humala llama cabrón al presidente García. Martha Hildebrandt: Humala es un cachaco mediocre. Presidente de Lan critica frases de Humala. Yehude Simon culpa a Humala por críticas en Bolivia. Editorial; ¿Por qué Humala pierde el foco?, etcétera, etcétera. Cómo decías, Fernando Vivas? ¿Obligada equidad de los medios hacia los candidatos presidenciales? JO, JO, JO. Tres veces jo. ¿De qué hablas Willis? Una amable sugerencia: Mejor no lo repitas mucho. Harías trizas lo que te queda de independencia y veracidad.
Dice también el coleguita Vivas que todos, repito, TODOS los programas de Frecuencia Latina “han asumido que hay que apoyar la ocurrencia de Bayly”. ¿No será una exageración decir que eso ocurre con “todos los programas” del canal? ¿Mencionan acaso a Bayly, los programas “Veinte Lucas”, “Los Simpson”, la Miniserie “Chacalón”, “La Hora Warner” y “Latidos Andinos”? No lo mencionan. Entonces no es verdad que “lo apoyan” todos los programas de la cadena. Porque “apoyar” y “mencionar” -que yo sepa- no son sinónimos. Pero no contento con deslizar tan zafia especie, añade también el escriba Vivas, (FVS, a partir de aquí), que no sabe si lo hacemos -me incluyo- “por coincidencia o por consigna”. Peeero, cuánta malicia, qué barbaridad!, Es purita coincidencia, mi hermano. ¿O acaso yo salgo a quejarme por el hecho nimio e intrascendente de que tras tipear “Enemigos Íntimos” en el buscador del decano éste me arroja apenas 164 míseros resultados (casi todos cagones, claro) mientras que para el programa “Prensa Libre” -el zarandeado buque insignia del canal de “El Comercio”- consigna 1860 noticias del tipo “Con Gisela en el set, Prensa Libre ganó en el rating” ¿Vamos a decir acaso que se trata de consignas, de campañas, de argollas, de camarillas, de contubernios, de FAL-TA-DE-E-QUI-DAD-D-D-D-D? No, no y no. Basta ya de paranoias! Son coincidencias, primito, son coincidencias!
Te comento: En “Enemigos Íntimos” no mencionamos la ocurrencia de Bayly hasta el hartazgo porque el gerente nos lo haya ordenado en un memo con el sello de “confidencial” o porque, en una decisiva reunión a puerta cerrada, Baruch nos haya revelado que, al igual que la señora mamá de Jaime, él también ha soñado siempre con ver a nuestro Jimmy sentado en el sillón de Pizarro. Mencionamos la ocurrencia de Bayly por la misma razón por la que la menciona en sus conversaciones todo Eisha, todo Plaza Norte, todo Carapongo, medio Lima: porque -al igual que Yola Polastri o que los Picapiedra- Jaime es parte de la vida de los peruanos desde hace ya veinticinco añazos y la sola idea de que vaya a meter vicio en una campaña electoral en la que cometirán los mismos viejos vinagres de siempre nos parece, pues, el deshueve, el cague de la risa, alucinaaahh. Dices, mi querido F.V.S, que me has visto difundir un craso error en las encuestas y que “no quieres pensar que desinformo adrede” Primero lo primero: gracias por vernos. Eso significa que no prefieres frente a la competencia y que no ves al bebé de Rosemary, la sentenciosa Barbara Walters del digno canal de los dueños de tu periódico. Bravo. Bravísimo. Eso te pone a la otra orilla de los cronistas camiseteros, eros, y hace que automáticamente te respete, ete. Te concedo razón en ese justo cuestionamiento: No es lo mismo decir que el ocho por ciento de la población estaría dispuesta a votar por Bayly a decir -como yo dije- que él tiene ya el ocho por ciento de intención de voto. No, pues. No es lo mismo. Está bien. Convengo. No ha pasado del tres por ciento. Okey. La cagué, pues, la cagué. Listo, ya está. Esa es la diferencia entre tú y yo. Tú nunca la cagas, yo si. Perdón, no soy infalible, no soy crítico, perdón. Perdóneme por piedad tamaño exceso de entusiasmo farandulero. Pero, ¿de allí a venirme con el disfuerzo de que “no quieres pensar que desinformo adrede”? No quieras pensarlo. No te atrevas. Sabes positivamente que no es así. Somos bien viejas y nos conocemos, si me permites estas confianzas que nos dan las canas. Seremos bien viejas y bien bitches también pero, en el fondo, demócratas, justicieras y, sobre todo, bien intencionadas. ¿Tener un medio de comunicación es incompatible con apoyar cualquier proyecto polìtico y/o electoral?, ¿en serio? JO, JO, JO. Linda te quedó la frase, inclúyela en tu próxima separata de “Historia de los Medios Masivos de Comunicación” y juégasela a la UPC. Pero tampoco nos engañemos. Tampoco desinformemos así al país. ¿Será el megadivo Jaime Bayly quien verdaderamente encarna en el Perú esas sumas non sanctas de poder, esas abominaciones, esas modernas tiranías, esos conflictos de intereses? ¿En serio? ¿Y por casa, cómo andamos, coleguita?
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PERU 21 ENERO 24, 2010
Con Popy en Barajas
Si me hubieran pedido un ranking de los personajes con los que jamás quisiera cruzarme por las calles de este mundo, seguramente mi respuesta –en orden ascendente en función al (grado de) desagrado– hubiera sido: a) La Chola Chabuca. b) Elianne Karp. c) Su marido. d) El chupacabras. e) Popy Olivera. Y héte aquí que, en medio de los últimos estertores del año viejo, se me ocurre de pronto la inspirada idea de mandarme mudar bien lejos y me animo a emprender rauda huída a la Madre Patria con el único fin de desconectarme un rato de la cumbiamba. ¿Adivinan con quién me vengo a encontrar allá a la vuelta de una esquina? ¿Es posible ser más piña? ¡Con quién todavía!
Autor: Beto Ortiz
Mientras la nieve se cierne en cámara lenta sobre Madrid como si fuera azúcar impalpable, incontables brigadas de rescatistas coreanos se desplazan en formación marcial y a paso ligero por los relucientes pasillos, por las escaleras mecánicas, por los trenes subterráneos que conectan los terminales del hermoso aeropuerto de Barajas. Se ven todos enormes y van vestidos de estricto plateado, con galácticos lentes de protección, mochilas inmensas y chancabuques. Van tan bien equipados que más que socorristas profesionales parecen cyborgs. Es el mediodía del jueves catorce de enero y, como España es la escala obligada entre Seúl y Puerto Príncipe, las puertas de embarque son un hervidero feroz en el que los exasperados pasajeros que se han quedado varados por culpa de las pistas congeladas se confunden con esta marea increíble de seres asombrosos, nítidamente superiores: gente que no ha dudado un instante en abandonarlo todo para embarcarse en el primer avión y volar hacia el horror del que todos pugnan por huir despavoridos, hombres que le han dicho “chau cariño, ya regreso” a sus mujeres y han enrumbado a la desgracia, a las ruinas de lo que alguna vez fue Haití para abocarse a la que tendría que ser la única tarea imaginable: mover cielo y tierra para salvar al hermano que, sepultado por las piedras, tercamente respira todavía.
Pero mientras todas estas cosas extraodrinarias acontecen, Fernando Olivera, la verdad, no hace ni mierda. Como todos los días de este destierro inacabable que ni en sus peores pesadillas presagió, Olivera se levanta en las mañanas, se mira en el espejo e imagina que aún es. Alucina que esto es la Lima de principios del milenio y que figura en todas las encuestas, en las de intención de voto y también en las del poder, que es el admirado líder de un frente moralizador. Figúrense ustedes: moralizador. Se levanta muy temprano como si fuera, qué sé yo, el candidato favorito a cualquier cosa, se pone su terno ficho como si fuera Ministro de Justicia, se anuda ceremoniosamente la corbata como si fuera el más votado congresista de la lejana República del Perú y, para completar el sobrio look citizen of the world, añade un sobretodo y una bufanda –visiblemente importados de Pachecolandia– cual si acabaran de nombrarlo Embajador plenipotenciario en premio a sus célebres acciones distinguidas. Popy se alista, pues, con el esmero de quien realmente tiene que ir, sin demora, a alguna parte, hace de cuenta que tiene una reunión de altísimo nivel, una cita crucial para los destinos de la patria, una cumbre impostergable, decisiva. Sueña que el publicista Gustavo Rodríguez ha creado para él un spot apocalíptico en el que una voz de ultratumba lanza una advertencia aciaga para la raza humana: «Alan vuelve…Tranquilo, ¡Olivera está contigo!» Pero para el pobre Popy, en realidad, el de hoy es un martes cualquiera, un martes idéntico a todos los demás y lo más importante que tiene por hacer en esta vida hoy (y también mañana) consiste en ir a tomarse un cafecito de mediodía con Héctor Rospigliosi, su más fiel y abnegado escudero perucho en Europa. Es otro día plúmbeo, absurdo, inútil, otro día fotocopiado al infinito, desteñido, fláccido, otro día percudido como son siempre los días en el limbo del que no tiene más remedio que sentarse a esperar a que su némesis haya abandonado palacio para ilusionarse de nuevo con volver alguna vez a ese país lontano donde sólo lo extrañan las montañas. Las montañas de expedientes judiciales, de legajos, de gordísimas denuncias que lo esperan con los brazos abiertos, ese país que –cómo jode comprobarlo– es hoy un poquito menos infeliz sin él, ese país que sabiamente ha extendido sobre todas sus tropelías y desmanes el piadoso manto del olvido, ese país sabio y desmemoriado fuera de cuyas fronteras él nunca logrará ser más que lo que es hoy: una sombra asustadiza que se escurre por debajo de las puertas, un fenómeno paranormal que extrañamente registran las fotos, un fantasmita tocado de nervios, un poco de aire que, angustiado por el qué dirán, mira a la cámara y sonríe. Click. Un espectro opaco, mustio, envejecido.
“Qué cague de la risa” –dijo mi amigo Fernando Vílchez– «ese viejo de abrigo azul que está en la cola del café es igualito a Olivera» Estábamos razonablemente contentos esa mañana, acabábamos de salir de ver “Lágrimas de Eros”, una magnífica exposición de sexo y arte en el Museo Thyssen. Los amantes de Magritte. La Andrómeda de Doré, el San Sebastián de Guido Reni y también el de Bernini. Hostia, chaval. Y como fin de fiesta, la intensidad del frío adormeciéndote las orejas, haciéndote lanzar argollas de humo sin fumar y tornando impostergable el placer de administrarse una crujiente dosis de churros previamente sumergidos en viscoso chocolate hirviente. Es hidalgo reconocer –no sin vergüenza– que, a sólo dos días del terremoto, tampoco estábamos moviendo un solo dedo solidario, ni siquiera estábamos hablando del asunto mientras frívola y bohemiamente nos guarecíamos en aquel café de Paseo del Retiro en el que encontrarse con su pata era lo único importante que estaba a punto de pasarle a Popy mientras que encontrarme con Popy era lo único que estaba a punto de pasarme a mí. Díganme ustedes cuál de los dos es el más patético. “Qué cague de la risa” –dijo mi amigo Fernando Vílchez– “ese viejo de abrigo azul...es igualito a Olivera”. “No es igualito” –respondí yo– “¡Es Olivera!” Y lo dije tan fuerte que Popy me oyó y volteó todo saltón, y al verme abrió los ojos como cuando Rosa María Palacios escucha una lisura y se puso lívido. Blanco como un papel, como la nieve, como, en fin, blanco como…ustedes saben. Lo quedé mirando y me quedó mirando y mientras el segundero se tardaba varias horas en cambiar de ubicación, las innúmeras cagadas que el popy-toledismo le había hecho al prójimo durante su antiguo reinado se me confundían en una sola mazamorra con las que él personalmente me hizo a mí y ya no me quedaba del todo claro si alguna vez, hace mil años, me habían enjuiciado a mí para librarlo a él en el escándalo Almeyda-Villanueva, o si me había acusado de lesbiana para sacarme de la jefatura de la Sunat, o si me había empapelado mandando cartas de desprestigio al Vaticano, o si había mandado a mi celda a su emisario Ortiz Anderson para solicitarme cordialmente papeles, audios, videítos, o si había conspirado contra Schutz para favorecer a su carnal Genaro, o si le había ofrecido libertad inmediata a la Bozzo a cambio de algo o si me había chancado la mano con la puerta de su auto cuando intenté ponerle el micro tras una pregunta incómoda, o si me había dejado con la mano estirada en una ceremonia oficial o si le había hecho pichulitas con los dedos a todo el país como quien dice los cagué a todos, jojolete, los cagué.
Ahora lo tenía ahí, delante de mí. ¿Qué es lo que debe hacerse en estos casos? ¿Armar un laberinto de callejón con mentada de madre, cabezazo, tacle y escupitajo? En ese instante me acordé de todo lo que mis amigos en España me habían contado de Olivera en estos años. Decían que había matado el tiempo estudiando una maestría de Ciencias Políticas en la Complutense. Que había intentado sin suerte echar a andar un restaurant llamado Tradiciones Peruanas. Que había estado haciendo alegres viajecillos a la bella Andorra, más conocida como el Gran Caimán de Europa por ser el único paraíso financiero donde además puedes esquiar. Puede ser que, a estas alturas, él sea ya un millonario y viva de sus rentas, pero mientras pensaba en todo esto lo miraba a los ojos y sólo lograba ver a un viejecito desempleado sacando el ticket que le permitiría acceder al momento más alto del día: su café Nostalgia, Nostalgia del Poder. Cuando el silencio ya se tornaba irrespirable y la tensión cortaba el aire como láser, Olivera abrió por fin su fiscalizadora boca para decir:
- Bueno, nos daremos la mano, pues...
Algo sorprendido de comprobar que el macerado rencor que yo creía albergar en cantidades tóxicas en el alma no me alcanzaba ni siquiera para voltearle la cara y mirar a otro lado, dejé de retroceder para siempre ese cassette hongueado en mi cabeza, avancé dos pasos hacia él y se la di. Tal como lo leen. Le di la mano. Lo escribo, lo leo y no me lo creo. Le di la mano a Popy Olivera. Que Dios y la historia me juzguen.
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PERU 21 DICIEMBRE 20, 2009
¡Viva la apatía!
Autor: Beto Ortiz
Nacimos con el general Velasco que, en las tandas comerciales del Tío Johnny o de Sombrita, nos enseñaba a ser niños peruanos a la prepo, repitiendo –en blanco y negro– tahua canal Limamanta pacha hasta el hartazgo. Túpac Amaru había arrebatado a Batman el primer lugar en nuestro ránking de superhéroes favoritos, terna en la que competían, de igual a igual, Cachito Ramírez y Ultra-Seven pues para ambos había lugar en esas galerías de honor que eran los álbumes de figuritas Navarrete. Las propinas, gigantescas monedas de a sol con las que, fácilmente, se podía jugar una partida de sapo, alcanzaban con holgura para procurarse aquel extraordinario pasatiempo de la era pre-nintendo: la lectura, pues leíamos con voracidad, cantidades de chistes mexicanos que, de hecho, moldearon nuestras candorosas sensibilidades a punta de sádicas Periquitas, Wonder Women calientahuevos o Hermelindas lindas exquisitamente repulsivas.
Como papá no tenía haciendas que el chino le pudiera expropiar para obsequiarlas a la indiada, llevábamos la fiesta, relativamente, en paz. Y lo único que nos daba miedo eran los terremotos, la posibilidad de no clasificar para Argentina 78 y los grumos marrones de la aterradora sopa de harina de arvejas. Lo que para algunos fueron los Beatles, para nosotros fueron los Bee Gees. Lo que para otros, Elvis Presley, para nosotros John Travolta. Es triste, pero es así. Que tire la primera piedra quien no vio “Grease” (Brillantina) por lo menos, cinco veces. Que la tire el que no le dedicó sus primeras poluciones nocturnas a la insípida Olivia Newton-John o el que no aplaudió en el cine, vacilado, cuando, cantando “Tell me more, tell me more…”, Danny Zuko, el personaje principal, hacía el ademán de cepillarse a Sandy en elegante estilo paragua, ademán que remedábamos, entusiastas, en aquellos días en que no existía pornografía más dura que la calata de Amenidades de Caretas.
Mis primeros vellos púbicos asomaron la audaz cabecita con Belaunde. Es tal vez por eso que los conceptos de democracia y masturbación están para mí, tan íntimamente relacionados. Y el Che Guevara no era otra cosa que una calcomanía descascarada sobre la guitarra de una prima hippilona que cantaba Alabaré, alabaré a mi señor en el brioso coro juvenil de San Norberto. La ilusión de ingresar a la universidad a la primera, la dulce ilusión del cachimbato pronto se hizo mil añicos ante esa mediocridad endémica que se le impregnaba a uno en la ropa como un mal olor. Profesores a los que uno no podía mirar demasiado sin preguntarse con pavor: ¿Y en esto voy a convertirme cuando acabe mi carrera? Acaso como ocurre con el primer polvo, la universidad te enseña, pero no gran cosa. Acaso te salva de estar en absolutamente nada, mas no de la indispensable humillación que significarán los papelones venideros. Como el de ser practicante, por ejemplo. Vale decir, aprendiz, aspirante a explotado. Aunque la verdad es que aprendes más que en la universidad y, por lo menos, no te cobran. Y puedes contarle a todo el mundo que ya trabajas para nuestra empresa, muchacho.
Creímos en Dios con ocasión de cada examen final de curso por trica y bebimos como chinos en quiebra, fumamos como vikingos cada juergues o viernes chico, cada viernes grande, cada sábado chico. Nos pasamos varias noches en blanco estudiando cosas hermosas e inútiles llamadas Teoría de la Motivación o Semiótica. Nos esmeramos en propiciar los más intrincados triángulos pasionales en una collera compuesta por cuatro gatos. Nos enfrascamos en torpísimas orgías en las que, a la mañana siguiente, todos terminábamos mirándonos con cara de “Largo de mi cama, eh, tú, como quiera que te llames”.
Y, por si todo esto fuera poco: Alan García. Y el Perú era –estábamos seguros, ahora sí– más grande que toditos sus problemas. Si hasta fuimos al hipódromo y apostamos por el Papa que también era charapa. Y mientras perdíamos lastimosamente el tiempo en soñar, alguien nos choreaba el futuro del bolsillo del lompa, un futuro que –mira a la hora que le aprendíamos– era solo de los pendejos, de los grandes, legendarios pendejos. Los años duros, sin embargo, apenas estaban comenzado. Los años duros que, entre otras cosas, nos convirtieron en zombies vendedores de frunas del Centro Victoria que ayuda al adicto, ¿y usted? Los años duros que, con sus ondas expansivas, nos hicieron volar en mil pedazos o nos vistieron a rayas, Maritzita, para todo el resto de nuestra hermosa vida. Los años duros que nos condenaron a ser cobradores de combi, guachimanes o vendedores de pan con pollo potencialmente capaces de asesinar con tal de acariciar el sueño de las Reebok propias. Que nos dejaron las marcas de una crónica tristeza en los antebrazos o en el macerado corazón. Que nos confinaron a la antepenúltima mesa del Tockyn o del Nautilus a intercambiar con nuestros mayores, frustraciones que, mala pata, suelen ser siempre las mismas.
Que le dieron la residencia americana o española al único ser humano del planeta que tenía que haberse quedado en el Perú. Que nos transformaron en sérfers bronceados y levemente imbéciles que aplauden cuando se ríen de cosas que no dan risa. Que nos obligaron a ser lamentables yuppies de O.N.G. con caras de eunucos carretones o intelectuales ventrudos que dominan el arte de eructar solapa en las embajadas y tiemblan de excitación al escuchar la palabra beca. O en cualquier otra clase de travesti a prueba de serenazgos. Los años duros que dilapidaron toda nuestra capacidad de temor y de asombro, que convirtieron nuestros mejores sueños en polvo y nuestros mejores polvos en sueños.
Y para terminar, mis queridos feligreses, levantemos el corazón y elevemos al cielo la oración que el viejo E.E. Cummings nos enseñó: “Si no puedes comer debes fumar. Y no tenemos nada qué fumar. Vamos, muchacho, vamos a dormir. Si no puedes fumar debes cantar. Y no tenemos nada qué cantar. Vamos, muchacho, vamos a dormir. Si no puedes cantar, debes morir. Y no tenemos nada qué morir. Vamos muchacho, vamos a dormir. Si no puedes morir, debes soñar. Y no tenemos nada qué soñar. Vamos muchachos, vamos a dormir”. Trátase de un nuevo estilo en esperanza: despiértenme cuando pase el temblor.
Lima, Navidad de 1993.
P.D: Este columnista se tomará unas pocas semanas de vacaciones. La próxima crónica aparecerá el 24 de enero de 2010. Feliz año y hasta entonces.
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EL COMERCIO DICIEMBRE 19, 2009
"Enemigos íntimos" seguirá en las pantallas en el 2010
9:36 | El programa conducido por Beto Ortiz y Aldo Miyashiro regresará el 19 enero en Frecuencia Latina. Será reemplazado por “Los simuladores”
El equipo del programa “Enemigos íntimos” estará de vacaciones hasta el 19 de enero del 2010. En su lugar, Frecuencia Latina programará la versión mexicana de la serie argentina “Los simuladores”.
“Estamos de vacaciones desde el jueves, pero hemos dejado ediciones grabadas para cada día hasta que termine el año”, dice Beto Ortiz, quien este fin de semana tiene planeado viajar al exterior para disfrutar de sus días libres.
Ortiz comentó además que tanto él como Aldo Miyashiro renovaron sus contratos para continuar al frente de “Enemigos íntimos” en el 2010.
EL RELEVO
Desde el 4 de enero, la serie “Los simuladores” presentará, a las 11 de la noche, las historias de cuatro peculiares socios que resuelven los problemas de sus clientes engañando a sus detractores con lo que ellos denominan “operaciones de simulacro”.
Es así que la ficción de Televisa —protagonizada por Arath de la Torre (Emilio Vargas), Alejandro Calva (Pablo López), Rubén Zamora (Gabriel Medina) y Tony Dalton (Mario Santos)— presentará a mucha gente que recurrirá a este grupo capaz de dar un vuelco a la realidad. Ellos prometen solucionar problemas sin explicar al cliente cómo lo hicieron.
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EL COMERCIO DICIEMBRE 16, 2009
"Arranchada de calzón fue invitación a la violación"
19:01 | Conductor de “Enemigos íntimos” no dudó en criticar el accidentado baile de Liliana Mas y Christian Domínguez en el programa de Gisela Valcárcel
No paran las críticas al programa de Gisela Valcárcel. El conductor de “Enemigos íntimos”, Beto Ortiz aseguró que el accidentado baile que Christian Domínguez protagonizó con Liliana Mas en “Reyes del show” fue “una invitación a la violación masiva”.
“La verdad que esa arranchada de calzón más que una coreografía parece una invitación a la violación masiva”, señaló Beto, para quien la serie de escándalos que se han suscitado en el programa de la ‘Señito’ no son una simple casualidad.
“Para cualquier televidente medianamente informado es un poco difícil creer que tantas cosas ocurran en un programa en vivo. La gente ya empieza a ser suspicaz. Si el programa está bien producido para qué recurrir a esas herramientas desesperadas. El programa tendría éxito igual”, remarcó el polémico periodista.
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PERU 21 DICIEMBRE 16, 2009
Los 'Enemigos íntimos' acusan veto por no poder bailar con la 'Señito'
Beto y Aldo aseguran que la productora de Raúl Romero tuvo que ver con la cancelación de su presentación en Reyes del show.
La dupla nocturna del Canal 2 asegura que nadie los quiere ver en los predios de América TV. (USI)
Los conductores de Enemigos íntimos, Beto Ortiz y Aldo Miyashiro , contaron que estuvieron a punto de pisar el set de Gisela Valcárcel el último sábado, pero, según ellos, fueron vetados a pedido de la empresa productora de Raúl Romero, que habría solicitado a los directivos de América TV que la dupla sea “desinvitada”. “A nosotros nos invitaron (a Reyes del show); inclusive, estábamos ensayando las coreografías. Lamentablemente, nuestra presencia se frustró... La primera sospechosa era Rosa María Palacios porque competimos, pero no fue ella”, dijo el escritor de Por favor, no me beses.
Sin embargo, Ortiz sostuvo que sospecha del personal de Raúl Romero. “Hay una segunda hipótesis más creíble. En América TV hay una empresa productora que hace programas rentables y sintonizados. Se llama Target TV y allí está la productora de Raúl Romero, Mariana Ramírez del Villar, que con el abogado Diego Quijano ha presionado al canal para que no participemos. Esto se debe a hechos pasados, como la pelea con (Raúl) Romero, a quien le “paramos el macho’ porque nos acordamos de la canción de Barrios Altos. Luego aparecieron fotos de Thalía Estabridis, que sería una segunda pelea, y allí se han arañado”, refirió.
Asimismo, Ortiz precisó que hay un grupo de América TV que no quiere su presencia en ese canal. “No solo viene de Raúl Romero este pedido… Hay varios que nos tienen ojeriza. La presión ha sido tan fuerte, que han arrinconado a Gisela para que se conforme con poner a dos imitadores. En ese canal se han formado pequeños grupos poderosos que hacen pataletas para presionar”, señaló.
NO VETAMOS A NADIE. Por su parte, Raúl Romero aseguró que no tuvo nada que ver con la ausencia de los conductores de Enemigos íntimos en el programa de la “Señito’. “No tengo que ver con ese tema, y creo que Mariana (Ramírez, su productora) tampoco. Nosotros no vetamos a nadie ni hacemos pedidos para que otros no vengan. No tengo nada contra ellos ni nadie de mi producción, pero lo que ellos dicen son suposiciones y no tienen nada comprobado. Así que para qué hacerse problemas por algo que no es cierto”, manifestó.
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PERU 21 DICIEMBRE 13, 2009
Balada del buen pobre
Comencé a escribir esta columna mentalmente en el almuerzo, mientras entreveraba el arroz blanco con el juguito del estofado. No lo hacía –como hubiera aconsejado Holler– con la cantidad de comida equivalente a un discreto bocado. No. Lo mío era revolver todo el arroz con absolutamente todo el juguito del plato hasta formar un timbal, un tacu tacu sin menestra, un atamaladito perfectamente uniforme en textura, sabor y temperatura. Me queda clarísimo que no es fino revolcar los sagrados alimentos de ese modo. Convengo en que ha de ser una vulgaridad. No importa. Creo haber llegado a la certidumbre de que algunas de las mejores cosas de esta vida no son, necesariamente, las más Popoff. Son, casi siempre, cosas llanas, ordinarias y, a veces, hasta vulgares. Lo menos caro me ha parecido siempre lo más real. Lo menos fino es, casi siempre, lo más rico.
Autor: Beto Ortiz
Soy el hijo de una maestra de escuela y un visitador médico y vengo de una época en la que si querías que en tu casa hubiera aceite, leche de tarro, arroz y azúcar tenías que amanecerte con toda tu familia, haciendo cola en la puerta de Super Epsa, porque, en el mejor de los casos, sólo te vendían una ración por persona y en el peor, no encontrabas ni eso. Vengo de un tiempo en que sólo se servía bisté en domingos y feriados, vengo de un remoto país en que el pollo a la brasa y el chifa eran manjares de lujo reservados para los grandes acontecimientos, un extraño mundo en el que no había Vivanda ni Wong ni tanto frufrú, ni tanto disfuerzo, un planeta en el que te comías calladito la boca lo que buenamente te servían y no había tu tía. Ojo. No estoy tratando de decir que eso haya sido la máxima bendición o que nos haya hecho mejores cristianos o que todos los días le doy gracias a la vida por las vainitas saltadas, el arrimado de col, la sopa de harina de arvejas, la torrejita de zapallo o el hígado encebollado con frejolito de Castilla. Tampoco. O como se dice ahora: nunca tanto. Pero de lo que sí me felicito es de haber crecido en medio de esa especie de espíritu warrior clasemediero que se respiraba en el aire en casas como la mía, una cierta impronta franciscana del que sabe que no puede venir acá con huevaditas: que nunca se separan a un costado las cebollas ni los apios, que todo lo que está en el plato se come porque la comida es de Dios. Ese sereno estoicismo del que, de chico, nunca se permitió el engreimiento de exigir que le sacaran la nata de la leche o le colaran los grumitos de la sémola o le licuaran la verdura de la sopa porque, antes que terminara de decirlo, le volteaban la cara de un solo cachetadón.
Mentira. De chico nunca me pegaron. Y quizá eso fue lo único que me faltó. Mentira. Nunca me faltó nada. Y así como agradezco el no haber tenido nunca que pasar hambres ni pellejerías, agradezco la inmensa fortuna de nunca haber tenido demasiado. ¿Fortuna? Pero, ¿por qué?, ¿haber tenido lo justo te hace mucho? Probablemente no. Pero sí te entrena para lo que vendrá, te saca punche y te endurece el cuero. Te prepara para la pelea, te pone a ranear a diario, por si acaso, a hacer tus planchitas por si las moscas, te matricula en un curso de supervivencia en la selva para que aprendas –desde el saque– lo que es bueno, porque nunca se sabe, porque siempre vendrán tiempos peores, porque el día llegará en que tu empleada o, sin ir muy lejos, tu mamacita dejará de correr detrás tuyo recogiendo los calzoncillos y las medias que tú tiras, porque el día llegará en que se te tendrá que terminar todita la cojudez. Hay cosas en las que uno no puede con su genio y yo prefiero a la gente que apaga la luz cuando sale de una habitación. Me gusta la gente que lava su plato cuando termina de comer, sobre todo si está en casa ajena. Me gusta la gente que se aplica, feliz, su calentado. Me gusta la gente que vuelve a tapar el tubo de crema dental después de usarlo, que deja las cosas en el mismo sitio en que las encontró. Me gusta muchísimo la gente que tiende su cama. Cuando he tratado, conscientemente, de dejar el caño abierto mientras me afeito, he fracasado. No puedo. Así esté en un hotel cinco estrellas, no puedo. Siento que estoy perpetrando un horrible crimen. Es más fuerte que yo. Desperdiciar el agua me produce un sentimiento de culpa, un nítido dolor de corazón. Y si alguien está pensando en botar comida a la basura, tanto peor, tendrá que vérselas conmigo. De ninguna manera lo permito. En mi casa me enseñaron que la comida nunca se bota. Había que ver cómo se burlaban de mí los demás cocineros de mi restaurante gringo cada vez que impedía que echaran al tacho los ollones de comida que sobraban al final del día. Olvídate de eso, mulatico. Los conminaba a todos a empaquetarla para llevar y todas las noches las distribuía entre mis agradecidos room mates que se ahorraban el menú del día siguiente y también entre las intimidantes hordas de homeless que dormían en los vagones del subway a esas horas de la madrugada. Por si no les hubiese quedado del todo claro, lo repito: la comida no se bota, compatriotas, la comida es de Dios.
Solamente una vez decidí olvidarme de todo esto. Solamente una vez me reviré. El dinero, según como se emplee, puede llegar a ser un vehículo de crecimiento o de la más infecciosa pacharaquización. Y sólo bastó con que me elevaran el sueldo a cinco dígitos para empezar, de repente, a computarme Dionisio, ¡qué digo Dionisio! ¡Donald Trump, Bill Gates! Como si fuese un transbordador fuera de órbita, perdí toda comunicación con la estación tierra y comencé a comportarme ridículamente como uno de esos futbolistas que, al primer contrato ventajoso, se construyen casas de cinco pisos, piscina con catarata y cava de vinos. Comencé a conducirme, ni más ni menos, que como un jotita, a necesitar dos carros full equipo, cinco tarjetas de crédito, cien pares de zapatos y a disfrutar de la única, mediocre felicidad que puede extraerse de todo aquello: la perenne escolta de una súbita corte de incondicionales. Nada como la plata –o como la droga– para rodearte al instante de un majestuoso séquito de chupamedias y ayayeros, para convertirte en el dorado e imponente general al mando de un pundonoroso, multitudinario ejército de interesados. Pero una vez que me hube desgranputado sin remedio fue menester regresar directamente a la casilla de partida sin cobrar 200, ni pasar por go. Entonces, sólo entonces me acordé de quién era, de quién voy a ser hasta el día en que me muera. Soy el hijo de una maestra de escuela y un visitador médico. Si toda mi vida he desayunado café con leche y pan con mantequilla no veo por qué, a estas alturas del partido, tendría de pronto que necesitar œufs Benedictine. Austeridad es, prácticamente, el nombre del barrio donde he crecido, de modo que, cuando me ha tocado regresar no me he extraviado porque me lo conozco de memoria y me resulta fácil recorrer, a ojos cerrados, todititos sus recovecos. Por eso, si mañana me quitan el auto nada me pasa, entre otras cosas, porque no me he vuelto a comprar un auto. Si mañana me bloquean todas las tarjetas de crédito, tampoco me pasa nada porque no tengo ninguna ni quiero tener, pues me he jurado nunca volver a necesitarlas. Si mañana un banco me vuelve a asaltar, ya no temo volver a quedarme con lo que tengo puesto (siempre y cuando lo que tengo puesto me quede bien).
Tengo la impresión de que tener siempre la angustia de tener –o peor aún– de tener que tener, francamente, no tiene ningún caso y yo he decidido que no quiero tener nada que me angustie o que me ate o que me pese. No quiero tener nada que no quepa en mis maletas el 2011 cuando gane Fujimori, Toledo o Humala. Tengo quinientos libros y una docena de pares de zapatos y sigo pensando que es demasiado porque hay, por lo menos, doscientos libros que no he leído y, por lo menos, cinco pares de zapatos que no me pongo y que, por lo tanto, debería regalar ahora mismo a cualquier feligrés que calce 44. ¿Será acaso todo esto que he escrito, la prueba fehaciente de que padezco lo que Martha Hildebrandt alguna vez denominó el complejo de pobrete? Puede ser. Aunque quizá deba aclarar aquí que mi actual falta de codicia, mi deteriorada angurria material no me impide, en absoluto, el disfrute de los placeres ni es óbice para que, una vez a las quinientas, haga realidad alguno de mis más caros anhelos y me agasaje, de repente, una noche cualquiera, con un champán de varios cientos de dólares la botella o me sorprenda (yo solito) con un trip de fin de curso a las Europas con todos los gastos pagados (por mí). Todo indica que el truco del placer está en huir de la reiteración, del paporreteo, de la frecuencia. Cuando uno goza mucho y muy a menudo, se malacostumbra, se malcría, se aburguesa al extremo, se embota, se empacha, se insensibiliza y llega un momento en que hasta la más sublime maravilla troca en estúpida rutina. Si no me creen, pregúntenle a cualquiera de esos matrimonios aburridos con que se topen más tardecito, a la salida de la misa. Por todo lo arriba expuesto, yo no creo que, al final de cuentas, revolver tu arroz con el juguito del estofado sea vulgar. Vulgar es otra cosa. En un país como este, vulgar es ostentar. Vulgar es, por ejemplo, salir a la televisión a llorar miserias porque tu ex marido celebrity solamente te pasa veinte mil dólares al mes y a ti esa plata no te alcanza y tus hijitos comen menos carne cada vez. Vulgar es pretender que el país te pague por día el sueldo mensual de un obrero a cambio de irte a hacer turismo por Venecia con tus célebres patitas. En un país como este, vulgar es empanzarse hasta la náusea allí donde los otros languidecen. Manejar un Ferrari descapotable de medio palo será muy elegante en las calles de Capri pero hacerlo en Lima equivale a tirarse un pedo en la cara de la gente, constituye una completa ordinariez. Nada tan de quinta como hacer alarde de brillos y fastos y oropeles allí donde los otros abrigan la remota esperanza del agua potable. Se equivoca quien crea leer aquí alguna frustrada especie de manifiesto político. A tanto no aspiro. Aspiro apenas a subrayar algo que me parece de una obviedad monumental: nunca se come delante del hambriento. Creo que para saberlo no se necesita ser socialista, ni católico, ni filósofo, ni siquiera buena gente. Sólo hace falta no ser un completo imbécil. Nada más. Nunca lo he dicho en público pero hoy, por primera vez y en exclusiva, se los cuento: soy rico. Guardo bajo siete llaves un testamento legándolo todo a mi nombre y a mi favor. Y como no tengo hermanos, mi herencia es infinitamente mayor a la de los Tudela Van Breugel Douglas, muchísimo más cuantiosa que la de los Bracamonte Fefer. Soy el hijo de una maestra de escuela y un visitador médico. Y lo que ellos me enseñaron, aprendí. Esa es mi fortuna y mi fuerza y mi riqueza.
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PERU 21 NOVIEMBRE 29, 2009
Últimas tardes con pereza
El hombre que se queda en una esquina sin moverse durante horas no le sirve al universo para nada. No crea ni anhela. No muta ni espera. Es igual que una piedra en el polvo, una estaca clavada en la tierra. Pero, ¿qué puede decirse, en cambio, del hombre que se queda durante horas sin moverse frente al mar? Que es poeta, que es pescador, que es místico, que es pensador. Que ha llegado hasta allí para mirar su vida, con la expresión entre amarga y maravillada con que se mira el sol de la tarde que agoniza. Que es animal sabio y humilde. Que, en lugar de resignarse a enmohecer, a disecarse lentamente en la oficina, ha elegido posponer los asuntos urgentes de su agenda para acudir a una cita impostergable con el bellísimo gigante de agua, aquel que, cuando adviene la hora perfecta, sabe reflejar como nadie el amor sobre su piel y envolverte con la suave intensidad de esa tristeza líquida y dorada que te espera.
Autor: Beto Ortiz
Pero yo que, en esta oportunidad, no soy artista ni vago ni asceta, soy apenas ventrudo jinete que fatiga el aluminio, bovino centauro que rueda. Soy apenas un tipo que va pasando por ahí en su bicicleta. Un causa que suda y que bufa y que enrojece y que, de repente en el verano, se desboca. Que con acantilados y encrucijadas, indistintamente, coquetea. Que pedalea hacia la muerte o contra ella, según como se vea.
En esta tarde remolona, lo único que –con las justas– me sale es ser eso: el sorprendente ciclista potón, el pedalista desconocido, uno que tiene, en esta vida, todo el tiempo del mundo como para salir un martes a pasear, a contemplar atónito a los otros bendecidos seres que, como él, también huevean, hacen Horacio o, lo que es lo mismo: oreja. Uno que, de buenas a primeras, agarra y sale a relojear, a banderearse, a maleconear por doquiera se le antoje y al ritmo que le canten, tropicales, las pelotas. Soy apenas un señor de edad promedio que baja hacia la Costa Verde (que te quiero verde) por Marbella a una velocidad excesiva incluso para alguien que ya no tiene ninguna prisa, una velocidad, diríase, suficiente para, a la menor impericia, desbarrancarse líricamente por los desbarrancaderos alfombrados de higuerilla.
Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados. Allá va. Fíjense ustedes con atención en cómo relampaguea, en cómo caballea o pajarea. Vean cómo vuela esa mi putona GMC Topkick Dual Suspension Mountain Bike, cómo surca el aire, ululante, centelleante, cual si fuese una súbita ave de presa o el sable letal de un invisible samurái.
Ese mi leal velocípedo pitito, recién compradito por amazon.com y despachado con eficiencia y puntualidad en la mismísima puerta de la jato de la cuñadita de Maty, domiciliada no me acuerdo si en Sawgrass Mills, o en Peyton Place o en Pembroke Pines. Esa mi cleta que es libre como el viento, libre de impuestos pues se ha cuidado de no contener molécula alguna de titanio. Pero en un martes como hoy, martes que proso estos versos, los húmeros me he puesto y habiendo cruzado, de modo asaz temerario, la Avenida del Glorioso Ejército Peruano a la altura del rico Larco Herrera de mi tío Martín Adán, me interno en las impredecibles espesuras del ignoto Malecón Bernales que –como usted ni se imagina– queda en las postrimerías de Magdalena, otrora reino del infausto Sir Francis Allison, prócer rubicundo y ojiazul que tiene, de lejos, más plata que usted y que yo juntos aunque sí bastante menos fortuna siendo que hoy ostenta –seguramente arrochado en Bal Harbour o en algún otro shopping para obesos– un grillete electrónico en el tobillo izquierdo mientras uno acá escribe en modo ankles-free, en sayonaras, buzo y bividí, haciendo esfuerzos sobrehumanos por armonizar con la bullanga de esta eterna pollada achori en que Ocrospoma ha convertido mi antaño apacible barrunto de Jesus Mary.
Pero héte aquí que, a estas alturas del partido, nada me turba, nada me espanta porque I want to ride my bicycle, I want to ride my bike, porque sólo me consagro a pedalear y pedalear de lo más empeñosito como si, en realidad, estuviera yendo a alguna parte, de lo más disciplinadito en esto de meterle pierna al asunto porque así lo quiere Dios, porque no por gusto me dio en pantorrillas lo que no me dio en abdominales con coquitos. Y así pues, mientras acaricio los bordes célebres de esta metrópoli con toda la ternura de mis jebes, no dejo de contemplar de reojo, rápido y curioso, la esporádica belleza de una que otra ruca que, confundida entre los últimos estertores del crepúsculo pero ante todo honesta y fiel a sus principios y a su esencia, discretamente ruquea.
La nobilísima visión de los esbeltos fumones que emergen desde las agrestes huacas de San Miguel me pretexta acaso hacia una inútil alegría. Por eso digo que somos como la higuerilla, nosotros, la gente del pueblo. Allí donde el hombre de la costa encuentra una higuerilla, allí hace su casa porque sabe que allí podrá, también él, vivir. Y ya que entramos en materia y aludimos al vivir, griten todos juntos conmigo: Que viva el Julio Ramón. ¿Cómo que cuál?, ¿cómo que cuál? Ribeyro, pues, carajo. A la voz de tres. Griten más alto, bestias.
Tras descender precipitadamente y en medio del polvo hacia la playita por la trocha de tierra que está del otro lado de la baranda, (porque, si sigo por la pista, necesariamente me saco la entreputa), atravieso ahora las mal llamadas losas deportivas, las gloriosas canchitas donde, con la misma proverbial sabiduría con que hoy he decidido unánimemente abstenerme de chambear, miríadas de escolares de todos los sexos se quitan las camisas para amarrárselas en la cabeza y se agarran a patadones o se empujan o se abrazan o agarran o chapalean o, sin más trámite, se aplican esplendor en la hierba.
O todas las anteriores al mismo tiempo que en eso, más o menos, consiste el arcano placer de tirarse la pera frente al mar. Yo, por supuesto, hundido hasta la altura del tabique desviado, el rojinegro casco que salvaguarda mis libros futuros, me hago –como siempre– el que no vio nada y me proyecto por el sector derecho, pongo séptima, acelero, le meto muslo a la situación hasta que comienza a inflamárseme la cabecita del peroné, se me resiente un poco el cuadríceps femoral, me amenaza el maléolo de manera velada mientras pongo la décimo cuarta velocidad por las santas huevas porque, por el momento, el mundo es cuesta abajo y ni siquiera hace falta pedalear, basta con cuidarse de mantener un dulce equilibrio sobre el vértigo salado, tampoco se trata de terminar con los sesos indignamente desparramados bajo las llantas de cualquiera de estas 4x4 plateadas tan pacharacas que siempre parecen contener narcos o asaltantes de banco escapándose una vez más de las autofinanciadas balas de nuestros famélicos policías.
Es a la altura de Punta Roquitas que me pide chepa la cintilla iliotibial, o, para ser más precisos, la fascia lata, una membrana que jamás debe ser tomada a broma por mucho que nos suene chistosa, no olvidemos nunca que fue a causa de un esguince a la altura de tan ignorada sección muscular que el blanquiazul Pato Quinteros se ausentó del reciente y decisivo duelo con el Inti Gas. O sea: es a la altura de Punta Roquitas que la pierna izquierda me empieza a joder. Y a la altura del muslo, también aunque de mis glúteos nada les cuento. Mejor. Tanto entre ciclistas como entre vedettes, siempre será mejor no hablar jamás de los glúteos mayores. El imperativo de hacer una primera escala sin siquiera haber llegado a Barranquito constituye una inesperada derrotita, vamos, un fracasito, un Waterloo chiquitito pero, no por ello, menos cruel y para consolarme un poco en mi desvergüenza deportiva, echo mano a la lesión imaginaria y, como buen hipocondríaco que se respete, la enarbolo como coartada ante la adversidad del universo.
Tres palomillas pasan en moto. Van hechos un pedo, haciendo laberinto, punteándose envidiablemente en su Honda pistera y, al descubrir que soy yo sienten, al unísono, el mismo impulso y me gritan sao. Los miro perderse entre la neblina y, mientras el horror anochece, los bendigo en silencio, elevando a los cielos mi plegaria favorita: Más respeto, so reconchas de su madre, más respeto. Listo. He estacionado a la poderosa y la he encadenado con primor a unas herrumbrosas barras paralelas en las que tantos graciosos gimnastas de Satie se habrán desperdiciado ejercitándose fuera del alcance de mi vista. Esta es la hora Inca Kola: seis y veinticinco de la tarde. Temperatura en Lima: dieciocho grados centígrados. Y apoyado en el capó de su viejo escarabajo, un laxo tablista se baja el wetsuit despacito mientras el mar lo mira, ignorando de nuevo la muerte.
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PERU 21 NOVIEMBRE 23, 2009
3 cortitas a: Mónica Cabrejos
¿Es cierto que renunciaste a Enemigos íntimos de Canal 2 a dos meses de tu llegada a este espacio?
“Pronto se conocerá mi versión oficial. Lo único que puedo decir es que en el Canal 2 insistieron varias veces con que fuera al programa Amor, amor, amor. Desde un inicio, mi posición estaba sentada. Yo no iba a ir. Nadie me podía obligar a ello. Soy una persona firme en su posición. Por lo demás, estoy tranquila”.
¿Te enemistaste con Beto (Ortiz, conductor de Enemigos...)? ¿Qué opinas de los comentarios de Carlos Cacho?
“Se han tejido una serie de especulaciones... Cuando me convocaron para ese programa, acepté encantada. Sabía que iba a aprender con ese equipo. Sé que Carlos ha dicho que el canal ya no olerá a pachuli (debido a su supuesta renuncia)... Entonces, yo no oleré a kerosene. Además, aquello de que me voy a casar no es tan cierto”.
Carlos Cacho celebró cuando anunció tu supuesta salida en su programa... ¿Qué opinas al respecto?
“Yo no confirmo ni desmiento nada sobre mi renuncia. Eso sí, no entiendo el odio de Cacho hacía mí. Supongo que siente así en su condición de ser poco preparado. El ANDA debería revisar su programa y proponer un cambio de horario porque no es posible que al mediodía ese maquillador esté dándole besos en el cuello a un hombre”.
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EL COMERCIO NOVIEMBRE 20, 2009
Mónica Cabrejos habría dejado Enemigos Íntimos
15:08 | La ex vedette y ex conductora de televisión había entrado hace menos de un mes al programa conducido por Beto Ortiz y Aldo Miyashiro
Así como vino se fue. Repentinamente, la ex vedette y conductora de televisión Mónica Cabrejos salió de el programa nocturno Enemigos Íntimos donde cumplía la función de reportera.
Al menos así lo aseguró el conductor del programa Amor, Amor, Amor, Carlos Cacho, quien lanzó la noticia ironizando: “Ahora las instalaciones del canal no van a oler a pachuli y los vigilantes ya no se van a tener que limpiar la mejilla por los besos con lápiz labial. Se fue sin pena ni gloria Mónica Cabrejos”.
Cabrejos había realizado hasta el momento solo un reportaje en el programa conducido por Beto Ortiz y Aldo Miyashiro.
Hace algunas semanas, Mónica había aparecido en los sets de Enemigos Íntimos presentándose como la flamante reportera en reemplazo de Dany Tsukamoto, quien actualmente es productor de Amor, Amor, Amor.
Antes, la morocha condujo el programa El tribunal de la tele con Ángel Ganoza, del cual salió tras una polémica con Rodrigo Gonzales, más conocido como “Peluchín”.
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EL COMERCIO NOVIEMBRE 19, 2009
Beto Ortiz: "Siento que hay despecho en Marisol"
15:17 | Periodista señaló en “Enemigos Íntimos” que la popular “Gorrión” puede ser una mujer muy talentosa, pero, “el tema personal y profesional van por carriles separados”
El polémico periodista Beto Ortiz señaló en “Enemigos Íntimos” que siente que hay despecho en la respuesta de la actriz Marisol Aguirre a Christian Meier, sobre el problema que afrontan de manutención de sus hijos.
“Marisol (Aguirre) puede ser una mujer muy talentosa, pero, desgraciadamente, el tema personal y profesional van por carriles separados”, indicó el periodista en el programa que conduce junto a Aldo Miyashiro.
“Acá siento una sensación de despecho, un resquemor personal mezclado con la demanda material y económica. Este ya es un problema de pareja. Nosotros estamos hablando del tema porque fue Marisol (Aguirre) la que destapó todo”, subrayó Ortiz, tras negarse a profundizar en el tema.
Los problemas entre Christian Meier y Marisol Aguirre surgieron días atrás, cuando la actriz dio a conocer el deseo de su ex esposo, quien reside en Miami y mantiene una relación formal con Génesis Rodríguez, de recortar el dinero mensual que envía para sus hijos. Meier justificó la decisión al asegurar que Marisol Aguirre ya trabaja y tenía ingresos por ello.
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PERU 21 NOVIEMBRE 8, 2009
El gran silencio
Hace un par de noches, mientras anunciaba la macabra historia del obstetra aquel que le arrancó la cabeza al bebé, (dejando el resto del cuerpecito dentro), tuve la certeza de haber realizado una pésima elección: jamás debí haberme metido en esta industria. Después de todo, eso es lo que se ha dicho siempre de nosotros: un periodista es alguien que se ha equivocado de carrera.
Autor: Beto Ortiz
Hablando de sí mismo en tercera persona, un beatífico Rómulo León Alegría me escribe una carta de dos páginas desde su celda en San Jorge diciéndome que, a un año del petro-escándalo, «no es justo» que él siga siendo el único encarcelado, que han comparecido cientos de testigos, que no hay ni una prueba en su contra y que se despide de mí –que nunca en mi vida lo he visto en persona– con un gran abrazo. ¿Qué se supone que deba hacer yo con esta carta seguramente fotocopiada al infinito y enviada a todos los medios? ¿Leerla en voz alta en televisión nacional? ¿Respondérsela cortésmente vía Serpost? ¿Solicitarle al INPE un permiso de entrevista que, muy probablemente, denegarán? Y si me lo otorgasen, ¿para qué lo entrevistaría? ¿Puede alguien pensar que –si lo hiciera–me diría, siquiera, la mitad, la cuarta parte de la verdad? ¿Cómo podría decirla sin traerse abajo con ello, todo el andamiaje de la estabilidad democrática, la institucionalidad, la gobernabilidad y todo el resto de la tremebunda morisqueta?
Y mientras tanto, cinco meses después de la masacre de Bagua, ¿ya encontraron el cuerpo del mayor Bazán?
La tribuna, infaliblemente, estalla en aplausos cada vez que Ariel Bracamonte hace su ingreso a nuestros estudios de Jesús María. Una de dos: o se identifican con lo que parece ser la solitaria lucha de un huérfano que clama justicia para su madre asesinada o es que, sencillamente, ya lo adoptaron –con su atlética pinta de teen idol– como a un personaje más de nuestra fauna cotidiana. Ni el de Marco Antonio, ni el de Alicia, ningún otro crimen nos ha paralizado –y polarizado– tanto como el de Myriam Fefer. Tanto que, así como a fines de los noventa los periodistas nos dividíamos en fujimoristas y anti-fujimoristas, hoy nos dividimos en evistas y arielistas. (Para no hablar de cocoglennistas, clarissistas y mamanchuristas). La soñada exclusiva –ya se sabe– es el merecido premio a la línea intachable y el más recto proceder: trátame bonito y hablaré para tus cámaras. Despliega en tu pantalla todas y cada una de mis alucinaciones y nombraré como tu productor de campo a mi abogado. La estimada coleguita Maribel –La Negra– Toledo se ha encrespado plausiblemente con este tacuchi pectoral porque le achacó una errónea filiación al Fan Club de Agatha Christie: la secta anónima de la Estrella de Israel, ustedes manyan: la mujer de la sinagoga, Zeev Chen, el traductor, Pinkas Flint, la jueza Ana Luzmila y el misterioso caso de los labios estampados en el vaso. «De verdad me jode que hayas dicho eso, justamente porque me parece una teoría absurda.» –me amonesta La Negra, toda pasión–¡Es una huevada!» Me acusa, pues, con justo enojo de no haber visto varios de sus reportajes y yo, por supuesto, me declaro culpable de antemano. Cuando no paseando a mis perros en perfecta placidez por las calles vacías, los domingos por la noche prefiero la paz de los cinemas, la ruda intensidad de la pizza de arúgula con gorgonzola o, sin ir más lejos, el sexo casual y, en consecuencia, me pierdo pues, al unísono, todititos los dominicales que necesariamente hablarán de los mismísimos temas de los que he venido yo hablando hasta la náusea todas y cada una de las noches de la semana. ¿Otra vez chanfainita? No, thanks.
Y, a propósito, ¿habrá logrado la policía evitar que el barrista crema Ronny Ramos, alias “Bolón”, presunto asesino de María Paola, continúe huyendo, raudo y cobarde como todo gregario malandrín, por las azoteas?
Cuando se pone “su terno y su gel”, el productor Ney Guerrero le parece guapo a la polizonta, ojiverde hijita de don Coco Beleván. En exclusivísima entrevista concedida a exclusivísima revista de Televisa, Erika rompe, por primera vez, con la etiqueta del silencio y el riguroso perfil bajo que la caracteriza para gritarle al mundo que “lo admira un montón” pues considera que “mientras ella está de ida, él ya está de vuelta”. En una confesión sin precedentes, la inminente señora de Guerrero, le cuenta al país que la tradicional pedida de mano ocurrió, cabalísticamente, el mismo día de su onomástico que –jamás lo olvidará– este año cayó lunes. El ágape tuvo lugar en una de las muy peleadas mesas del trendy restaurante Scena de Elías Saba, point este que se caracteriza porque, mientras uno come, suele haber algún alegórico malabarista parado de nariz sobre una torre de sillas en lo más alto de una cuerda floja tendida arriba de nuestras cabezas. Ahíta de emoción nupcial, la popular hostess de Plus TV reveló que aquella noche estuvo acompañada por el pleno de su familia y que el productor Guerrero se animó –con su terno y con su gel– a pronunciar un sencilla pero significativa alocución luego de la cual le hizo pomposa entrega del infaltable anillo de compromiso –que, según investigación del portal de Terra, estaría avaluado en dos mil dólares americanos–. Ante la esperada colocación del aro, una inocultable algarabía hizo presa de todos los presentes que no atinaron a otra cosa que aplaudir, alborozados. «Fue una sorpresa total para mí, ¡me dejó en shock!» -subrayó la Beleván, visiblemente conmovida.
Aunque hubo quienes no dejaban de preguntarse: ¿Y a cuántos soldados habrá acribillado, realmente, esta semana el narcoterrorismo en Vizcatán?
Alguien le contó a Phillip Butters que la ciudadana que responde al nombre artístico de Cuqui, Kuky o Cookie Cheesman estaría de nuevo (extramaritalmente) embarazada del inmenso Alan García. El buen Phillip –que conversa con perro, pericote y gato, está en absolutamente todas, siempre tiene la última y ha sido, sin querer, mi fuente para escribir este parrafito–se lo contó, en medio de uno de esos cónclaves de camaradería político-intelectualosa, a Claudia Cisneros. Claudia Cisneros se entusiasmó y lo escribió en su bitácora personal, su premiado blog Sophimanía, no sin antes enfundarse el respectivo chaleco antibalas del condicional: habría, sería, embarazaría y frente a tamaño bocatta di cardinale, alguien en Radio Programas del Perú decidiría rebotarlo y lo elevaría a la millonésima potencia sin necesidad de preguntarle nada a la señora Cookie. La noticia llegaría a oídos de Alan García Hijo que, muy mortificado él, le pediría justificadas cuentas a su señor progenitor quien no habría tenido mejor idea que improvisar una súbita rueda de prensa. Huelga subrayar que, lógicamente, ningún hombre de prensa habría logrado aplicarle el providencial rapi-test a la señora Cookie. La cosa es que Phillip le creyó al supuesto líder de opinión que se lo soltó. Claudia le creyó a Phillip. RPP le creyó a Claudia y Alan García Padre, por supuesto, se creyó Dios y, lejos de aceptar, caballero, disculpa alguna, castigó a los mortales con un diluvio de feroces diatribas que fueron desde acomplejado hasta alcahuete y que, más que entretenidos, nos mantuvieron convenientemente hueveados por varios días.
Y a dos años del terremoto, monsieur le président, la reconstrucción de Pisco, digo, ¿para cuándo, más o menos?
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EL COMERCIO OCTUBRE 31, 2009
JUICIO. Acción interpuesta por Ernesto Pimentel
Desestimaron demanda en contra de Beto Ortiz
Luego de tres años, la justicia desestimó la demanda por difamación que Ernesto Pimentel interpuso en contra de Beto Ortiz, a quien lo acusaba por supuestamente mencionarlo en su libro “Maldita ternura”.
Ortiz, quien anunció el final de este proceso judicial en su programa “Enemigos íntimos”, siempre sostuvo que Pimentel lo acusó sin haber leído su libro. “Solo hay personajes de ficción y no todo lo que se cuenta ahí es real”, dijo en el pasado el conductor de televisión.
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EL COMERCIO OCTUBRE 29, 2009
Beto Ortiz está feliz porque la 'Tigresa' ya no lo demandará penalmente
14:30 | Conductor de “Enemigos Íntimos” lamentó haber ofendido a la cantante y reconoció que las palabras de psiquiatra fueron ofensivas
El conductor de “Enemigos Íntimos, Beto Ortiz, celebró que la ‘Tigresa del Oriente’ haya desistido de demandarlo por difamación, al sentirse ofendida porque en un informe que emitió el programa de Frecuencia Latina, el psiquiatra Enrique Galli, la calificó de loca.
“Nuestra intención no fue ofenderla con el reportaje, ni creo, que ella haya planificado la manifestación de su enojo al decir que se ofendió con esto. Sin embargo, creo que la actitud del psiquiatra, un profesional distinguido y respetado, fue temeraria, al hacer un diagnóstico de ese tipo sin conocer a la persona”, manifestó el polémico periodista en entrevista con “A primera hora”.
“Nosotros no nos atrevemos a retar a un profesional, pero evidentemente sus palabras fueron ofensivas porque le han traído (a la Tigresa del Oriente) muchas consecuencias en su vida. Es comprensible el enojo de Bustos ya que el diagnóstico del doctor Galli ha sido ofensivo hacia su persona”, remarcó para finalmente dejar en claro que lamentó haber incomodado a la artista.
La noticia tomó tal revuelo que los cómicos Carlos Álvarez y Jorge Benavides decidieron parodiar la escena para su programa de este fin de semana.
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PERU 21 OCTUBRE 25, 2009
El beso de la mujer que araña
La noche del viernes, doña Judith Bustos, la siempre sorprendente Tigresa del Oriente me exigió que le pidiera disculpas públicas por la severísima descripción que de ella había hecho un conocido psiquiatra en nuestro programa. Como quiera que no tengo por qué rectificar algo que yo no he dicho ni tengo la formación médica necesaria para atreverme a refutar el diagnóstico de un prestigioso profesional de la salud mental, lógicamente, me negué a pedirle perdón. Hablando en oro, encontré un poquitín soberbia la exigencia. Y otro tantito histriónica, su desaforada exaltación. Lo que siguió es historia conocida: la tigresa se me fue encima. Se me abalanzó erizada, rugiente, enardecida. Decidida a hacer justicia con sus propias garras, a despellejarme en vivo y en directo, a desnucarme de un solo cachetadón.
Autor: Beto Ortiz
Lo malo de estar en la tele es que no puedes chapar tu control y cambiar de canal. Ni siquiera durante el corte comercial. Y en ese interludio te aburres y no sabes muy bien qué cara poner ni adónde mirar. El público del estudio aprovecha para dirigirte alguna ocurrencia osada o fotografiarte –como a un animalito de feria– con el celular mientras recibes los primeros auxilios de la maquilladora y vas chequeando, de reojo, la puerta del set que es por donde saldrá el siguiente toro, el próximo entrevistado que, esta vez –cosa curiosa– será Judith, otra maquilladora del canal quien, según se me ha informado, acaba de debutar como cantante tropical y ha lanzado, con una comadre suya, un dúo inaudito al que han bautizado como “Las Tigresas del Oriente”. ¡Cincuenta segundos! –ha advertido Cachito cuando entran a escena estas insólitas Thundercats del Apocalipsis. Un súbito silencio precede al murmullo de la risa mal contenida. Nos ponemos de pie para saludar con la necesaria reverencia a la mamama de Wolverine o Guepardo y a la venerable abuelita de Chitara: Elizabeth Alegría y Judith Bustos que han venido trayéndonos precisamente eso: bustos y alegría. Y sus mallitas moteadas: zoológicas, agrestes, extemporáneas. Está cantado que este será otro de esos programas que harán renegar a la doctora Hildebrandt y a todos aquellos que me prefieren escrito que oral, los que se niegan a ver en este sufrido oficio otra cosa que ordinariez y pacharaquería. No, pues. Tampoco hay que tomárselo todo tan a pecho. Es sólo un programa más. Es sólo una noche cualquiera del 2001 y busco show como en todas las noches de mi vida.
¡Ficio, ficio, ficio! –brama ahora, cachosa, la tribuna. Es sólo una noche cualquiera del 2009 y, habiendo entrevistado a Poggi la noche anterior, es sencillo adivinar lo que me espera. A ver, a ver, ¿qué alternativas me ofrece esta vida generosa? Vayamos al menú: ¿Florcita, Angobaldo, Pícara del Folklore, Tongo o Tigresa? No hay nada qué pensar, ladies and gentlemen. Es una cuestión de aritmética elemental. Si suman videos de YouTube, artículos de Wikipedia, canciones en MP3, blogs, links, posts y demás hierbas, los resultados de Google para “Tigresa del Oriente” y “Judith Bustos” superan, con creces, el millón de entradas. Y esto nos hace arribar a dos sencillas conclusiones: 1) Todo lo que triunfa en Internet es siempre bizarro y freaky. ¿Gerontofilia? 24,600 resultados. ¿Zoofilia? 31,000 resultados, saquen su cuenta y díganme si todo lo bizarro y lo freaky no triunfa siempre en Internet y 2) La Tigresa tiene la elección del 2011 ganada, ¿apostamos? Tiene tatuado en la frente un letrero que dice: “futura congresista del Perú”. Si ha tenido el olfato suficiente para coquetear hábilmente con la Solier, ¿qué puede estar esperando Humala para convocar a esta félida? En fin. Mejor volvamos al grito de ¡Ficio, ficio! que es la severa exigencia de la hinchada que apoya a nuestra tigresse que, con todo derecho, está enfurecida con el psiquiatra Enrique Galli quien, en un reportaje de mi programa, le diagnosticó severo trastorno bipolar con desórdenes de la libido y pronosticó que pronto saldría a bailar calata. Frente a tamaña violación del juramento hipocrático, la indiscutida diva de Tamishiaco ha amenazado a gritos con meterle ficio que es, por supuesto, juicio en charapa del mismo modo en que fax es juax.
Aunque ¡juax! bien podría haber sido también el atronador sonido del soberano cachetadón que doña Tigresa intentó encajarme la noche del viernes –en vivo y a nivel nacional– con esas sus célebres zarpas acaso extraídas de la más afiebrada fantasía sadomasoquista, con esos sus pérfidos mitones de cierto pelo, coquetamente adornados con aplicaciones de garritas punzocortantes que bien podrían haberme vaciado, por lo menos, uno de mis ojitos color caramelo o desfigurado para siempre –¡en la cara, no!– mi chaposita y lozana herramienta de trabajo sino fuera porque, en medio de uno de los más violentos ataques (de risa) de que he sido víctima alguna vez en televisión, atiné a esquivar a la muerte, deteniendo en el aire sus letales guantes de Freddy Kruger, sus uñas acrílicas de cantante criolla, sus aterradoras tenazas de Alien, el octavo pasajero. ¿Y qué hubiera pasado si lograba incrustármelas en la yugular? ¿Puede imaginarse muerte más gloriosamente televisiva que la de ser degollado en vivo por la mismísima Reina del YouTube? Guau. ¿No me convertiría así en el más twitteado, en el más searcheado, en suma, en el más webeado? Oh, Margot. ¿No daría acaso, mi tasajeado cadáver, la vuelta al mundo?
Superado el incidente y calmado el furor, me quedo con la sensación de que la señora Bustos no está bien. No quiero con esto decir que esté loca, no. La Tigresa está triste. La buena Guillermina, maquilladora y confidente de todas las noches, ha intentado disculpar la desconcertante conducta de su colega y ex amiga pretextando, en la intimidad del camerino, un posible asuntito de copas. Puede ser. Puede ser que nuestra tía fiera se nos haya licoreado previamente para tal show. Y si hubiera sido así, enhorabuena. Para eso se triunfa en la vida, ¿sí o no? Yo, por mi parte, tengo doble motivo para guardarle cariño y simpatía. Primero porque es viejecita y ya se sabe cuál es mi onda con los viejecitos. Y segundo, porque es de mi rica selva y ya se sabe cuál es mi onda con mi rica selva. La semana pasada, escribiendo aquí sobre lo que yo haría si llegara a mis manos una denuncia que se trajera abajo al gobierno dije textualmente que «lo pasaría todo velozmente por el triturador de documentos para luego abocarme de lleno a entrevistar, en profundidad y por capítulos, a la egregia Tigresa del Oriente.» Be careful with what you wish for. Dios castiga. La Tigresa está triste, ¿qué tendrá la Tigresa?
* ‘La Tigresa del Oriente’ emplaza a Beto Ortiz: que se rectifique o lo demandaré
Acusa de difamación y discriminación al conductor televisivo por propalar un informe en el que un reconocido psquiatra afirmaba que tenía problemas mentales.
James Rodriguez, abogado de la maquilladora y cantante Judith Bustos, conocida en el ambiente del espectáculo como ‘La Tigresa del Oriente’, anunció que demandará por difamación y discriminación al conductor de televisión Beto Ortiz por propalar un informe donde se pone en duda la cordura de su patrocinada.
La artista arañó el viernes último al periodista en su programa de televisión tras molestarse con él por la emisión de un reportaje donde el reconocido psiquiatra Enrique Galli diagnosticaba que ella tenía problemas mentales.
“El honor es lo más valioso que puede tener una persona humana. Ha sido mellada al tildársele de loca y que debe ir a un manicomio. Muy fácil es para una persona que dirige un programa decir que esas declaraciones fueron vertidas por una persona externa. Aquí hay un acto de discriminación, contra la mujer, la madre y la artista peruana”, expresó en conferencia de prensa.
La defensa de “La Tigresa del Oriente” enviará una carta notarial y en un plazo de 24 horas el conductor del programa televisivo ‘Enemigos Íntimos’ deberá rectificarse. Caso contrario, procederá a llevarse a cabo la denuncia.
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EL COMERCIO OCTUBRE 24, 2009
‘Tigresa del oriente’ araña a Beto en televisión
1:15 | Judith Bustos exigió al conductor le pida disculpas públicas por manchar su imagen
Judith Bustos, más conocida cono la “Tigresa del Oriente”, le pegó al conductor Beto Ortiz en su programa de televisión, pues la cantante se exaltó debido a que el periodista emitió un reportaje donde un psiquiatra diagnostica que la artista tiene problemas mentales.
“Estoy muy resentida contigo Beto porque no puedes maltratar mi imagen. Yo soy una señora, madre de familia, esposa, ama de casa, que me gano la vida honradamente. Soy una persona totalmente sana. No tienes derecho de malograr mi imagen”, dijo Judith Bustos.
“Que ese psiquiatra que has buscado demuestre que estoy enferma”, dijo la “Tigresa del Oriente” tras exigirle al conductor que le pida disculpas públicamente.
Finalmente, se paró de su asiento para pegarle y luego se retiró del programa antes que Beto mandara al corte comercial.
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PERU 21 OCTUBRE 11, 2009
Happy days
Hoy convertido en invisible amigo virtual, un ciudadano que responde al triple nombre de Manuel Ángel Carlos y que es, sin exagerar, el veintiúnico amiguito que yo tuve en el colegio, me ha invitado, siempre tan camiseta, a visitar el seguramente enternecedor blog que –con ocasión de celebrarse nuestras bodas de plata– acaba de crear mi promo del cole, (¿hay algo más disforzado que escribir “promo del cole”?) y este, su seguro y atento servidor, con proverbial delicadeza, sin ánimo de ofender, lo ha mandado un poquito al carajo con sus cursis nostalgias escolares.
Autor: Beto Ortiz
Le he tenido que escribir, con todito mi cariño, que suficiente tengo con contemplar en el espejo cómo voy convirtiéndome inexorablemente en un vejete ventrudo y pelón y con canas hasta en los pendejos, como para querer, encima, constatar que mis otrora candorosos compañeritos de clase –que, ni siquiera hace treinta y seis años cuando los conocí, eran bonitos– se van poniendo más feos todavía. Cabe la posibilidad de que esta columna esté haciendo las veces de venganza extemporánea, de que me esté curando solito el trauma de haberme sentido, alguna vez, el máximo paria entre los parias porque, siendo como era, el gordipepo del salón, todo lo que tenía en la vida era aquel fidelísimo, estoico, beatífico único amigo. Pero nunca llegué a sentirme el más desgraciado, tampoco, pues como siempre habrá en el mundo, miserias peores que la tuya, me gustaba consolarme pensando que el caso de Manuel Ángel Carlos tenía que ser incluso más triste que el mío porque lo único peor que tener un solo amigo en toda tu época escolar es que ese único amigo haya sido –para concha– el niño prodigio del pesimismo, un chiquiviejo insufrible, el cerdito más infecto y despreciable, un amargado prematuro como el educando Ortiz.
Corría 1972, el año en que aprendí a leer, cuando mis papás me llevaron a dar una especie de examen de ingreso a algunos de los que ellos consideraban los más decentes colegios clasemedieros. Recuerdo que ingresé en el San Agustín pero, por razones que ignoro, mis papás optaron por matricularme en el San Antonio de Padua, premonitoriamente ubicado a solo tres cuadras de lo que hoy es Frecuencia Latina, en lo que muy bien podríamos llamar La Maldición de Jesús María, un cruel estigma del que no he conseguido librarme nunca en mi vida. No recuerdo haberme regocijado gran cosa al conocer tal elección. Por mucho que me esfuerzo, no me veo dándome volatines de emoción por haber sido aceptado en tamaño centro educativo parroquial con nombre de pastelería ficha. Todo indica que, para mí, fue más o menos como haber ingresado a la Del Pacífico para terminar estudiando en Alas Peruanas. Aunque quizá esté siendo injusto y exagere pues, muchos años más tarde, cuando he terminado polemizando con viejos agustinianos, he comprobado la existencia de una cierta viril cuadriculación mental de tipo castrense que parece inculcarse en esas aulas y me he felicitado de no haber acudido a formarme a aquel colegio de varones donde, lógicamente, me las hubiera ingeniado para pasármelas a todo meter.
Exceptuando los dos últimos años de la secundaria –que fueron, para mí, unos años subversivos de revancha feroz pues había tomado la crucial decisión de portarme todo lo mal que no me había portado en los diez pavazos años anteriores– puedo decir, sin temor a difamar a nadie, que mi vida escolar fue, (siendo muy generosos), miserable. Aunque quizá esté volviendo a cometer una injusticia en la flojera de no buscar con ahínco el vocablo preciso. Tal vez debería haber escrito: infernal. O patética. O infame. Y no por la razón en la que seguramente están pensando. No. Se equivocan. Nunca fui el mariquita de la clase. Pero no porque escasearan las ganas sino, más bien, por falta de vacantes. Olvídense. Para ese reñido cetro había demasiada competencia y –¿quién me devuelve ahora el tiempo perdido?– antes de que a mí se me pasara el primer mal pensamiento por la cabeza, (es decir: antes de que lograra atisbar de reojo la entusiasta erección que hacía estallar el buzo de Feitoza), todas las tiaras de queen of the prom habían sido ya tomadas por alguien, comenzando por el mismísimo hermano teacher de religión que, después de haberse desordenado toditito por tantos años, terminó ordenándose sacerdote pese a que le zumbaba el toyo con loca pasión.
Lo mejor de esa gris época escolar fue que un buen día, cuando menos cuenta nos dimos, se acabó. Lo peor, de lejos, fue la rezadera histérica y el patrioterismo machacón. Nos hacían rezar a la prepo unas diez veces... ¡al día! Dios te salve, reina y madre, madre de misericordia. Rezar a la entrada, en la formación del recreo: Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. Rezar a la salida, rezar para pasar, por ejemplo, de cívica a taquigrafía y de taquigrafía a O.B.E… ¡rezar en cada puto cambio de hora! ¡A ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas! ¿A qué clase de monstruo demoníaco se le ocurre torturar a la niñez forzándola a repetir semejantes letanías sadomasoquistas? Pero había algo todavía peor que eso: los entrenamientos para el desfile escolar del Campo de Marte: se suspendían las clases para que todos saliéramos al patio… ¡para marchar! Teníamos que ganarle este año a la Gran Unidad Escolar Mamá Ocllo, así que no había nada mejor qué hacer que ponerse a marchar y marchar y marchar durante meses como cachacos autómatas. ¡Izquierda, izquierda, izquierda, derecha, izquierda! ¿Para qué sirvió esa mierda? Eso no significa que quien esto escribe sea incapaz de expresar su más rendida gratitud a los maestros que supieron ser la excepción y supieron inyectarle pasión a eso que nos enseñaban, maestros como la lúcida señora Lícida de Morales quien nos hablaba con tanta ilusión del hombre de Lauricocha o el de Pacaiccasa que a todos nos daba la impresión de que los había conocido personalmente y que probablemente los seguía queriendo todavía. O la entrañable señora Ariela de Murúa, gracias a cuyos memorables casinos de biología supe lo que era el ADN desde mucho antes de que estallara el caso Zaraí, nunca confundí una trompa de Eustaquio con una de Falopio y puedo –hasta el día de hoy– distinguir perfectamente un ribosoma de una mitocondria en el instante mismo en que los veo cruzar la pista.
A aquellas gloriosas aulas que han legado a la patria próceres tales como Salvador Heresi y geniecillos genuinos como el locazo Julio Pérez Luyo de “La Sarita”, a aquellas aulas –digo– no me provocaría volver ni con tarjeta, ni siquiera en tómbola, ni en verbena, ni en kermesse pues, siendo crudamente francos y sinceros, de aquel colegito enclavado en el territorio de los pastrulos más avezados de Huiracocha yo no extraño nada. I’m very sorry, pero es así. Lo único bueno de toda esa gris época escolar es que se acaba y la vida real empieza. Y si tuviera el hijo que jamás tendré, créanme que gimiendo y llorando en este valle de lágrimas me aseguraría de ahorrarle la agonía de esos doce años de miedos, cucufatería y tedio. De mediocridad y represión. ¡Izquierda, izquierda, izquierda, derecha, izquierda!
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EL COMERCIO OCTUBRE 10, 2009
Malú Costa: "Thalía Estabridis y Liliana Castro parecen más que amigas"
12:24 | Según la modelo, ambas tendrían más que una amistad. Además, reconoció que le gustan las mujeres, pero que Thalía “no es su tipo”
Malú Costa dijo que a su parecer Thalía Estabridis, modelo de “Habacilar”, y Liliana Castro Mannarelli, acusada de ser la autora intelectual del crimen de la empresaria Myriam Fefer, son más que amigas.
“En las fotos es como que hubiera pasado algo ahí. Thalía mira a Liliana como cuando una está enamorada”, dijo. Luego agregó, entre bromas, que Estabridis no es su tipo y que más bien le gustan las “coloraditas”.
Además, Malú recordó que mientras estuvo en prisión, Thalía dijo que no la conocía y nunca la fue a visitar. En cambio, ahora la modelo sí ha visitado a Liliana Castro Mannarelli. “Quizá lo haga por un tema de imagen para quedar bien y decir: aquí estoy, ella es mi amiga, la otra no era mi amiga”, manifestó en el programa Enemigos Íntimos.
Malú Costa agregó que solía visitar a su ex pareja Juan José Gazzo al penal de Lurigancho, sin importarle la prensa porque lo amaba. “No sé si ella hace eso todos los miércoles o domingos. Si es así, hay algo raro”.
Finalmente, Beto Ortiz logró que Malú confiese que también le gustan las mujeres y que para ella no hay diferencia entre tener una relación con un hombre o una mujer.
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EL COMERCIO OCTUBRE 1, 2009
Dan ultimátum a Thalía Estabridis en "Habacilar"
12:19 | La productora se lo advirtió. La modelo se declaró inocente ante denuncia de agresión de Ariel Bracamonte
Se está pasando de la raya. Al parecer, los continuos escándalos en los que se ve envuelta la modelo Thalía Estabridis no están cayendo bien a la producción de Habacilar.
Luego de que Ariel Bracamonte denunciara que amigas de Thalía lo habían agredido, la productora de “Habacilar” dijo que la presencia de la modelo en el espacio televisivo corre peligro.
“Ariel solo está especulando alrededor de Thalía porque ni siquiera se ha cruzado con ella. Thalía es pacífica. Yo le creo. Aunque tampoco estoy dispuesta a soportar un escándalo tras otro, porque, si ocurre otra vez, Thalía va a tener que irse definitivamente del programa”, dijo a Perú21 Mariana Ramírez del Villar, productora del programa conducido por Raúl Romero.
Días antes, el hermano de Eva Bracamonte Fefer acusó a Thalía de haberlo agredido durante una fiesta nocturna.
La modelo se defendió de las acusaciones. No obstante, el organizador de la fiesta, Jorge Irribarren, confirmó que hubo una gresca entre unas chicas y Ariel Bracamonte, según se enteró.
Como se recuerda, la publicación de unas fotos de Facebook, evidenciaron una relación cercana entre Estabridis y Liliana Castro Manarelli, actualmente tras las rejas junto a Eva Bracamonte por estar implicadas en el asesinato de Miryam Fefer.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 28, 2009
Thalía Estabridis sostuvo una acalorada discusión con Ariel Bracamonte
9:40 | En una fiesta en el hotel Bolívar, la modelo le reclamó al hijo de Myriam Fefer que éste haya hablado sobre ella en relación al caso de su madre
El ‘Spring Party Lima’, una fiesta gay que se realizó el sábado en el hotel Bolívar, tuvo dos reconocidos invitados que no pasaron nada desapercibidos. Allí se encontraron, cara a cara, nada menos que Thalía Estabridis y Ariel Bracamonte.
Según revelaron asistentes de dicho evento al diario Trome, la modelo de Habacilar, a quien se le ha relacionado sentimentalmente con Liliana Castro Manarelli, se mostró muy ofuscada con Ariel y le reprochó haber hablado sobre ella en relación al caso de la asesinada empresaria Myriam Fefer.
Los testigos contaron que Thalía, quien llegó con una amiga y al parecer no estaba muy sobria, le hablaba airadamente al hermano de Eva. Le daba golpes en el pecho y él la agarraba de las manos impidiendo que ella siguiera empujándolo.
El altercado no habría sido menor, ya que guardias de seguridad de la fiesta intervinieron en la discusión. “Los organizadores le pidieron que por favor se retirara, pero como nadie podía calmarla tuvieron que llamar al de Serenazgo. Ella estaba descontrolada”, señaló una fuente.
Los organizadores quedaron tan descontentos con el episodio que protagonizó la modelo, que no la volverían a invitar a los próximos eventos que organizarán.
Como se sabe, Thalía Estabridis visitó nuevamente el sábado por tarde a Liliana Castro Manarelli en el Penal de Mujeres de Chorrillos (ex Santa Mónica). Ingresó junto con Tatiana Castro para entregarles víveres y ropa tanto a Liliana como a Eva Bracamonte, ambas sindicadas como autoras intelectuales del crimen de la empresaria judía Myriam Fefer. Ambas se han declarado inocentes.
En tanto, Ariel Bracamonte y el abogado Pinkas Flint han sido citados para atestiguar sobre el caso.
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PERU 21 SETIEMBRE 27, 2009
Soy tu fans
Siendo como soy, un simple extraño que escribe acá en la ilusión de que otros extraños lo lean, he encontrado justo y necesario el compartir con ustedes, lectores extraños, las cosas hermosas, terribles, dulces o bobas que algunos inspirados o locos extraños me escriben con pasión anónima y francamente digna de mejor causa. Conociéndolos (a ustedes) como (no) los conozco (a ellos), no me extrañaría que volvieran (ustedes) a sucumbir en la deliciosa tentación de husmear en la vulnerable intimidad (de todos nosotros). Tampoco me sorprendería que lo disfrutaran perversamente y, quién sabe, hasta se animaran, a mandarme su cartita también. Y si, con un poco de suerte, escriben bien, pues genial, omito vuestros nombres, firmo yo y vuelvo a llevármela así de fácil también el domingo que viene.
Autor: Beto Ortiz
Beto:
Simplemente, te odio. Y te odio con todas las fuerzas de mi cuerpecito tierno.
Y te odio, sobre todo, porque gozo con lo que escribes tanto como tú seguramente gozas escribiéndolo. Porque me da muchísima rabia que me gustes. Porque enamorarse de un escritor es lo más estúpido y enamorarte de sus escritos, más estúpido todavía. Porque todo es ficción. Porque cuando te leo me haces reír, me haces llorar. Me haces sentir. Porque me das algo en qué pensar y eso sí que no te lo perdono. Porque te metes en mi, y no me gusta tenerte aquí metido. Porque yo no puedo meterme en ti y eso es injusto. Porque cuando te leo siento que te desnudas y me maravillo ante alguien tan sublime y, a la vez, tan mórbido. Porque eres magnífico y eres imbécil. Y a mí no me gustan las ambigüedades. Porque quiero ser como tú, con todas tus cagadas y yo nunca podré serlo. Porque nunca me leerás y yo a ti, sí. Porque para mí, tú existes, en cambio yo desaparezco entre tus seguidores como un cadáver NN desaparece en la fosa común.
Te odio porque no tengo plata para comprar tus libros y, encima, tengo que leerte prestado, ¿por qué tendría que pedir prestado lo que es mío?
Te odio y te odio más por esto, porque no puedo decirte que te quiero. Porque no te quiero. Porque no se puede querer lo que no se conoce y yo no te conozco, por eso, te odio con todo mi ser. Te odio, simplemente. ¿Eres un ángel maldito que ha bajado de las nubes a redimirme? No. Eres un bendito demonio que ha subido a la tierra exclusivamente para corromperme.
Fans One
Beto:
Te escribo porque hace algunos meses te encontré de casualidad afuera de La Pescadería, cerca de mi casa en La Perla. Te escribo porque luego de correr hasta mi jato como un loquito y regresar con mi libro –más bien, tu libro– lo firmaste muy amablemente, te burlaste de que yo insistiera en que te había leído publicado en una editorial extranjera y me diste tu tarjeta. Te escribo, aunque sea tarde, porque ando jodido y porque me siento en deuda contigo.
Te escribo ahora porque recién siento que tengo algo que decir. Te escribo porque yo también siento la necesidad de escribir a veces, y porque aún no has vuelto a publicar tu columna en Perú21. Vivo solo, mi familia está fuera del país, trabajo en un programa de televisión y mi ex novia se acuesta con otro. Y trato de no volverme loco por todo eso.
Estaba hecho un lío (o, mejor dicho, estaba hecho mierda) hace un rato. Ha sido un día malísimo y necesitaba escribir un poco, así que lo mandé todo al diablo y me puse a escribirte. Compré tu libro hace una semana porque nadie me lo regaló por mi cumpleaños como yo quería. No lo leí. Pensé que lo mejor sería comenzar por el primero. Ya acabé de leer ambos. Fui un huevón porque ahora ya no tengo qué leer. La cosa es así: Soy uno de los patitas que viven pendientes de lo que escribes. Ya está. Lo dije. En mi trabajo mucha gente te odia. Digo “mucha” por no decir “toda”. Y creo que muchos de ellos te odian así porque no te conocen. Si te conocieran te odiarían más.
Aprendí unas cuántas cosas de tus escritos así que me toca dar las gracias por ello. Gracias. Tan simple como eso. Anda mi vida muy jodida últimamente, pero haberme leído tus dos libros al hilo hizo que todo fuera menos mierda. Un pata mío alguna vez llevó un taller de escritura contigo, y me sacó cachita por ello. Quizá algún día yo también pueda escribir menos mariconadas pomposas y más cosas honestas, más cosas que salgan de adentro. Por lo demás, veo el programa de vez en cuando, soy hincha de la 'U’ como Aldo, extraño oír la cancioncita de Yma Súmac y te doy las gracias por lo que he podido sacar de lo que escribes.
Fans Two
Beto:
Anoche hice contigo algo que tú no podrías hacer conmigo. Soñar. Soñé contigo, cosa que tú no podrías hacer porque tú no me conoces aunque conoces a mi papá.
No sé ni por qué soñé contigo, pero si sé lo que soñé. Soñé que estaba en una especie de escuela de periodismo y tú nos dictabas un curso. Como primer trabajo nos solicitabas –siempre ególatra– que escribiéramos una crónica sobre ti. Me acuerdo exactamente de lo que yo escribía. Escribía que me acordaba de ti desde aquel zonzo programa de tele que compartías con el cachorro Zavala y otra gente que ya olvidé. Yo no tenía más de diez años y tú eras la única razón por la que yo veía ese programa. Por esa sensual soberbia con la que le disparabas a la gente que llamaba, con tus pistolitas de juguete. Y luego mi sueño se desviaba en imágenes dignas de una chica de mi edad, soy más de 20 años menor que tú, digamos que podría ser tu hija. No, mejor no lo digamos porque creo que no podría.
Escribía también sobre la indignación que siento cada vez que tus amiguitos de los medios se vuelven a agarrar de ti y te destripan, te aliñan, te cocinan y te exhiben al público hambriento como quien cuelga un pato pekinés en la vitrina de un chifita de Capón. Y si hubiera seguido soñando hubiera escrito también sobre la cólera que me causa que te permitas dedicarte al desperdicio del espectáculo o que te alucines lo máximo cuando te disfuerzas todito en la televisión porque “te atreves” a repetir, de todas las formas imaginables, que eres gay hasta el hartazgo. Hubiera escrito que por ti no he terminado aún de perder del todo la fe en el periodismo, y que por ti hasta he terminado por ver churro al feo de Miyashiro, cosa que jamás pensé que me sucedería.
Ahora el asunto es cómo carajo voy a hacer para que te llegue esta carta y si la leerás, si la abrirás siquiera, porque para, para colmo de males, me he entusiasmado demasiado y ya llevo 1898 caracteres escritos y nadie tiene tiempo para ponerse a leer una carta tan larga y mucho menos si viene de alguien a quien no conoce y a quien, probablemente, ni siquiera quiere conocer.
Fans Three
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PERU 21 SETIEMBRE 22, 2009
Thalía Estabridis: “Que hablen lo que quieran de mí”
La modelo de Habacilar rompió su silencio, pero se negó a admitir si mantiene una relación sentimental con Liliana Castro Manarelli, quien se encuentra en prisión al ser acusada de la coautoría intelectual del asesinato de la empresaria Myriam Fefer.
La modelo del programa de televisión Habacilar Thalía Estabridis no pudo evitar mantener su cura de silencio sobre su vínculo con Liliana Castro Manarelli y con el caso Fefer. Sin embargo, se negó a admitir si mantiene una relación sentimental con ella.
“No me importa lo que la gente piense de nosotras. Gracias por preocuparse por mí. Yo me encargo de lo demás”, respondió al mencionársele los rumores sobre una posible relación sentimental con Castro tras haber salido a la luz unas fotografías en las que se les ve a ambas abrazadas en actitudes muy cariñosas.
A través del bloque de espectáculos de América Televisión, la modelo señaló que encontró tranquilas tanto a Liliana Castro como a Eva Bracamonte, luego de haberlas visitado hace una semana en el Penal de Mujeres de Chorrillos. “Por eso fui a verla (al penal). ¿Si me dijo algo? Ningún mensaje para ti, no te preocupes”, señaló tras sonreír forzadamente para esquivar la pregunta.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 22, 2009
Thalía Estabridis habla de presunta relación con Liliana Castro Mannarelli
10:26 | No niega ni reconoce romance con Liliana Castro, ex pareja de Eva Bracamonte, y aclara que no le importa lo que piense la gente de ellas
Rompió su silencio. La modelo Thalía Estabridis habló sobre la presunta relación que tiene con Liliana Castro Mannarelli, ex pareja sentimental de Eva Bracamonte, y aunque en todo momento estuvo a la defensiva, aclaró que le resta importancia al qué dirán.
“No me importa lo que la gente piense de nosotras. Gracias por preocuparse por mí. Yo me encargo de lo demás”, sostuvo la modelo de “Habacilar” al reportero de “América espectáculos”.
Thalía quien visitó a Liliana en el penal Santa Mónica donde está recluida junto a Eva, sindicada como presunta autora intelectual del asesinato de Myriam Fefer, aseguró que ambas están tranquilas, pese al duro momento que viven.
Al ser consultada si sentía preocupación por Liliana dijo visiblemente incómoda y ofuscada: ““Por eso fui a verla”:http://www.elcomercio.com.pe/noticia/341499/thalia-estabridis-visito-liliana-castro-manarelli-penal-chorrillos. ¿Si me dijo algo? Ningún mensaje para ti, no te preocupes”.
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PERU 21 SETIEMBRE 20, 2009
Enséñale a caer
Lamento no poder ser, esta vez, tu solución, joven guerrero. A mal árbol te arrimas, yo he de ser el menos indicado para ayudarte en este caso. Sabrás perdonarme pero yo tampoco tengo la menor idea de que hacer ni por dónde comenzar. Yo tampoco sé cómo diablos se hace para criar a un hijo. Además, ni falta que hace porque, a estas alturas, me queda claro que no lo voy a tener, de modo que lo único que se me ocurre –en este instante en que te quiero más que cuando aún no eras papá– es escribirte esta lista de todo lo que yo NO haría.
Autor: Beto Ortiz
Nunca emplees –con tu hijo– la palabra “obedecer” porque es un verbo indigno que denigra hasta a quien lo usa. Nadie es tan sabio que merezca ser obedecido. Enséñale, más bien, a dudar, a cuestionar, a rebelarse contra todo lo que le parezca injusto, sucio, cruel o falso. Anímalo a ponerse siempre del lado del que va perdiendo, del que se está llevando la peor parte, a proteger al pequeño y al frágil: al anciano, al pobre, al enfermo, a la flor, al niño, al perro. Y a serles fiel. Enséñale, por supuesto, a pelear por lo que cree. A guerrear como un loco por la verdad a como dé lugar, al precio que sea, hasta las últimas consecuencias. A creer en la gente que la busca y a dudar de la gente que la encuentra. Nunca prohíbas, convence. Nunca des órdenes, plantea siempre un gran abanico de alternativas. En lugar de pretender decirle lo que tiene que hacer, cuéntale tu experiencia: dile lo bien o mal que te fue en la misma situación y después déjalo solo. Que sea valiente y que decida solito. No le impongas tus opiniones. No le impongas tus afectos. No le impongas tus gustos.
No le impongas tu religión. Ahórrale la mayor cantidad posible de miedos y de culpas y lo habrás librado de una inmensa carga de dolor completamente innecesario. No emplees nunca la palabra “cállate”. Jamás grites, ni golpees, ni castigues. Enséñale, más bien, que el que grita más es siempre el menos fuerte, que el que más maldice es siempre el menos temible, que el que insulta más es siempre el más imbécil.
No dejes de abrazarlo y besarlo sin falta todos los días. La certeza de que tú lo quieres más que a nada en este mundo será una razón para aprender a quererse primero y para (intentar) querer a los demás, después. No dejes de abrazar y besar a tu mujer delante de él, quiéranse siempre a la vista de todos pero cuando tengan ganas de pelear, esperen hasta que él se haya ido a la escuela y peléense en privado. No te permitas jamás, bajo ninguna circunstancia, la suprema cobardía de ofender ante él a su mamá. Recuerda que la madre es lo más sagrado y da la casualidad de que –antes que tu mujer– ella va a ser, sobre todas las cosas, su mamá.
Suficiente confusión hay en la vida de los niños como para empeorarla con nuestras frustraciones, nuestros celos, nuestras deudas impagas y con toda nuestra mierda adulta. No toleres nunca en tu casa el dudoso lujo de la violencia, lo único que lograrás será hacer miserable su niñez y cuando crezca y se convierta en la atroz catástrofe que tan primorosamente cultivaste, te devanarás los sesos preguntándote qué hiciste mal. No tengas miedo de mostrarte débil, falible, imperfecto, equivocado, triste, roto, humano. No te avergüences de contarle tus miserias, tus traiciones, tus flaquezas, tus derrotas. Si le hablas con el corazón en la mano, desarrollará un espíritu solidario y compasivo y será capaz de hacerlas suyas también, aprenderá a no sentirse con derecho a reclamarte, a juzgarte y condenarte. No te avergüences de mirarlo a los ojos si un mal día te abraza el infortunio y te ves obligado a cambiarlo de colegio, a mudarte a una casa más chiquita, a vender el carro, a dejar de ir al cine, a comer menos lomo y más grated de atún.
Si eso ocurriera –toca madera, claro– pero si eso ocurriera, díselo sin pena ninguna, dile que esta carretera en que viajamos nunca va en línea recta y que siempre habrá tramos que te sorprenden con súbitas curvas e intempestivas bajadas. Y si por el contrario, los dioses te bendicen y contigo la vida se ríe a carcajadas, tampoco se lo enrostres todo el tiempo, no le saques en cara que él tiene todo lo que tú nunca tuviste o que está –por eso– obligado a ser mucho mejor que tú. (Fíjate en la ridícula soberbia que encierra tamaño desafío). No lo obligues nunca a terminar la sopa apelando al hambre que tienen los niños del África a menos que tengas planeado animarlo a donar un porcentaje de sus propinas. Dale todo lo que necesite, pero tampoco mucho más. No olvides recalcarle que a los niños no se les diferencia por las marcas de sus zapatillas. Enséñale –por encima de todo– esa extraña alegría que solo se encuentra en el dar. Déjale muy en claro que cuanto menos tienes más libre eres, que –al final– tener no tiene absolutamente ninguna importancia.
No olvides enseñarle también a buscar la belleza. Entrénalo para encontrarla a cada paso en la perfección de la naturaleza o en el caos y aún en los lugares más insospechados. Por ejemplo: en su país, en el color de sus ojos, en la tristeza, en el silencio, en su interior. Nunca censures su curiosidad, no escatimes elogios a su gracia, talento o brillo, jamás silencies sus pasiones. No lo vigiles. No lo espíes. No lo invadas. Jugar es una actividad muy seria que requiere de la más absoluta privacidad. No le mientas nunca, ni para salir en defensa de un héroe de la patria, ni para hacerte negar en el teléfono, ni para justificar la imperdonable inasistencia de Papa Noel. Tampoco para intentar maquillar en algo los tramos menos admirables de tu biografía. Responde siempre con la verdad a todas sus preguntas, incluso a las más pendejas. Muéstrate siempre ante él gloriosamente desnudo, sin rubores, sin temores, en todo el esplendor de tu imperfección. Que no se olvide nunca de que su mente es el único paracaídas con que cuenta y que solo lo salvará si logra que se abra a tiempo.
No le digas que tiene que leer libros, mejor asegúrate de que, en casa, siempre te vea leer. No le digas que estudie, haz que sea testigo de la pasión con que haces lo que sea que hagas en la vida para ganarte los frejoles. No le digas de qué alegrarse, de qué indignarse, a quién admirar y de qué compadecerse. Deja que lo aprenda solo –por imitación o por oposición– viéndote batallar, viéndote sudar, viéndote insistir. Viéndote triunfar y celebrar y también fracasar con toda el alma y volver a empezar todas las veces que sea necesario. Enséñale, por supuesto, a perder, que eso es algo que nos va a tocar hacer una y mil veces. Enséñale a fallar, a sufrir, a llorar, a caer.
Por lo que Dios más quiera, si solamente me vas a hacer caso en una, hazme caso en esta, guerrero: enséñale a caer.
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PERU 21 SETIEMBRE 13, 2009
La vedette ilustrada
Para cualquier autor que (no) se respete, cada presentación en sociedad de un nuevo libro es una pequeña pero significativa olimpiada de la vanidad, una misa de cuerpo presente, una fervorosa liturgia del ego. Todo, absolutamente todo puede suceder en medio de una novelera muchedumbre –o poquedumbre– que se agolpa en torno a una impactante gigantografía que magnifica al infinito la carátula de un colorido volumen que –siendo absolutamente francos– nadie sabe a ciencia cierta de qué va. En una presentación de libro puede suceder todo, insisto. Todo. Incluso la gloria.
Autor: Beto Ortiz
Presentación de Libro 1
La Feria Internacional de Lima.
De acuerdo con el cronograma, a nuestra vedette le tocaba esta vez sentarse a firmar ejemplares de su librillo en un atril que para tal fin se había habilitado estratégicamente en una esquinita del stand oficial. Como esa tarde no tenía nada mejor qué hacer con su vida, acudió Vedette a su cita antes de tiempo. Se sentó allí ceremonioso como un cardenal, inánime como un maniquí de escaparate, solito y, en el fondo, dignísimo pero, eso sí, siempre sudandito como un elefante abochornado. Sudandito junto a la caja registradora mientras todos lo miraban y lo miraban. Tranquilito ahí. No se puede negar que hizo su mejor esfuerzo. Trató –como trata siempre, sin éxito– de ser lo menos antipático que pudo y de sobrellevar estoico los rayos X de la miradita popular. Pero la paciencia, al no durarle un pincho, volviólo a traicionar una vez más.
La gente –siempre lindísima– comenzó a ponérsele cada vez más gomosa y más melosa y más oleaginosa y más pesada y él, cada vez menos amable y menos sonriente y menos humilde y más tenso y más incómodo y más asfixiado y diríase incluso que hasta un toque triste. Y de repente, faltando apenas diez minutitos para las siete –que era la hora en que se había convocado al respetable–lo atacó la paralizante sensación de que allí –en medio de toda esa absurda aglomeración de gente tan curiosa como la gente que se aglomera absurdamente en torno al cadáver de un atropellado– allí, entre todos esos peruanos que no llevaban ningún tipo de libro entre las manos estaba, qué duda cabía, el asesino. Su asesino.
Alguien había ido hasta allí para matarlo y lo iba a lograr con gran pana y mejor estilo, ensañándose con roche, sadiqueándose, acribillándolo allí delante de todos. Y morirse frente tanta gente constituiría, literalmente, un papelón mortal. Y entonces, su cerebrito computó a velocidades interestelares: se levantó del asiento como un cohete silbador y salió disparado, pretextó ganas de ir al baño ante el amabilísimo personal de su prestigiosa casa editora y se abrió paso a empellones entre la tole tole buscando desesperadamente la puerta de salida que, por supuesto, no estaba por ninguna parte. Dio vueltas y vueltas cual un cuy enloquecido que se extravía en su laberinto de casitas de triplay hasta que, finalmente, y luego de mucha angustia encontró la puerta de escape, se subió al primer tico amarillito de la tarde y salió de allí chutando. «Parece que le dio un ataque de pánico» -comentó con sorna un vendedor de enciclopedias. ¿Sería cierto que hasta una discreta colita se formó? Ahhhh. Era hermoso saberse esperado y no llegar.
Presentación de Libro 2
La Feria, otra vez.
El rehuevo de gente. Intimate Enemies Live. La apoteosis. Estamos hartos de triunfar. Y That’s all, folks. Eso es todo cuanto tengo que informar. Ya ustedes saben, la felicidad no tiene historia.
Presentación de Libro 3
Librería X
Todo comenzó a salir hasta las huevas en el preciso instante en que dije que esta vez no diría nada. Para saber, a ciencia cierta, cuál era el verdadero poder de convocatoria de un libro en Lima city, para que esas 221 paginazas superbailables se defendieran solititas, esta vez no diría absolutamente nada en la tele. No anunciaría el evento a los cuatro vientos ni invitaría a la audiencia, ni enamoraría al público marketeando a los célebres presentadores que tan glamorosamente compartirían la mesa y los flashes y el vino de honor. Que se fajaran los de imagen y relaciones públicas, que, esta vez, bailaran con su pañuelo, que las distinguidas invitaciones electrónicas hicieran su trabajo solititas. Que viniera la gente que realmente comprara libros, la que realmente leyera, la gentita que, a la pregunta «¿qué programa ves?» respondía siempre: «¿yo? Yo nunca veo televisión nacional», o mejor todavía: «¿yo?, ¡qué ocurrencia!,¡ yo no tengo televisor!» Dejémonos de joder de una buena vez, que viniera la gente culta pero la gente culta-culta-culta.
¿Y?
¿Cómo nos fue?
Pues, ¿cómo nos iba a ir? Como el orto, naturalmente. No vino nadie.
Y cuando digo nadie, quiero decir: nadie-nadie-nadie. Bolas de heno rodaban en cámara lenta entre los estantes en medio del esporádico chirrido en off de las cigarras. Mustios, tristes y vacíos, mi editor, mi presentador y yo nos sentamos en el mismísimo centro de la nada, descorchamos una botella y escanciamos el vino del deshonor con las orejitas plegadas sobre el rostro como cocker spaniel castigados. Lo único que lamento es haber fracasado en mi intento de complacer al elegante y guapo presentador de aquella noche infausta, Augusto Thorndike, quien reiteradamente me suplicó que nunca contara esta historia y que, si alguna vez cedía a la tentación de relatarla, tuviera, por lo menos, la bondad de guardar su identidad en reserva, que jamás lo mencionara por favor, por diosito santo, por lo que yo más quisiera en esta vida.
Presentación de Libro 4
Una universidad privada
Aquí todo es chévere: la cafetería, los jardines, la librería, los jóvenes estudiantes, la ropa cool de los jóvenes estudiantes, las sonrisas de los jóvenes estudiantes, la belleza de los jóvenes estudiantes y muy especialmente, el olor de los jóvenes estudiantes que se asemeja, entre otras cosas, al exquisito olor que tiene el papel virgen de los libros nuevos. Aquí todo es chévere excepto un detalle:
la monacal señorita que han sentado, a mi siniestra, en la mesa de conducción. Una señorita ataviada con un faldón de Mama Pancha, unas mediecitas cubanas con bobitos y unos zapatitos chatos de charol que constituyen –ellos solos– un presagio aterrador. Comienza lo que –yo espero– será una chonguera, iconoclasta conversa con la crema y nata de los periodistas del mañana, esta zumbona muchachada que, mientras me escucha o finge hacerlo, oye también a Radiohead en su iPod, twittea, chatea o webea en su Facebook o teclea, con un solo dedito, los mensajes de texto más rápidos de la galaxia en un particular dialecto al que –con fines de investigación– provisionalmente denominaremos “vao? Xvr =) avlaos” Comienza el baile y la primera honda pregunta de Zapatitos Chatos no puede ser más lancinante: «Y en su crónica sobre el asesino juvenil… ¿podría decirnos dónde están los valores familiares?» Es decir. Mejor me hubiera preguntado: «Y en este panetón D’Onofrio… ¿podría decirnos dónde están las aceitunas de botija?» Puta madre, ¡qué fabulosa manera de cagarme la tarde! Ojalá que algún día El Negro Canebo se te aparezca calato, Mediecitas de Encaje. Calatazo y al palo. Carajo. A esta me la sembró Juan Luis Cipriani.
Presentación de Libro 5
Iquitos
Es de madrugada en el hotel y he tocado la puerta del cuarto de Aldo llevando conmigo mi super cámara fotográfica pues quiero pedirle que mejor me la guarde él. El chino me la recibe nomás, caleta, sin decir nada, ensaya su mejor guiño de cómplice y hasta mañana. Allá abajo en la recepción, el extraño que, horas atrás, se me acercó a entregarme una pluma fuente Montblanc bambarén para que yo le firmara un libro pirata, ha venido con toda su amazónica concha a preguntar por mí y en este preciso instante está subiendo. Regreso a mi recámara, victorioso y exultante. Más feliz que brichera preñá. Sabrán disculpar pero, por el momento, esta es toda la gloria que necesito.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 11, 2009
Beto Ortiz declaró ante juez por Caso Marco Antonio
11:37 | El periodista asistió al PJ con su personal de seguridad. Responsabilizó a su ex reportero de ser el encargado de obtener el celular del asesinado estilista
El periodista Beto Ortiz se presentó ante el titular del 46 Juzgado Penal de Lima, Luis Quispe Choque, para explicar en calidad de testigo cómo obtuvo el celular del estilista que presentó en su programa Enemigos Íntimos.
Ortiz responsabilizó al ex reportero de su espacio, Dany Tsukamoto, de ser la persona encargada de conseguir el blackberry del estilista asesinado, pero negó saber cómo o con quién se contactó para obtener el equipo.
Agregó, según informaron distintos medios locales, que él solamente lo presentó en su programa y tras ello, ordenó que lo entregaran a las autoridades.
Tras su declaración, el conductor no quiso hablar ante la prensa y pidió a sus hombres de seguridad que eviten el paso de los reporteros que le preguntaban sobre el crimen.
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PERU 21 04 09 09
“Siempre seré un personaje de la farándula...que escribe”
Acaba de publicar Por favor, no me beses (Planeta), la recopilación de las crónicas que durante los últimos años ha publicado todos los domingos en Perú.21. Después de un breve paréntesis de tres semanas, este domingo reaparece recargado. Por favor, no lo besen… léanlo.
Autor: Gonzalo Pajares C.
"De mi madre he heredado todo: su temperamento, su tenacidad, su mal genio, su humor. Ella le tenía mucha alergia a la pusilanimidad, al marasmo. También tengo su pasión por viajar. Yo viajo todos los fines de semana porque esta ciudad me pone un poco loco", se confiesa el polémico periodista de la televisión.
¿Qué tiene de su padre?
Las ganas de joder. Él es una especie de Bedoya Ugarteche. Siempre dice cosas para molestar, para incomodar.
Ha señalado características que pueden ser vistas como defectos.
No creo que sea un defecto expresar una opinión, por más ofensiva que sea. Incluso, hay que tener valor de decirla, sobre todo en una sociedad como esta, tan aplatanada, tan pelotuda. Acá, para sobrevivir, lo sabio es quedar bien con todos. La gente que maneja sus relaciones públicas 'a la limeña’ es la que más prestigio tiene. Siendo un mamón la pasas mejor. Y yo solo soy un mamón cuando lo decido (ríe).
¿Con cuánta frecuencia se equivoca?
Con enorme frecuencia.
¿Con cuánta frecuencia reconoce que se ha equivocado?
Ahora que uno se va a la cárcel por no rectificarse, a cada rato. Hay que diferenciar entre el espíritu crítico respecto a nuestro propio trabajo y el asumir una actitud soberbia y necia. Si un reportero la caga o nos cuenta una historia falsa, no hay por qué meterse en un lío monumental. Es que la solidaridad en el delito no la entiendo.
¿Qué tanto miedo le tiene a la cárcel?
La libertad es lo único que uno tiene. Estando en libertad, todo lo demás pasa: la pobreza, la soledad, la depresión... Si uno no puede decidir sobre sí mismo, es mejor estar muerto.
¿Alguna vez se podrá sacar de encima la acusación de pedofilia?
No me quita el sueño. Yo no voy a dedicarme a la caridad cristiana para que la gente piense que soy bueno. Lo que Magaly piense, lo que Mónica Cabrejos piense, me tiene sin cuidado.
¿No le gustaría pelearse con gente un poquito más importante?
No creo que haya gente importante en Lima, y me voy a meter en cualquier pelea que me parezca divertida. Si hay que pelearse con Romero, con Boloña, con Ampuero, pues, allí estaré. Mi manera de permanecer de pie es tratar de encontrarle el lado cague de risa a todo.
¿Qué tanto de Wilde tiene?
El peso (ríe), nada más.
¿Se considera un escritor?
Por supuesto. Todo el que escribe es un escritor. Aunque, claro, en mi caso, el estigma farandulero pesa demasiado y siempre seré un personaje de la farándula que escribe… como Yesabella, Carlos Vidal, Miyashiro o Bayly.
¿Usted se burla del medio literario peruano porque siente que escribe mejor que varias de sus 'luminarias’?
Escribo mucho mejor que varios de ellos. Pero, aquí, el tema es quién escribe realmente lo que le sale de la molleja. Las razones por las que escribo son, básicamente, terapéuticas. Yo no voy al psicoanalista ni al psicólogo. No tomo pastillas para dormir ni antidepresivos, no tengo cura ni religión, ni novio, ni esposo. Entonces, debo encontrar una manera de procesar toda mi mierda… y la proceso escribiendo.
¿Por qué la 'academia’ peruana no lo considera escritor?
¿Cuál academia? ¿La Pamer? Como en todo, hay una mayoría moral, una pequeña argolla que decide lo que está bien y lo que está mal. Dentro del mundito literario limeño, que es ínfimo, están Alonso Cueto, Mirko Lauer, Antonio Cisneros… cuatro patas que son una especie de vacas sagradas, y ellos filtran lo que pasa y lo que no, se reservan el derecho de admisión. Y el hecho de que yo esté en la farándula, como que me cholea un poco. Me miro al espejo y me siento Alejandro Toledo (ríe).
¿Qué tanto de Luis Hernández le gustaría tener?
No, pues, imagínese, me pone la valla muy alta. No sea malo.
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EL COMERCIO AGOSTO 29, 2009
‘Enemigos íntimos’ molestos con Raúl Romero
Beto Ortiz y Aldo Miyashiro le recordaron su pasado al animador de Habacilar, luego de que este los acusara por exponer a su modelo Thalía Estabridis.
No perdonan. Los 'Enemigos íntimos' están indignados con Raúl Romero.
“A mí no me va a venir a decir delincuente un tipo que aplaudía a (el ex asesor presidencial) Vladimiro Montesinos”, señaló mortificado Aldo Miyashiro el último jueves en Enemigos íntimos, luego de enterarse de que Raúl Romero afirmó que quienes exponen en medios de comunicación aspectos privados de las personas son delincuentes, en relación con el reportaje que emitió el programa del Canal 2 sobre la modelo de Habacilar Thalía Estabridis y Liliana Castro Mannarelli.
Del mismo modo, Beto Ortiz tampoco permitió que Romero lo criticara tan duramente. “El señor Raúl Romero es el personaje que alguna vez dijo que las masacres de Barrios Altos y de La Cantuta eran un costo social que se debía pagar para pacificar el país”, recordó el periodista con su dosis de ironía.
“SOLO DI MI OPINIÓN”. “Ellos (Enemigos íntimos) han extraído las imágenes de la vida privada de alguien y las han hecho públicas. Eso a mí me parece un delito. No pueden evitar que la gente opine”, manifestó Romero.
Asimismo, el animador confesó que sus declaraciones se dieron en un momento de preocupación por la situación de su modelo Thalía Estabridis. “Lo mío ha sido una opinión en un contexto exasperado. Sigo molesto y sigo pensando que fue una transgresión a la vida personal de Thalía, y mientras nadie me demuestre lo contrario, lo seguiré pensando”, expresó a la vez que reiteró que no piensa entrar en una guerra de dimes y diretes con los conductores del Canal 2. “Cada vez que abra la boca me van a salir con eso (sus declaraciones sobre La Cantuta)... Si no hay más argumentos, entonces, que salgan con eso”, anotó.
El animador de Habacilar remarcó que “no soy juez ni fiscal ni periodista. Solo soy un amigo de Thalía que está dolido por todo lo que ha pasado”.
DATOS
“Enemigos íntimos” presentó imágenes del pasado de Raúl Romero cuando recibió huevazos por sus declaraciones sobre las muertes de La Cantuta y Barrios Altos.
Aldo Miyashiro y Beto Ortiz ahora evalúan demandar a Romero.
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Peligrosa relación. La modelo habría negado relación sentimental con Liliana Castro. (Internet)
EL COMERCIO AGOSTO 28, 2009
Beto Ortiz y Aldo Miyashiro responden a críticas lanzadas por Raúl Romero
7:06 | Tras fotos de Liliana Castro con la modelo Thalía Estabridis, el actor dijo no lo podía criticar alguien que “había aplaudido a Montesinos”
Aldo Miyashiro enfiló sus baterías contra Raúl Romero luego de que este calificara como un delito que el programa de TV “Enemigos Íntimos” haya difundido imágenes de la “vida privada” de la modelo Thalía Estabridis y Liliana Castro Mannarelli.
Tras precisar que toma las críticas -por la difusión de las imágenes- de quien viene, el actor y conductor de TV sostuvo: “A mí no me va a venir a decir delincuente un tipo que aplaudía (al ex asesor presidencial) Vladimiro Montesinos”.
Como se sabe, Romero sostuvo que las personas que exponen a la opinión pública aspectos privados de las personas son delincuentes.
Por su parte, Beto Ortiz también salió al frente y sostuvo: “El señor Raúl Romero, como todos recordamos, es el personaje que alguna vez dijo que las masacres de Barrios Altos y La Cantuta eran un costo social que se debía pagar para pacificar al país”.
El pasado miércoles, el programa “Enemigos Íntimos” difundió las citadas imágenes aduciendo que Castro Mannarelli -sospechosa de ser coautora intelectual en el asesinato de Myriam Fefer- y Estabridis tendrían una relación sentimental y que la modelo sería la razón por la que la primera acabó su relación con Eva Bracamonte, también sindicada como la autora del crimen de su madre.
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PERU 21 AGOSTO 28, 2009
Thalía Estabridis niega vínculo con el caso Fefer
La involucran por ser amiga de una de las presuntas autoras intelectuales del homicidio. La defensa legal de Liliana Castro niega la relación entre su patrocinada y la modelo.
Aparece un nuevo personaje en torno al caso del homicidio de Myriam Fefer: la modelo Thalía Martha Estabridis Navarro. Esta reconocida figura de la televisión tendría una relación sentimental con Liliana Castro Mannarelli, una de las presuntas autoras intelectuales del asesinato de la empresaria de ascendencia judía.
Thalía y Liliana, según la revista Caretas, habrían vivido juntas en el domicilio donde, precisamente, se cometió el crimen, la noche del 15 de agosto del año 2006.
Por dicha razón, Estabridis podría ser citada por el 17 Juzgado Penal de Lima, a cargo del juez Alfonso Payona Barona, para rendir su manifestación por este caso.
Aunque la presunta relación sentimental (de casi dos meses) no tiene nada que ver con el proceso, el Poder Judicial investigaría los gastos hechos por Liliana Castro en la celebración del cumpleaños de la modelo de Habacilar. Asimismo, se supo que Castro habría pasado una factura a nombre de la empresa Sideral SAC para asumir los gastos de la actividad.
LO NIEGAN. Al ser consultado sobre este hecho, Julio Rodríguez, el abogado defensor de las presuntas autoras intelectuales del asesinato negó que Liliana Castro haya tenido relación sentimental alguna con Estabridis.
Por su parte, la modelo, a través de un mensaje difundido anoche por el programa Prensa libre, aseguró que ella no ha recibido ningún bien material de Castro que la vincule con el caso Fefer.
Rodríguez señaló a Perú.21 que mientras el Poder Judicial no acepte la denuncia contra las jóvenes –Eva Bracamonte y Liliana Castro Mannarelli–, que fue remitida por la Fiscalía, el juez Payona Barona no podrá citar a nadie a declarar a su despacho.
Por su parte, la defensa legal de Ariel Bracamonte, Luz Saavedra, sostuvo que la presunta relación entre Liliana Castro Mannarelli y Thalía Estabridis Navarro, de 30 años, no tiene ninguna relevancia en el proceso por el homicidio.
SE DEFIENDE. De otro lado, Flavio Castro, padre de Liliana, manifestó, en una carta dirigida a Perú.21, que hasta el momento no ha sido sometido “a investigación policial ni judicial por el supuesto incremento” en sus movimientos financieros.
Cabe indicar que este diario reprodujo un informe de Infocorp y de fuentes judiciales sobre su situación económica.
Castro aseguró que, entre otras cosas, el aumento de consumo en su tarjeta de crédito (que pasó de 6 mil a 98 mil soles en dos años) únicamente revela que tiene más deudas y no la mejora de su situación económica.
TENGA EN CUENTA
Pese a que Eva explicó, en un programa dominical, que burlar la seguridad de su casa era muy fácil, Caretas reveló todo lo contrario, de acuerdo con las fotos de la vivienda tomadas en 2006.
Se muestra que el ingreso al domicilio contaba con rejas de fierro y estaba doblemente asegurado.
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EL COMERCIO AGOSTO 13, 2009
Defensa de Beto Ortiz tiene 10 días para apelar
7:38 | Abogado de Blanca Rosales dice que disculpas públicas no afectarán el proceso que involucra a conductor de televisión
La defensa legal del periodista Humberto Ortiz, quien fue condenado a 3 años de prisión suspendida por el delito de difamación contra la ex editora del diario “La República” Blanca Rosales, tendrá 10 días hábiles (contados a partir de ayer) para fundamentar la apelación que presentó ante el Juzgado Penal 56 de Lima el martes, durante la lectura de la sentencia, informaron fuentes judiciales.
Luego de ello, el Poder Judicial tendrá la potestad de denegar el pedido o elevar la apelación a una sala penal que verá el caso en segunda instancia.
Jorge Álvarez, abogado de Rosales, señaló a este Diario que en esta fase del proceso, iniciado en el 2007, no existe la posibilidad de conciliación entre las partes, es decir, que el juicio no podrá cancelarse aún cuando el periodista decida pedir disculpas públicas a su defendida.
El letrado, además, refirió que la lectura de sentencia del martes fue la segunda a la que Ortiz fue citado, y se hizo bajo apercibimiento de ser declarado reo contumaz por la justicia.
LA DEFENSA DE ORTIZ
Por su parte, Jorge Castro, abogado del conductor de televisión, reiteró que el juzgado debió citar de grado o fuerza a un testigo clave que él pidió para el proceso y no emitir la sentencia sin tener su manifestación.
Aseguró que si la resolución de la segunda instancia (que debería fallar en un plazo de cuatro meses) les resulta desfavorable, presentarán un recurso de nulidad a la Corte Suprema.
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EL COMERCIO AGOSTO 12, 2009
Blanca Rosales: Me quedaría satisfecha con una disculpa pública de Beto Ortiz
7:04 | La sentencia contra el conductor del programa de TV “Enemigos Íntimos” es también un desagravio a la figura de Gustavo Mohme Llona, dijo la periodista.
Por Luigi Faura
Para la ex editora del diario “La República”, Blanca Rosales, la sentencia judicial que condena en primera instancia al periodista Beto Ortiz a tres años años de prisón suspendida por el delito de difamación “no solo es un desagravio personal, sino también a la figura del director fundador del diario, Gustavo Mohme Llona, con quien yo trabajé durante la dictadura fujimorista”.
Como se sabe, ayer el juez Alfredo Barboza Oré, del Juzgado 56 Penal de Lima, condenó al polémico periodista a tres años de prisión suspendida por el delito de difamación contra Rosales, a quien había sindicado como el nexo entre el director de su diario y el ex asesor presidencial, Vladimiro Montesinos Torres. El magistrado también le ordenó a Ortiz pagarle a Rosales una reparación civil ascendente a 90 mil soles.
Respecto, precisamente, a los alcances de la sentencia judicial, Rosales aseguró a elcomercio.com.pe que no está en ella ponderar si es poco o mucho tanto el tiempo de la prisión suspendida como el monto de la reparación civil que le ha impuesto la justicia, en primera instancia, a Ortiz. “No tengo con qué compararlo”, indicó.
Consultada sobre si aceptaría retirar la demanda contra el periodista, Rosales consideró poco probable que el conductor del programa “Enemigos Íntimos” se disculpe “porque ya declaró que presentará una apelación”.
Sin embargo, de ser el caso, precisó: “Yo me daría por satisfecha con un pedido expreso de disculpas por parte del señor Beto Ortiz”.
La ex editora de la sección política de “La República” agradeció a la justicia “por no dejarse influir por el peso que tienen los medios de comunicación contra una ciudadana, porque yo no ejerzo el periodismo desde hace años”, indicó.
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PERU 21 AGOSTO 11, 2009
Condenaron a tres años de prisión suspendida a Beto Ortiz
El 56 Juzgado Penal de Lima lo halló responsable del delito de difamación contra Blanca Rosales, ex editora del diario La Republica. Su abogado Jorge Castro adelantó que apelará el fallo.
Jorge Castro, abogado de Ortiz, adelantó que apelará la sentencia.
El conductor del programa Enemigos Íntimos Beto Ortiz fue condenado a tres años de prisión suspendida por el delito de difamación contra Blanca Rosales, ex editora del diario La República.
La sentencia fue dictada por el 56º Juzgado Penal de Lima, que también le ordenó pagar 90 mil soles de reparación civil a favor de la demandante.
Dicho despacho consideró que el polémico periodista difamó a Blanca Rosales cuando la acusó, en el año 2007, de ser el nexo entre el director de su diario, Gustavo Mohme Seminario, con el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos
En tanto, Jorge Castro, abogado de Ortiz Pajuelo, adelantó que apelará la sentencia en segunda instancia.
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PERU 21 AGOSTO 9, 2009
Por favor, no me beses
Autor: Beto Ortiz
Para todos los que, desde hace ya bastantes años, se citan conmigo, domingo a domingo, en esta humilde página y para los que quizás la estén leyendo por primera vez. Para los que siempre compran libros, para los que los leen prestaditos y también para los que no los leerían jamás.
Para todos pero, sobre todo, para los que, a pesar de lo muchísimo que me aborrecen, me leen puntualmente va este regalo: un adelanto de mi último libro con todo ese odio tan tierno, con todo ese contradictorio amor que ustedes se merecen.
Los jóvenes siempre me preguntan, intrigados: ¿por qué escribes?
Escribo porque se me sube el indio, porque se me sale el monstruo, porque se me mete el diablo.
Escribo como un anciano que va por la calle hablando solo. Escribo como un loco calato que te amenaza con su mugre y con su piedra. Escribo como un niño que juega con su pipilín.
Escribo porque sé que conmigo, ni a misa. Escribo porque todo lo que han escuchado sobre mí ha de ser verdad. Escribo porque les doy nervios y ustedes ni siquiera se toman la molestia de intentarlo disimular. Escribo, por supuesto, para vengarme. Para vengarme de todos y cada uno de ustedes.
Escribo porque escribir es bueno para la salud, porque, a veces, escribir me desencadena un llanto tan violento como la náusea que hace estallar un dedo en la garganta. Escribo para poder rugir, en consecuencia, para poder ladrar, para poder aullar como un pobre perro callejero al que han pateado brutalmente.
Escribo porque no tengo perro que me ladre.
Escribo porque sé que no he de tener hijos. Escribo porque existe algo que siempre extrañaré. Escribo para nunca dejar de llorar a mis muertos. Los muertos que me acompañan a todas partes, los que velan mi sueño, mis fieles, mis queridos muertos.
Escribo por la misma hermosa razón por la que lavo platos doce horas en un restaurante, seis días a la semana.
Escribo porque necesito la plata para comprar las pastillas de mi mamá.
Escribo para que, si no me pueden respetar, me teman. Escribo porque, en el fondo, yo también me siento indigno, sucio, vil y feo. Escribo para distraer mi mente de los crímenes pendientes. O lo que es lo mismo: escribo para no tener nunca que matar a nadie, ni siquiera a mí.
Escribo porque no sé qué más hacer conmigo. Escribo en nombre de los traicionados, los tristes, los humillados, los parias, los linchados, los heridos. Escribo por los que ya no pueden defenderse. Escribo porque es posible que yo tampoco pueda más.
Pero también escribo porque escribiendo soy el más guapo del barrio.
Porque cuando escribo es como si tocara el piano y millones me escucharan, absortos, enamorados, enardecidos, extasiados. Porque cuando escribo y solamente cuando escribo, me desconozco, me transfiguro, me convierto en algo poderoso y bendito y luminoso y santificado y lleno de gracia.
Porque escribir es la única manera que conozco de rezar.
Escribo porque a veces, raras veces, oigo una voz que me dicta palabras excelsas que a nadie más sobre la tierra se le ocurriría combinar y, entonces, como sé que no soy yo, que no puedo ser yo, es de Dios del único de quien sospecho.
Escribo porque espero que mañana, Él amanezca de buen humor y haga de mí su instrumento y se anime a volver a escribir por mi mano.
Escribo porque estoy demasiado oscuro o demasiado libre o demasiado solo que es la aciaga mezcla de los dos. Escribo por la misma razón por la que leo o voy al cine o veo la tele: porque cualquier historia suficientemente eficaz hará el milagro de suspenderme, un rato, la existencia.
Escribo para sentir que tengo alguna cita con alguien, algún plan para el próximo sábado.
Escribo porque quiero saber de qué color son mis circuitos, mis engranajes y mis tripas, porque necesito saber qué demonios tengo dentro: qué parásitos, qué aliens y qué antiguos espíritus me habitan.
Escribo porque no tengo esposa, ni confidente, ni psicólogo, ni cura, porque necesito urgentemente conversarme y contarme mis problemas a mí mismo y escucharme y tratar de comprenderme y perdonarme.
Y perdonarme. Y perdonarme.
Escribo para que algún desconocido muchacho que, de repente, está en Ferreñafe o en Satipo o en Cerro de Pasco me lea, por azar, un domingo en el periódico y, con un poco de suerte, le guste lo que escribo y así otro día me quiera volver a leer y si, de repente, un domingo, mi columna no se publica porque ese día me tocó estar en algún remoto lugar sin Internet o porque me dio flojera escribirla o porque he muerto simplemente, ese muchacho que está en Ferreñafe o en Satipo o en Cerro de Pasco me busque y no me encuentre y entonces me extrañe.
Y yo jamás me entere.
Escribo para que esta vieja computadora no me sirva solo para masturbarme en las madrugadas. Escribo porque desde niño me he aburrido y me aburro y me aburriré siempre, mortalmente. Escribo porque esta película es muy lenta, porque este tono es muy monse, porque me pesa demasiado la mochila.
Escribo porque tengo mucha bronca, mucha hambre, mucha pena, mucha prisa.
Escribo en la ilusión de que –ya que te he decepcionado en todo lo demás– por lo menos estés orgullosa de lo que escribo. Escribo porque siento que me abandonan las ganas y los recuerdos. Escribo porque se terminan los sueños y los amigos.
Escribo porque escribir me da menos vergüenza que adorarte, menos vergüenza que mandar preciosas cartas al infinito y más allá, menos vergüenza que sentarme a esperar que quizás alguien, algún día.
Escribo para celebrarme y para destruirte. Para destruirme y para celebrarte.
Escribo para que todos sepan que ya no te quiero pero cuánto te quise, que mi voz buscaba el viento para tocar tu oído. O que ahora, en realidad, te quiero más y que el solo hecho de saberlo te arrebate un poquito de felicidad. O te la duplique. Escribo para resistir la tentación maldita de marcar tu número de memoria. Escribo para ver si, por lo menos así, me das un poquito de bola.
Escribo para recordarte que todavía estoy aquí. Que, contra todo pronóstico, resistí. Que, por si acaso, no me he muerto. Todavía no me he muerto, puta madre.
Pero escribo, sobre todo, con el loco afán de llamar tu atención.
Para que me mires. Para que me mires, pero no me toques. Para eso escribo, para que no tengas ni siquiera la ocasión de sonreírme de lejitos, con dulzura. Para que no me hables, para que no me abraces, para que, por lo que más quieras, no me beses.
Por favor, no me beses.
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EL COMERCIO AGOSTO 2, 2009
Beto Ortiz: El periodismo puede llegar a ser un asunto personal
9:45 | Divertidas, achoradas, conmovedoras o exhibicionistas, las crónicas de su nueva publicación, “Por favor, no me beses”, generan diversos calificativos
Para Beto Ortiz, todo tema termina convirtiéndose en pretexto para escribir de sí mismo. Sean crónicas, perfiles o notas necrológicas, lo que le interesa al autor de “Por favor, no me beses” es imponer la forma en que nos observa, reflexiona, sufre o ironiza. Es inevitable, lo confiesa. Dos pulsiones motivan su escritura: una sinceridad conmovedora y un cinismo mordaz. La primera está escrita con la pluma del cisne, la segunda, con la del patito feo. Algunas veces nos habla el periodista exitoso; otras tantas, el hombre que recordará siempre su pasado de niño gordito.
“Cuando comencé a escribir, quería conseguir un estilo cínico, desencantado —explica—. Admiraba a los escritores que manejaban la ironía. Seguí casi como hincha a Jaime Bedoya, Rafo León, Eloy Jáuregui. De repente, cuando logré que la gente me dijera: “Qué cague de risa lo que escribes” empezó a disgustarme, no me sentía reflejado en lo que escribía. No soy un cínico absoluto, hay cosas que aún me importan”.
“Poco a poco, empecé a perder la vergüenza de decir la verdad, el máximo escollo que debe salvar quien escribe crónicas. Es un proceso difícil y doloroso”, confiesa Ortiz. La presentación de su libro colmó el miércoles el auditorio Ricardo Palma, el foro de mayor capacidad de la FIL Lima.
Llama la atención la primera línea de tu presentación en la solapa: “Beto Ortiz es homosexual”...
Me pareció una manera irónica de responder una pregunta que los colegas siempre me van a hacer. ¡Si hasta se lo preguntan a Carlos Cacho! Como si no fuera suficientemente evidente.
“Todo es gay” es el título de una crónica en la que demuestras que hasta sacar a pasear a un perro pequeño puede resultar sospechoso. ¿Cuánto miedo tenemos los hombres de explorar nuestro lado femenino?
Enorme. Viene de la casa, de la collera del barrio. El grupo de amigos te genera una idea exacerbada de masculinidad como meta única en la vida. Si no, te conviertes en un “freak” que no encaja en nada. Pero creo que es algo con lo que estamos lidiando, sobre todo la gente más joven.
*Sin embargo, después del crimen de Marco Antonio aparecieron los fantasmas más homofóbicos… *
Lo que pasa es que Marco Antonio no solo mostró cómo puede ser la vida privada de un gay. Reforzó el estereotipo de que el gay es promiscuo, que puede contagiarte algo, que paga por el sexo. No digo que sea mentira, pero no es una regla. Igual hay heterosexuales promiscuos que hacen lo mismo. Son esos prejuicios contra los que hay que batallar duro. Más allá de la tragedia, que alguien público muera de forma tan terrible refuerza esos estereotipos. Con la “revelación espectacular” que hizo un programa de televisión al sacar su prueba de Elisa ya casi un sector de la población se pone de lado del asesino.
En el libro hay capítulos en que revelas sentir cierta responsabilidad por algunos personajes. Canebo, por ejemplo.
Que resultó siendo gay, mira tú. Canebo lo tenía bastante claro cuando lo volví a encontrar en Lurigancho. Le dije: “Yo te he hecho famoso”, y él me respondió: “¿Tú a mí o yo a ti?”. De hecho, hay una responsabilidad, no quito el cuerpo. La hay con cada suceso escabroso que uno magnifica. Lo curioso es que ha sido un personaje que me ha perseguido…
Literalmente. Cuentas cómo fue a buscarte a tu casa en la madrugada…
A la casa y al canal. Le pasa a varios periodistas que, de repente, nos involucramos demasiado con la fuente. Fue un espectro que a lo largo de mi carrera ha ido apareciendo por aquí y por allá...
En el libro también te burlas de la impostura de muchos escritores. ¿Cómo te ubicas frente al “establishment” literario?
Siempre me ha parecido un universo divertido, caricaturesco, impostado, y por lo mismo, falso. Recuerdo haber ido como un “groupie” emocionado a las fiestas del Concurso de las Mil Palabras de “Caretas”, a ver en persona a los escritores, y claro, acababan todos borrachos agarrándose a golpes. El tradicional amiguismo limeño hace que si no eres amigo de las personas correctas (yo casi siempre soy enemigo de esas personas), no existes. He escrito a lo largo de los años y siempre he sido el periodista, el animador, el personaje de la tele. Creo que vengo a ser una especie de “carachoso” dentro del mundillo literario. Estoy en el “level” de los personajes de la farándula que publican junto con Yesabella, Álex Broca, Carlos Vidal… ¡Ese es mi anaquel! (ríe).
“Casi toda la gente que escribe en Lima lo hace con pluma de ganso o de gansazo”, dices. ¿Es muy “gansa” la literatura actual?
Sí, sí. El error fundamental del escritor peruano es tomarse demasiado en serio. Se sienta ante el teclado con la pesada convicción de tener que decir algo tremebundo. Si uno se siente tan predestinado a decir grandes verdades, está jodido. Más difícil es decir lo simple. Por mi parte, escribir ficción no es algo que me quite el sueño. Solo puedo hablar de lo que sé, de lo que he visto. Tampoco creo que pasar de periodista a literato sea necesariamente un “upgrade”. Estoy tranquilo con que me digan periodista. O mejor aun: reportero.
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PERU 21 JULIO 19, 2009
Canción para mi muerte
«A veces creo que el infierno, si existiera, consistiría en poder ver en el preciso instante de nuestra muerte, lo que están haciendo en ese mismo momento las personas a quienes hemos querido». Héctor Abad Faciolince
Autor: Beto Ortiz
Todas las madrugadas, cuando regreso del programa y subo solo a mi departamento, fantaseo con encontrarme arriba al vengador anónimo que me disparará en la cabeza en el preciso instante en que se abra la puerta del ascensor.
Solicito, desde ya, a la policía de homicidios que se sirva tener la bondad de no trasladar hasta la tolva mi otrora trajinada y ahora inerte humanidad indignamente introducida dentro de una bolsa “de plástico negra”. Ni tampoco cubrirla con humillante frazada de tigres, si son tan amables y no es demasiado pedir.
Es curioso, sin embargo, que esta fantasía, la de ser asesinado a quemarropa, no me dé miedo ni estrés. Tampoco pena. Lo único que me daría cólera de morirme mañana sería el haber dejado algunas inconclusas huevaditas que todavía me falta escribir.
Porque, por lo demás, creo contar con el aburrimiento suficiente para cumplir, a cabalidad, con tan magna tarea.
En virtud de alguna especie de vocación melodramática, he pensado desde muy niño que moriría joven. Joven y solo. Y también ciego. No sé por qué pero eso es lo que he presagiado desde siempre en mi alma de guionista hindú. Mis sueños infantiles se han hecho trizas, sin embargo. Tengo 41 años y ya estoy demasiado viejo para morir joven.
Jamás seré un mito, maldita sea.
Acojo el consejo de Jaime Bayly: uno debe tener su testamento siempre listo, por si acaso. Acojo también la sugerencia del poeta Lizardo Cruzado: quiero legárselo todo a una fundación de lagartijas.
¿Quién mejor que ellas para agradecer una esplendorosa herencia de cenizas?
Aunque, hablando en oro, mi testamento tendría que ser, en realidad, un inventario detallado de libros, películas y discos. Ya una vez me tocó repartirlos entre cuatro amigos con ocasión de la petit mort del exilio. Cuatro amigos de los que hoy difícilmente me queden dos que espero sigan disfrutando hasta hoy de aquel anticipo de legítima.
Qué cementerio prefieres, qué dress code habrán de lucir tus deudos y cuál es tu flor favorita. Hay que pensar en todas esas cosas con tiempo y dejarlo todo muy bien coordinado. A mi funeral, por ejemplo, será menester presentarse llevando un ramo de la elegante liliácea que aparece en la foto: Ornithogalum umbellatum que, si traducimos su raíz etimológica, vendría a ser algo así como leche de pájaro. (No es mi culpa. Así se llama).
Cuando algún camarada entusiasmado me viene a contar que está comprándose casa o carro o depa en Miami, la primera cosa que viene a mi cabeza es: ¿Pa’qué?, ¿pa’ quién? Si igualito nomás te vas a morir dentro de un rato, jugador. Después de haber visto morirse a amigos de mi edad y hasta menores, he aprendido a desprenderme del todo de esa extravagante pretensión de larga vida que afecta a la mayoría. Me he dado cuenta de que, si no tengo a quién dejárselo, prefiero la maravillosa libertad de no tener absolutamente nada.
Ayer, mientras grabábamos la promoción de Fiestas Patrias en medio de la calle, tuve este breve pero negro pensamiento: «seguro que todas estas tomas las van a guardar en el archivo para usarlas en la hipócrita semblanza que harán de mí cuando me muera».
Desde el lunes estuvimos preparando –previsores– la biografía de Micky Rospigliosi. Lo que no sabíamos era para cuándo programarla pues vaya que el gran Micky guerreó como los bravos. El miércoles decidimos que se emitiría el viernes, a guisa de homenaje, pasara lo que pasara. Y justamente el viernes, Micky murió. No faltó el coleguita brutal que exclamó: ¡Qué lecheros!
¿Miserable? Sin duda. ¿Periodístico? También.
Por lo demás, me parece sumamente conveniente que Miyashiro haya hecho por fin su auspicioso debut en el difícil rubro del documental necrológico. Así, llegado mi momento, no le encargan semejante comisión a cualquier César Seijas tampoco. Por Dios, ni muerto.
Cuando llegue mi día –lo puedo firmar– la fina y esclarecida élite intelectual que dirige el Ajá titulará: Chavón pagó patazo. O mejor: Pato estira la pata. O, por qué no: Matacabros dan vuelta a otro brócoli: morgue confirma que cadáver no estaba piticlín. O alguna otra exquisitez por el estilo.
Calculo que, en toda mi vida, debo haber llorado, como máximo, unas diez muertes.
Una de esas muertes fue tardíamente plañida durante reciente peregrinación a la tumba de un escritor que fuera sepultado en el cementerio de Père Lachaise de París en noviembre de 1900.
Otras tres de ellas fueron las muertes intolerablemente tristes de mis perros.
Respiramos el deseo de huir sin cancelar la cuenta –escribió Pepe Watanabe. Aquí todos se han muerto con una modestia conmovedora –escribió también. Después, como todos, murió, no sin antes preguntarse: ¿Me dejará la muerte gritar como ahora?, poema de un solo verso que responde al título de Orgasmo.
Pepsi pagó muchos miles de dólares por publicar –en la contratapa de la edición de Time que homenajeaba a Michael Jackson– un sencillo aviso con fondo negro que decía: You will always be the king of pop. Nadie en el Perú rindió jamás un tributo semejante para nadie. Ni para Chabuca Granda ni para Chacalón. Ni para Ribeyro. Ni para Lucha Reyes. Ni para nadie.
Max Pajuelo, mi abuelo escritor, el hombre que –para mi madre y todos sus hermanos– era el sol, murió el 14 de febrero de 1968. Dos semanas más tarde, nací yo. Cuando alguien se va, alguien llega –dicen siempre las tías, a manera de consuelo. Pero el que llega, llega en medio del llanto general y encuentra todavía vivas las flores del duelo. Y el que llega siempre se da cuenta y, por eso, llega de luto.
Nací con la muerte adentro –dijo Andrés Caicedo. Muero porque no puedo resistir el amor. Busco compañía y no resisto la compañía. No puedo estar mucho tiempo cerca de nadie. Espero la muerte con mucha frescura.
Y en una carta previa a su suicidio le escribió a sus padres: Por favor incineren mi cuerpo, ser devorado por los gusanos sería peor que seguir viviendo. Y publiquen una foto mía de cuando era niño.
¿No te ha pasado que en domingos de invierno –como hoy– te asalta el escalofrío de no saber qué más hacer con tu vida indómita y preciosa?
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PERU 21 JUNIO 7, 2009
Entrenar cansa
En la ilusión de que ponerme (¿de nuevo?) a bajar de peso constituirá una eficaz estrategia de mercadeo para su novísima marca en inglés, una transnacional de la salud me invita a enrolarme gratis en su flamante iglesia de la juventud eterna. No sé a quién se le ocurrió. Tampoco qué méritos hice para obtener este castigo divino que han disfrazado de beca completa. Será que alguna jefa de imagen obstinada vio pasar mi pícnica humanidad ante sus ojos mientras hacía aburrido zapping y exclamó: «¡me pareció ver un lindo chanchito!».
Autor: Beto Ortiz
Como en las viejas peluquerías, el espejo de adelante refleja obediente todo lo que ve el espejo de atrás. O lo que es lo mismo: refleja lo que hubiéramos preferido no tener que ver jamás: el tonsurado perfecto que cualquier fraile benedictino envidiaría, el infamante hueco de calvicie del porte de un posavasos en la coronilla. Y por si tamaño baldón no fuese suficiente, el espejo de atroya me devuelve una segunda visión atroz, mientras intento sin éxito correr absurdamente sobre aquella enloquecida banda sin fin: un poto inenarrable, absolutamente sobrehumano, un potazo al que ya no reconozco como mío y reniego de su amorfa redondez pues ya no es más ni será nunca el poto de antaño porque ha sufrido una macabra mutación y ha devenido en aquel tremebundo rabo de negra tamalera que se agita y se desorganiza y se bambolea y se rebalsa y se descompagina.
Una cibernética prueba bioenergética –para cuya realización he sido diligentemente cableado de pies a cabeza como un cyborg– acaba de arrojar un resultado aterrador: mi matado cuerpecillo contiene treinta kilos de grasa animal, cantidad suficiente para freír los chicharrones que vende El Farolito durante toda una semana. Y si apelamos a los porcentajes, podemos decir que el 29.1% de toda esta exuberancia es grácil grasa. Y lo que es peor: tengo quince kilos de sobrepeso (¿de nuevo?). Y lo que es todavía peor: las glándulas suprarrenales, (esas que producen la única hormona a que soy adicto: la adrenalina), se me han secado, están exhaustas, fusiladas, exprimidas por mi muy periodístico estrés y ya no jalan. A menos adrenalina, menos pilas. Más sedentario ahuevamiento de poeta hippy con metabolismo lenteja. Pero todas estas malas noticias juntas palidecen cuando se me alcanza el sobre con el veredicto final de esta computadora malditamente voyeurista que me lo ha mirado todo y me ha auscultado hasta los más recónditos intersticios de la mitocondria.
El documento encierra, en sus gráficos multicolores, una verdad brutal y aciaga. Tengo 41 años de edad cronológica pero la sostenida y eficaz devastación encontrada en mis moléculas no se condice con esa cifra arbitraria, irreal, imaginaria. Debo ser fuerte para leer lo que estoy a punto de leer: «¡Felicitaciones! ¡Su edad biológica es 46 años! ¡Ahora está usted armado con toda la información que necesita para poder optimizar su salud!» ¿Felicitaciones? Felicitaciones, my ass. La vida me ha pasado por encima como una estampida de bisontes. Sin ir muy lejos, Cattone –que tiene setenta y siete y parece de veinte menos– creía que yo tenía cincuenta años y no le faltaba razón. Tamare. Estoy recontra Mata-hari. Matayoshi. Matalaché. Admitámoslo: estoy vuelto mierda.
Con esa alegría que proviene única y exclusivamente de las cinturas más breves, la nutricionista me ha prohibido, hasta nuevo aviso, las zanahorias y los plátanos. También las vainitas, la beterraga y las arvejitas. Podré vivir sin ellos, normal, lo que no puedo –lo que ningún peruano puede– es concebir una existencia sin arroz. Eso, como todo el mundo sabe es, además de cruel, imposible. «Tendrás un día libre por semana» –me consuela ella– «y ese día podrás comer todo el arroz que quieras, después no». Las frutas y los carbohidratos se permiten solamente en el desayuno. El resto del día, muchos milkshakes de proteínas, muchas nueces. Como si uno fuera Chip o Dale: bellotas, a roer muchas bellotas. Lo demás es constancia, fuerza de voluntad, y, claro, fat-burners. Acaso intentando levantarme con ello un poco la escasísima moral, me han asignado a quien constituye el obvio papirriqui de los personal-trainers del templo en cuestión, lo cual me obliga a fingir perfecta insensibilidad a los estímulos externos. A hacer como si la belleza no intimidara, como si no fuera, en sí misma, una agresión y una cachetada a la gordeza.
A acatar sin discusión las instrucciones de este instructor cubano que parece escapado de una publicidad de Cool Water Davidoff y que, mientras uno bota los bofes crucificado entre engranajes y poleas o coreografiando fallidas estampas de Cirque du Soleil sobre la puta bola del Pilates, se cerciora diligententemente de que el ritmo cardíaco de este venerable patriarca de la pantalla chica no exceda las ciento cuarenta pulsaciones por minuto porque más allá de ese margen lo que se pierde ya no es rachi sino masa muscular en el supuesto negado de que se posea. Pero, sobre todo, porque llegados a ese nivel de ahogo y taquicardia, probablemente, lo que nos ocurra será que se nos apagará con roche el televisor y nos despapayaremos pesadamente sobre la faja que, indiferente a nuestro peso muerto, continuará su marcha vertiginosa e infinita mientras ese bulto derrotado que, en el fondo, somos seguirá dando inexorables tumbos, girando y girando grotescamente sobre la faja como una pobre alforja abandonada.
¿Que cómo acabé embarcado en esta irracional danza de máquinas extraterrestres, bandas elásticas y pelotas gigantescas? Ni yo mismo sé. No sé ni por qué, ni para qué. Ni siquiera recuerdo haberles dicho que sí cuando me llamaron a plantear el desafío. Pero como tampoco les dije que no porque me dio pena desairar un entusiasmo tan aeróbico y tan cardio, me ensarté. Y me volví a ilusionar nomás con la huevonada de ponerse guapos sin saber ni siquiera exactamente para quién. Y me metí en esta cueca del fitness y la longevidad cuando la sola idea de vivir mucho, me saca la piedra. Y aquí me tienen zangoloteando de nuevo los mondongos, esperanzado en regresar algún día a mi peso ideal, como todo un afanoso gordipepo: siempre empezando una nueva dieta cada lunes, siempre tomando ocho vasos de agua al día y comiendo un diente de ajo en ayunas y masticando treinta veces cada bocado. Siempre convencido de que el nuevo gimnasio será mejor que el anterior y de que esta vez sí, hasta correr entera la maratón de Nueva York nadie nos para. Siempre esperanzado en regresar algún día a mis cuarentiún espigados abriles. Cada vez más gordo y más aburrido y más calvo pero siempre esperanzado, esperanzado...
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PERU 21 MAYO 14, 2009
Beto Ortiz no apareció anoche en ‘Enemigos Íntimos’
Se especula que el periodista ha decidido alejarse temporalmente del programa, debido a problemas con el otro conductor del programa, Aldo Miyashiro, con quien tuvo una discusión en vivo el martes pasado.
¿Una pataleta más o una estrategia marquetera? Tras la acalorada discusión que sostuvieron el martes pasado los conductores de Enemigos Íntimos, Beto Ortiz y Aldo Miyashiro, se especuló que el periodista habría decidido alejarse del magacín nocturno, que últimamente ha sido superado en el ráting por programa Prensa Libre.
La noche del martes Miyashiro y Ortiz sostuvieron un cruce de palabras en vivo discutiendo la pertinencia de exhibir o no una grabación de los años 80 donde se ve a Gisela Valcárcel entregándole un premio a Magaly Medina, por aquel entonces una periodista de la revista Oiga.
Anoche, el polémico periodista no apareció en el programa, cuya conducción quedó en manos de Miyashiro, acompañado de Mónica Cabrejos. Esto aumentó las especulaciones sobre un posible alejamiento de Ortiz del programa. Incluso, el portal terra.com afirma que el hombre de prensa viajó al extranjero para definir, durante su estadía fuera del país, su permanencia o no en Enemigos Íntimos.
Sin embargo, también cabe la posibilidad de que esta pataleta no sea otra cosa que una estrategia para aumentar el alicaído ráting del programa. Las cifras no mienten, hace dos semanas Prensa Libre supera a Enemigos íntimos, pese a los informes subidos de tono que caracterizan este espacio televisivo.
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PERU 21 MAYO 13, 2009
Confirman que el Canal 2 sugirió a los Enemigos Íntimos no hablar de Magaly
Micky Bolaños, jefa de Relaciones Públicas de Frecuencia Latina, dijo que se llegó a un consenso con Aldo Miyashiro y Beto Ortiz, los conductores del referido programa nocturno, para tocar otros temas. En la víspera, ambos discutieron al aire.
Nos parece que hay otros temas más valiosos, en términos de no buscar perjudicar a nadie o colgarnos de alguien, indicó Bolaños (Perú21.pe)
La jefa de Relaciones Públicas de Frecuencia Latina, Micky Bolaños, confirmó que la Gerencia de Producción del canal sugirió a los directores del programa Enemigos Íntimos ya no tratar temas relacionados a la periodista Magaly Medina debido a que existen otros temas más valiosos.
Anoche, los conductores del referido espacio, Aldo Miyashiro y Beto Ortiz, tuvieron una discusión antes y después de presentar unas imágenes de archivo donde Gisela Valcárcel le regala un artefacto doméstico a Magaly Medina en una reunión con los periodistas de espectáculos
En el calor de la conversación, revelaron que la referida gerencia les pidió que no hablaran de la polémica figura de ATV. Al respecto, Ortiz le espetó a Miyashiro que estaba siendo “muy obediente” con aquellas directrices.
“En realidad el canal no prohibe nada a prensa. Les había sugerido que no tocaran el tema de Magaly porque nos parecía que hay otros temas más valiosos, en términos de no buscar perjudicar a nadie o colgarnos de alguien”, expresó Bolaños a Perú21.pe.
La relacionista pública negó que con esta sugerencia, el canal esté protegiendo a Medina de forma alguna. Añadió que se evaluará el programa de anoche pero que hasta el momento el canal no ha emitido un comunicado sobre el incidente, ya que consideran que es propio de la línea del programa.
Finalmente, dijo desconocer sobre la supuesta renuncia de alguno de los conductores de Enemigos Íntimos.
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EL COMERCIO MAYO 13, 2009
Revelan inédito encuentro entre Gisela y Magaly
0:01 | En un video se ve a Gisela Valcárcel entregándole un premio a la popular ‘Urraca’ en la época del recordado programa “Aló Gisela”
Las populares conductoras de televisión Magaly Medina y Gisela Valcárcel tuvieron un encuentro bastante peculiar a finales de la década del 80 del que nadie hasta hoy tenía conocimiento.
En imágenes difundidas por el programa “Enemigos Íntimos” se pudo apreciar el cordial saludo que ambas se dieron en un sorteo de regalos a periodistas organizado por la ‘Señito’, quien en ese momento se iniciaba como conductora del desaparecido “Aló Gisela” en Panamericana Televisión.
En la reunión, la ‘Urraca’ fue una de las ganadoras de un electrodoméstico que lo recibió de manos de Gisela ante la presencia de decenas de periodistas de espectáculos que, en ese momento, no presagiaban la larga historia de enemistad que nacería años después entre ambas divas de la televisión peruana.
“Un picadoto es para el número 32928 que pertenece a la Magaly Medina de la revista “Oiga”. Es un miniprocesador todavía”, dijo la reina del mediodía quien invitó a Magaly a recoger su premio para luego ambas saludarse con un beso.
En la entrega del premio también estuvo el productor de su programa Guillermo Guille.
Como se recuerda, Magaly Medina bautizó a Gisela como “la popular seis puntos”, en referencia al bajo ráting que hizo durante un tiempo en la televisión.
La ‘Urraca’ durante casi toda su carrera ha criticado duramente a quien hoy para muchos es considerada la “reina del mediodía”.
ALDO A BETO: TE ESTÁS COLGANDO DE MAGALY
Antes de lanzar el inédito video, Beto Ortíz y Aldo Miyashiro discutieron en pantalla sobre la conveniencia o no de difundir las imágenes.
Aldo expresó su disconformidad con Beto porque consideró que era un tema sin mayor interés. “No entiendo tu obsesión por Magaly siempre te cuelgas de ella”, le dijo.
En respuesta, Beto le recomendó que guarde sus críticas para hacerlas fuera de cámaras. “Si no te gusta el contenido del programa lo discutimos fuera”, sostuvo el periodista visiblemente incómodo.
Muy a su estilo, Beto le recordó a Aldo que estaba siendo muy obediente con los gerentes del canal, quienes les habían recomendado no tocar el tema Magaly Medina.
Admito que cabe la posibilidad de que estoy obsesionado con Magaly pero tú no haces ninguna autocrítica, dijo Beto en el aire.
Luego de haber difundido las imágenes Miyashiro se vio obligado a conducir solo la parte final del programa ante la ausencia de Beto Ortíz, al parecer, ofuscado por sus cuestionamientos.
Antes de despedir el programa, el también actor pidió disculpas a los televidentes por la discusión que tuvo con su compañero en el programa. “Les pido mil disculpas esto será solucionado en el transcurso de la mañana. Esta cosa podía pasar en cualquier momento”, reconoció.
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PERU 21 ENERO 9, 2009
Gisela: Las dos veces yo pedí separarme
La “Señito” subrayó que en las dos veces que terminó con sus esposos, ella los vio por última vez y aseguró que no le guarda rencor a Javier Carmona, quien inició un romance con Tula Rodríguez.
Aunque se encuentra de vacaciones, observando desde lejos la crisis administrativa que enfrenta Panamericana, televisora con la que el año pasado retornó exitosamente a la pantalla chica, Gisela Valcárcel se da un tiempo para comentar, entre otros temas, sobre el amor y sus dos ex esposos.
“Nadie me propuso separarme, fui yo la que lo propuso. En las dos ocasiones en las que me he separado, he visto a esas personas por última vez. No soy amiga de mis ex”, cuenta Gisela en la revista Eva, tras asegurar que no le guarda rencor a Javier Carmona, quien inició un romance con Tula Rodríguez.
“¿Si perdoné a Javier? Quién soy yo para perdonar. No le guardo rencor, no tengo cólera, porque a la gente que vive con cólera no le va bien”, dijo. Y, con ello, evitó mencionar algún deseo para la parejita en mención y la bebé que acaban de tener. “No puedo desearles nada públicamente. Sería de mal gusto porque sé que me van a responder y no quiero exponerme, pero el público sabe que solo quiero lo mejor para los bebitos”, respondió la animadora.
Sobre sus deseos para 2009, la “Señito” confesó que le ha pedido a Dios que esta vez le envíe un hombre divertido y, a nivel laboral, crecer internacionalmente.
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LA RAZON OCTUBRE 10, 2008
Aldo Miyashiro: Gisela Valcárcel es una estafadora
Afirma que animadora no lo admite por soberbia
Aldo Miyashiro, uno de los conductores del espacio “Enemigos íntimos”, afirmó que no siguieron con el caso “Bailando por un sueño” por cansancio natural y no por temor a un juicio e incluso llamó a Gisela Valcárcel “estafadora”.
Miyashiro fue claro al decir que no le pedirán disculpas a la animadora de TV e indicó que “más grave es la soberbia de ella al no reconocer la estafa” de las llamadas que no se contaron en el sistema del voto electrónico del reality.
Por otro lado, Beto Ortiz expresó que “no es descabellado señalar que cierto tipo de prensa tiene sus apestados y sus preferidos” y acotó que “nos tienen recontravetados, tanto así que para ellos no existimos. Nunca han colocado ninguna nota sobre nuestro programa”.
“Por ejemplo, un editor de política no puede ignorar, aunque no le guste, a personajes como Humala o Castañeda, sería un gran error, pero ese tipo de discriminación la realizan con nosotros”, recalcó. Finalmente, estuvieron de acuerdo en afirmar que “como nosotros no formamos parte de la gente linda de Lima, cuando ganamos en rating a Rosa María Palacios, no nos consideran, no nos hacen caso, nadie lo dice, pero cuando Gisela, Bayly y ‘Prensa libre’ ganan, aparecen en portadas de los diarios”.
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OJO 09 de octubre de 2008
POR DESTAPE DE AUDIOS DEL ESCÁNDALO PETROLERO
Beto acusa a esposo de Rosa María Palacios
¿Ahora se está chupo-neando a pedido?, se preguntó Ortiz.
Los audios del escándalo presentados el domingo último en Cuarto poder siguen trayendo cola. Esta vez Beto Ortiz involucró al esposo de Rosa María Palacios,
Alberto Varillas, al señalar que existe mucha coincidencia en que la denuncia sobre la corrupción en el caso Discover haya sido pro-palada por América Televisión, canal en donde labora la conductora de Prensa libre. Esto teniendo en cuenta que Va-rillas es abogado de Petrotech, empresa que perdió la concesión de los lotes petroleros y a la que le interesaría que el caso de corrupción salte a la luz pública.
¿Quién hubiera ganado si no se producía esta alianza co-rrupta para favorecer a Dis-cover Petroleum? Pues Petro-tech, y ésta es una empresa con mucho tiempo en el Perú que llegó con Alejandro Toledo y cuyo abogado es el señor Alberto Varillas, quien por esas casualidades es el esposo de la periodista Rosa María Palacios del canal que soltó la denuncia. ¿Qué raro?, ¿no?, dijo en tono sarcástico Ortiz. Este refirió a su vez que era muy probable que los cuatro audios que revelan la corrupción de Alberto Quimper y Rómulo León hayan sido el resultado de negociaciones entre un poderoso sector político o eco-nómico y una empresa de inteligencia paralela. ¿Se está chuponeando a pedido, están tras la competencia económica?, pues eso podría existir, señaló el chavón en su programa Enemigos íntimos. Para no perder la costumbre ayer por la mañana en entrevista con CPN Radio, Ortiz señaló junto a Aldo Miyashiro que le gustaría participar en Bailando por un sue-ño, pese que no cree en el espacio. Ella (Gisela) y su producción tienen otros recursos, cómo ingeniárselas para que alguien se rompa la pierna y después sacan lo de Cacho, tienen buenos guionistas, tienen suerte.
Sobre la denuncia de la Señito en contra de ellos, que finalmente no se dio, señalaron que no creo que sea cobardía, es economía, trabajar con Ghersi (su abogado) es arrojar una fortuna. Para qué gastar su caja chica en juicios, puntualizaron.
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CORREO 28 de agosto de 2008
El programa Enemigos íntimos cuestiona al reality Bailando por un sueño y su conductora denuncia campaña en su contra
Hay gente involucrada con un plan para matar a Gisela
Desatando una guerra televisiva, el programa Enemigos íntimos de Frecuencia Latina incidió nuevamente en cuestionar la veracidad del reality Bailando por un sueño al denunciar que la producción del espacio sabatino de Panamericana Tv insertó imágenes del musical de la pareja conformada por Adriana Zubiate y Alan Ascuña para favorecer a la integrante del canal de la avenida Arequipa.
Bajo el título de Bambeando por un sueño, el periodista Beto Ortiz y el actor Aldo Miyashiro presentaron a tres editores para sostener su versión. Para que el baile esté más lúcido, impecable y haya un mejor espectáculo, todo es válido en la televisión. Lo que se cuestiona es que se está sometiendo a la opinión del público respecto de la gracia y el talento de los bailarines. Estas ediciones están justamente en el baile de Adriana, obvio que el programa iba tener mucho rating y luego lo iban a rebotar en Buenos días, Perú, argumentó Miyashiro.
Su compañero Beto Ortiz explicó a su vez que si es editado se debió decir. Y fuera de eso, ¿dónde queda la participación de Karina (Calmet)? El público para qué votó por ella (Adriana) si ya se sabía que era la que iba competir con 'Cachín' (Carlos Alcántara), para luego agregar: No podemos decir que toda la coreografía es grabada porque no tenemos prueba de ello, pero sí que todo no está en tiempo real como lo dice una y otra vez Gisela.
Obviamente, la respuesta de una mortificada Gisela Valcárcel, conductora del reality, no se hizo esperar.
En mi programa se manejan ocho cámaras, siete analógicas y una digital, la steady cam, la cámara que un camarógrafo lleva pegada al cuerpo y sigue a los bailarines. Cuando se presiona para ponchar la imagen, la orden va directo al switcher, mecanismo que demora cuatro segundos para convertirlo en digital y sale al aire. Ese desfase es lo que se ve, incluso se notó una vez con mi voz y durante un baile de Ebelin (Ortiz) y su soñador. Si fuera grabado no se verían los errores de ninguna manera, explicó a Correo.
Es un asunto que avergüenza a la televisión, que un peruano agreda a otro mintiendo y difamando.
Además, Adriana quedó en segundo lugar y no ganó, ¿dónde está la mentira?... Es una campaña en contra, han utilizado la pantalla para mentir y hay gente involucrada con un plan para matar a Gisela, pero no lo lograrán. El público peruano debe sentirse indignado. Lo que quiere Beto Ortiz y Aldo Miyashiro es tener notas en diarios o ganar un punto más de rating.
Le deseo la mejor de las suertes, pero que no lo hagan mintiendo, declaró, quejándose por habérsele negado el derecho a réplica de su productor Ricky Rodríguez.
También aclaró que no tomará medidas legales al respecto, pero que la cadena mexicana Televisa, dueña del formato televisivo, estaba al tanto del caso. Televisa es una institución seria. Están preocupados y harán algo al respecto, es lo que puedo decir.
Estoy viajando este domingo a México para ver ese asunto y otros detalles, indicó la Señito, quien contó además haber recibido el respaldo del presidente del directorio de Frecuencia Latina, Baruch Ivcher. Baruch me llamó para decirme que no tenían la menor idea de ese reportaje y que investigarán con el mejor ingeniero del país.
Si una persona que trabaja en mi revista miente y no lo despido es porque lo avalo. Para una guerra se necesitan dos y hay muchos que le causa enojo haber perdido comercialmente en otros formatos, ahondó. Efectivamente, el canal latino envió un comunicado asegurando no haber tenido injerencia o participación en el reportaje emitido y manifestó públicamente su alta estima por Gisela Valcárcel, a quien consideran amiga de la casa televisora.
Finalmente, consultada sobre si su ex pareja el gerente de ventas de esa televisora Javier Carmona estaría detrás de este asunto, la Valcárcel –que ve posible que Carlos Alcántara baile en Los reyes de la pista– sostuvo que no tengo pruebas para acusarlo. Ese programa le ha hecho daño al canal.
César Salazar
csalazar@epensa.com.pe
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REVISTA SOMOS OCTUBRE 14, 2000
BETO A SABER
Lima, Octubre del 2000
Todos pudimos observar, estupefactos, la entrevista que concediera Andrés Hurtado “Chibolín” a Beto Ortiz, en su programa del lunes. La primera impresión que nos deja es que el señor Ortiz arrugó, pues dijo en reiteradas oportunidades y en todos los tonos que nunca entrevistaría a un tipo de esa “calaña”.La segunda es que a Ortiz le impusieron tener a Hurtado en su programa. La tercera es que como Ortiz no tiene aún productor, pues no le quedó de otra que aguantar a Chibolín. Por último, muchos de los seguidores del señor Ortiz estamos muy decepcionados por su falta de palabra. Si bien es cierto, que por su programa han pasado todo tipo de “personajes”, recibir a Hurtado lo bajó de categoría. Esperemos que nunca más arrugue. Y si está incómodo en ese canal, pues que se cambie.
Por su capacidad estamos seguros aterrizará sin demora en algún otro de categoría.
Jairo Doidao
Doidao_jairo_2000@yahoo.com
• A juzgar por el altísimo rating que el programa del Sr. Ortiz obtuvo ese día, no hay duda de que ese tipo de espectáculos “es lo que le gusta a la gente”. Sin embargo, no todo puede ser producto de una lucha desesperada para ganar televidentes. Por suerte, para los que sí reconocen el importante papel que el conductor jugó durante los difíciles momentos políticos que nos ha tocado vivir y disfrutan de muchas de sus entrevistas, programas como el que usted menciona no son cosa de todos los días.
Revista Somos
El comercio 14/10/00
El día a día es duro para un ciudadano de a pie, y más si eres empleado público nombrado, pues eres visto como un tramposo y un mantenido. Sin embargo, debo decirle que habemos de los buenos...claro somos pocos pero existimos. Dale una mirada a esta página y comprobarás que no te "estoy meciendo". (Su servidor no se hace necesariamente responsable respecto de las opiniones vertidas por sus colaboradores).
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-----Mensaje original----- De: Jairo Doidao [mailto:Doidao_jairo@yahoo.com] Enviado el: Jueves, 09 de Octubre de 2008 11:29 a.m. Para: gteja...
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