Transición democrática
Lo que en su momento fue criticado no sólo por el presidente Fujimori, sino por todos sus ministros y congresistas, de pedir apoyo a otros gobiernos para salvaguardar el proceso democrático peruano, y que fuera el pilar de campaña del ex candidato presidencial Alejandro Toledo, acaba de ser oleado y sacramentado por el gobierno con el propio señor Fujimori a la cabeza. Esta vez se ha vendido la misma idea que combatió el señor Toledo, que se busca defender con todas las estrategias posibles el real proceso democrático peruano. Si el gobierno desea dar señales de esto último, debería resolver el caso Ivcher, el retorno a la Corte Interamericana de DD HH y la restitución de los magistrados del Tribunal Constitucional. No basta con el proceso “tortuga” de la Mesa de Diálogo, que a la postre se ha convertido en un congreso a la sombra, y los avatares de sesionar o no en el Congreso de la República. Lo que está sucediendo es que el gobierno está ganando un valioso tiempo para reestructurar sus fuerzas y se posicione nuevamente como la alternativa de Gobierno para julio del 2001.
Jairo Doidao
• No hay que restar importancia al proceso iniciado con el apoyo de la OEA. La mesa de diálogo parece, estarle dando una salida viable al proceso de transición. Quiera Dios que éste se concrete sin mayores contratiempos.
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