(EDITORIAL) CRECIMIENTO CON GRILLETES

EL COMERCIO SETIEMBRE 8, 2012

(Editorial) Crecimiento con grilletes

El último Índice de Competitividad muestra que el nuestro es un crecimiento reprimido
Aparentemente, la última edición del Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial (Global Competitiveness Report, 2012-2013) nos trae una buena noticia: hemos mejorado en el ránking mundial, pasando del puesto 67 al 61 (entre 144 países). Lamentablemente esta apariencia se desinfla rápido cuando uno descubre que el avance se ha debido básicamente al retiro del ránking de un medidor macroeconómico que antes sí nos aplicaban, y que, de hecho, en casi todas las categorías que no son macroeconómicas seguimos entre los últimos de la cola. Así, continuamos tan mal como siempre, y en varios casos peor, en categorías como “instituciones” (donde estamos en el puesto 105), “calidad de infraestructura” (puesto 111), “peso de las regulaciones gubernamentales” (puesto 128), “educación primaria” (puesto 91) o “educación superior” (puesto 80).
¿Qué quiere decir esto? Pues que nuestro crecimiento –y, consiguientemente, nuestro proceso de generación de oportunidades y reducción de la pobreza– tiene cadenas. Que todo lo que hemos avanzado lo hemos avanzado a contracorriente: a pesar de. Que somos un país que crece, sí, pero que permanece siendo profundamente subdesarrollado en casi todo lo que no es nuestro manejo y nuestras reglas macroeconómicas. Y, desde luego,que una vez hicimos las reformas que liberaron la economía, privatizaron empresas públicas y disciplinaron el manejo macroeconómico, abandonamos nuestro ímpetu de cambio y seguimos más o menos en piloto automático hasta acá.
Está claro que no ha sido poco lo que esas reformas han logrado: la pobreza hoy es la mitad que hace diez años. Pero es imposible no preguntarse cuánto más habríamos podido lograr si, por ejemplo, hubiésemos tenido un Poder Judicial limpio y eficiente o una educación que no figurase entre las peores del mundo. ¿Hasta dónde se hubiera desplegado la iniciativa privada que se liberó solo dentro de los márgenes otorgados por estas cadenas si no las hubiera tenido puestas? La existencia de personas a las que los niveles de nuestro crecimiento aún no han alcanzado a sacar de la pobreza da a esta pregunta incluso una dimensión ética. Por otro lado, ni siquiera podemos esperar seguir creciendo a nuestros grados actuales si mantenemos estas condiciones: conforme una economía alcanza cierto tamaño, inevitablemente va sofisticándose en sus necesidades y requiriendo, por ejemplo, de mano de obra cada vez más calificada (como ya pasa en varias de nuestras industrias).
No es fácil, es verdad, el camino para mejorar estas cosas. Ciertamente, es aun más difícil que el que tuvimos que recorrer para lograr el antes mencionado despliegue de nuestra energía empresarial. Al fin y al cabo, eso trató, en gran medida, de retirar cosas por decreto (trabas y barreras proteccionistas, monopolios estatales, normas restrictivas). Todo se vuelve más laborioso cuando se trata de construir instituciones y capacidades en el Estado. Porque – es importante resaltarlo– todo esto trata del Estado: de la educación pública, de la justicia, de la burocracia, de la infraestructura que el poder público ni genera ni concesiona. No es fácil, y es más complicado que nunca cuando hay intereses patrimonialistas o rentistas atrincherados en casi todas las instancias correspondientes.
Un ejemplo de esto último es nuestra educación pública, donde, pese a la aprobación de la ley de carrera magisterial en el gobierno anterior para acabar con la estabilidad absoluta en la plaza, que sin duda era un privilegio patrimonialista que convertía al profesor en amo y señor de su puesto sin el deber de dar cuenta a nadie, la meritocracia sigue siendo un sueño. Lo cual explica que el país ocupe los últimos puestos en calidad educativa.
El reto, pues, de nuestros gobiernos no es solamente el mantener las condiciones que han permitido el crecimiento (aunque esto ya parece serles más que suficiente). Es también generar las condiciones que posibilitarían que este sea más grande. El camino para lograrlo, después de todo, está claro: el Estado tiene que tercerizar todo lo que se pueda (no en vano, a pesar de tener el puesto 111 en la categoría general de infraestructura, sí destacamos en los subcampos de esta materia que fueron privatizados, teniendo el puesto 58 en suscripciones a teléfonos celulares y 42 en oferta de sitios de avión) y reformar el resto por medio de meritocracia y gestión por resultados que introduzcan incentivos similares a los de los privados en el aparato público.
A ver, en fin, cuál es el Gobierno que, luego de tanto tiempo de tenerlo contenido, desengrilleta al crecimiento.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 7, 2011

Perú mejoró su competitividad en la economía mundial

Escaló 6 puntos en el Ranking Global 2011 – 2012 y por primera vez se ubica en la mitad superior de la tabla

El Perú mejoró seis lugares en el ránking de competitividad, al pasar del puesto 73 al 67, según el Informe Global de Competitividad 2011-2012 del Foro Económico Mundial (World Economic Forum-WEF).

Según el WEF, con el apoyo de su aliado estratégico en el Perú, el Centro de Desarrollo Industrial de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), logra por primera vez ingresar en la mitad superior de la tabla que consta de 142 economías.

“El Perú se encuentra ubicado entre las economías que compiten por la eficiencia y debe, en los próximos años –si continúa el crecimiento–, pasar a competir con los países que están en tránsito hacia la innovación”, indicó la SNI.

Eduardo Morón, director de la Maestría de Economía de la Universidad del Pacífico, comentó que es una buena noticia la mejora del Perú en el ránking de competitividad.

“México y Colombia estaban mejor que el Perú el año pasado. Es interesante que ahora hayamos superado a Colombia, que nos aventajaba por cinco posiciones”, añadió.

FORTALEZA Y DEBILIDAD
El informe del WEF, al igual que cada año, presenta los principales indicadores y muestra comparativamente las fortalezas y debilidades de cada país y los factores más problemáticos para hacer negocios.

Las fortalezas del Perú están principalmente en el crecimiento de la economía, la estabilidad macroeconómica, el sistema bancario y la apertura de mercado.

Las debilidades se encuentran en las instituciones, infraestructura, educación y salubridad.

Los aspectos más problemáticos para hacer negocios son la corrupción, ineficiencia de la burocracia gubernamental, las regulaciones tributarias, la restrictiva legislación laboral y la inadecuada infraestructura.

POR MEJORAR
Javier Dávila, gerente del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la SNI, manifestó que mejorar en competitividad no es cuestión de resolver algunos aspectos de manera individual, sino que se debe trabajar en mejorar todos los ángulos de manera integral.

“El Perú está en camino a seguir mejorando, pero cada año va a ser más difícil, si es que no se resuelven de manera compartida entre el Estado y el sector privado los problemas de fondo. Por ejemplo, en independencia del Poder Judicial estamos en los últimos puestos del ránking, igual que los países africanos”, dijo Dávila.

Para Morón, se debe corregir aspectos como la rigidez laboral y la calidad de la educación y de los servicios de salud.

EL DATO
En los últimos cinco años, el Perú ha mejorado 19 ubicaciones en el ránking global de competitividad, tal como le ha sucedido a Brasil.
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EL COMERCIO MAYO 20, 2011

(Editorial) Frenar déficit de competitividad y de infraestructura en el país

Así, detrás del complejo fenómeno de la competitividad subsisten serios problemas que deben ser resueltos…

Hemos avanzado, pero aún queda mucho por hacer: El ránking del Institute for Management Development (IMD) ha puesto de relieve un problema que no ha merecido hasta ahora la debida atención del Gobierno y de los estamentos de la sociedad, vinculado a la pérdida de competitividad frente a otras naciones que están mejorando de manera ostensible.

Del puesto 41, que ocupó el año pasado, el Perú ha caído al 43 en el 2011 entre 59 economías del mundo. Ello significa que estamos siendo cada vez más ineficientes en promover el dinamismo económico, en la gestión de recursos y, finalmente, en el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Aunque sean odiosas las comparaciones, cabe señalar que Chile está ubicado en el puesto 25 de ese ránking.

A diferencia del ránking del Doing Business y del World Economic Forum, en los que el Perú sube posiciones gracias a un mejor ambiente para negocios y empresas, el Institute for Management Development evalúa de modo integral el país, en cuanto al desempeño económico, la eficiencia de su gobierno y de sus empresas, así como el nivel de su infraestructura.

Así, detrás del complejo fenómeno de la competitividad subsisten serios problemas que deben ser resueltos, desde la desigualdad en los servicios de educación y salud que reciben los peruanos, que no les permite una adecuada capacitación laboral, hasta la falta de políticas gubernamentales para promover la innovación, la ciencia y la investigación. También urge desarrollar la infraestructura que el país requiere para convertirnos en una nación del primer mundo.
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EL COMERCIO MAYO 18, 2011

El Perú sale jalado en salud, infraestructura y educación

Pasamos del puesto 41 al 43 de un total de 59 países evaluados en el Ránking de Competitividad 2011

SILVIA MENDOZA

Pese a las mejores posiciones obtenidas en estudios como el Doing Business y el World Economic Forum, un nuevo análisis nos obliga a aterrizar: el Perú está muy lejos de ser un país competitivo, pues hemos descendido del puesto 41 al 43 en el ránking 2011 del Institute for Management Development (IMD), que analiza un total de 59 economías del mundo.

El IMD mide cómo una economía gestiona sus recursos y competencias a fin de incrementar el bienestar de su población. Luis del Carpio, director del Centro de Competitividad de Centrum, precisó que su metodología basa un 80% de su cálculo en data auditada y un 20% en encuestas empresariales. En cambio, añadió, la proporción del WEF es inversa; es decir, un 80% en encuestas y un 20% en data.

El estudio –realizado en el Perú por cuarto año consecutivo por el Centrum Católica– llega a conclusiones similares a las del WEF en lo referente al buen desempeño macroeconómico.

Pero, a diferencia del brazo financiero del Banco Mundial, que asegura que hemos mejorado nuestra competitividad en el último año, el IMD deja claro que lo avanzado está lejos de ser suficiente y –lo que es más preocupante– hace hincapié en que nuestros vecinos sí van por el camino adecuado. Tal es el caso de Chile, que sube tres ubicaciones en el ránking, pese a que el análisis toma en cuenta los efectos del terremoto del 2010.

Aunque mantiene reparos frente a los diferentes ránkings porque cree que no reflejan la sostenibilidad de la expansión y la volatilidad del PBI, “básicos para medir la competitividad de un país”, el economista Juan José Marthans afirma que el del IMD “es el estudio más serio metodológicamente hablando.

Para Gustavo Yamada, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, la diferencia en los resultados que obtiene el país se debe a los diferentes sesgos en los estudios. Sin embargo, resalta que el resultado del IMD pone sobre la mesa que el país “no puede seguir haciendo más de lo mismo, sino que tenemos que comenzar a innovar y sofisticar nuestros procesos”.

Hay que precisar que según los resultados presentados ayer, el Perú tiene distribuidos sus puntos más bajos en los cuatro factores que toma en cuenta el ránking: desempeño económico, eficiencia del gobierno, de las empresas e infraestructura. “Está claro que nos va bien macroeconómicamente, pero a la gente no le va bien y de ahí provienen las cifras de pobreza, la debilidad de los sistemas de salud y educación, así como la brecha de infraestructura”, comentó Fernando D’Alessio, director general de Centrum Católica.

CUESTIÓN DE MIRADA
Según Piero Morosini, director de estrategia y liderazgo del Centrum Católica, las cifras del IMD reflejan la carencia de una verdadera estrategia de competitividad.

Ricardo Rodríguez, investigador del mismo centro, añade que eso pasa porque el país peca de cortoplacista, pues, además de algunas iniciativas para escalar en algún ránking específico, nada se ha hecho para lograr cambios estructurales en el sistema educativo y en el desarrollo de una infraestructura inclusiva. “Sin esos pilares y una lucha frontal contra la corrupción, no podemos aspirar a ser un país desarrollado”, advierte.

Marthans también resalta que el resultado dice que somos un país con serios problemas para redistribuir la riqueza y con un sector público ineficiente. Entonces “no se puede decir que estamos mejorando nuestros niveles de competitividad”.

Pese a todo, el director de Centrum Investigación, Rubén Guevara, asevera que estar en el puesto 43 no es del todo malo porque al menos somos considerados en el estudio. Sin embargo, concluyó que si no se toman decisiones políticas para escalar posiciones, el futuro del país estará en el limbo.
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EL COMERCIO MAYO 17, 2011

El Perú descendió dos puestos en el Ránking de Competitividad Mundial

A nivel de Latinoamérica, nuestro país solo es superado por Chile y México

Andina). El Perú se ubicó en el puesto 43 del Ránking de Competitividad 2011, de un total de 59 países al obtener 62.651 puntos, lo que significó descender dos posiciones respecto a su ubicación del año pasado, de acuerdo con el último estudio realizado por el Institute for Managment Development).

El mencionado ránking es elaborado desde 1989 por el IMD, reconocida escuela de negocios ubicada en Suiza, y desde el 2008 el Perú es parte del ránking gracias a la alianza estratégica del IMD con Centrum Católica.

El informe del IMD brinda información precisa y actualizada sobre la situación y principales tendencias en materia de competitividad, y en el ránking 2011 Hong Kong y Estados Unidos se ubican en el primer lugar con 100 puntos cada uno, seguidos por Singapur con 98.557 puntos.

En la tabla de posiciones a nivel de Latinoamérica el Perú se ubica después de Chile (25) y México (38), pero por encima de Brasil (44), Colombia (46), Argentina (55) y Venezuela (59).

Los mejores resultados de nuestro país están en el factor de desempeño económico, en el cual avanza ocho posiciones impulsado por una mejora en la economía doméstica, la inversión extranjera, el empleo y los precios.

Asimismo, en la eficiencia de las empresas sube tres posiciones debido a una mejora en el manejo de las finanzas, las prácticas gerenciales, además de actitudes y valores.

Contrariamente, los factores en los que Perú pierde posiciones son eficiencia de gobierno e infraestructura, en los que retrocede una ubicación.

NO SOLO BASTA CRECER
“Los principales aspectos que preocupan son el marco institucional y social, así como el mercado laboral y la falta de infraestructura tecnológica y científica”, sostuvo el director del Centro de Competitividad de Centrum Católica, Luis del Carpio.

Al respecto, el director general de Centrum Católica, Fernando D´Alessio, precisó que al país no sólo le basta crecer como lo ha hecho en los últimos años, sino crecer más que los demás países.

“El pilar infraestructura es vital para un desarrollo incluyente, pero es en el que todavía mantenemos nuestra mayor deficiencia y, probablemente, habiéndose ampliado la brecha que nos separa con los países de la región”, agregó.

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