DOS MIL CAMPESINOS SE HAN CONVERTIDO EN MINEROS ILEGALES EN PASCO

EL COMERCIO DICIEMBRE 23, 2011

Dos mil campesinos se han convertido en mineros ilegales en Pasco

Pobladores de tres provincias dejaron los cultivos para buscar oro. Solo en Pozuzo, 600 ex agricultores contaminan montañas de Oxapampa

EL COMERCIO

Dejando su ganado y cultivos, atraídos por al auge de la minería ilegal aurífera, unos dos mil campesinos de tres provincias de la región Pasco invadieron terrenos de zonas altas –sin importarles la distancia, las inclemencias del tiempo ni el peligro– en busca de oro.

Hombres, mujeres y algunos niños marcharon hacia los cerros para extraer el mineral y transformarlo, en el mismo lugar, en metal precioso. Esto sucede en las provincias de Pasco, Oxapampa y Daniel Carrión. Al mes juntan entre todos un promedio de un kilogramo del preciado producto que, según Celestino Rojas, catedrático de la Facultad de Minería de la Universidad de Pasco, venden a 140 soles el gramo.

Según este profesional, se viene haciendo una explotación minera en forma artesanal y empírica, utilizando la comba, el cincel y el barreno para extraer el recurso aurífero a 3.390 m.s.n.m. Advirtió que los trabajos son artesanales y que se manipula el mercurio, que es peligroso para la salud, y da paso a la contaminación de los ríos, pastos y todo el medio ambiente.

Ante esto, las autoridades regionales de minería emprendieron la lucha para que se formalicen, utilicen tecnología y así dejen de contaminar, manifestó Roy Sanabria Guadalupe, director regional de Energía y Minas de Pasco, tras realizar una inspección en las más conglomeradas áreas invadidas.

Un ejemplo de esta aglomeración desordenada y virulenta, dijo el vocero, lo dan más de 600 pobladores de las comunidades de Carpayoc, Acobamba y Huancabamba, del distrito de Pozuzo, provincia de Oxapampa, quienes hace poco abandonaron sus campos de cultivo y marcharon hacia los cerros Atallpa y Nulicocha, donde se instalaron en unas 80 carpas.

El panorama es desolador, porque en cada tendal viven hacinadas 4 o 5 familias, que están en medio del barro o montículos de mineral extraído, en un ambiente ensombrecido por una neblina permanente y casi sin provisiones. En este lugar de Pozuzo cuentan con las concesiones Claudia XXI y Piernita XXI, en unas 10 hectáreas ubicadas en lo alto de los cerros, donde en forma artesanal extraen el mineral y lo procesan utilizando cianuro y mercurio que, como se indicó, son bastante tóxicos y que envenenan el ambiente.

En lo alto de los cerros los mineros informales cavaron grandes pozas de donde extraen el mineral, y para el procesamiento malgastan agua de una quebrada que trasladan por medio de mangueras en una distancia de 700 metros.

En Cerro de Pasco los lugares donde se realiza esta actividad en forma artesanal son los distritos de Huachón y Quiparacra. Mientras que en Daniel Carrión se han asentado en el distrito de Yanahuanca.

En procura de que estos mineros se formalicen y desarrollen su actividad sin riesgos para la salud, y también para que no dañen el medio ambiente, la Dirección Regional de Minería de Pasco emprendió, como medida de urgencia, jornadas de capacitación.

Roy Sanabria dijo que hasta la fecha se realizaron unas veinte visitas de inspección a los centros de explotación, y que han logrado llegar a unos 500 pequeños productores mineros.

La última inspección se efectuó hace una semana en Pozuzo, donde llegó un equipo del área de fiscalización regional.

En temas de asuntos ambientales hicieron orientaciones para el mejoramiento como la disposición de relaves, indicaciones técnicas para mejorar las instalaciones auxiliares como servicios higiénicos, disposición de residuos sólidos domésticos y abastecimiento de agua potable.

Especial atención se puso en la orientación de la utilización de los elementos tóxicos como el mercurio –nocivo para las personas que se encuentran en el entorno porque se absorbe incluso a través de la piel– y el cianuro.

MÁS DATOS
Minería en zonas inaccesibles
La minería informal en la parte alta de Pozuzo se realiza en zonas inaccesibles, donde se teme que se produzcan conflictos sociales.

En la zona denominada Ramos, paraje San José de Gálvez, anexo Huancabamba, distrito de Pozuzo, funcionan unos 20 centros de extracción con 30 o 40 trabajadores cada uno. Se estima que 600 personas se dedican a esta actividad ilegal.
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EL COMERCIO ENERO 26, 2011

Pasco contará con un centro de desintoxicación de plomo

Iniciativa del gobierno regional es respaldada por la Corporación Andina de Fomento

(Foto: Archivo El Comercio)
El presidente de la región Pasco, Kléver Meléndez, anunció que este año empezará en la ciudad de Cerro de Pasco la construcción de un centro de desintoxicación de plomo en la sangre que tendrá como finalidad atender a la población infantil de la localidad.

Meléndez explicó que se trata de una iniciativa respaldada por la Corporación Andina de Fomento (CAF). Dijo que su despacho apoyará con la elaboración del perfil del proyecto, el expediente técnico y con un 20% del presupuesto, que estimó entre 10 y 12 millones de soles.

EN EL DISTRITO DE HUACHÓN
El jefe regional aseguró que ya iniciaron la elaboración del contenido del proyecto y que, de no mediar retrasos o inconvenientes, este año se empezaría la construcción del centro de desintoxicación en la comunidad de Lucma, en el distrito de Huachón.

“Tenemos toda la voluntad de que este proyecto se haga realidad como un servicio a la salud de la población infantil, principalmente la ubicada en las zonas mineras”, señaló.
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EL COMERCIO SETIEMBRE 1, 2010

Los pobladores de Cerro de Pasco sufren por temblores artificiales producidos por la minería

La demora en la reubicación de la ciudad ha creado problemas paralelos. El Gobierno central ha recortado el presupuesto provincial; alude que las obras no son necesarias para una localidad que será trasladada

Por Raúl Mayo Filio

Víctor Carrera Añorga vive desde hace diez años en Cerro de Pasco. Confiesa que todavía no se acostumbra a las explosiones que a diario se producen en el tajo abierto, aquel enorme boquerón que se traga la ciudad.

En Cerro de Pasco, los pobladores no solo sufren las consecuencias de la alta contaminación por minerales, especialmente del plomo que se les introduce en la sangre, sino también el trauma de las explosiones y de los movimientos de tierra que son su consecuencia.

“Mi organismo responde como un reloj y diariamente a las 11 de la mañana o a las 3 de la tarde se me hace un nudo en la boca del estómago. Es porque se van a producir las detonaciones que a la vez ocasionan los temblores que remecen la ciudad”, cuenta.

Este poblador habita a pocos metros del tajo abierto, se dedica al reciclaje y, como el cráter sigue avanzando, porque la extracción de mineral no puede detenerse, tendrá que dejar pronto su vivienda para ir a otro lado.

Muchos inmigrantes se han convertido en residentes y han tenido que soportar todas las dolencias que aquejan a cualquiera que llega por primera vez a Cerro de Pasco, como dolores de cabeza, cansancio, mareos, además del sobresalto de las explosiones y remezones.

El reciclador refiere que quienes habitaban a poca distancia del tajo abierto tuvieron que vender sus propiedades a la empresa minera y mudarse, por lo que muchas construcciones se encuentran derruidas o están por caerse.

“No podemos dejar la ciudad porque es aquí donde nos ganamos la vida y en otros lugares, donde las explosiones no afectan las construcciones, el costo de los terrenos es muy caro”, señala.

Víctor Carrera Añorga cuenta que vive en la calle Huancayo, a una distancia de 50 metros del gran boquerón, es casado y tiene tres hijos. Anota que ha sido notificado por la minera para desocupar y le ofrecieron 2 mil soles, dinero que no es suficiente para poder reubicarse. Muchos de sus vecinos, sin embargo, se han mudado.

Alrededor del tajo abierto habita una veintena de recicladores, principalmente en el asentamiento Humano Túpac Amaru. Ellos manifiestan que no pueden dejar ese tipo de ocupación por falta de trabajo.

Walter Ayala Callupe, comerciante que se dedica a la reparación de artefactos eléctricos desde hace 30 años y tiene un puesto de trabajo en el mercado central del distrito de Chaupimarca, construido en 1941, señala que el centro de abastos se encuentra a 150 metros del tajo abierto y que son afectados por las explosiones diarias.

“Todo se remece, nos hemos tenido que acostumbrar a estos sismos artificiales, pero no del todo, porque no se pueden asimilar totalmente los movimientos que se producen a diario”, anota.

MÁS DATOS
Las consecuencias de una demora
El 12 de diciembre del 2008 se promulgó la Ley 29293, que declara de necesidad pública e interés nacional la implementación de un paquete de medidas para lograr el desarrollo urbano sostenible y la reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco.

La Ley 29293 estipula que los estudios debían estar completos en un año. Sin embargo, es muy poco lo que se ha hecho hasta el momento, pese a que existe una comisión.

Félix Bedoya Jurado, presidente de la comisión interinstitucional creada con la finalidad de elaborar los estudios, reconoció que se han presentado una serie de obstáculos para el financiamiento de estos.

La demora en la reubicación de Cerro de Pasco ha creado problemas paralelos. El Gobierno central ha recortado el presupuesto provincial; alude que las obras no son necesarias para una localidad que será trasladada.
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EL COMERCIO AGOSTO 26, 2010

Editorial: Solución urgente a graves problemas de Pasco

El Gobierno y las autoridades regionales y locales de Pasco tienen que asumir de inmediato su grave responsabilidad de poner fin a un escandaloso contrasentido: una región tan rica en minería no puede terminar literalmente ahogada por la irresponsabilidad, excesos y abusos de ciertas empresas de este rubro.

Es tiempo de acabar con la insensibilidad social y la indolencia gubernamental, denunciada de modo reiterado, ante el sufrimiento y la muerte de menores por envenenamiento con plomo.

Como quedó demostrado en la última Audiencia Regional organizada por nuestro Diario en Pasco, al terrible drama de la contaminación se agregan otros tan serios como el desempleo, la pobreza, el desorden urbano y la falta de atención a necesidades básicas como seguridad, educación y salud. A propósito, las víctimas del frío siguen incrementándose, mientras los gobiernos locales hacen muy poco para aliviar el dolor de sus vecinos.

En cuanto a la polución, se da el triste récord de que el 90% de la población, mujeres, hombres, grandes y pequeños, tienen plomo en la sangre, lo que pone en riesgo su integridad y su vida.

En tanto, el proyecto para mover la ciudad sigue estancado mientras que la principal empresa minera, Volcan, continúa sus labores de explotación y expansión, al margen del plan de desarrollo urbano.

No se trata aquí de enfrentar la iniciativa empresarial con las comunidades, sino básicamente de una cuestión de orden y respeto a la ley, la justicia y los derechos ciudadanos. El hecho de que la empresa sea una fuente principal de empleo de la zona no le da derecho a conculcar el ordenamiento legal. ¿Y después nos preguntamos por qué surgen los conflictos sociales?

Así como hay que exigirles a todas las empresas mineras que cumplan estándares ambientales y dispongan adecuadamente de los relaves mineros, debe demandárseles, como recién se empieza a hacer, buen trato a sus trabajadores, así como medidas de seguridad y emergencia, como las que han hecho posible la supervivencia de 33 mineros en Chile, a 700 metros de profundidad.

En tal contexto, un gran mérito de la Audiencia Regional, como señalan los pasqueños, ha sido recordarle al país la dura y compleja realidad de una región que también sufre, además de polución, los rigores de la pobreza extrema, el analfabetismo y la desnutrición.

En suma, no se puede perder más tiempo. Por lo pronto, los ministerios de Energía y Minas, del Ambiente y de Salud tienen que explicar qué es lo que van a hacer para regular la actividad minera, de modo que se controlen y reduzcan la contaminación y el envenenamiento con plomo de los pasqueños.

Los gobiernos local y regional, por su parte, no pueden soslayar su responsabilidad en la génesis y falta de reacción ante estos problemas que se han ido agravando con el tiempo.

Los ciudadanos, a su turno, deben exigir a los candidatos a las próximas elecciones no solo compromisos concretos de solución, sino un deslinde firme y claro respecto de esta dolorosa realidad que agobia a esta parte del país.
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EL COMERCIO JULIO 31, 2010

Hábitat natural: conozca la reserva de biósfera de Oxapampa

En junio la provincia del departamento de Pasco fue declarada por Unesco como Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha. Una designación que comprende la conservación natural, cultural y de los pueblos. La revista Somos estuvo ahí

Escribe: Álvaro Rocha Revilla

Las hojas secas no crujían, se deshacían bajo sus pies. Se había vuelto un cazador. Trepaba por la montaña San Jorge, que se levanta al oeste de la ciudad de Oxapampa, en busca de su presa. Ocultó su humanidad en la alta hierba, olisqueó el aire. Se había vuelto un animal también. Tres días levantándose antes que el sol para hacerle la guardia, y nada. No podía fallarle ahora. De pronto, cuando la luz recién aleteaba, un gran oso de anteojos salió del bosque y se deslizó entre el tupido follaje. Kike Cúneo esperaba, cámara en ristre. ¿Qué hace un oso tan cerca de la ciudad?, pensó antes de acribillarlo.

¿Y qué hacen los peruanos en nuestros bosques?, se quejaban los yánesha, cada vez más arrinconados, cuando Richard Chase Smith, antropólogo estadounidense, entonces “un pichoncito de veinte años, voluntario del Cuerpo de Paz”, cayó de pura casualidad por Oxapampa, allá por el año 1966. Los yánesha, nativos amazónicos que ya poblaban la selva central hace casi 4 mil años, le cambiaron la vida al joven voluntario. Para ese entonces, Chase trabajaba para la Oficina Nacional de Reforma Agraria (ONRA) en el primer periodo de Belaúnde.

Uno de los casos que vio involucraba a esta etnia. Reclamaban tierras a una misión que los quería desalojar si es que no la compraban por lotes. Allí se inició un largo proceso legal que recién se resolvió en 1986, en la Corte Suprema, donde se reconoció el derecho de los yánesha. En ese tiempo, el Perú también cambió. Chase se percató de ello a mediados de los setentas. “Recién en el gobierno de Velasco, los yánesha aceptaron que eran peruanos, pero sin dejar de ser yánesha”, nos dice el antropólogo en la oficina que la Ong Instituto del Bien Común (IBC) tiene en Oxapampa.

DE TALA AL TURISMO
En la ciudad de Oxapampa nos esperaba César Laura, responsable de educación para la conservación del IBC en la zona. Fuimos en busca de Rodolfo Vásquez (53), director del Jardín Botánico Missouri en Perú. “Este herbario es bastante joven, tiene siete años solamente. Sin embargo, desde que llegamos hemos logrado dar a conocer 33 especies nuevas para la ciencia”. Con sus cerca de 36 mil colecciones es, de lejos, la más importante institución botánica en la región. La gran cantidad de orquídeas encontradas le está haciendo temblar el piso a Moyobamba, considerada la capital de estas plantas en el Perú.

Para tantear la labor del Ministerio del Ambiente, nos reunimos con Lorenzo Beck, coordinador del proyecto Mitigación y Adaptación al Cambio Climático (MACC). Financiado por el ministerio del Medio Ambiente alemán, MACC apoya técnica y económicamente a seis áreas protegidas de la selva central, de las cuáles cuatro están dentro de la Reserva de Biósfera recién creada: el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, Bosque de Protección San Matías San Carlos,
Reserva Comunal Yánesha y parcialmente la Reserva Comunal El Sira. “El objetivo del proyecto es involucrar a la población en la gestión de las áreas protegidas. Y, por supuesto, reducir la deforestación. El principal problema en la provincia de Oxapampa es el cambio de uso de suelo. Hay una carretera, por ejemplo, que pretende cruzar por el Bosque de Protección San Matías San Carlos (partiendo de Puerto Bermúdez), donde hay gente que ingresa y promueve la venta de terrenos en este lugar, a pesar de estar prohibido por ley”, advierte Beck.

Si bien MACC es un proyecto piloto que culmina el 2012, también financia actividades económicas sostenibles hasta por 20 mil dólares. Tienen injerencia en el sembrío de café, en plantaciones forestales y en piscicultura. Beck reconoce que falta apoyo en infraestructura, especialmente vial, pues “algunas carreteras son una desgracia”. Otro problema es la tala ilegal. Es inconcebible que con los volúmenes de madera que salen de la Biósfera, Oxapampa no tenga ninguna concesión forestal.

GALLITOS Y TIGRILLOS
En los setentas y ochentas se dio el boom de la madera y la ciudad de Oxapampa bullía de aserraderos. Ahora solo quedan unos cuántos, pues los bosques cercanos han sido “descremados” (sus mejores árboles fueron extraídos). Entonces, mucha gente ha puesto el ojo en el turismo. Entre otros, Eduardo de la Cadena y Percy Summers, socios al frente de Ulcumano Ecolodge, un bello albergue en la cima de la montaña conocida localmente como “Teta de la Monja”. El lugar está recién estrenado y listo para recibir a los amantes de la naturaleza y birdwatchers.

Hay 120 especies de aves en el sitio, algunas muy requeridas por los especialistas, como el quetzal cabeza dorada. Le pregunto a Eduardo por los osos de anteojos y me dice que son difíciles de apreciar, pero se sabe de su existencia: “este año ya han matado a dos en la zona”.

Esta última apreciación me la confirma Domingo Verde Veraun (73), el día que fuimos a su fundo San Carlos para tratar de contemplar a este hermoso animal. “El problema con los osos es que les gusta mucho el maíz y los agricultores los matan cuando come de sus sembríos”. Verde ha prohibido que molesten a los osos que asomen y eso nos da esperanzas de poderlos ver. Pero los dos primeros días no tenemos suerte. Más adelante volveríamos a tratar de avistar al único plantígrado de Sudamérica.

Con la finalidad de conocer a fondo la Biósfera, nos dirigimos al Parque Nacional Yanachaga Chemillén y al ensoñador pueblecillo de Pozuzo. Nos detenemos en el Puesto de Control de Huampal, uno de los sitios preferidos por los viajeros, pues tiene un mirador del Gallito de las Rocas, y un sendero peatonal que conduce hacia un cañón donde corre encabronado el río Huancabamba, y que permite apreciar el antiguo camino de los colonos austro alemanes, abierto a pico y pala. La suerte que no nos acompañó con el oso, se presentó en forma de tigrillo. Pequeño, como un gato grande, pero delgado y elegante. El guardaparques David Orizano (35) nos contó que tuvieron al tigrillo en custodia por tres meses, pero que después se comenzó a ausentar. El llamado de la selva, que le dicen. Vuelve cada tanto y se anuncia roncando para no sorprender a los guardaparques.

En Pozuzo nos recibieron las típicas casas con techo de dos aguas, su añejo puente colgante y la ruta de Guillermo I, donde el jardín Botánico Missouri ha trabajado para identificar 212 plantas para mayor conocimiento de los turistas. Lo único que falta es que el gobierno por lo menos inicie el asfaltado de la carretera entre Oxapampa y Pozuzo, como prometió el presidente García el año pasado, al cumplirse los 150 años de la inmigración austro alemana al Perú.

CAMINO AL PARQUE
Después de quedarse tres años seguidos en el Perú y de establecer la primera organización indígena en la selva, que hoy día es el Federación de Comunidades Nativas Yáneshas (Feconaya), el antropólogo Richard Chase regresó a EE.UU. y realizó un doctorado en Antropología bajo la tutela de luminarias académicas como John Murra y Donald Lathrap. Volvía al Perú cada dos meses para terminar con sus investigaciones sobre la historia oral de la música de los yánesha hasta que en 1972, ya casado, regresó para hacer su trabajo de campo y se quedó a vivir diez años en Oxapampa. Pasaba buena parte de su tiempo en las comunidades nativas como Tsachopén, cuyas tierras fueron tituladas en 1974 en gran parte por gestión suya. Intervino también en otros reclamos territoriales de los yánesha para que recuperen algo de su espacio histórico.

Y un elemento muy importante para ellos era la cordillera Yanachaga Chemillén. Estaba claro que titular esa zona era una misión imposible. Entre las alternativas más atractivas para conservar esa área estaba la de postularla para Parque Nacional. Chase escribió la propuesta, que fue presentada ante la Dirección Forestal y Fauna Silvestre, dirigida entonces por Marc Dourojeanni. La propuesta del Parque fue cada vez más consistente y fue incluida en el proyecto Pichis Palcazú, que fuera alentado políticamente por Belaúnde (a inicios de su segundo gobierno, el arquitecto postuló que Pichis Palcazú iba a constituirse en la despensa alimentaria de Lima). Chase aprovechó la coyuntura y junto a Dourojeanni y el hoy ministro del Ambiente Antonio Brack empujaron el proyecto del Parque hasta que lograron que se oficializara su creación en 1986. El Bosque de Protección San Matías San Carlos se hizo realidad en 1987. En 1988 los yánesha obtienen un sueño largamente anhelado: una Reserva Comunal de 35 mil hectáreas. Y, finalmente, el 2001, se custodian las cumbres de la cordillera oriental de los Andes con la Reserva Comunal El Sira. Aunque la idea detrás de la creación de estas áreas protegidas era básicamente amparar a los territorios nativos, sin querer fueron la piedra angular para que la Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha tome cuerpo.

TENEMOS BIÓSFERA
El 2003 se intentó buscar el título de Biósfera a través de una fórmula conocida: un Parque Nacional y su zona de amortiguamiento. Como lo son las otras tres Reservas de Biósfera en nuestro país: el Manu, el Huascarán y la del Noroeste (que gira en torno al Parque Nacional Cerros de Amotape, en Piura). Todas estas áreas fueron reconocidas por la Unesco en 1977. La de la selva central iba a tener su núcleo en el Parque Yanachaga Chemillén. Sin embargo esta propuesta fue llevada de manera muy subterránea, sin consulta. El IBC plantea abrir más el proceso para involucrar a las municipalidades e indígenas.

“Nuestro temor era que si solo contemplaban al Parque como reserva de biósfera se evadía la problemática mayor, el paisaje grande que es la cuenca. La provincia de Oxapampa es la cabecera de todos los ríos que van a formar la gran cuenca del Pachitea”, argumenta Chase. Fue entonces que se dieron cuenta que la mejor propuesta, totalmente innovadora además, era que toda la provincia de Oxapampa se convierta en Biósfera. El año 2005 fue clave para la unión de instituciones, gobiernos locales, organizaciones indígenas y Ong’s para empujar el carro en la misma dirección. El 11 de noviembre del 2009 se entregó la propuesta final al ministro Brack para que haga los trámites en la Unesco, que el 2 de junio de este año dio su veredicto a favor.

TIERRA GENEROSA
Si en Oxapampa abundan las granadillas, en Villa Rica son los reyes del café. Hacía allá nos dirigimos siempre en compañía de César Laura. Visitamos las instalaciones de Villa Rica Highland, que agrupa a doce socios con la finalidad de juntar más volúmenes para ingresar al mercado internacional. Exportan a EE.UU., Japón y Canadá, entre otros países. Poseen los certificados de Rainforest Alliance y el Cofee Practice que son los que más exigen los compradores. “Ser parte de una reserva de Biósfera, ahora que ya tenemos 5 años de certificación, es un plus adicional”, nos dice Hamilton Vidurrizaga (46), vicepresidente de Villa Rica Highland.

Al día siguiente, por una carretera desastrosa, nos internamos en el valle de Palcazú. Hicimos una parada en la comunidad yánesha de Laguna Raya, donde el ingeniero Herbert Richard Wilkes (58) participa de una audaz propuesta pretende cambiar un sistema de trabajo generalizado en el campo: el monocultivo. Por ejemplo, el de las granadillas en Oxapampa, pues “además de la erosión que produce al sembrarse en laderas, usa agroquímicos y pesticidas prohibidos en otros países, y por cada hectárea de granadilla necesitan 400 postes de madera muerta para colgar los alambres, lo cual presiona los bosques”, sostiene este agrónomo alemán.

El método de Wilkes, que trabaja para la cooperación alemana (Ded) y Pronaturaleza, consiste en tumbar los árboles y cortar la maleza de los bosques secundarios para que formen un colchón sobre semillas de diversos productos. El colchón vegetal se empieza a podrir y alimenta orgánicamente a todos estos cultivos, que hoy los campesinos siembran por separado. El cacao es la estrella por su mayor precio. Sin embargo, este cultivo recién empieza a producir al cuarto año y al 40 por ciento de su capacidad. Entonces tienen que sembrarlo en un sistema de policultivo, para brindar sombra y evitar la erosión. “Sin proyectos productivos esta Reserva de Biósfera no va a funcionar”, alerta el ingeniero alemán.
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EL COMERCIO JUNIO 2, 2010

La Unesco otorgó al área Oxapampa-Asháninka-Yánesha el título de reserva de biósfera

La reserva situada en el departamento de Pasco cuenta con gran biodiversidad. Con esta nominación, el Perú suma cuatro lugares que obtienen esta distinción

El área denominada Oxapampa-Asháninka-Yánesha cuenta con una gran biodiversidad (Foto: Simon Auerl Schwarz)
El área denominada Oxapampa-Asháninka-Yánesha, ubicada en la región Pasco, fue distinguida por la Unesco como reserva de biósfera en la XXII Reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa del Hombre y la Biósfera (MAB) que se celebra en París.

La reserva peruana, de 1’800.000 hectáreas y ubicada en la región de bosques amazónicos de altura, es considerada por la Unesco un lugar sometido a una intensa presión y a un grave riesgo debido a actividades humanas como la deforestación, lo que pone en riesgo la flora y fauna del lugar.

Además de la biodiversidad, la Unesco resaltó el hecho de que el lugar esté habitado por pueblos como los yánesha y los asháninka, lo que ayudará a la conservación y el cuidado de los recursos naturales de la zona.

Con esta nominación, el Perú eleva a cuatro los lugares que ostentan este título: la Reserva de Biósfera del Manu, la Reserva de Biósfera del Noroeste (que incluye territorios de Piura, Tumbes y también de Ecuador) y la Reserva de Biósfera del Huascarán y la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha.

Junto al pedido peruano fueron aprobadas otras 12 solicitudes de países como México, Nicaragua, Chile, Costa Rica, Etiopía, Irán y Alemania, lo que aumentó a 566 las zonas declaradas como reservas de biósfera en el mundo.
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EL COMERCIO ABRIL 18, 2010

Cerro de Pasco está tan contaminada que no se puede cultivar papas ni lechuga

Nueve de cada 10 niños tienen niveles altos niveles de plomo en el cuerpo por la minería, según estudio. Población no tiene muchas alternativas al trabajo en las minas

Cerro de Pasco (AP) . La abertura, de más de un kilómetro y medio, crece con cada explosión y se devora lentamente esta sombría ciudad .

La mina a cielo abierto de zinc y plomo, que funciona desde hace medio siglo, lanza un polvo que cubre las casas. La tierra está tan contaminada que las comunidades surgidas en las afueras de la ciudad ya no pueden cultivar papas ni lechuga. Las canillas dejan correr agua seis horas en una buena semana. El 80% del agua disponible va a la mina.

A medida que el gobierno incrementa la explotación de las vastas reservas de minerales y petróleo, comunidades como la de Cerro de Pasco viven en carne propia el conflicto entre la contaminación ambiental y el empleo, el cual genera violentas protestas -algunas de ellas mortales- desde los Andes hasta el Amazonas.

SÍMBOLO DE LA INFORMALIDAD
Algunos sectores afirman que la ciudad de 70.000 habitantes, uno de los primeros complejos mineros industriales del Perú, simboliza 100 años de extracción sin regulación, de desperdicios tóxicos y de toma ilegal de tierras.

“He visto cómo la mina se traga la ciudad”, afirma la legisladora de Cerro de Pasco Gloria Ramos, de 54 años, mientras observa el vacío desde una roca en lo que queda de su ciudad. “Ha habido un gran éxodo, pero los pobres siguen aquí”.

A fines de 2008, las autoridades municipales concedieron al dueño de la mina, la Compañía Minera Volcan , otras 11,33 hectáreas de tierra, incluida la plaza central y su iglesia colonial, que fue reconstruida en 1748 luego de un terremoto. La empresa había amenazado con cerrar la mina de no recibir esas tierras, dejando sin trabajo a 4.000 personas.

POLÉMICO TRASLADO
Por esa misma época, el Congreso había aprobado un proyecto que disponía el traslado de los habitantes de Cerro Pasco a otro sitio, pues el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos había determinado que la tierra, el agua y las casas estaban saturadas con niveles tóxicos de plomo.

Nueve de cada 10 niños tienen niveles altos de uno de 14 metales pesados, incluidos plomo, cadmio y arsénico, según el Centro.

Ha pasado más de un año y el gobierno del presidente Alan García no ha dicho nada sobre los 500 millones de dólares que se necesitan, de acuerdo con el gobernador regional. Las autoridades dicen que los estudios técnicos tomarán tres años y que la construcción de otra ciudad otros 10 más.

“Esto está afectando nuestra salud, especialmente la de las mujeres y niños”, dijo Ramos. “No podemos seguir viviendo en estas condiciones”.

La minería representa el 60% de las exportaciones peruanas y es lo que impulsó un crecimiento anual del 6,7% entre 2002 y 2008. Perú piensa seguir apostando a los minerales en los años venideros.

CASO DOE RUN
El Congreso dio hace poco a la fundidora estadounidense Doe Run otros dos años y medio para reducir las emisiones tóxicas en sus plantas de La Oroya, una localidad vecina. Dejó que la empresa no cumpliese con un segundo plazo para reducir la emisiones, pero evitó la pérdida de 3.500 empleos.

La compañía había acordado limpiar la ciudad, considerada una de las más contaminadas del mundo, cuando compró la planta al estado en 1997.

CONFLICTOS SOCIALES
Más de un centenar de comunidades pelean con empresas mineras y petrolíferas en torno a la contaminación y el uso de tierras y agua, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo. Cuando asumió García en 2006 había solo 14 conflictos de este tipo.

En junio del año pasado, los enfrentamientos entre las autoridades e indios awajun que bloqueaban una carretera en la Amazonia dejaron 33 personas muertas. Los manifestantes trataban de impedir que la empresa canadiense Dorato Resources buscase oro en sus tierras de caza. También resistían disposiciones del gobierno que daban a empresas mineras y petroleras acceso a tierras comunitarias.

El gobierno expulsó hace poco a Dorato de las tierras de los awajun para demostrar que piensa regular la actividad minera. No obstante, sigue siendo acusado de hacer a un lado la protección al medio ambiente para atraer inversiones extranjeras. La semana pasada, seis mineros murieron en enfrentamientos en torno a la explotación de grandes extensiones de la Amazonía en busca de oro.

En casos como el de Cerro de Pasco, García apoyó a las empresas mineras, aduciendo que los avances tecnológicos hacen que la contaminación derivada de la minería sea “un tema del siglo pasado”.

LA HISTORIA
Durante cuatro siglos, la plata, el cobre, el zinc y el plomo extraídos de Cerro de Pasco, a más de 4.380 metros (14.300 pies) de altura, ayudaron a construir Lima y numerosas ciudades de Europa y América del Norte.

Llamada por los españoles “la Ciudad Real de las Minas”, Cerro de Pasco atrajo mineros de todo el mundo y llegó a contar con nueve consulados, incluidos uno yugoslavo, uno austríaco, uno británico y uno estadounidense.

Expulsados los españoles, el 7 de diciembre de 1820 asumió el primer alcalde de la República del Perú en la plaza Chaupimarca del centro de la ciudad, la misma que ahora está siendo consumida por la mina.

La firma estadounidense Cerro de Pasco Corp. comenzó a comprar minas en 1902 y sus métodos industriales generaron una prosperidad repentina. Medio siglo después, en 1956, la empresa empezó a explotar minas de tajo abierto y a abrir el hueco, que fue agrandándose con el tiempo.

Las operaciones ya se comieron la mitad del centro original de la ciudad. La empresa estatal Centromin continuó expandiendo la gigantesca fosa tras la expropiación de la empresa en 1973. A partir de 1999 se hizo cargo Volcan.

“Nos enorgullece haberle dado tanto al país, pero nuestra ciudad no se benefició en nada”, expresó Dimas Peña, de 50 años, quien encabeza un grupo de comerciantes y vendedores que se rebelaron contra la expansión. “¿Qué ganamos con toda esta explotación? Nos van a mandar a vivir a las colinas, donde no hay agua, ni luz ni servicios básicos”.

CASAS DE LADRILLO
Las topadoras todavía no llegaron a Chaupimarca, el último barrio colonial céntrico que queda, pero de todos modos parece que hubiera una guerra. En las casas de ladrillo hay fisuras profundas y en el aire hay un polvillo que quema los ojos.

Volcan ya compró la mayor parte de tres cuadras, en las que derribará las casas y comenzará a extraer zinc y plomo. A pocas cuadras, aunque lejos de la zona de demolición, se encuentra la oficina del alcalde Tito Valle.

De joven, Valle se fue de la comunidad rural de Uchumarca, a 19 kilómetros (12 millas) de Cerro de Pasco, para estudiar ingeniería mecánica en Lima. Volvió para trabajar con una de las principales firmas que operaban allí, Minera Atacocha. Posteriormente se dedicó a manejar la empresa de distribución de carne de su familia.

Dos semanas antes de que asumiera como alcalde en enero de 2007, su predecesor aprobó la expansión de las operaciones de Volcan, sin negociar compensación alguna. Valle anuló el acuerdo de inmediato y se pasó un año y medio negociando una compensación.

La mina deberá reconstruir la plaza, la iglesia y la infraestructura, en un proyecto que requerirá 10 millones de dólares, e invertir otros 10 millones en carreteras, agua y sistemas de desagüe para la ciudad.

Valle dice que no se puede frenar la expansión de la fosa.

“Nos guste o no, dependemos de esta industria”, expresó.

La gente de la zona no tiene muchas alternativas al trabajo en las minas: cultivar para subsistir o vender cosas en las calles de Lima y vivir en barrios de emergencia.

400 DÓLARES
Marilyn Huaman, de 24 años, dice que los nueve miembros de su familia viven de los 400 dólares que gana su padre en las minas. Su madre tiene un pequeño comercio en la casa. Todos duermen en la misma habitación.

“Nos quedamos por necesidad, porque los chicos tienen que estudiar”, expresó Calzada, de 45 años, quien dijo que en su pueblo, Alcacocha, a una hora, no hay escuela secundaria.

Como tantas otras familias, los hijos de Calzada no se sometieron a análisis para determinar los niveles de plomo en sus organismos, el cual puede causar serios trastornos.

“¿Qué puedo hacer, si tenemos que quedarnos aquí?”, preguntó.
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LA REPUBLICA SETIEMBRE 27, 2009

Vida tóxica

Desde Pasco, Cajamarca y Junín, llegaron a Lima para contarnos su historia. Su pedido más urgente es la cobertura médica del Estado para frenar los efectos dañinos de la exposición al plomo y al mercurio.

Por María Isabel Gonzales
Fotos Rocío Orellana

Hay un lugar en el Perú donde la gente camina entre nubecillas amarillentas que a su paso impregnan el ambiente de un olor fétido. Al desintegrarse se cuelan en las narices de cuanta persona necesita del aire para vivir. Hemorragias nasales, desmayos, pérdida de memoria y falta de motricidad son solo algunas de las terribles consecuencias que acarrea. Este escenario toma forma en el centro poblado Champamarca, en la región Pasco, un lugar tan alejado y pobre que se pierde de vista en el mapa. Pero Champamarca existe, y en ella viven 300 personas. Todas y cada una afectadas por un depósito de metales tóxicos llamado Excelsior. Allí se acumularon por más de diez años en el desmonte sin clasificar de las mineras Centromín y Volcan, que además de filtrarse en el aire quedaron asentados en el agua convirtiéndola en veneno líquido.

En el 2006, Activos Mineros, una empresa de remediación ambiental, tomó control del depósito en un intento de controlar las sustancias tóxicas en el ambiente. Para Esther Mandujano, madre champamarquina, no son suficientes las acciones de Activos Mineros. Le basta con leer los resultados de los análisis de sangre de sus hijos Jesús y Antony. El primero tiene siete veces más plomo en el cuerpo de lo que los estándares permiten y el segundo doce veces más. Esther llora, porque mientras algunos se tiran la pelota evitando hacerse responsables, Jesús, su hijo mayor, ha dejado de crecer, no puede concentrarse en el colegio y duerme por las tardes para no sentir dolores de cabeza. En la posta médica solo le dan paracetamol y amoxicilina para calmar sus males.
Así se pasan los días para Jesús y todos los demás champamarquinos, tomando paliativos, pero respirando siempre aire con metales tóxicos. Condenados todos a unos días tristes, amarillos y fétidos.

Mercurio suelto

Era junio del 2000, faltaba un mes para fiestas patrias y los habitantes del centro poblado Choropampa en Cajamarca anhelaban ingresos extras. De pronto un trailer con mercurio de la minera Yanacocha derramó su contenido –altamente tóxico– en las calles. Cuando la empresa se dio cuenta del desastre ofreció comprar el producto. “Se compra azogue y/o mercurio a 20 soles el kilo”, puso en unos carteles. Todos vieron una oportunidad. Niños, adultos y ancianos recogieron el metal de las calles, lo vendieron y regresaron triunfantes a casa por haber otenido un poco de dinero. ”Decían que eso no contaminaba hasta cuatro días después, cuando la enfermera del pueblo Luisa Arribasplata cayó enferma. Se la llevaron a Lima y luego nos enteramos que era por el mercurio”, dice Graciano Carbajal, actual alcalde del centro poblado. El anterior falleció por males vinculados al mercurio.

Graciano no sabe a quién recurrir, frunce el ceño y aprieta con sus manos un registro de pacientes intoxicados de mercurio. “No solo nos han contaminado a nosotros, sino también a las plantas y a los animales. Cuando los agricultores quieren ir a vender sus productos a otros pueblos, los marginan. No quieren comprarles”, cuenta. Según él, Yanacocha ha zanjado el tema comprándoles el mercurio. Sin embargo, de los 3 mil habitantes de su pueblo, Graciano asegura que más de la mitad tienen elevados niveles de mercurio en el organismo. Así como en Pasco, los niños sufren hemorragias, otros tienen erupciones en la piel y las mujeres se desmayan o sufren abortos espontáneos.

Después de la muerte de su predecesor, Vicente Zárate, quien se fue de este mundo víctima de un mal causado por metales pesados, Graciano le ha prometido a su gente luchar por la presencia del Estado en su comunidad. “Queremos cobertura médica, que tomen muestras del aire, el agua y el suelo y nos ayuden a revertir la contaminación. Necesitamos ayuda cuanto antes, ya estamos cansados de ver a nuestros niños postrados por hemorragias, de sentirnos inútiles ante la insensibilidad de una empresa”, dice Graciano. Aunque luce cansado, se fuerza a sí mismo a estar lúcido. Tiene el compromiso de conseguir justicia para Choropampa.

Siempre La Oroya

La historia de contaminación en La Oroya, por emisión de plomo de varias empresas mineras que se asentaron ahí desde los años 50, la hemos visto en la televisión. La hemos leído en los periódicos y la hemos escuchado en la radio. Es decir, la conocemos pero no la vivimos. Por eso Pablo Fabián, poblador y padre de familia de La Oroya, no desmaya en su pedido de declarar a su comunidad en emergencia. Los altos niveles de plomo en el ambiente le hacen temer peores consecuencias de las que ya ha sido testigo. “Más de 120 mil hectáreas de tierra están inutilizables porque la emisión de plomo las ha calcinado”, revela Pablo. Para él Doe Run, la minera asentada en La Oroya, tiene responsabilidad en la contaminación pero también el Estado. No quiere dinero. Pablo quiere salud, aire limpio y tierra fértil.

Hoy tiene 53 años, y ha podido ver cómo La Oroya se fue ennegreciendo. Cuando era niño frotaba las monedas en la tierra y estas empezaban a brillar. En ese entonces no entendía por qué sucedía, le parecía divertido. Hasta que fue creciendo y se dio cuenta de que todo a su alrededor estaba contaminado. Ingenuamente pensó que eso se revertiría, y tuvo esperanza. Se casó con Digna y tiene tres hijos: Ana María de 19, Alcides de 16 y Amparo de 5 años, todos intoxicados con plomo y arsénico. “Parece que nuestras autoridades no saben lo que hace el plomo, pero si no saben yo les voy a explicar. El plomo en el organismo retarda el crecimiento, produce anemia y fallas cognitivas. Contamina el ambiente y todo lo que consumimos“, dice Pablo, conocedor de su realidad. Sus palabras no son resentidas ni amargas, explica cada detalle con generosidad porque quiere recibir lo mismo a cambio.

Está cansado de tocar puertas buscando ayuda. Sus ojeras son profundas, pues ha pasado muchas noches en vela cuidando a su pequeña Amparo cuando esta se ha desmayado. Los médicos de la posta le dicen que es por el plomo y cada vez que escucha esa respuesta no puede evitar recriminarse por no tener mayores ingresos y sacarla de ahí. Así como Esther y Graciano, Pablo es también una víctima de la emisión de metales tóxicos. Tiene documentos que lo prueban. Mientras ellos alzan la voz y reclaman por su derecho a la salud y a un ecosistema sano, el problema de la contaminación subsiste en estos y otros lugares por la indiferencia del Estado y de muchas empresas que no realizan una actividad minera limpia.

Organizándose

La primera semana de setiembre la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (Conacami) convocó a las poblaciones afectadas en su salud a una asamblea para articular propuestas que protejan su derecho a la salud. La iniciativa que tuvo más consenso fue la indemnización para todos los afectados. Para hacer un pedido formal harán un registro nacional para tener a todas las víctimas organizadas. Mario Palacios, dirigente de Conacami, dijo que en el 2003 ingresaron 15 demandas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Tres de ellos prosperaron en la corte: uno fue Choropampa, otro San Mateo de Huanchor y el último el Callao. De ellos solo en San Mateo de Huanchor se cumplió la ley internacional y la minera cerró sus puertas. En los otros casos, las demandadas no se han retirado y mucho menos han limpiado el ecosistema que afectaron.
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CORREO 28 de agosto de 2008

Santuario espera al visitante con sus extrañas formaciones rocosas

Huayllay, el Bosque de Piedras

Hace un par de semanas hablamos de Huayllay, ubicado en la provincia de Pasco, mejor conocido como el Bosque de Piedras.

Muchos lectores nos pidieron más información porque están decididos a darse una escapada este fin de semana. Para ellos, y para quienes no saben nada de este santuario, considerado una de las Siete Maravillas Naturales del Perú, va dirigida esta información.

Cuenta con 6,815 hectáreas y reúne más de 4 mil formaciones rocosas que toman la apariencia de gigantescos perfiles humanos y de animales. Los más conocidos son El caminante o pensador, La tortuga, La alpaca, El cóndor y El elefante, formados en su mayoría por rocas volcánicas y también de sedimentos, pues se afirma que toda la zona formó parte del fondo marino en la Era Paleozoica.

Sus microclimas hacen que Huayllay sea propicia para el cultivo de papa. Asimismo, se constituye en hábitat de una fauna singular, compuesta por vizcachas, venados, pumas, zorros y pájaros carpinteros autóctonos. Además, su flora es increíble, desde ichu o comida para el ganado hasta plantas medicinales como el berro, el hercampuri, los queñoales y las huamanpintas.

Huayllay cuenta con 11 circuitos, de los cuales 4 se encuentran implementados. En ellos se puede practicar trekking mientras se observan las famosas figuras de piedra.

Cerca del Santuario se ubica el pueblo de Huayllay, donde se puede disfrutar de platos típicos como la pachamanca, el shihuayro (maíz molido y especias como el ají), el mondongo (menudencias de cordero y maíz) o el cuy picante (roedor andino frito acompañado de papas y crema de maní).

El visitante de Huayllay puede relajarse disfrutando de un agradable baño en las aguas curativas de los baños termales de la Calera.

Acceder a ellos es muy fácil, ya que están a pocos metros de la carretera (en el trayecto a Huayllay). La entrada es gratuita, pero se debe coordinar la visita en la Oficina de Administración de la Campiña Minera Puarón (a escasos kilómetros de los baños).

La atención es de lunes a domingo, con excepción de los días viernes, que se realiza el mantenimiento respectivo.

Existen una variedad de alojamientos cercanos al atractivo que oscilan entre los S/.20 y S/.50.

Felipe Gamonal
fgamonal@epensa.com.pe
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EL PERUANO 07 de agosto de 2008

ENTREVISTA. ALCALDE DISTRITAL PEDRO UBALDO POLINAR
Pozuzo aspira a ser atracción turística

Meta de esta zona de la selva central es lograr su despegue definitivo
Burgomaestre destaca apoyo de Austria para el desarrollo del distrito
José Vadillo Vila
jvadillo@editoraperu.com.pe

El 25 de julio de 2009 Pozuzo cumplirá 150 años de su fundación por los primeros colonos austro-alemanes. “Queremos hacer conocer a todo el Perú el calor humano de la gente y la trayectoria de Pozuzo, que es digno de reconocer”, explica su alcalde, Pedro Ubaldo Polinar.

¿Las celebraciones por la fundación del distrito son solo un tema local?
–Hemos declarado estas celebraciones de interés local, pero también conseguimos que sea de interés para todo Pasco, y ahora, con apoyo del ministro Antonio Brack, queremos que sea de interés nacional.

¿Qué tan desarrollado está el tema hotelero en Pozuzo?
–Debemos trabajar en ello. Este año, por nuestro aniversario, llegaron a Pozuzo más de dos mil visitantes y solo pudimos albergar a la mitad. Por ello, para 2009, estamos preparando casas-hospedajes y pondremos en los colegios algunas carpas para que todos estén cómodos. Queremos que Pozuzo llegue a su sitial turístico.
¿El tema de acceso terrestre todavía es el talón de Aquiles para el desarrollo de Pozuzo?

–Queremos concretar diversas obras con miras a nuestra celebración. Trabajamos en la carretera Pozuzo-Oxapampa para que esté lista el próximo año. Nuestro sueño es tener, algún día, asfaltados sus 77 kilómetros, para mejorar la transitabilidad y que los visitantes queden conformes.

¿Cómo van las relaciones con Austria y Alemania, de donde vino la migración a Pozuzo?
–Con Austria las relaciones son muy buenas. Se ha preocupado por la electrificación y ha invertido en infraestructura de primer nivel en salud, por más de un millón de euros. Ahora lo que nos falta son los recursos humanos médicos, y Austria está muy comprometida para ayudar también en el tema y que la gente no tenga que ir a atenderse hasta Huancayo u Oxapampa.

¿Es prioridad relacionarse con otras colonias alemanas?
–Sí. Este año iremos al encuentro de comunidades alemanas que se realizará en Brasil y en 2009 seremos sede. Acabamos de firmar un convenio de hermanamiento con la colonia austro-alemana de Tovar (Venezuela), y siempre tratamos de hermanarnos con más distritos para apoyarnos mutuamente.

El Estado tiene como proyecto que la provincia de Oxapampa sea reconocida como una reserva de biosfera...
–En Pozuzo somos enemigos que para el desarrollo se deba de quemar los bosques en grandes cantidades. Trabajamos a nivel educativo en desarrollar el tema ambiental. Tenemos la certificación Gestión Ambiental Local Sostenible (GALS) 1 y trabajamos para lograr el GALS 2.

Entonces para el próximo año habrá un despegue del tema turístico.
–Sí, y en las celebraciones estarán las principales autoridades, entre ellos el Presidente de la República y todos los ministros. Creo que ya existe una expectativa por lo que sucederá en Pozuzo. Y para los 150 años también estamos diseñando nueva oferta ecoturísticas.

Potencial de la selva central
Daniel Alfaro, representante de Promperú, explica que la selva central (Junín y Pasco) tiene un potencial turístico para atraer un gran flujo, sobre todo de turismo interno, debido a su proximidad a Lima, que implica el 86 por ciento del turismo interno.

Señala que este circuito incluye los valles de Tarma, Satipo, Chanchamayo y Pozuzo, que tienen hoteles, muestran riqueza cultural –tanto de las culturas precolombinas como de la fusión con los austro-alemanes–, riqueza ecológica en flora y fauna, y ofrecen turismo de aventura.

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