EL HUASCAR, UN EJEMPLO DE ESTOICISMO QUE NO SE HUNDE


EL COMERCIO OCTUBRE 10, 2011

El Huáscar, un ejemplo de estoicismo que no se hunde

Luego de 132 años, el buque que soportó tres combates y hasta un tsunami reposa como museo en la base naval de Talcahuano, al sur de Chile

VANESSA ROMO ESPINOZA

Talcahuano. “Ahí está el Huáscar, entero”, decía señalándolo Johnny Silva, pescador de Talcahuano, con el olor de pescado descompuesto aún en la piel. Habían pasado tres días desde ese 27 de febrero del 2010 en el que un terremoto de 8,8 grados irrumpió en la madrugada chilena, derrumbó casi por completo lo que estaba en la tierra de su costa sur y embraveció al mar para que terminara de consumar la desgracia.

Todo estaba mezclado entre sí: buques, remolcadores, lanchas, yates, carros, camiones, edificios, gasolineras, mercados, casas. Las olas de siete metros que reventaron en Talcahuano tras el tsunami se encargaron de fusionar todo, de crear un paisaje macabro de destrucción. En medio del caos, el Huáscar era un oasis al oeste de la bahía. El monitor de más de 130 años estaba entero. Había sobrevivido una vez más.

Un año y medio después, el Huáscar recibe aún erguido a sus visitantes. Un sentimiento encontrado en medio del patriotismo aparece cuando se ve flameando la bandera de la estrella solitaria en la popa del monitor, ese que desató los agobios de la Marina chilena durante la Guerra del Pacífico.

Desde aquel lejano 8 de octubre de 1879, el buque de Miguel Grau vive en Chile. Llegó a Talcahuano, a nueve horas al sur de Santiago, a inicios de 1930 y fue restaurado a mediados del siglo pasado. Su estado de conservación es tan meticuloso que da la impresión de que estuviera a punto de zarpar del puerto del Callao, listo para defender al Perú.

HISTORIA DE DOS PAÍSES
Hace muchos años el Huáscar dejó de ser un trofeo de guerra. El cabo primero de la Armada del país sureño Mauricio Segura Jiménez está a cargo desde hace tres meses del monitor, que ahora es un museo. “Para mí el Huáscar significa heroísmo”, dice ceremonioso, mirando al horizonte desde la entrada del barco.

A un lado, un círculo de metal dorado fijado en medio de la cubierta del monitor indica el lugar donde murió nuestro héroe. “Homenaje de la Armada de Chile al almirante peruano Don Miguel Grau, caído en defensa de su patria”, reza la placa. El sentimiento encontrado termina convirtiéndose en orgullo.

El cabo Segura habla sobre el Huáscar mientras decenas de niños exploran el barco a su alrededor. Incluso en un día de semana como este martes las visitas no dejan de llegar al monitor, al cual se accede a través de la base naval de Talcahuano y tras llegar a un muelle, unos marinos trasladan al turista en una balsa. La canción de la Armada chilena recibe a los navegantes de turno del barco.

GUERRERO DEL MAR
El cabo cuenta que tras ese 8 de octubre, el Huáscar sirvió por 22 años a la Marina de Chile. Todas las aventuras del poderoso barco las tiene en la mente como si él mismo hubiese sido Arturo Prat y las cuenta con respeto. Sin embargo, hay una hazaña que el marino aún no puede reconstruir.

“Cuando ocurrió el terremoto yo estaba a cinco mil kilómetros de aquí”, dice con pesar. Antes de ser destacado al Huáscar, el cabo Segura trabajaba en la Antártica. Las noticias de la destrucción de su pueblo natal llegaron hasta ese extremo del mundo. Ese 27 de febrero, después de pensar en su madre y su hermano, se preguntó por el pequeño monitor.

“Antes de reparar cualquier casa, la Armada rescató al Huáscar”, cuenta. El mar furioso se retiró a las dos horas de haber comenzado el terremoto y al regresar estrelló decenas de embarcaciones contra el casco del monitor. A pesar de eso, de las cuatro amarras que mantienen erguido al Huáscar solo se cortó una. Dio un giro de 90 grados y quedó de pie, con las olas de cuatro a siete metros queriéndolo tumbar como lo hicieran los blindados chilenos hace 132 años.

El muelle que recibía a los visitantes, sin embargo, no tuvo la misma resistencia. “Por eso fue que demoró un año la reanudación [de la atención] de este museo”, cuenta Segura. Se debió construir una nueva estructura y se abrió nuevamente al año del terremoto. De la caseta de recuerdos, que se encontraba al lado del muelle, quedan unas mayólicas en el piso.

“Las maniobras que sujetan al Huáscar ayudaron a que solo hubiera cuadros y luces rotas por dentro”, explica Segura. Al ver que al otro extremo de la bahía todavía está volteado el Gran Poderoso, el primer remolcador de alta mar que tuvo Chile, hace pensar que solo la supremacía del Huáscar trasciende los siglos.

EL CABALLERO GRAU
El Huáscar ya no es un trofeo de guerra y el cuarto de Miguel Grau lo afirma. Al extremo de la popa, el camarote de Grau es vigilado por un retrato de él mismo y algunas monedas y billetes que el Perú emitió en su homenaje.

“Él demostró quién era al enviar las prendas de Prat a su esposa. Poca gente lo hace. En las guerras lo que se gana es de uno”, dice Segura. Un silencio reflexivo recorre su cuarto en ese momento. “El Huáscar cuenta la historia de dos países”, continúa, interrumpiendo el silencio.

Segura valora el gesto de Grau por otras razones. “El tsunami se llevó todo, pero lo que más duele son los recuerdos, la foto de tu niñez que quisieras enseñarles a tus hijos, tu vida regada por la esquina”, dice nuevamente con pesar. Él fue destacado al Huáscar para poder estar más cerca de su familia, poder reconstruir con ella lo que el mar se llevó.

“Pero yo sigo queriendo al mar”, dice. Imagina que Grau diría lo mismo, porque más allá de las desgracias, el amor es a la patria. El Huáscar dejó de ser hace tiempo un trofeo de guerra. Para los sobrevivientes del terremoto, como lo es el mismo monitor, el Huáscar es un ejemplo de estoicismo.

ASÍ SE INFORMÓ
Mientras salimos de tan terrible ansiedad, el patriotismo aconseja resignación, firmeza y fe en los destinos de la República
El comercio – 9 de octubre de 1879
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From: manuel prado rivas
Date: 2011/10/8
Subject: Gloriosa Marina de Guerra del Perú
To:

PENSAMIENTO DE PATRIA

Hoy 08 de Octubre, hace 132 años se inmortalizó nuestro héroe Don Miguel Grau Seminario, con él nació la esperanza de una patria sólida, solidaria, grande. En los múltiples conflictos, enfrentamientos interno y externo, la patria nos ha legado el ejemplo de hombres civiles y militares, ciudadanos en general, que defendieron con honor sus ideales cargados de mística y desapego a lo material.

Ciento treinta y dos años ha pasado, donde las generaciones que devinieron, desconocen muchas veces la profunda raíz de lo acontecido, y solo reciben y mal procesan la información como simples receptores de datos intrascendentes cada vez mas fácil de olvidar. La falta de Identidad Nacional se oculta en el interior del inconsciente colectivo de la Nación, fortalecido por una currícula educativa sin el incentivo patriótico vivificante, el cual termina por envilecer el recuerdo heroico de Grau. Es por ello que hoy día, elevo mi voz de reflexión mediante nuestra conciencia a fin de forjar la mente en nuestra patria para que las autoridades promuevan como tarea excepcional asumir el compromiso de informar a nuestra sociedad, y a nuestros educandos, todos los acontecimientos heroicos acontecidos en el Perú como Patria, Nación y Estado.

Como olvidar 1879,,, como olvidar lo que nuestras autoridades en 1985, dentro del concepto de nueva visión de la historia, selló un convenio entreguista con Chile, sobre la no inculcación de la historia violenta, invasiva en nuestros escolares ocurrido en la guerra del pacifico. La concepción oficial del pasado nacional es y debe ser lo que aconteció, sin una letra de mas ni de menos.

Como olvidar que Chile tiene como doctrina el concepto de “mar presencial” y que acertadamente el Perú no aprobó ingresar a la Convención del Mar en el 2005, donde íbamos a globalizarnos, reduciendo nuestra soberanía a solo 12 millas náuticas. (Almirante Hugo Ramírez Canaval) http://convemar.com/el-nuevo-derecho-del-mar.pdf
Asimismo como olvidar que las inversiones chilenas en Perú tiene connotación e influencia política. http://www.larepublica.pe/15-02-2011/inversiones-chilenas-en-peru-le-dan-influencia-politica-0

¿En qué fase se encuentra el Plan Geopolítico de Chile en su penetración económica hacia el Perú?
¿Qué clase de Acuerdo de Complementación Comercial y Tratado de Libre Comercio se tiene con Chile con las asimetrías de inversiones entre ambos países que nos superan en más de cuatro veces su inversión?

La memoria de Grau hoy día me llena de profundo valor mítico al recordar tener a mi patria grande, y también de frustración al verla abandonada, por desaciertos de los gobernantes en su política nacional e internacional desde tiempo atrás. El Gran Almirante Don Miguel Grau es el hombre mas grande que nuestra patria dió,y ese pensamiento debe permanecer para unir y fortalecer a nuestra patria.
El pensamiento de patria se vislumbra en la obra de Verdi NABUCCO con su espectacular melodía del coro del tercer acto, un himno para todos los que verdaderamente la amamos. http://www.youtube.com/watch?v=DzdDf9hKfJw
Feliz día a nuestra Gloriosa Marina de Guerra del Perú.

Atentamente
Manuel Prado
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EL COMERCIO OCTUBRE 8, 2011

Presidente Humala invocó a la unidad de peruanos en homenaje a Grau

“Usted nos mostró el camino de lo que tiene que hacer un hombre y una mujer por su patria”, dijo en su discurso de orden

(Foto: Prensa Palacio)
El presidente Ollanta Humala abogó hoy por la unidad del país durante la ceremonia de homenaje al almirante Miguel Grau Seminario, en el marco del 132 aniversario de su muerte en el Combate de Angamos.

“Con todo respeto y humildad le pedimos otro sacrificio más, que nos ayude a unir al Perú”, mencionó el mandatario en su discurso de orden.

“¿Cómo cultivamos un héroe? (…) El héroe se hace fijando metas en lo permanente, defendiendo lo permanente, no solo lo particular, lo coyuntural o lo pequeño. Cuando usted hizo su sacrificio pensaba en la República”, subrayó en alusión al héroe en la plaza que lleva su nombre en el Callao.

“Usted nos mostró el camino de lo que tiene que hacer un hombre y una mujer por su patria, por lo permanente”, agregó en el evento donde también se celebró el Día de la Marina de Guerra.

Lo acompañaron ministros de Estado y otras autoridades civiles y militares.

* Humala entregó en custodia revólver que perteneció a Miguel Grau
El presidente le dio el arma de nuestro héroe al Batallón Angamos, en la Escuela Naval del Callao

(Andina). El presidente Ollanta Humala Tasso participó esta mañana en la ceremonia donde se entregó el revólver que perteneció al Gran Almirante Miguel Grau Seminario, en custodia al Batallón Angamos, en la Escuela Naval del Callao.

El acto, que se realizó al conmemorarse hoy el 132 aniversario de la muerte de Grau en el Combate de Angamos, contó también con la presencia del ministro de Defensa, Daniel Mora, y el comandante general de la Marina de Guerra, Jorge De La Puente Ribeyro.

Recientemente, la familia Navarro-Grau, descendiente del héroe de Angamos, entregó a la Marina de Guerra un revólver de fabricación francesa, modelo Chamelot y Delvigne, que perteneció al héroe nacional.

* El 8 de octubre, la fecha en que Miguel Grau se hizo héroe
Por él es que conmemoramos hoy un aniversario más del Combate de Angamos. También hoy se cumplen 190 años de creación de la Marina de Guerra

(Foto: Archivo / Video: TVPerú)(http://elcomercio.pe/lima/1314665/noticia-octubre-fecha-que-miguel-grau-se-hizo-heroe)
Hoy es un feriado perfecto, no solo por la victoria peruana de ayer, sino por el hecho de que conmemoramos a uno de los héroes peruanos más importantes de nuestra historia: Miguel Grau Seminario.

Hace 132 años, en 1879, se enfrentaron los buques peruanos Huáscar y Unión contra los buques chilenos Cochrane, Blanco Encalada, Loa y La Covadonga en el Combate de Angamos. El enfrentamiento acabó en la captura del Huáscar, que fue decisivo en el frente marítimo de la Guerra con Chile.

Ahí pereció Miguel Grau, junto a otros 32 combatientes. Además, hubo 24 heridos graves, 3 heridos leves y 144 ilesos, todos ellos fueron tomados como prisioneros.

La Ley 23938, promulgada el 5 de octubre de 1984, indica que todos los 8 de ese mes se debe guardar un minuto de silencio a las 9:50 a.m. en todo el territorio nacional y en los locales correspondientes a las delegaciones del Perú en el extranjero, como homenaje al almirante Miguel Grau Seminario y a su tripulación del monitor Huáscar, caídos heroicamente en el combate naval de Angamos.

Hoy, en la plaza Grau del Callao, al lado del muelle Dársena, se celebró una ceremonia donde se conmemoraron ambos eventos con la presencia del presidente de la República Ollanta Humala, el presidente del Congreso, Daniel Abugattás, y el ministro de Defensa, Daniel Mora,, entre otros.
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De: valetodo@yahoogroups.com [mailto:valetodo@yahoogroups.com] En nombre de h m
Enviado el: sábado, 08 de octubre de 2011 09:31 a.m.
Asunto: Valetodo - Grau, más que un héroe, un hombre
Grau, más que un héroe, un hombre
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/especial/grau-mas-que-un-heroe-un-hombre_96463.html

En la memoria de los peruanos"

Miguel Grau Seminario constituye el paradigma del hombre entregado a la noble tarea de defender la tierra sagrada que lo viera nacer.
Su causa, como la de muchos ciudadanos civiles y militares que en circunstancias similares, en los múltiples conflictos y enfrentamientos externos e incluso internos, vividos para mal, ofrendaron mucho de sí para defender con honor y valentía sus ideales cargados de mística y desapego a lo material, se vislumbra en esta nueva era como lejana, y a la vez tan cercana, por cuanto las generaciones que se levantan desconocen muchas veces la profunda raíz de lo acontecido en el pasado, y solo reciben y mal procesan la información como meros receptores de datos intrascendentes cada vez más fáciles de olvidar. La falta de identidad subyacente en el interior del inconciente colectivo de la nación, fortalecido por una currícula educativa falta del incentivo vigorizador patriótico, termina por envilecer el recuerdo heroico, para convertirlo en mera fábula, un cuento cuya importancia se cataloga como absolutamente innecesario.

Es por ello que la común consecuencia con cada acto de reflexión que eleve la voz de nuestra conciencia a fin de forjar la mente de la nación, se vuelve tarea de excepcional responsabilidad de quienes asumen el compromiso de informar con bien a la sociedad.

Un niño llamado a ser grande
Nació Miguel Grau Seminario en la ciudad de Piura, en la calle Mercaderes 662 (hoy llamada calle Tacna) un 27 de julio de 1834. Su padre, don Juan Manuel Grau y Berrío, un ilustre militar criollo de origen Colombiano, había llegado al Perú con el ejército libertador del norte a órdenes de Simón Bolívar. Su madre fue la dama piurana María Luisa Seminario del Castillo.

Tuvo nuestro héroe tres hermanos que compartirían la casa paterna de su niñez: Enrique Federico, María Dolores Ruperta y Ana Joaquina Gerónima del Rosario.

Su apego al mar se enraizaría en su alma desde muy temprana edad. A los 9 años ingresa como aprendiz de marinero en el bergantín Tescua, el cual lamentablemente naufraga en la isla Colombiana de Gorgona.

Al año siguiente, en 1844, con diez años, Grau toma plaza como Aspirante a Grumete y asiste como parte del personal de navíos mercantes. Tras siete años de meritoria labor, el profesional desempeño de Grau lo lleva a ascender por los diversos grados llegando a alcanzar el rango de piloto.

Camino a la inmortalidad
Tras muchos años de labor en la marina mercante, en 1853 marca el año de su ingreso a nuestra gloriosa armada como Aspirante a Oficial. Luego de once años de dedicación y ya como Teniente Primero, es comisionado en 1864 a Europa para la adquisición de buques para la Escuadra Peruana, dadas las tensiones con España, que desembocarían en la guerra que enfrentaría a las naciones sudamericanas al agresor europeo. Su retorno lo haría integrando la escuadra binacional peruano-Chilena que haría frente al conflicto.

El 12 de abril de 1867 contrae nupcias con la dama limeña Dolores Cabero Núñez, la cual le daría diez hijos. Su inmueble, en la calle Lescano 172, en Lima, hoy está convertido en el Museo que perenniza su recuerdo.

Su ingreso a la política lo llevaría a ser elegido diputado por Paita como miembro del Partido Civil, a los 42 años. Es en este período, en que el Perú vive su más terrible crisis económica, que Grau viaja a Valparaíso a asistir al funeral de su padre. Es 1877, Miguel Grau observa asombrado en la aguas del puerto Chileno los dos magníficos buques acorazados, el Cochrane y el Blanco Encalada, recién adquiridos por la vecina nación y que pronto descargarían la potencia de sus cañones sobre nuestros buques y desguarnecidas costas, así como los aprestos de guerra con los que se preparaba a la totalidad de su clase militar.

A su retorno a Lima, Grau expresa en el Congreso la necesidad de adquirir modernos buques con los cuales equilibrar la potencia de fuego de Chile, sin embargo, no es escuchado. El 1º de junio de 1877 es nombrado Comandante General de la Marina por el presidente de la república, General Mariano Ignacio Prado. De inmediato Grau se aboca a solicitar ya por vía oficial, mediante extensos oficios documentados, la implementación de nuestro poderío naval, indicando asimismo las alarmantes condiciones de inhabilitación en que se encontraban nuestras unidades navales, así como un completo dossier documental sobre todas las necesidades de nuestra Escuadra. El oficio es elevado el 2 de enero de 1878 al Ministro de Guerra y Marina. En él, Grau expresa la urgente necesidad de reorganizar nuestra Marina de Guerra a fin de recuperar la importancia y nivel que tuviera décadas atrás; detalla una completa lista de sugerencias y necesidades de las distintas dependencias de la armada, el estado de nuestros buques de guerra, para finalmente realizar la propuesta más urgente e indispensable: adquirir a la brevedad posible nuevas y poderosas unidades navales.

El Presidente Prado convencido de la absoluta necesidad de dar su apoyo a la propuesta del Comandante de la Marina, ordena al ministro Pedro Bustamante que presente dicha memoria a la Cámara de Diputados el 28 de julio de 1878, realizando una exposición personal ante el pleno y dando cuenta de la urgencia de aprobar la partida presupuestal necesaria.

A pesar de los repetidos esfuerzos, la Cámara de Diputados recién el 11 de setiembre da cuenta del documento remitido por el ministro y del anexo redactado por Grau, pero solo atinan a tomar nota del pedido, ordenándose luego su pase al archivo. ‘Una vez más, Grau ha cumplido con su deber al máximo, pero las limitaciones legales le impiden hacer más’.

Se inicia la guerra
Sólo cinco meses después, el 14 de febrero de 1879, Chile ataca a Bolivia, desembarcando tropas y aprestos en los principales puertos de su provincia de Atacama, apoderándose de su rica costa llena de riquezas minerales. Luego, bien afianzado en el territorio conquistado y menos de dos meses después el agresor vuelve sus ávidos ojos al Perú y nos declara la guerra el 5 de abril de 1879.

La historia al transcurrir el tiempo ya es harto conocida. El heroísmo y grandeza de Grau y sus hombres a bordo del glorioso monitor Huáscar, sorprenderían por cinco meses al mundo entero y causarían la lógica simpatía de todos aquellos que hubieren tenido noticia de sus hazañas, teniendo en cuenta la dramática asimetría de poder de fuego entre los dos beligerantes. Grau, el padre, el político, el militar, el héroe, pero antes que nada, el hombre, ofrendaría su vida en el altar excepcional de la patria. Su sangre regaría el mar que vio sus aventuras inigualables aquella mañana del 8 de octubre de 1879, y pasaría sereno a la inmortalidad como ejemplo perpetuo a seguir por los hombres y mujeres de todas las generaciones de peruanos.

Una deuda eterna
El Perú guarda una enorme deuda con el gran Almirante de los Mares. Su ejemplo y entrega acuden presurosos a la palabra y a la obra cuando de defender este trozo inalienable del territorio patrio se trata. Múltiples peligros le acechan: La Convención del Mar, que significaría reducir nuestro mar territorial de 200 millas a solo 12; el diferendo de la Haya, que implica defender 35 mil kilómetros cuadrados de nuestra área marítima; el repetido intento de muchos miembros de la clase política y empresarial por entregar la Isla de San Lorenzo para la construcción inmobiliaria dejando de lado el extraordinario proyecto del Megapuerto del Callao; la falta de una poderosa Armada Nacional que se encargue de defender sus recursos, la implementación de una vigorosa marina mercante y una potente flota pesquera de alta mar, entre otros constituyen la tarea que se han impuesto quienes han decidido seguir los pasos de quien en el pasado se batió defendiéndola. No habrá desmayo en los hombres de hoy ni en los del mañana.

Grande Grau. Presente por siempre y para siempre en el Panteón de los Héroes del Perú.

Gustavo Durand
Redacción
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EXPRESO sábado 8 de octubre de 2011
Columna: PLANTEAMIENTOS Opinión página 15
Miguel Grau: trascendente legado

Escribe: ALFREDO PALACIOS DONGO
Ver mi blog www.planteamientosperu.com

Hoy día 8 de octubre se celebra el 132° Aniversario del Combate Naval de Angamos, fecha de júbilo nacional que nos invita a recordar la figura del Gran Almirante del Perú, Miguel Grau Seminario, un hombre cuyo comportamiento es digno de resaltar como mensaje de ejemplo por ser honra y gloria del Perú y del mundo y cuya cabal efigie adquiere mayores relieves en el transcurso del tiempo. Marino, héroe, ciudadano, político, estratega, ideólogo, líder, de cuyo accionar se rescata el mensaje que con su vida nos legó. Su ejemplo es una fuente de altura, de carácter, de elevados y superiores reflexiones y estímulos que nos dejan un transcendente legado, no solo de sacrificio y entrega como el héroe que se inmoló en defensa de la patria en el Combate de Angamos, sino también por su testimonio de vida y su manifiesto sentido del deber y de servicio a la patria.

Como político, siendo diputado por la Provincia de Paita, se desempeñó como parlamentario entre 1876 y 1878, con una actuación digna demostrando gran responsabilidad e integridad, tanto en los temas vinculados a la Marina –ejerció la presidencia de la comisión de Marina– como sobre diferentes materias de interés nacional. Como líder con su capacidad de convocar, orienta y dirige a sus subalternos logrando cumplir los objetivos propuestos por él y por la patria. Su capacidad de movilización e influencia no se fundamentaba en su autoridad y poder legal formalmente recibido, sino en una relación de adhesión espontánea y voluntaria de quienes trabajaban a sus órdenes. Su sola presencia era suficiente para amalgamar voluntades positivas en torno a un objetivo.

Su profunda convicción sobre el deber que se impuso Grau como forma de vida cotidiana lo condujo por el camino del heroísmo y del sacrificio. Ante la inmensa superioridad de fuerzas de la escuadra chilena con respecto a la peruana, Grau, como presagiando lo que el futuro le deparaba dijo: “si llegase el caso, el Huáscar cumplirá con su deber, aun cuando tenga la seguridad de su sacrificio”. Nuestro máximo héroe nacional consagrado como “El peruano del Milenio”, es un paradigma, una imagen histórica que nos dejó un profundo legado de heroísmo y sacrificio superior, una grandeza de sentimientos, un conjunto de virtudes del más alto valor religioso, moral y ético y un ejemplo del significado del cumplimiento del deber, que todos debemos imitar.

Bajo este panorama cabe resaltar la importante iniciativa de la Marina de Guerra del Perú, con auspicio de la empresa privada, por el lanzamiento de la campaña “Somos Grau, Seámoslo Siempre” con el fin de desarrollar valores cívico patrióticos dentro de nuestra sociedad, y promover, con el trascendente legado de nuestro máximo héroe Miguel Grau, la identidad nacional, una conciencia histórica de integración y unidad, así como un estímulo de fe en el destino de nuestra patria.
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EL COMERCIO OCTUBRE 8, 2011

Restos del barco chileno La Covadonga están en un almacén en Chancay (http://elcomercio.pe/lima/1314625/noticia-restos-barco-chileno-covadonga-estan-almacen-chancay)

La municipalidad de ese distrito conserva objetos rescatados de la embarcación hundida frente a sus costas en 1880

HENRY LÓPEZ

El azar lo llevó a un encuentro con la historia. Pablo Martínez había nadado hasta el fondo del mar de Chancay, a 18 metros de profundidad, para saber por qué una red de su barco no podía ser recogida. Grande fue su sorpresa al ver que la malla estaba atrapada entre los restos de una embarcación. Al regresar a tierra firme, Pablo se enteró de que aquella misteriosa nave hundida era la goleta chilena Virgen de la Covadonga, más conocida como La Covadonga.

“Creo que era 1986 o 1987 cuando sucedió eso”, hace memoria Pablo mientras señala desde la orilla de la playa de Chancay una boya que indica el punto exacto donde se encuentra La Covadonga, a un kilómetro de la costa.

Él recuerda que con su hermano y otros pescadores regresaron al lugar. “Mi hermano se sumergió y al subir me dijo que vio parte de un objeto circular semienterrado en el lugar donde se encuentra el barco”, dijo Pablo, quien agrega que él, Demetrio y el pescador Euler Rengifo fueron en busca de aquel extraño objeto. “Al subirlo, vimos que era una gran medalla con inscripciones”.

Lo que tenía grabado aquel objeto de bronce, de 45 kilos y 71 centímetros de diámetro era: “A la vencedora de la fragata blindada Independencia del Perú. Punta Gruesa 21 de mayo de 1979. La juventud de Santiago y Valparaíso”.

La pieza era una placa otorgada a La Covadonga por el supuesto hundimiento de la fragata peruana Independencia en el combate de Iquique, en dicha fecha.

Según dijo a El Comercio en 1998 el fallecido investigador Rómulo Rubatto Suárez, la Independencia no fue hundida en combate y su pérdida fue circunstancial por haber encallado sobre una peña no registrada en las cartas de navegación.

SIN ACCESO AL PÚBLICO
Emocionados por el hallazgo, los hermanos Martínez llevaron la placa hacia la orilla y la mostraron a pescadores y bañistas. Pasaron tres días y recibieron la tentadora oferta de una persona por la pieza: US$4 mil en efectivo. La negativa de Pablo no se hizo esperar. “No la quisimos vender por ningún precio porque esta pieza es de todos los chancayanos, que se sacrificaron para hundir esa embarcación que tanto daño hizo a nuestro pueblo”, sentenció.
Además de la placa, Pablo y sus compañeros rescataron otras piezas como cubiertos, clavos, balas de cañón, botellas de vino vacías y hasta una tetera. Todo ello fue entregado a la Municipalidad de Chancay para ser exhibido en un museo que se encontraba en la misma sede municipal, en la Plaza de Armas. Sin embargo, desde hace cuatro años, cuando el lugar fue demolido para levantar un nuevo edificio, no se volvieron a mostrar las piezas.

Al respecto, Rosa Huarca Eguizabal, encargada del Museo Municipal de Chancay, dijo que en la nueva sede municipal ya se concluyó la construcción de un nuevo museo que exhibirá no solo los objetos de La Covadonga sino también piezas arqueológicas de la cultura Chancay. “Solo falta implementar los lugares para mostrar las piezas”, precisó.

Agregó que la comuna tiene 86 piezas de La Covadonga, donadas, en su mayoría, por pobladores de Chancay, que las habían extraído del mismo barco, y otras recuperadas por buzos de la Marina de Guerra. Se suman a ello un cañón, rescatado en 1979, un ancla y 20 metros de cadena, rescatados en 1998, que reposan en la misma Plaza de Armas.

El alcalde Juan Alberto Álvarez sostuvo que la infraestructura del nuevo museo demandó una inversión de S/.2 millones pero que para terminar de implementarla se requiere de otro millón. Debido a ese problema presupuestal no hay fecha para la inauguración. “Yo quisiera que sea en el transcurso del próximo año, pero tenemos un problema presupuestal”, precisó Álvarez.

PEDIDO DE LA MARINA
El contralmirante Ernesto Lermo Rengifo, director de Intereses Marítimos e Información de la Marina de Guerra del Perú, propuso al alcalde Álvarez el pasado 13 de setiembre, durante la celebración del aniversario 131 del hundimiento de La Covadonga, exhibir la placa y todos los objetos recuperados, que se encuentran en Chancay, en el Museo Naval del Callao, donde están otros objetos de La Covadonga, mientras termina la implementación del museo en Chancay.

“Podríamos hacer un convenio para que los escolares de Chancay vengan al Callao y vean las otras piezas del barco en el museo”, señaló Lermo.

El alcalde Álvarez se mostró a favor de esta propuesta pero dijo que al final eso se decidirá en una sesión del Concejo de Chancay, donde debatirán esta iniciativa, que ya fue formalizada mediante una carta enviada a la comuna.

Mientras tanto, los objetos rescatados de La Covadonga siguen guardados en un almacén.

PIDEN REFLOTAR BARCO CHILENO HUNDIDO
Desde que fue hundida en 1880, los proyectos para reflotar La Covadonga, que tiene unos 50 metros de largo, quedaron en buenos deseos. El libro sobre la ocupación chilena “Arde Lima”, del fallecido Rómulo Rubatto Suárez, recuerda que el primer intento por recuperar la nave fue por iniciativa de los chilenos poco después del hundimiento, sin ningún éxito. Tras la retirada de los invasores en 1886, hubo otros intentos con el mismo resultado.

El historiador y contralmirante de la Marina de Guerra del Perú Francisco Yabar, autor del libro “Las fuerzas sutiles y la defensa de costa durante la Guerra del Pacífico”, opina que por el tiempo que ha pasado, no debe quedar casi nada del barco. “Debe ser como el esqueleto de una ballena y reflotar eso sería imposible”, dijo.

Sin embargo, para Pablo Martínez Chávez, quien buceó en varias oportunidades hacia La Covadonga, la nave debe ser reflotada. “Primero se tienen que sacar todas las piezas desprendidas y la arena que cubre parte de la estructura, antes de subirla con bolsas de reflotamiento que se inflan”, explicó. Según dijo, la madera con la que se construyó el barco no se desintegrará si vuelve a la superficie.

UNA ESTRATEGIA Y 2 BARCOS HUNDIDOS
La Covadonga había llegado al puerto de Chancay con el objetivo de destruir cualquier embarcación menor e inutilizar la vía férrea que conectaba el norte con Lima.

Una operación para hundir la nave fue encargada al teniente Decio Oyague Neyra. La estrategia consistió en colocar artefactos explosivos en un bote con la intención de que los chilenos de La Covadonga se lo llevaran.

Oyague llevó remando desde Ancón hasta Chancay el bote-bomba el cual fue dejado al lado de un yate. Los chilenos hundieron el yate, pero decidieron llevarse el pequeño bote. Al momento de levantarlo, el bote hizo explosión.

Otra versión asegura que tras este estallido, La Covadonga recibió el impacto de un torpedo lanzado desde tierra por el propio Oyague; 32 chilenos murieron y 48 fueron hechos prisioneros.

Era la segunda vez que la Armada de Chile perdía un navío por una acción similar. Meses antes, frente a la desembocadura del río Chillón, había sido hundido el barco Loa con otro bote-bomba. Esta nave, cuyo casco es de fierro, se encuentra intacto a unos 25 metros de profundidad.

ENFOQUE
JUAN LUIS ORREGO. Historiador

Hay que respetar la historia local
La Covadonga es un barco que tiene una historia interesante. Esta nave pertenecía a España y llegó al Pacífico Sur como parte de una expedición científica en la década de 1860. Por esos años, fue capturada por los chilenos durante un conflicto entre ambos países por esta expedición.

El barco fue utilizado después por la Armada Chilena en la Guerra del Pacífico. Luego la nave fue hundida frente a las costas de Chancay y desde entonces fue prácticamente canibalizada. Yo creo que las piezas recuperadas deben quedarse en Chancay, donde deben ser exhibidas.

En el Perú todo está demasiado centralizado, sea en temas políticos como culturales. Por eso creo que se deben respetar las historias locales y el hundimiento de La Covadonga pertenece a la historia de Chancay. Sería un atractivo más para esta ciudad.

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