GOBIERNO PRESENTA PRIMER LOTE DE FIRMAS PARA IMPLEMENTAR REFORMAS EN EL CONGRESO

EL COMERCIO OCTUBRE 30, 2009

Gobierno presenta primer lote de firmas para implementar reformas

14:28 | El ministro de Justicia dijo que rúbricas permitirán presentar un proyecto al Congreso que busca aplicar voto voluntario y renovación parcial

El Gobierno entregó al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) un lote de aproximadamente 60 mil firmas en un primer paso para impulsar un referéndum que permita la implementación del voto voluntario y la renovación de la mitad del Congreso en el sistema electoral.

El ministro de Justicia, Aurelio Pastor, quien encabezó el acto del Ejecutivo, refirió que han presentado 58 mil 735 al ente electoral que permitirán presentar un proyecto de ley al Congreso, el cual de aprobarse, permitirá aplicar estas reformas constitucionales.

Según la explicación de Pastor, el JNE deberá entregar el lote entregado al Registro Nacional de Identificación y de Estado Civil (Reniec) para su verificación.

“En caso de haberse aprobado (en la Reniec) cincuenta mil firmas, el JNE deberá emitir una resolución y remitir la iniciativa de la reforma al Congreso de la República. El Congreso tendrá noventa días para debatirlo y votarlo”, detalló Pastor a los periodistas.

“Si el Congreso lo aprueba, se acabó”, acotó Pastor.

CAMPAÑA DE RECOLECCIÓN
No obstante, el titular del Minjus, quien estuvo acompañado del vocero de la bancada del Apra, José Vargas, dijo que si el Parlamento desaprueba el planteamiento, tendrán que insistir con la recolección de un millón y medio de firmas para realizar un referéndum.

“En los próximos días vamos a seguir incorporando firmas, porque actualmente tenemos cerca de 150 mil firmas”, refirió.

*EDITORIAL
Referéndum: el Congreso debe escuchar a ciudadanos

Ahora que desde el Poder Ejecutivo se ha planteado la posibilidad de un referéndum para insistir en los proyectos para instaurar el voto voluntario y la renovación parlamentaria por mitades, es necesario aclarar el procedimiento para ejecutar este valioso instrumento de la democracia directa.

Ante todo, debe considerarse que se trata de reformas constitucionales, y no de simples cambios legales, lo que implica un proceso más complejo que necesariamente requiere pasar por el filtro del Congreso de la República, en una interesante mixtura de democracia directa con democracia representativa.

De acuerdo con el artículo 206 de la Carta Magna: “Toda reforma constitucional (como en el caso presente) debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del número legal de congresistas”.

Luego, se precisa: “La iniciativa de reforma constitucional corresponde al presidente de la República, con aprobación del Consejo de Ministros; a los congresistas; y a un número de ciudadanos equivalente al 0,3% de la población electoral”. Ello solo para la convocatoria del referéndum, mas no para su aprobación y eventual efecto reformista.

En concreto, como lo desarrolla la Ley 26300, que norma los derechos de participación y control ciudadanos, hay dos vías para una reforma constitucional: primero, dos legislaturas con más de 80 votos, lo cual es difícil; y segundo, una legislatura con 61 votos y posterior referéndum. Una tercera vía —ir directamente al referéndum con un mayor número de firmas para aprobar las reformas mencionadas— es de momento solo teórica y fuera del ámbito constitucional, pues este sistema solo aplicaría para iniciativas legislativas y no para reformas constitucionales.

Por esta razón, en la delicada coyuntura actual, tenemos que insistir en el llamado a la cordura y al sentido común, sobre todo a los congresistas. Los voceros de las bancadas democráticas tienen que reconsiderar su posición respecto de los cambios que clamorosamente demanda la mayoría ciudadana.

Urge, entonces, superar esta etapa de fricciones y entrampamientos para promover los nuevos consensos imprescindibles orientados a reformar el Congreso y garantizar el libre sufragio.

Se trata de una cuestión de legitimidad democrática que los obliga a escuchar a sus electores; y también a evitar un innecesario enfrentamiento de poderes que terminaría por desprestigiarlos aun más y arrastraría consigo al sistema democrático. Ya tenemos suficientes desencuentros entre el Poder Judicial y el TC, y entre este con el propio Congreso.

Es momento, pues, de reflexión y de acercamiento. El Poder Legislativo no puede hacer oídos sordos a las exigencias de reformarse y mejorar el sistema democrático, por encima de cualquier cálculo electoral o interés politiquero.

Dentro del marco constitucional y del estricto equilibrio de poderes, los congresistas tienen que recordar que se deben al país y a los electores, y, por tanto, tienen que actuar en consonancia con el interés nacional y la estabilidad política y social de la nación.
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EL COMERCIO OCTUBRE 29, 2009

ALTERNATIVA QUE DEBE CEÑIRSE AL MARCO CONSTITUCIONAL
Se abre la opción del referéndum para reformas

Gobierno impulsa recolección de firmas por voto facultativo y renovación del Parlamento. Hasta el momento se han recabado 150 mil adhesiones. Mañana se presentarán al JNE. Se requieren 1,5 millones de rúbricas para convocar a una consulta popular. Bancada oficialista pide que se reconsidere votación que mandó al archivo las propuestas

El ministro de Justicia, Aurelio Pastor, anunció anoche que mañana viernes se presentarán más de cien mil firmas ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para presentar una iniciativa ciudadana de reforma constitucional.

El objetivo es conseguir la instauración del voto facultativo y la renovación por mitades del Parlamento.

A través de RPP, Pastor explicó que mañana el Ejecutivo presentará el pedido formal con las firmas que se han recabado en los últimos días.

Sostuvo que tienen recabadas y procesadas aproximadamente de 150 mil firmas para presentarlas ante el organismo electoral.

“Con las firmas que tengamos procesadas hasta el viernes, nos vamos a presentar, calculo que a la una de la tarde, al Jurado Nacional de Elecciones para solicitar el inicio de dicha consulta”, indicó.

Recordemos que el proceso de referéndum está normado en el artículo 206 de la Constitución y en la Ley de Participación y Control Ciudadanos (Ley 26300): Se necesita que el JNE valide las firmas del 0,3% del electorado.

De ser así, el JNE enviará la iniciativa al Parlamento. “Y el Congreso tendrá que volver a votar”, explicó Pastor.

¿Y si la iniciativa vuelve a ser archivada? “Tenemos derecho, a pedir inmediatamente la realización del referéndum. Haremos una campaña más grande en todo el país, para conseguir el millón y medio de firmas que se necesita”, dijo Pastor.

RECONSIDERACIÓN
El portavoz de la Célula Parlamentaria Aprista, José Vargas Fernández, presentó un pedido de reconsideración a las votaciones con las cuales la Comisión de Constitución del Congreso mandó el martes al archivo el proyecto de renovación parlamentaria por mitades y el voto voluntario.

La presidenta de la Comisión de Constitución, Mercedes Cabanillas, adelantó que la reconsideración no procedería, pues dijo que al terminar la sesión del martes, ella pidió dispensa del trámite de aprobación del acta para ejecutar los acuerdos tomados, y las reconsideraciones —anotó— deben ser presentadas antes de este hecho.

Eso sí, Cabanillas dijo que haber enviado al archivo esos proyectos de reforma constitucional es un error y “un paso en contra de la corriente ciudadana”.

QUÉ DICE LA LEY
Art. 206 de la Constitución: “Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del número legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el presidente de la República”.

* EDITORIAL
La respuesta ciudadana ante absurda decisión congresal

Es adecuado que el ministro de Justicia, Aurelio Pastor, haya anunciado que el Gobierno promoverá un pedido de referéndum ante el JNE, orientado a corregir la absurda decisión del Congreso de archivar los proyectos para instaurar el voto voluntario y la renovación por mitades.

¿Qué pasa con el Congreso? Lo cierto es que, por indolencia o conveniencia, la mayoría de sus integrantes no termina de entender la esencia del sistema democrático, que exige renovación, así como amplia y libre participación de los ciudadanos. Según Ipsos Apoyo, el 74% aprueba la renovación del Congreso a la mitad del período presidencial y el 86% pide voto voluntario.

Al mandar al archivo dichas iniciativas, la Comisión de Constitución hace oídos sordos y se pone de espaldas al clamor ciudadano, expresado mayoritariamente en las encuestas. Así, se ahonda de modo preocupante la brecha entre el primer poder del Estado y los electores, con lo que aquel pierde poco a poco su razón de ser.

Debemos recordar que el voto voluntario, como lo prueba la experiencia de otros países, enfatiza el sentido de libertad, pero sobre todo la responsabilidad de cada ciudadano al momento de sufragar. Lo que necesitamos, efectivamente, es un voto maduro y razonado, y no uno forzado y a veces manipulado por algunos candidatos de última hora, a través de campañas de amedrentamiento o temor.

El otro asunto postergado ahora es igualmente crucial. Los congresistas —hay que repetirlo una vez más— son representantes de los ciudadanos y se deben a ellos, a los que tienen que escuchar y rendir cuentas de modo permanente.

No son una casta aparte, como algunos de ellos parecen creer, al defender con uñas y dientes un sistema obsoleto y de prebendas que la sabiduría popular ha bautizado como “otoronguismo”, caracterizado tanto por un mal entendido espíritu de cuerpo cuanto por una conveniente confusión entre inmunidad e impunidad.

Precisamente, el sentido de la renovación por mitades apunta a institucionalizar la rendición de cuentas ante los ciudadanos, que elegirían —o reelegirían— a aquellos grupos y representantes con mejor desempeño. ¿A eso le temen los congresistas? ¿Es que no confían en la eficiencia de su gestión partidaria y particular?

El sistema actual, de elegir en bloque y paralelamente a la elección presidencial, genera un efecto de arrastre que se desgasta mucho en un período de cinco años. Además, la renovación por mitades sería una clara expresión de alternancia, lo más propio al sistema democrático que debemos alentar y no bloquear.

¿Qué tiene que pasar para que los congresistas tomen conciencia y asuman su responsabilidad? En el fondo, lo que se está evidenciando y poniendo a prueba es la debilidad estructural de los partidos políticos, que distan mucho de ser democráticos ellos mismos. Al acercarse las elecciones municipales y generales, como ya es usual, empiezan a perfilarse candidaturas oportunistas, que son reflejo más de ambiciones personales que de proyectos serios de gobierno citadino o nacional.

El llamado de atención es, pues, a los líderes de partidos para que hagan un mea culpa y se conviertan en instrumentos dinámicos de democracia interna y renovación de dirigencias a partir de una doctrina o ideología política. La premisa básica es que no puede democratizar quien no es democrático en su propia casa.

En tal contexto, el revés congresal no puede sepultar el clamor democrático. La ciudadanía está a la expectativa de que, desde otro poder del Estado, se evalúe detenidamente la propuesta de referéndum para hacer valer la voluntad popular y mejorar el sistema democrático.

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