LA IRREVERENTE MAFALDA CUMPLIO 45 AÑOS



PERU 21 SETIEMBRE 30, 2009

La irreverente Mafalda cumplió 45 años

La creación más popular del dibujante argentino ‘Quino’ apareció por primera vez en 1964, en el semanario Primera Plana. Con motivo de su aniversario se ha develado una estatua en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires.

Hace 45 años, un 29 de septiembre de 1964, Joaquín Salvador Lavado, ‘Quino’, presentó por primera vez, en la revista Primera Plana, las viñetas que contenían a un personaje que, generación tras generación, sorprendería con sus irreverentes preguntas: Mafalda.

Esta ocurrente niña de seis años, que odiaba la sopa y amaba a los Beatles, se convirtió en un icono de rebeldía juvenil: sus opiniones sobre el acontecer político y cultural continúan vigentes.

Con motivo del aniversario, en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo, se ha colocado una estatua de la pequeña, vestida con un trajecito verde. La obra fue esculpida por el artista Pablo Irrang.

Además, se ha colocado una placa en el domicilio en el que Quino creó al popular personaje, ubicado en el 371 de la calle Chile, con la leyenda: “En esta casa vivió Mafalda”. La última publicación de este entrañable personaje fue el 25 de junio de 1973.
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EL COMERCIO JULIO 24, 2009

Unicef-España premia a creador de Mafalda por labor a favor de infancia

11:49 | Premios buscan reconocer el trabajo de personas e instituciones que colaboran en la defensa de los derechos de los niños

Madrid (EFE). El ilustrador argentino Joaquín Lavado, más conocido como “Quino” y creador del clásico personaje infantil de Mafalda, ha sido distinguido por el Comité Español de Unicef por su labor a favor de la infancia.

Los Premios Unicef-Comité Español, que se entregarán el 13 de noviembre en Madrid, se conceden anualmente en once categorías nacionales e internacionales con la finalidad de reconocer el trabajo de personas e instituciones que colaboran de manera significativa en la defensa de los derechos de los niños.

En ese sentido, la rama española del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reconoce a Quino “por dar a su obra un contenido humanista y relacionado con los derechos humanos, específicamente de los más débiles y de la infancia”, informó hoy la organización en un comunicado.

También recuerda que en 1979 el artista gráfico, destacado con el premio “Cultura a favor de la infancia”, donó ilustraciones de Mafalda y sus amigos para una publicación de Unicef sobre los derechos del niño.

PREMIADOS EN TODO EL MUNDO
También ha sido reconocido, con el Premio “Los Niños Primero”, el Centro Salesiano Don Bosco de la República Democrática del Congo por haber acogido, cuidado y alimentado a 26.000 niños en medio de la guerra, las violaciones y la miseria que sufre ese país.

El Premio a la trayectoria personal ha recaído en el fundador y codirector del Centro de Investigación de Salud de Manhiça (Mozambique) e investigador de la vacuna contra la malaria, el español Pedro Alonso, por su lucha e investigación permanente contra las enfermedades relacionadas con la pobreza.

Entre los galardonados en la edición de 2009, también ha sido premiado el futbolista Fréderic Oumar Kanouté por su concepción del deporte “como vía de transmisión de valores por la lucha contra la pobreza y por la infancia”.

En el ámbito del Voluntariado, ha resultado premiada Pastoral da Criança, Pastoral del Niño de Brasil por las “dimensiones extraordinarias de su red de solidaridad”, en la que 270.000 personas combaten la desnutrición y la mortalidad infantil.

En el apartado de salud ha sido distinguida la ONG española Apotecaris Solidaris por diez años consecutivos de trabajo a favor del progreso sostenible, ayudando a mejorar la vida de millones de niños a través de un programa a favor de la infancia en Cuba.
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EL COMERCIO JULIO 22, 2009

Quino en Lima: “Me considero un periodista que dibuja”

14:43 | El creador de la historieta Mafalda llegó a nuestro país para inaugurar la IV edición de la feria del libro. Firmará libros mañana por la noche

El escritor y dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, llegó al Perú en el marco de la cuarta edición de la feria del libro.

Como era de esperarse, Quino habló de una de sus más obras más leídas como lo es Mafalda: “Yo me considero un periodista que dibuja. Lo mismo que hago en las páginas de humor, lo hago en mi trabajo”, sostuvo.

“En mi obra trato de reflejar los problemas los problemas del planeta, la economía mundial, las clases marginadas, la deforestación del Amazonas, son cosas que me preocupan mucho”, agregó.

No obstante, el dibujante argentino señaló que su obra no es sólo se reduce a la historia de la pequeña Mafalda. “Tantos años la he dibujado, me detuve en un tiempo a pensar a dibujar algo distinto”.

El padre de Mafalda llega al Perú atraído también por la gastronomía. Presentará su nuevo libro “La aventura de comer”, donde recoge una antología de tiras cómicas sobre el hambre hechas por él en distintos medios de comunicación.
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LA REPUBLICA JULIO 19, 2009

El mundo de Mafalda

Si fuera de carne y hueso, Mafalda cumpliría 45 años el próximo 29 de setiembre. Imaginemos en qué andaría ahora. ¿Sería acaso una feminista radical? ¿Fue militante de izquierda en los ochenta? ¿Alguien sabe si escribió un libro sobre los derechos del niño? ¿No estará ahora trabajando en una ONG, divorciada, y con dos hijos en la universidad? Solo Quino, su creador, podría ensayar algunas respuestas cuando llegue a Lima esta semana para la inauguración de la 14ª Feria Internacional del Libro. Mientras tanto, recordemos a la pequeña que se disfrazaba de la Estatua de la Libertad y vivía estresada por las desigualdades sociales y los conflictos del mundo.

Por Marilia Pastor

La nena que anda alarmada por el destino del mundo y que cuida un globo terráqueo como si fuera su hijo, vive con sus padres y su hermanito Guille en un departamento austero ubicado en San Telmo, el mismo barrio de Buenos Aires donde residió Quino durante el tiempo que dibujó la historieta. Su padre es un corredor de seguros, de 37 años, y su madre una tradicional y resignada ama de casa llamada Raquel. Ellos representan la típica pareja de clase media atrapada por la futilidad del día a día y el lugar común.

Mafalda tuvo la particularidad de nacer dos veces. Su primera aparición fue el 29 de setiembre de 1964 en el semanario “Primera Plana”. La verdad es que estuvo escondida dos años. El 15 de marzo de 1962 Joaquín Salvador Lavado terminó de definir los trazos de su criatura como parte de la campaña publicitaria de la empresa de electrodomésticos Mansfield que, finalmente, nunca entró al mercado. La despedida llegó el 25 de junio de 1973 a través de las páginas del semanario “Siete Días Ilustrados”. Fueron nueve años de risas, ternura e ingenio.

Curiosa y sensible, Mafalda estaba pendiente de los problemas de la humanidad. Se indignaba o deprimía con la hambruna, la sobrepoblación mundial, la guerra en Vietnam y otros conflictos de la época. Compartía estas inquietudes con su entorno amical.

Qué tales gustos

Lo que más le gusta a Mafalda es escuchar a los Beatles. Para ella deberían ser presidentes de la tierra. También es fanática del ‘Pájaro loco’. Contra la opinión de todo el mundo, le daría un Oscar. Le encanta escuchar las noticias en la radio, pasear por el parque con “Burocracia”, su tortuga de nombre tanto irónico como certero. La verdad es que los deportes no la entusiasman mucho, salvo que se trate de una partida de ajedrez o de ir al bowling. Eso, sí, si queremos que se olvide de los problemas del mundo nada más eficaz que ofrecerle un par de panqueques.

Mundo adulto

Orgulloso dueño de un automóvil Citroën, fumador empedernido y en el fondo infantil. Así es el papá de Mafalda, cuyo nombre permanece en el misterio, es el típico empleado de oficina hastiado del trabajo y angustiado por las cuentas. Solo encuentra paz en su casa donde cuida de las plantas. Aunque frecuentemente se le vea peleando una guerra eterna e inútil contra unas astutas hormigas que tienen las de ganar.

El pobre no se la lleva fácil. Ante la impertinente curiosidad de Mafalda debe contestar preguntas sobre las guerras más cruentas, el rumbo de la humanidad, la filosofía o la sexualidad. Esto es suficiente para que sufra un ataque de nervios que solo cura con unas gotas de ‘Nervocalm’. Cuando es capaz de responder a las interrogantes, su hija no duda de sus palabras. Tanto así que cree en los reyes magos, pero no en la paz. Porque las pruebas demuestran que, por ahora, es un cuento.

Para el caricaturista Carlos Tovar, Mafalda ve a sus padres como si ella fuera la madre y ellos los hijos porque es intelectualmente superior. Ella y sus amigos se interesan por problemas que a los mayores parecen no importarles. En esta historia, “el mundo de los adultos es como una generación que ya no tiene remedio”, remata ‘Carlín’.

Un abundante cabello negro es el rasgo que comparten Mafalda y su mamá. Parece que de joven su sueño no era convertirse en una ama de casa ya que ingresó a la universidad. Haber dejado los estudios para cuidar a su primogénita no hace que esta sea menos crítica con ella. Mafalda no cree que limpiar, lavar y cocinar todo el día sea motivo de orgullo. Al ver a su madre en estas labores le pregunta, con miedo, si la capacidad para triunfar en la vida es hereditaria.

‘Sopofobia’

Si hay algo que Mafaldita odia con toooda su alma de tooodo lo que ha inventado el hombre (y la mujer) sobre la tierra, algo que la hace sentirse un ser infeliz y miserable, ese algo se llama “sopa”. No importa que sea en cubitos o con fideos, ella siempre buscará cualquier excusa para no tomarla, aunque eso signifique pelearse con mamá Raquel. Por cierto, el único momento en que esta chica es capaz de detestar a Guille, su adorable hermanito, es cuando este empieza a gritar sobre la mesa: ¡¡¡Zó-pi-ta, zó-pi-ta!!! Tanto le enferma que solo le basta ver al pequeño saboreándola para que se le paren los cabellos y se muestre indispuesta.

Mafalda padece ‘sopofobia’. Término de nueve letras que no aparece en el diccionario; pero que es reconocido por todos sus fans. Su aversión por la sopa sobrepasa a cualquier otra, incluso a la que siente contra la violencia. Quino eligió este plato como alegoría a los regímenes militares latinoamericanos. “Porque todo lo que impone normas estrictas y hay que hacerlo por obligación, quita la libertad y eso es muy desagradable”, afirmó el dibujante en una entrevista para la BBC. Mafalda se pregunta agobiada si existió un complot entre el inventor de la cuchara y el creador de la sopa. Y se molesta al comprobar que el diccionario no la reconoce como una mala palabra.

Sentada a la mesa y con los ojos cerrados Mafalda espera que el yoga la ayude a superar este odio. Imposible, una vez más es incapaz de meterse la cuchara a la boca. Por eso aprovecha cualquier oportunidad para introducir un jabón a la olla o, con menos tacto, romper la sopera. Todo con la esperanza de que su madre deje de prepararla. Aunque no contó con la astucia de Raquel, que es capaz de hacerla hasta en verano.

Pandilla brava

Felipito, el angustiado. Susanita, la romántica. Manolito, el materialista. Miguelito, el soñador. Libertad, la radical. Y Guille, el desvergonzado. Este choque de personalidades ha sido parte del éxito de la historieta. Son el contrapeso a las preocupaciones de Mafalda. Como reconoce el periodista Daniel Samper en el prólogo de “Toda Mafalda” todos somos una amalgama de estos personajes.

Dos grandes dientes de conejo, fanático de “El Llanero Solitario”, tímido con las niñas e inseguro ante cualquier problema. Felipe es el mejor amigo de Mafalda y está inspirado en el periodista Jorge Timossi, amigo de la infancia de Quino. El indeciso niño vive mortificado con las tareas del colegio porque sabe que no tiene voluntad para hacerlas. Pasa el día imaginando que un rayo destruirá sus libros o que un robot terminará sus deberes. “Justo a mí me toca ser como yo”, reflexiona sabiamente.

Chismosa y racista. Susanita Clotilde Chirusi, la mejor amiga de Mafalda, es su contraparte. Ella representa el estereotipo de la mujer antes de que ingresaran al mundo laboral. Sus pasatiempos son hablar de sí misma y de los demás, jugar con su muñeca y pelearse con Manolito. El único futuro que imagina es estar casada, tener hijitos, vivir en una casa muy grande y salir en los periódicos. Por eso y más, Mafalda la define como el Premio Nobel de la Clase Media.

Manolito Goreiro es el cabeza dura del grupo. Amante del dinero y enemigo de los Beatles, sueña con tener sucursales de almacenes “Don Manolo” en todo el planeta. Es reconocido por su incapacidad para aprender algo en el colegio. Así, termina confesándole a la maestra que desde que empezaron las clases no entiende nada. Eso sí, nadie le gana en creatividad publicitaria. De allí que todas las paredes de su cuadra promocionen los productos de la bodega de su papá.

Muchachitos del ayer

Una juventud contestataria, las revueltas de mayo del 68, los gobiernos militares latinoamericanos, las muertes de Martin Luther King y de Ernesto ‘Che’ Guevara, además de los vanos llamados a la paz de U-Thant, secretario general de las Naciones Unidas en los sesenta, marcaron los años en que se desarrolló la historieta.

La primera vez que la vio, el caricaturista Carlos Tovar se sorprendió porque tocaba temas actuales y relacionados a la política. La viñeta coincidió con una generación interesada en la política. “Todo el mundo cuestionaba el sistema. Eso es lo que ahora no hay y que Mafalda representaba. Era notable que en una tira cómica diera cabida a todo eso”, asegura recordando aquellos años.

La juventud del siglo XXI compra polos con las frases de Mafalda. Bolsos, agendas y lapiceros también forman parte del merchandising. Pero no todos entienden su humor. A pesar de que los problemas de su tiempo siguen vigentes. “Los jóvenes de hoy pueden ser, ante ciertos problemas, muy frívolos. No lo asimilan porque nadie se los dijo”, reconoce el historietista y profesor Carlos Crisóstomo. Definitivamente es otra época.

Curiosidades

• El primer libro que reúne las tiras de Mafalda salió para la Navidad de 1966 y se agotó en dos días.

• Debido al cierre del diario “El Mundo”, donde se publicaba la historieta, nunca se vio el nacimiento de Guille. La historia continuó en “Siete Días Ilustrados” cuando él ya había nacido.

• El primer libro de Mafalda lanzado en España, en 1970, fue censurado por el gobierno franquista. Se le colocó la frase “para adultos” en la portada.

• Mafalda quiere ser traductora de las Naciones Unidas. Así, cuando los representantes se peleen, ella interpretará todo lo contrario para que se entiendan y haya paz.

• Quino ha recibido el trofeo Palma de Oro del Salón Internacional del Humorismo de Bordighera.

• Mafalda incursionó en la televisión, en 1974, con una serie de cortos animados de la historieta. Esta se difundió en algunos países latinoamericanos e Italia.

• En el barrio de Colegiales, en Buenos Aires, existe una plaza llamada Mafalda.

• Umberto Eco la definió como “una heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es… reivindicando su derecho a seguir siendo una niña que no quiere hacerse cargo de un universo adulterado por los padres”.

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