MARIO VARGAS LLOSA: "COLOMBIA Y EL PERU SON DOS ESPINAS CLAVADAS EN LA GARGANTA DE HUGO CHAVEZ"


EL COMERCIO JUNIO 23, 2009

Mario Vargas Llosa: Colombia y el Perú son dos espinas clavadas en la garganta de Hugo Chávez

10:00 | El escritor peruano afirma que el mandatario venezolano busca desestabilizar estos países “a través de movimientos populares y partidos políticos”.

Granada (España) (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa sostuvo hoy que el presidente venezolano, Hugo Chávez, tiene “dos espinas clavadas en su garganta”, en alusión a Colombia y Perú, países que, en su opinión, “no han caído aún en su órbita”.

No obstante, agregó que el mandatario venezolano ha organizado en estos países “una campaña de desestabilización a través de movimientos populares y partidos políticos”.

El ganador del premio Cervantes en 1994 hizo estas afirmaciones hoy durante su conferencia en la Universidad española de Granada, institución que mañana le investirá doctor honoris causa.

HUMALA, “CARTA DE CHÁVEZ”
Vargas Llosa definió al líder opositor de su país y presidente del Partido Nacionalista Peruano (PNP), Ollanta Humala, como “la carta de Chávez para Perú”, y señaló que “muchos” de sus seguidores “son “chavistas” y creen que representa la vía peruana hacia el socialismo del siglo XXI”.

El también galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras y el Planeta, entre otros reconocimientos, aludió asimismo a la situación de las democracias occidentales en la actualidad.

Las tachó de “mediocres” y criticó “el poco entusiasmo” que estas generan, una circunstancia que, a su juicio, radica en que “los mejores se apartan de la política porque les parece despreciable”, y quienes finalmente desarrollan esta labor son “los oportunistas”.

“Gozamos de unos privilegios que ignoramos”, recordó el peruano, quien insistió en que “cualquiera que vive en una dictadura como Cuba o Corea del Norte, o en una pseudodemocracia como Venezuela, soñaría con vivir en esas mediocres democracias que tanto desprecio nos inspiran a los que vivimos en ellas”.

Así, afirmó que al igual que “quien vive en dictadura no necesita ninguna teoría para aprender qué es una dictadura y qué no lo es”, esta situación “debería ser lo mismo para los que viven en democracia, pero sin embargo no ocurre así”, lamentó.

Sobre su tierra natal, el escritor indicó que existía en ella “la creencia ingenua de que no era un país violento”, una idea que calificó como “una ilusión más” que se desvaneció con la actividad del grupo terrorista Sendero Luminoso en los años 80, una experiencia “atroz” que “creó un trauma muy presente” en la vida cotidiana de Perú.

Al relacionar la realidad de su país con su carrera literaria, Vargas Llosa evocó su estancia de dos años en el colegio militar Leoncio Prado, que, dijo, le permitió descubrir “la verdad” de su país: “La violencia, los perjuicios, los rencores y el racismo que distanciaban tanto a los peruanos entre sí”.
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PERU 21 MAYO 20, 2009

“La civilización de nuestro tiempo es muy frívola”

Además de nuestro mejor novelista, Mario Vargas Llosa es un intelectual riguroso y coherente y, por ello, es respetado mundialmente. Acaba de publicarse una reunión de sus artículos, en los que seguimos los cambios en sus ideas en diversos temas. Sables y utopías está en librerías a 64 soles.

Por José Gabriel Chueca y Gonzalo Pajares.

“Esta selección de artículos fue hecha por un escritor colombiano, Carlos Granés, que trabajó con completa libertad. No los he corregido –excepto alguna errata– y tampoco he cambiado ninguna idea. Son textos escritos a lo largo de muchos años en los que hay opiniones muy diversas, por supuesto, pero me pareció que era mejor presentar todo tal como fue escrito para mostrar una evolución, un cambio de opiniones políticas, literarias, etc. Es una especie de autobiografía que se ha armado sola y que ha sido editada por Granés”, explica acerca de Sables y utopías, libro que reúne artículos suyos desde los años 60.

¿Por qué la necesidad de reunir en un solo volumen su pensamiento sobre América Latina?
No fue una idea mía. Yo había pensado hacer una recopilación –las he hecho antes–, pero esta fue una sugerencia de mi editor. Y yo propuse que lo hiciera alguien con otra perspectiva, para lo cual pensé en Carlos Granés, porque él escribió una tesis en la Universidad de Madrid sobre mis ensayos. Me interesó mucho porque era una tesis muy personal y creativa.

Acaba de fallecer Mario Benedetti. Usted lo conocía y también polemizaron.
Fuimos muy amigos. Lo conocí en los 60. Le tuve siempre afecto y admiración, aunque discrepé profundamente con él por razones políticas. No solo me pareció siempre un buen escritor sino un intelectual honesto, un hombre siempre coherente entre sus convicciones y su conducta, a diferencia de otras personas, sobre todo en el campo intelectual, que usaron mucho sus convicciones para medrar.

Usted escribió un artículo llamado El intelectual barato. ¿Cree que esa es una costumbre latinoamericana?
Él no fue un intelectual barato. Y eso se da en todas partes, pero creo que más en América Latina por la pequeñez del mundo intelectual, donde existe la sensación de que, si un escritor o intelectual tiene éxito, cierra la puerta a los demás. Eso no es cierto. En Francia o en Inglaterra hay debate intelectual por supuesto y, también, pequeñeces humanas, como en todas partes, pero nunca se alcanza esa mezquindad de los países pequeñitos, que envenena el mundo intelectual, aunque también el mundo artístico y toda profesión.

¿En qué medida su evolución ideológica afectó sus novelas?
No lo puedo saber. No tengo suficiente distancia. Creo que ha habido una constante en mí: cuando he querido defender determinadas ideas o valores políticos o culturales, he escrito artículos, ensayos o he dado entrevistas. Cuando he escrito cosas creativas –novela, cuento, teatro–, no diré que he prescindido de mis convicciones, pero he buscado desarrollarlas menos subordinadas a la actualidad. Creo que la literatura, el arte en general, dependiente de la actualidad es efímero y, muchas veces, fracasado. La labor creativa debe tocar experiencias más permanentes que trasciendan lo puramente político, que es lo más actual que existe y, por lo mismo, lo más efímero.

En los años 60 estaba obsesionado por la novela total; en los 70 encontró el humor pero, últimamente, sus novelas muestran personajes que persiguen la utopía, como Gauguin o Flora Tristán, así como la que está escribiendo ahora, sobre Roger Casement, este independentista irlandés.

Creo que la búsqueda de la novela total está siempre ahí, en todo escritor, consciente o inconscientemente. A diferencia de un género como la poesía, que es el ideal de perfección, que puede ser condensado en un texto muy breve, la novela que ocurre en el tiempo lo empuja a uno hacia la totalidad; aunque, por supuesto, ninguna novela la alcanza. Pero, además, ese ideal se ajusta a una temática. Hay historias que requieren de un formato más pequeño; por ejemplo, Travesuras de la niña mala. En cambio, la novela sobre Flora Tristán y Gauguin (_El paraíso en la otra esquina_) o la de Trujillo (_La fiesta del Chivo_) están más dentro de las que escribí en los años 60, que buscan más visiblemente esa totalidad. Quizá también es el caso de la novela que estoy escribiendo ahora.

Su interés literario apunta ahora a utopías personales que, quizá, fracasan…
Pero el intento crea una grandeza siempre. Claro que es el caso de Flora Tristán o de Gauguin, que quisieron alcanzar lo inalcanzable: la sociedad perfecta o un mundo de pura belleza. Pero al buscar lo inalcanzable se alcanzan, a veces, niveles de heroísmo que, creo, son los grandes mitos modernos que tiene la humanidad. Es un tema que me fascinó desde que comencé a escribir, pero es verdad que, quizá, en los últimos años aparece más visiblemente en lo que escribo.

Usted abordó la violencia política en Historia de Mayta. Recientemente, la guerra contra el terrorismo es tema de muchos escritores peruanos. ¿Piensa abordarlo?
Ya no me atrevo a hacer este tipo de pronósticos. De repente te encuentras con un tema tan estimulante que te empuja a hacer algo que nunca pensaste hacer. Tengo muchos proyectos –espero tener tiempo de realizarlos todos– y siempre estoy abierto a lo sorpresivo. Es tan bonito encontrar de pronto algo que te estimula mucho. Por ejemplo, la novela que estoy escribiendo. Nunca hubiera pensado escribir algo sobre Casement, un personaje vinculado al independentismo de Irlanda, al Congo y, sin embargo, me encontré con él y, poco a poco, me fui embarcando. Eso demuestra que uno no elige sus temas con toda serenidad. En cierta forma, los temas lo eligen a uno. De pronto, un tema tiene que ver con cosas íntimas que te remueven. No parece que fuera un acto completamente racional. Es como enamorarse.

Como escritor, ha “canibalizado’ su vida. Hay un texto en el que dice que, de alguna manera, vive para luego contarlo. Las experiencias que inspiraron La ciudad y los perros sucedieron 10 años antes de que la escribiera, lo mismo con La tía Julia y el escribidor. ¿Hay alguna distancia literaria?
Es verdad que en todos esos casos he usado mucho mi experiencia personal. Pero en otros ha sido muy indirecta: lo de Roger (Casement) lo conocí a través de lecturas y, luego, hice investigaciones; aunque he vivido la dictadura como todo latinoamericano, no he vivido una como la de Trujillo. Creo que todos los novelistas usan su experiencia, su memoria, como materia prima para la imaginación. Pero también creo que la memoria solo puede ser un punto de partida porque, si uno no tiene libertad para manipular el recuerdo con entera libertad, transformándolo en algo distinto, entonces no hace literatura; hace un documento muy personal, íntimo, que puede tener interés como documento, pero que no es una obra de creación. La literatura consiste en crear un mundo independiente del creador, capaz de parecer autosuficiente, de romper completamente ese cordón umbilical con quien lo creó.

Usted renovó el panorama con sus técnicas en la escritura. ¿Cree que ya está todo dicho en cuanto a técnicas, que hemos caído en un letargo?
No. Nunca está todo dicho porque, si no, la literatura moriría. Y eso no puede ocurrir porque la literatura tiene que ver con la vida, y la vida evoluciona, cambia, dentro de una cierta permanencia, pero con circunstancias que cambian extraordinariamente. Lo que hay hoy en día es, quizá, menos pirotecnia. La técnica es menos visible. Pero creo que, desde siempre, mientras más eficaz es la técnica, más invisible, a no ser que sea eso lo que quieras contar. Pero, normalmente, lo que quieres contar en una novela es una historia. Y esa historia es mejor contada mientras menos visible sea la técnica que la sustenta. Me parece que es Borges quien lo dice: cuando uno es joven, piensa que una cierta oscuridad es garantía de profundidad y de complejidad; luego, cuando vas creciendo, vas descubriendo que lo más difícil de alcanzar y el mejor logro es la claridad. Ortega y Gasset decía que la claridad era la cortesía del filósofo. Yo creo que también es la cortesía del novelista.

Usted habla con cierto pesar de que los novelistas de ahora no tienen las ambiciones de antes…
Eso creo que es verdad, y creo que responde a la cultura de nuestro tiempo. La civilización de nuestro tiempo busca fundamentalmente el entretenimiento y la diversión. Es muy frívola. Es lógico que tenga tanto éxito una literatura leve, amena, ligera, a veces brillante, pero una que no busca complicar la existencia a nadie ni dar dolores de cabeza sino divertir. Hay magníficos escritores light. Pero creo que esa es una presión que la civilización de nuestro tiempo ejerce sobre la literatura y la cultura. Hay excepciones, y creo que son las más interesantes.

Hace poco se publicó en Arkinka una conferencia suya, La civilización del espectáculo. Su pensamiento es liberal, pero al hablar de arte le disgustaba que, por ejemplo, se pagaran precios exorbitantes por obras que consideraba de poca calidad.
Que haya elecciones libres es fundamental, pero eso no significa que las decisiones tomadas sean acertadas. Los pueblos se equivocan y eligen muchas veces lo peor. Y ocurre lo mismo con los lectores. ¡Hombre, hace poco acabo de rendir un homenaje a Corín Tellado! No porque me gustaran sus novelas –que nunca leí ninguna porque estoy seguro de que no hubiera pasado de la primera página– sino porque me sorprendía que mucha gente que nunca hubiera leído nada leyera sus libros. Desde luego, preferiría que leyeran a los grandes escritores en lugar de a ella. Pero un género en el que esto ha llegado a la absurdidad total es la plástica. Ahí, la posibilidad del embauque es infinita porque no hay valores reconocibles; todo puede ser bueno y todo puede ser malo, depende exclusivamente del mercado.

Lo que paga el mercado del arte es lo que alguien está dispuesto a pagar. Eso es libre mercado…
Sí, eso está bien. Pero eso no presupone nada sobre la calidad. Hay un valor de mercado de las obras de arte y uno intrínseco, estético. El divorcio en el caso del arte es el más grande que ha conocido la historia. En los momentos ideales, ambos valores se han fundido. En el siglo XIX, ¿cuáles eran los escritores más vendidos? Los mejores. En América Latina se pudo decir lo mismo en cierto momento, nunca se leyó tanto una obra maestra como Cien años de soledad. Y eso se acabó.

Usted escribió sobre su descubrimiento de Frida Kahlo. Cuando existían consensos sobre el buen arte, Frida era considerada una mala pintora.
Sí. No lo era. Y fue una gran falla. Pero ella tampoco tenía ningún interés en ser reconocida. Ella era una gran artista, pero de aquellas que se inmolaban. Hay escritores que eran así, como Kafka. No le interesaba ser reconocido, ni siquiera publicar. Siempre ha ocurrido, pero nunca a los niveles de nuestro tiempo, y creo que tiene que ver con la naturaleza de la civilización en que vivimos.

Hablemos de las viudas. Se acaba de editar un libro con textos inéditos de Cortázar. ¿Qué opina?
Hay viudas y viudas –y, también, viudos y viudos–. No he leído el libro de Cortázar, pero no tengo duda de que esa edición es absolutamente respetable porque la ha hecho Aurora Bernárdez, una mujer extraordinaria. Es una de las mujeres más inteligentes que he conocido y una de las lectoras más lúcidas. Yo siempre creí que Aurora había decidido no escribir porque quería que en esa pareja hubiera un solo escritor. Pero, cuando oía conversar a Julio Cortázar y a Aurora, era difícil decir quién era más inteligente, quién decía cosas más brillantes, quién había leído más y quién había leído mejor. Para mí, es uno de los espectáculos de inteligencia que más me ha sorprendido en la vida. Tanto que yo bromeaba alguna vez diciendo que ellos ensayaban antes sus conversaciones. Esa selección estoy seguro que está hecha con rigor y respeto, desde luego, por Cortázar y por la literatura. Hay viudas o viudos que explotan de una manera ya innoble publicando cosas que el autor jamás hubiera permitido que se publicaran. A mí me parece una inmoralidad publicar algo que no contribuye a la imagen del escritor sino que, más bien, la empobrece. Eso es criticable. Pero que se publiquen inéditos, si son interesantes, en buena hora.

¿Qué ha dispuesto usted en su caso?
Espero no dejar inéditos. Se publicarán cartas mías, pero he sido tan mal corresponsal… es el único género que no he cultivado (ríe). De manera que nunca verán muchas para publicar. Además, la mayor parte de mis cartas la escriben las secretarias.
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EL COMERCIO FEBRERO 2, 2009

ENTREVISTA A MARIO VARGAS LLOSA

"Tengo la casi seguridad de que el Perú está bien enrumbado"
¿Por qué no quiere hablar de política nacional?

Por una razón muy sencilla, prácticamente todos los medios me han invitado a dar entrevistas y a todos les he dicho que no, porque estoy escribiendo mi novela y no quiero pasarme mi estadía en Lima dando entrevistas políticas. Mira, yo no quiero dar la idea de que estoy haciendo política. Yo escribo sobre política cuando creo que vale la pena, porque hay que hacer un pronunciamiento sobre determinado tema. Por ejemplo, cuando venga la sentencia a Fujimori la voy a comentar porque es muy importante que por primera vez un dictador sea juzgado por tribunales civiles con todas las garantías que da la ley. Pero no puedo estar en el cotilleo político diario, ni siquiera lo sigo. No estoy en la pequeña menudencia, trabajo 10, 12 horas al día. Y si hablo de política los otros periodistas van a decir por qué no me la han dado a mí.

El público que recibirá sus obras fluctúa entre los 14 y 45 años. Cómo cree que se relacionará con la época en que ocurren sus novelas. Es más bien lejana.
La literatura es siempre actual aunque cuente cosas muy antiguas. El hecho de que las historias no ocurran en esta época sino en el pasado no tiene ninguna importancia.

Me refería a que la gente de mi edad o de la suya se vinculan más con el Perú de “Conversación en La Catedral” o con la “Historia de Mayta”
Habría que preguntarse primero si los de 15 años leen. Esa nueva generación es muy distinta de las anteriores. Me parece que está más cerca de la música que de la literatura. La verdad no lo sé. Creo que hoy día la música les da a muchos jóvenes lo que antes transmitía la pintura, la literatura. Es el signo generacional, pienso que eso comienza en los años 70, en Inglaterra donde la música se convierte en una señal de identidad entre ellos. En la música comulgan, se reencuentran, se conectan por encima de las lenguas, las culturas y las tradiciones. Y esto ha continuado, hay una especie de común denominador que la música les da a las nuevas generaciones.

¿Cuáles serían los libros que le gustarían que prevalecieran sobre los otros?
Pues “Conversación en La Catedral”, “La guerra del fin del mundo” y la novela que voy a escribir, sin duda, ja. Creo que desde el punto de vista psicológico es muy importante para un escritor estar convencido de que su mejor libro todavía está por escribirse.

¿Cuál es el argumento de su próxima novela?
Está inspirada en un personaje histórico, Robert Casement, un irlandés que fue cónsul británico en el Congo, donde vivió 20 años. Estuvo un año y medio en la Amazonía peruana en la época de oro del caucho. Hizo unas denuncias que tuvieron un enorme efecto en Europa y en EE.UU. sobre las atrocidades que se cometieron tanto en el Congo como con los nativos amazónicos. Consiguió que los gobiernos occidentales tomaran posición, sobre todo que la opinión pública se movilizara muchísimo contra estos abusos. Gracias a ello alcanzó una enorme popularidad como gran humanista, gran altruista y defensor de los derechos humanos. Durante la Primera Guerra Mundial fue descubierto contrabandeando armas alemanas para los nacionalistas irlandeses. Esto provocó un escándalo monumental en Inglaterra, él había recibido las más altas condecoraciones del imperio. Interesante, porque él pertenecía a una familia irlandesa pro británica y admiró el colonialismo como un gran movimiento civilizador. Y en el Congo, secretamente, cambió de piel ante los horrores que vio allí. Llegó a la conclusión de que todo era una gran mentira, que el colonialismo era una institución monstruosa que solamente había llevado dolor y explotación. Esto lo hace un personaje tan complejo y tan misterioso.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando este proyecto?
Un año, pero todavía estoy en la nebulosa, todavía estoy perdido (ríe).

Estará feliz.
Estaré más feliz cuando vea la luz, todavía no la veo del todo. Pero es una novela que me entusiasma mucho, además me obliga a investigar, a leer, a viajar mucho. Ese trabajo de documentación me estimula enormemente.

Diría que es un escritor realista o…
Realista en el sentido que me gusta simular la realidad en mis novelas, así como a los escritores fantásticos les gusta simular la irrealidad de lo que cuentan. Pero si tú analizas desde adentro la obra literaria, tenga esta una apariencia realista o fantástica, siempre es una invención, una ficción. Digamos que en mi caso hay una especie de prurito de simular la realidad objetiva, ¿no? No he hecho nunca literatura fantástica, me gusta leerla, a Borges, a Poe.

¿El cuento no lo atrapó?
Yo comencé escribiendo cuentos, lo que pasa es que los cuentos se me vuelven novela (ríe). “Pantaleón y las visitadoras” iba a ser un cuento y creció. En muchas de mis novelas utilizo relatos que pueden ser leídos independientemente.

¿Cree que los escritores peruanos están a la par de los de América Latina?
No hay que preocuparse de eso. Es muy malo utilizar la literatura como un pretexto para el patriotismo, es lo peor que podemos hacer. La literatura no es nacional, la verdadera trasciende las fronteras, ¿no? No hay nada más terrible que ser un buen escritor regional, ja, ja. Sí podemos decir, sin asomo de chauvinismo, que la literatura de nuestra lengua tiene hoy día un derecho de ciudad en el mundo que antes no tenía. Había autores aislados, pero hoy se sabe que América Latina, o si quieres la lengua española, quizá es más justo decir eso, produce escritores que pueden ser leídos en cualquier parte y que además no se trata de una cosa casual, ni generacional.

¿Es pesimista pensar que culturalmente no hay recambio en las nuevas generaciones?
Eso no es verdad. Cuando yo era joven los escritores en el Perú se contaban con una mano. Se publicaba mucho menos y era común que los escritores publicaran con su plata. No hemos llegado al ideal, pero el cambio es enorme. Mira, yo no puedo estar al día con los jóvenes que van saliendo y eso que leo mucho, soy un lector voraz. Para mí el placer supremo sigue siendo la lectura.

¿Qué le gusta tanto del teatro?
Es vivir la ficción. Un novelista vive tratando de crear ficciones, de simular la vida y de pronto en el teatro, la vida está ahí, encarnada. En un escenario dejas de ser quien eres y pasas a ser un personaje de ficción. Y durante las dos horas que dura el espectáculo eres una ficción encarnada, que tiene sangre, voz, movimiento. Pero no eres quien eres, sino otro, alguien que fue inventado. Eso es lo maravilloso del teatro. Además es el género que más se acerca a la vida. Tiene ese carácter efímero de la vida. Lo que ocurre en el escenario ocurre de verdad. Y si un actor se equivoca no tiene rectificación posible. No hay dos funciones que sean idénticas. En esas dos horas la ficción se volvió realidad. Para alguien que ha dedicado su vida a inventar historias esa experiencia es impagable, a mí me conmueve muchísimo.

¿Se arrepiente de haber descubierto tarde la faceta de actor?
No, no me arrepiento. Hombre, lo habría hecho antes si hubiera sabido que me iba dar un placer tan inconmensurable como me lo han dado las tres veces que me he montado a un escenario. No te puedes imaginar qué rejuvenecedora y novedosa ha sido esa experiencia para mí.

¿Escribir obras de teatro es igual que escribir novelas?
Para mí es una actividad mucho más modesta

¿Lo considera un género menor?
No, no, no, en absoluto. Cuando escribes una obra de teatro sabes que eres solo una pieza dentro de un mecanismo en el que otras personas —el director, los actores, los técnicos— van a jugar un rol tan o más importante que el tuyo para que esa ficción sea posible. Por eso cuando una obra de teatro es buena ocurre esa experiencia que yo creo que es única. Te deja una sensación de plenitud que ningún otro género te da.

Usted dejó la literatura por la política, en tres palabras qué sacó de esa experiencia. Esta sí es una verdadera obra de teatro, ¿no?
Para un escritor no hay experiencia mala, incluso las más terribles, al final lo enriquecen tremendamente. En segundo lugar, no hay una experiencia más instructiva para conocer un país, para conocer al ser humano y lo que es la política que ser candidato en una campaña electoral. Lo que yo aprendí en esos tres años no fue grato y en muchos sentidos fue deprimente, pero fue enormemente instructivo. Yo tenía una idea de la política que tuve que revisar profundamente después de haberla vivido en las condiciones en las que la viví. Entonces, no me arrepiento en lo absoluto. Ah. No lo volvería a hacer.

¿Ni muerto?
Eso no se puede decir, tú no sabes si hay circunstancias que de pronto te van a empujar a tener una actividad política, eso no se puede descartar en la vida. Pero en principio no lo volvería a hacer. Soy un escritor, no un político. En mí país está funcionando la democracia, que es lo fundamental. Es lo único que a mí me arrancaría de esa decisión, que venga otra vez un golpe de Estado y un dictador, que nuevamente el Perú parezca irse a los infiernos. Tengo la casi seguridad de que el Perú está bien enrumbado, incluso con todas las cosas que puedan ir mal, la orientación es la buena.

¿Siente que la gente le arrancha su tiempo?
¿Cómo te diría? Hay obligaciones sociales que yo he procurado reducir al mínimo, pero siempre quedan algunas que son inevitables y que con los años me cuesta cada vez más trabajo aceptarlas. Me gustaría hacer solo lo que me da la gana, solo lo que me gusta, evitar las cosas que detesto. Pero no siempre se puede, uno forma parte de una sociedad, tampoco puedes jugar al niño malo y malcriado. Por ejemplo, lo que más odio en la vida son los cocteles, nada odio tanto yo, y eso desde chiquito, ¿sabes? Sin embargo, hay veces que tengo que ir. A mí me encanta estar con un grupo de amigos, pero esas reuniones sociales impersonales donde estás horas con la copita en la mano; es que tú no te puedes imaginar la angustia, la desesperación a la que me puede llevar eso. Me dan ganas de tirarme por las ventanas.

¿Le parece que todo es fatuo y sin sentido?
Es una pérdida de tiempo. Yo trabajo mucho y, por ejemplo, me encanta el cine, me gustaría poder ir más. Aunque he reducido al mínimo esto, no puedes eliminarlo totalmente, a no ser que quieras jugar al anacoreta o al hurón y yo no soy eso.

¿Tiene angustia de morir?
Ninguna, por eso es que mantengo siempre mi ritmo de trabajo. Mientras yo trabajo la muerte no existe. Creo que esa debería ser la actitud de los seres humanos frente a la muerte, continuar tu vida muy comprometido con lo que haces. Como si fueras inmortal, de tal manera que la muerte sea un accidente que ocurre. Viene en un momento dado y, bueno, tu vida se interrumpe. Pero hasta el último momento estás ahí, como Sócrates. La historia que cuenta Platón siempre me maravilló, cuando vinieron a que Sócrates tomara la cicuta lo encontraron estudiando persa y siguió haciéndolo hasta el momento en que tuvo que matarse. Espero que la muerte me encuentre con mi libreta y mi lápiz, escribiendo. ¡Maravilloso! Un accidente y ya está, se acabó.

¿Cuando se deprime escribe?
Bueno, me deprimo escribiendo muchas veces. Pero ya sé que si persevero, mi trabajo me saca de la depresión, es el mejor antídoto. Ahora, lo que sí me llega a desmoralizar mucho, por eso procuro no vivirla, es la experiencia de la interrupción que a veces no se puede evitar. En esos días que estoy sin trabajar empiezo a sentir que el orden del mundo se comienza a deshacer, que entro en una especie de anarquía, de behetría. Recuerdo que en el colegio se hablaba de la behetría serrana, que en un momento dado del incario había un período de behetría. Esa palabra me fascinaba. Ya solo de grande descubrí que quería decir anarquía, desorden. Cuando estoy dos o tres días sin trabajar la palabra behetría se me viene a la cabeza y me digo: ¡mi vida se está convirtiendo en una behetría! y eso es peligrosísimo (ríe).

¿Le quita el sueño ganar el Premio Nobel?
Nooo, no me quita el sueño en absoluto.

¿Le molesta estar en la lista cada vez?
Me molesta porque da la impresión de que yo estuviera postulando mi candidatura, cosa que no es verdad. Me molesta mucho también porque tengo amigos que como que me recriminan no haberlo ganado. Tengo una amiga en España que me dice: “¡Pero no es posible, yo ya tengo mi vestido listo para ir a Estocolmo!”. Me hace sentir mal, ¿sabes?, me hace sentir en falta. Yo le respondo: “¡Pero qué quieres que haga, échale naftalina!”, ja, ja. Si viene, bienvenido, no he rechazado ningún premio. Pero —digamos— un escritor no puede vivir en función del Premio Nobel, porque es malo para el estilo, este se empobrece muchísimo y su literatura se estropea. No te voy a citar ejemplos, pero hay bastantes.
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La República 07 10 08

‘‘Hoy el periodismo se alimenta del escándalo"

Afirmó Vargas Llosa en una conferencia organizada por la sociedad interamericana de prensa. En su crítica incluyó a escritores, diseñadores de moda, artistas y cineastas como W. Allen.
Madrid. EFE.

El reconocido diseñador de modas John Galliano, el cineasta Woody Allen, la revista Hola y el escritor Paul Auster fueron señalados ayer por el reconocido escritor peruano Mario Vargas Llosa como adláteres o seguidores de lo que él llama la "civilización del espectáculo", es decir, la que han construido las democracias en Occidente para huir de la reflexión y todo lo que no sea considerado divertido.

Vargas Llosa fue el protagonista de una conferencia organizada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con motivo de su 64 Asamblea, una intervención presentada por el director del diario "El País", Javier Moreno, para quien el periodismo vive "un momento difícil" y de transición, cuyos perfiles no se encuentran aún definidos.

El autor de Pantaleón y las visitadoras repasó las "consecuencias" que ha tenido la "civilización del espectáculo" en la literatura, las artes plásticas, la crítica, el cine, la política, el sexo y el periodismo, desaparecidos en su esencia más pura o en trámite de ello.
Eso ocurre, dijo, porque hay un total "desdén" por todo lo que recuerda que "la vida no solo es diversión, también drama, dolor, misterio y frustración".

"El primer lugar de los valores, de las prioridades, lo ocupa el entretenimiento.
Divertirse, escapar del aburrimiento es la pasión universal", argumenta Vargas Llosa.
Solo un "puritano fanático" criticaría que se dé "solaz" a "vidas encuadradas en rutinas deprimentes", pero, dijo, convertir el entretenimiento en un valor "supremo" tiene "consecuencias inesperadas" como la generalización de la frivolidad que, en el campo del periodismo, "se alimenta del escándalo".

En el periodismo, aseveró, la frontera entre lo amarillo y lo serio se ha llenado de agujeros y "los mayores casos de conquista de público" los protagonizan las revistas del corazón, ya que "la forma más eficaz de entretener es alimentar las bajas pasiones".
La revista Hola y sus "congéneres", precisó, son "los productos más genuinos de la civilización del espectáculo" porque dan "respetabilidad" a lo que antes era "producto marginal y casi clandestino: el escándalo, el chisme e incluso el libelo y la calumnia".

"La triste verdad es que ningún medio puede mantener a un público fiel si ignora la moda imperante", por eso su conclusión es "pesimista", ya que el problema no está solo en el periodismo sino en una forma de vivir que tiene al entretenimiento pasajero como "la máxima aspiración humana".

CULTURA PARA TODOS
La obligación de poner la cultura al alcance de todos ha tenido "en muchos casos" el indeseable efecto de la desaparición de "la alta cultura", minoritaria por la complejidad de sus códigos, en favor de una "amalgama en la que todo cabe".

Por eso, no le extraña que la literatura más representativa sea "leve, ligera, fácil", aquella que "sin el menor rubor se propone, ante todo y sobre todo, divertir".
Aseguró que no condena a esos autores porque hay entre ellos, "a pesar de la levedad de sus textos", "verdaderos talentos", como Julian Barnes, Paul Auster y Milan Kundera, pero lamenta que ya no se emprendan aventuras literarias como las de James Joyce o Marcel Proust.

DATOS
Caca de elefante. Así se titula uno de los ensayos que escribió Vargas Llosa, en el que critica duramente al llamado "arte moderno".
Publicación. Como prueba de su aporte al pobre caudal de la crítica literaria actual, Vargas Llosa publicará en este mes un ensayo sobre la obra de Juan Carlos Onetti.

Publicidad vs. inteligencia
Han desaparecido los intelectuales y "prácticamente" los críticos, pero la cocina y la moda ocupan gran parte de las secciones culturales, un mundo controlado por la publicidad que nombra "ciudadano honorario" a Galliano y sus "esperpentos indumentarios". En el cine se privilegia el ingenio sobre la inteligencia, "y ya no produce creadores como Bergman, Visconti o Buñuel. ¿A quién corona ícono? A Woody Allen, que es a un David Lynch o a un Orson Wells lo que Andy Warhol a Gauguin".
Pero es la política la que ha experimentado mayor banalización, porque los lugares comunes de la publicidad ocupan el lugar de las ideas, y, así, Carla Bruni "y el fuego de artificio mediático que trajo consigo" muestran cómo "ni siquiera Francia" ha podido resistirse a "la frivolidad imperante".
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PERUANO 17 de septiembre de 2008

ELECCIÓN. POR DIEZ AÑOS DE LA CAPITAL IBEROAMERICANA DE LA CULTURA
Los peruanos más influyentes son siete

Buscan escoger a figuras relevantes de la cultura latinoamericana
Vargas Llosa, Chabuca Granda y Túpac Amaru II entre los elegidos
Félix Paz Quiroz
fpaz@editoraperu.com.pe

El precursor de la independencia de América Latina José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II), el escritor Mario Vargas Llosa, el tradicionista Ricardo Palma y el ideólogo José Carlos Mariategui son cuatro de los siete peruanos de todos los tiempos que participan en la elección de los 100 personajes más influyentes de la cultura latinoamericana.

La compositora María Isabel Granda Larco -Chabuca Granda-, el maestro de la guitarra Raúl García Zárate y el tenor Juan Diego Flórez complementan la relación de grandes personajes peruanos en la lista elaborada por el Bureau Internacional de Capitales Culturales.

Esta elección se lleva a cabo con motivo de los diez años de la instauración de la Capital Americana de la Cultura, y es promovida por la organización la Capital Americana de la Cultura y Antena 3 Internacional.

La elección incluye a personajes del ámbito de las artes, las humanidades o las ciencias. En este concurso también intervienen personajes de Argentina (9); Bolivia (3); Brasil (14); Chile (4); Colombia (9); Costa Rica (2); Cuba (4); Ecuador (4); El Salvador (2); Puerto Rico (3); Guatemala (4); Honduras (2); México (12); Nicaragua (2); Panamá (2); Paraguay (2); República Dominicana (3); Uruguay (2); Venezuela (6) y otros (4).

Esta votación tiene dos etapas. La nacional se realizó en cada uno de los países latinoamericanos desde el 21 de abril hasta el pasado 31 de agosto. De dicha elección, en el caso peruano, han quedado los nombres referidos. Esperemos seguir apoyando esta iniciativa que coloca a nuestra cultura y sus actores entre los más relevantes del continente.

Datos
En la segunda fase, los personajes aportados por todos los países latinoamericanos son puestos a votación común, de donde saldrá la lista definitiva, ordenada por número de votos.
Según los organizadores, esta segunda fase se desarrolla entre el 15 de setiembre y el 30 de octubre.
Durante el mes de noviembre entrante, se dará a conocer la clasificación final de la elección de los 100 personajes que más han influido en la cultura latinoamericana.
El formulario de votación se encuentra en la página web www.cac-acc.org
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GATOENCERRADO JULIO 28, 2008

PUCP: Vargas Llosa es el personaje más admirado por peruanos

Escritor Mario Vargas Llosa es elegido como el personaje más admirado por los peruanos.

El escritor peruano Mario Vargas Llosa fue elegido como el personaje que más admiran los peruanos, según revelaron los resultados de una encuesta publicada por la Universidad Católica, días antes a la celebración de las Fiestas Patrias.

La popularidad de Vargas Llosa se ha visto reforzada durante los últimos meses no solo por su contribución al mundo literario, sino por la incursión de sus obras en el teatro nacional.

La lista de personajes admirados por los peruanos incluye también nombres como el de Gianmarco, Juan Diego Flores, Alan García, Javier Pérez de Cuellar, Eva Ayllón, César Hildebrandt, Ollanta Humala, Luis Castañeda, Alejandro Toledo, Jaime Bayly, Magaly Medina, Antonio Brack, Lourdes Flores Nano, Martha Hildebrandt, Hernando de Soto, Gisela Valcárcel, Javier Valle Riestra, Christian Meier, Teófilo Cubillas y Juan Manuel Vargas

PERU 21 24 de Junio de 2008

MVLL es el latino más importante

Las opiniones de Mario Vargas Llosa tienen un enorme influencia en el mundo intelectual.

Ocupa el puesto 20 entre los 100 intelectuales más influyentes del mundo entero.

NUEVA YORK (EFE).- Mario Vargas Llosa y el ex presidente brasileño Fernando Cardoso figuran en la lista de los 100 intelectuales más destacados del mundo, en la que los diez primeros puestos son musulmanes, según publicaron ayer las revistas Foreign Policy (Estados Unidos) y Prospect (Inglaterra)..
El islamista turco Fethullah Gülen y el financiero y activista de Bangladesh Muhammed Yunus, encabezan el ránking de los intelectuales más destacados del mundo, donde están presentes tanto el Papa Benedicto XVI como el ex vicepresidente de EE.UU., y ahora activista ambiental, Al Gore.
De Vargas Llosa, que aparece en el lugar número 20, se dice que es "el gigante de la literatura latinoamericana" y "un firme creyente en el poder de la literatura para exponer las injusticias y las tiranías de las dictaduras", además de un defensor de la libertades individuales y de expresión.
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EL COMERCIO 24 de Junio de 2008

EE.UU. INTERNAUTAS ELIGIERON A 100 INTELECTUALES
Vargas Llosa entre los eruditos más destacados

Dos revistas realizaron una lista con los votos de más de 500.000 de sus lectores
NUEVA YORK [EFE]. El escritor peruano Mario Vargas Llosa figura en la lista de los 100 intelectuales más destacados del mundo, en la que los primeros puestos son musulmanes, según publicó ayer la revista estadounidense "Foreign Policy" (FP) y la británica "Prospect".

El islamista turco Fethullah Gülen y el financiero y activista bangladesí Mohamed Yunus encabezan el ránking en el que están presentes también el papa Benedicto XVI y el ex vicepresidente de EE.UU. y ahora activista Al Gore.
De Vargas Llosa, que aparece en el lugar número 20, se dice que es el gigante de la literatura latinoamericana y un firme creyente en el poder de la literatura para exponer las injusticias y las tiranías de las dictaduras, además de un defensor de las libertades individuales y de expresión.

Otras personalidades latinoamericanas son el músico y director de orquesta argentino Daniel Barenboim y el ex presidente de Brasil Fernando Cardoso.
La publicación estadounidense, que advierte que las listas son negocios peligrosos, pidió el mes pasado a sus lectores votar por los intelectuales más destacados y durante cuatro semanas recibió en su página web las opiniones de más de 500.000 personas.
De esas votaciones, salió en primer lugar el líder religioso e islamista turco Fethullah Gülen, según dice FP: "Un líder que anima a (llevar) una vida inspirada en los principios islamistas moderados y que para sus detractores, es una amenaza al orden secular".

En el puesto dos está Mohamed Yunus, premio Nobel de la Paz que creó los microcréditos, cuyo banco Grameen Bank opera en más de 100 países y tiene más de siete millones de prestatarios, el 97% mujeres en extrema pobreza.
Los siguientes pensadores, todos ellos musulmanes, son respectivamente el clérigo egipcio Yusuf Al Qaradawi, el novelista turco Orhan Pamuk, el abogado pakistaní Aitzaz Ahsan, el evangelista egipcio Amr Khaled, el teólogo iraní Abdolkarim Soroush y el filósofo islamista suizo Tariq Ramadán. En la posición nueve está Mahmood Mandani, un antropólogo ugandés que enseña en Columbia, y en la 10 la abogada iraní y activista por los derechos humanos, además de Premio Nobel de la Paz en 2003, Shirin Ebadi.
A ellos les siguen varios estadounidenses como el lingüista Noam Chomsky (11), el ex vicepresidente Al Gore (12), el historiador Bernard Lewis (13) y el periodista Fareed Zakaria (17).

EL DATO
Los primeros puestos
Los lectores situaron en el puesto 14 al novelista y semiólogo italiano Umberto Eco, seguido por la política somalí Ayaan Hirsi Ali (15), el economista indio Amartya Sen (16) y el ajedrecista y activista pro derechos humanos ruso Garry Kasparov (18).
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GATOENCERRADO JUNIO 24, 2008

Vargas Llosa entre los 100 intelectuales más destacados del mundo

El escritor peruano Mario Vargas Llosa y el ex presidente brasileño Fernando Enrique Cardoso figuran en la lista de los 100 intelectuales más destacados del mundo, en la que los diez primeros puestos son musulmanes, según publican conjuntamente la revista estadounidense Foreign Policy (FP) y la británica Prospect.

El islamista turco Fethullah Gülen y el financiero y activista de Bangladesh Muhammed Yunus, encabezan el ránking de la intelectualidad más destacada en el mundo, en el que están presentes tanto el Papa Benedicto XVI como el ex vicepresidente de Estados Unidos y ahora activista ambiental, Al Gore.

El filósofo vasco es el único intelectual español seleccionado.

También figura el músico y director de orquesta nacido en Argentina y con nacionalidades argentina y española, Daniel Barenboim.

De Vargas Llosa, que aparece en el lugar número 20, se dice que es "el gigante de la literatura latinoamericana" y "un firme creyente en el poder de la literatura para exponer las injusticias y las tiranías de las dictaduras", además de un defensor de la libertades individuales y de expresión.

La prestigiosa publicación estadounidense, que advierte que "las listas son negocios peligrosos", pidió el mes pasado a sus lectores votar por los intelectuales más destacados y durante las cuatro semanas recibió en su página web "las opiniones de más de 500. 000 personas".

De esas votaciones, salió en primer lugar el líder religioso e islamista turco Fethullan Gühlen, "un líder que anima a (llevar) una vida inspirada en los principios islamistas moderados" y que, según dice la página web de FP, para "sus detractores, es una amenaza al orden secular".

En el segundo lugar de la intelectualidad mundial se encuentra Muhammad Yunus, el premio Nóbel de la Paz que ideó los microcréditos, cuyo banco Grameen Bank opera en más de 100 países y que cuenta con más de siete millones de prestatarios, el 97 por ciento de ellos mujeres.

Los siguientes pensadores, todos ellos musulmanes, son respectivamente el clérigo egipcio Yusuf Al Qaradawi, el novelista turco Orhan Pamuk, el abogado paquistaní Aitzaz Ahsan, el teleevangelista egipcio Amr Khaled, el teólogo iraní Abdolkarim Soroush o el filósofo e islamista suizo Tariq Ramadán.

En la posición número nueve está Mahmood Mandani, un antropólogo ugandés de origen asiático y que enseña en la Universidad estadounidense de Columbia, y en el número diez una mujer, la abogada iraní y activista proderechos humanos, además de Premio Nóbel de la Paz en 2003, Shirin Ebadi.
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EXPRESO SETIEMBRE 19, 2008

Vargas Llosa: “Deporte, ingrediente fundamental de la cultura”

MADRID.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa abogó ayer por acabar con los prejuicios que enfrentan a la cultura y el deporte, al que consideró uno “de los ingredientes fundamentales” de esta.

Vargas Llosa hizo esta aseveración durante la entrega de las primeras nueve Ayudas a la Investigación que otorga la Cátedra del Real Madrid, que él dirige, de la Universidad Europea de Madrid (UEM).
El literato aseguró que la creación de estas ayudas y de la propia cátedra tiene como objetivo acabar con el “prejuicio” de que el deporte y la cultura están enfrentados, “como si cultivar el cuerpo supusiera optar por la materia y rehuir al espíritu”.

Para Vargas Llosa, el “deporte es uno de los ingredientes fundamentales de la cultura y la sociedad de un país”.

El Estadio Santiago Bernabéu acogió ayer el acto de entrega de estas ayudas a nueve proyectos, que fueron seleccionados entre 44 propuestas y que serán dotados con un total de 53,000 euros.

El acto fue conducido por el rector de la Universidad Europea de Madrid, Antonio Bañares, y contó con la intervención del presidente Ramón Calderón, Mario Vargas Llosa y el ex futbolista Jorge Valdano, que es director de la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid-UEM.
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GATOENCERRADO AGOSTO 17, 2008

Vargas Llosa ''da con palo'' a Chávez

"El gobierno venezolano no cree en la democracia. Cree en la restricción de las libertades y sigue una política económica totalmente insensata", dijo el escritor.
Reuters

CARACAS.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa renovó hoy sus críticas habituales al gobierno de Venezuela, de cuyo Presidente, Hugo Chávez, dijo en Caracas que "no cree en la democracia", y llamó a la población a movilizarse en su contra.

"El gobierno venezolano no cree en la democracia. Cree en la restricción de las libertades y sigue una política económica totalmente insensata que ha fracasado en todas partes del mundo. Hay que protestar, denunciar, movilizar a la opinión pública", arengó.

Vargas Llosa hizo declaraciones en una rueda de prensa en el Teatro Trasnocho, de Caracas, luego de una función de su reciente obra "Al pie del Támesis".

El escritor se alineó con la mayoría de las críticas que la oposición local hace al gobierno, por ejemplo respecto de la estación privada opositora RCTV, cuya licencia para explotar una frecuencia abierta no fue renovada por el gobierno en 2007.

En lo que pareció ser un reconocimiento indirecto de que Chávez fue elegido democráticamente, el escritor expresó que "los pueblos a veces se equivocan y la pagan carísimo. Salvo casos excepcionales, los pueblos tienen los gobiernos que eligen tener, aunque luego se arrepientan de ellos. Debería servir de escarmiento".

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